Sempiterno

1.🌷

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LEAH

Nos reunieron a todos en la sala, dijeron nuestros padres que tenían algo importante que decirnos. Era una sala muy amplia, donde habían 4 sillones y una alfombra grande por todo el lugar, y un mesa alrededor de ellas.
Me encontraba en medio de unos de los sillones, a mi derecha esta Alexander, a mi izquierda Aaron, y en otro Adrien leyendo un libro.

—Que nos quieren decir— suelto cruzando la pierna arriba de la otra

—Tómenlo con calma— exclamo mi mamá sentándose al lado de Adrien

—Ya dinos, mujer—soltó Aaron

—Nos mudaremos...—por fin lo dijo

—¡¿QUEEE!?—soltamos los tres levantándonos de pie

—A dónde?—pregunta Adrien interesado en eso

—Por que? Tanto te urge irte!?—mirándolo Aaron le pregunta a Adrien

—Pienso que sería buena oportunidad—responde Adrien con obviedad, para después hacer un gruñido

—Pues yo no me voy—suelto por primera vez

—Lo harás Leah.—mi papa me dirige una mirada, que no hay de otra manera

ALEXANDER

Después de la plática en la sala, nos quedamos en silencio los cuatro. Adrien desde un principio se vio interesado en aquella propuesta que dijeron nuestros padres. Pero nos afectó más a Aaron, Leah y a mi...
Aaron dijo un comentario sarcástico hacia Adrien, y Leah procedió a irse, me di la vuelta y la seguí.

Siempre ha sido mi hermanita, se que Adrien es el menor... pero cuando nació Leah, mi mundo cambio yo quería una hermanita. Claro, los quiero por igual a los tres, pero Leah... he sido como su segundo padre y mejor amigo.

Aaron y Leah se llevan como la serie esa llamada Tom y Jerry... tal para cual.
Pero siempre se apoyan, cualquiera de los dos acaba no aguantando, y van a disculparse.
Con Adrien, es mas paciente y lo trata de manera diferente, como si fueran amigos y no hermanos.

Llego a su cuarto y ahí está tirada ella bajo su cama, escucho un llanto, me siento en la orilla de ella. Le doy palma ditas en la espalda, gira y veo sus ojos rojos, sale unas lágrimas de sus ojos, las limpio y le digo:

—No llores, mi pequeña estrella—fue el apodo que le dije cuando era pequeño

—No quiero irme Alex—se levantó un poco, y se acercó hacia a mi

—Ya veras que será genial—digo tratando de animarla, cuando yo tampoco quiero irme

—¿Que es lo que te da miedo?—pregunto ya sabiendo la respuesta

—Todo, aquí me siento bien, no quiero rehacer mi vida de nuevo—soltó para sollozar de nuevo, la traje hacia a mi, y le pase un brazo por su espalda, para darle un abrazo y darle un beso en la frente.

LEAH

Caminábamos todos de un lado a otro, solo quedaban unas cosas para empacarlas en cajas.
No quería irme, por que dejaría a la única persona que no me ha juzgado, y confío. No soy buena hablando con las personas, o más bien no me interesa hablar con ellos, y es el único que hace hechos, y se que él no es como los demás.

—Ya están tus cosas lista Le?—pregunta mi mamá dándole dos cajas a Alexander

Asiento con la cabeza

—Bien, traigan sus maletas ya nos vamos—dice papá para darle unas indicaciones al de seguridad

Mis tres hermanos y yo salimos de la casa con las maletas, Aaron lleva tres maletas, y atrás de él viene un señor con las otras dos, le quedamos mirando...

—Que miran?—pregunta con cierta molestia

—Que llevas... sabes que podemos comprar ropa allá?—Alexander le responde

—Si, pero esto no es ropa cualquiera... es de diseñador—dice con orgullo para seguir caminando

—Señorita... —Adrien dice en tono sarcástico

—Que... dijiste..? —se gira enojado, por que escucho el comentario de Adrien

—Nada, señorita, vamos que se hace tarde—Adrien camina, lo seguimos dejando solo ahí a Aaron

—Trío de idiotas—Aaron suelta

—Aaron!!!—lo escucha mi papá pasando al lado de él

Después de algunas horas en el avión, llegamos a Seattle, literalmente es del otro lado del mundo.
Estamos aquí parados esperando que lleguen por nosotros, es amigo de mi padre.

Lo que faltaba, está lloviendo a mares... me gusta la lluvia mucho, pero... por que se tardan? Ni que por el camino les pasaran toros y no pudieran pasar.

Calma, Leah...

En mi no existe la calma, no tengo paciencia, quien nace con paciencia? Bueno, yo no.

Después de que mi mente navegara unos minutos, llegan en una camioneta blanca.

Ya vamos en camino, dice el amigo de mi padre por lo que escucho que la casa está cerca, de la de ellos. Voy en el asiento de en medio con Alexander y Adrien, en el de atrás vienen Aarón y el hijo del amigo de papá.

—Pasen, están en su casa—dice una señora cerca de los 40 invitándonos a pasar a su casa

—Gracias—soltamos los 4 en susurro

—No sean tímidos muchachos, somos casi familia —dice el señor amigo de mi papá

—Que estupidez...—suelto para después hacer un gruñido de desaprobación

—¿Dijiste algo?—pregunta el hijo de la familia, que parece tener mi edad

Le doy una mirada amenazantemente, y me giro hacia los hermanos como si no pasara nada.

DARREN

Aaahhh con tan solos unas 4 horas ya me harte de la niñata esa, lo único que hace es hacerme malas caras, desde luego se ve que es una caprichosa. No le contesté nada, por que sus dos hermanos a comparación del más chico, parecen los guardaespaldas de esta.
Ojalá que no vaya a nuestra escuela, no la soportaría, aparte de que mi padre los invitara seguido.

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Este es el primer capítulo, espero y les guste.. está un poco largo. Escríbanme si necesitan algo, dedicará capítulos<33
—Andy