8. Duelo, canciones, recuerdos y dulce compañía.

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Gemma debía solucionar ese asunto antes de que pase algo perjudicial para ella y su hermanito.

Llegó al pequeño tribunal en Holmes Chapel, viendo la cara de la persona que jodió su vida y la de su hermano.

Su tía había presentado una demanda para quitarle la guardia y custodia de Harry, pero solo lo haría para quitarle el dinero que le daba el gobierno como apoyo, y seguir abusando de forma psicológica y física, por lo que haría lo imposible para que su querido hermano no se apartará de su lado.

—Gemma,¿cómo haz estado? —Habló con fingida preocupación, porque la sonrisa que traía la mujer en sus labios pintados de rojo.

—Muérete desgraciada. —Los dientes de la chica rubia estaban apretados, cosa que hizo crecer la sonrisa socarrona de su tía.

—Eres una mal hablada niña.

—Me vale mierda, y más si te lo digo a ti. —Gruño la muchacha, observando con tanto odio y furia a la mujer. El llamado de inicio de la corte, interrumpió a lo que diría la mayor, el duelo por su hermano había comenzado.


***


Harry esperaba con ansias la llegada de su hermana en casa de los Tomlinson, donde también estaba el muchacho de ojos azules, preguntándose que le había llamado tanto la atención del niño rizado como para sentirse tan atraído hacia él, como si Harry fuera miel y él una abeja. Tal vez fue su aura de inocencia, o su forma de ser tan adorable, o tal vez esa infantil sonrisa con hoyuelos.

—Hey. —La grave y suave voz del niño rizado lo sacó de su trance, y alzando su mirada se encontró con una escena casi fuera de lo común para él, el chico sostenía una hoja con un lindo y adorable dibujo casi realista de no ser por ser uso de crayolas, era un paisaje de pradera con un caballo negro de ojos grises y un cielo azul, era hermoso. —¿Te gusta? —Las mejillas del rizado estaban un poco rojas, Louis no sabía que decir o hacer, así que solo asintió, últimamente se sentía mudo y paralítico cerca del chico, y solo pasaron unos días de haberlo conocido. El de ojos verdes sonrió y se lo entregó. —Es un regalo por cuidarme. —Habló feliz y contento Harry, que le fascinaba ver al otro, pero también necesitaba decirle algo. —Oye. —Louis levantó sus ojos del dibujo. —¿Sabes cuándo llega mi hermana?

—No, pero creo que dijo algo como que al medio día.—Revisó su reloj—Pero ya son las cuatro y ni su sombra. —En ese momento sonó el teléfono móvil de Louis, se levantó y se fue un poco más aparte del rizado y oprimió el botón verde para aceptar la llamada. —Hola...

Soy Gemma, idiota. —La voz de Gemma se escuchaba algo molesta.

—¿Qué quieres?

Escucha, se que es mucho pedir, pero necesito que cuides de mi hermano unos días más, tal vez hasta pasado mañana. —Harry veía expectante al de ojos azules, pero rápidamente quitó su mirada de él cuando lo descubre observándolo.

—De acuerdo, lo haré, pero tu hermano debe hacer tu trabajo, tienes que llevar un nuevo paquete.

¡Mierda, no! Mi hermano, no.

—Si no vienes, él lo hará, yo lo acompañaré. —Al otro lado de la línea se escuchó un resoplido.

De acuerdo, más te vale cuidar de él como tu vida, porque si veo que está lastimado te rompo la madre. Saluda a mi hermano por mí.

Si, como sea, adiós. —Colgó la llamada y se giró a observar al rizado, que cantaba una canción que hacia que su voz se escuchara infantil y mucho más adorable.

Dango, dango, dango, dango, una gran familia dango, un revoltoso dango tostado, una dulce haba dango. Los reúnes a todos y es una familia de cien...

Harry. —El aludido dejó de cantar. —Tenemos que hacer un pequeño favor a tu hermana. —Harry se puso de pie y gritó un emocionado "sí".


***


Ambos muchachos iban por la calle a la que habían ido hace unos días antes, los barrios bajos.

Un bebé dango siempre es mecido en felicidad...un viejo dango mira fijamente con sus ojitos rasgados. —Louis solo escuchaba como cantaba la alegre tonada, mientras se mecía de un lado a otro y sonreía. —Los amigos dangos sostendrán sus manos y formaran un gran círculo, ellos encontraran un pueblo en un planeta dango y sonreirán todos juntos. Los conejos los saludan desde la gran luna, junta los momentos felices y tristes...

¿Dónde escuchaste esa canción? —Preguntó interesado el de ojos azules al ver que culminó.

—Mi mami me la cantaba cuando era niño y tenía miedo. — Dijo el rizado, con una pequeña sonrisa de melancolía. —Si tenía miedo de las muchas cosas que pasen, la canto, si es algo bueno, la canto. —La sonrisa del niño de cabellos rizados se apagó junto con la relajante melodía justo cuando llegaron a la gran casa donde debían hacer la entrega, Harry estaba un poco asustado por la imponente casa, pero no quería que alguien se enojara con él o con su hermana.

Entraron a la casa a paso un poco rápido, el castaño sabía que Harry estaba asustado, pero también sabía que tenía que darse prisa, podía aparecer alguien de un grupo contrario al suyo y atacarlos, en el peor de los casos, matarlos.


**


Salieron de la casa sanos y salvos, Harry un poco asustado, pero tranquilo.

—Louis, ¿podemos comer algo? —El castaño observó a los ojos del chico, cayendo en aquellas preciosas gemas que eran. Sentía que cada vez los veía caería más profundo en el amor.

—De acuerdo mocoso, veré que puedo comprar a esta hora. —Louis vio que Harry tenía el rostro iluminado, alegre por el simple hecho de que alguien le dijo algo tan sencillo como eso. Sin dudar, Harry era una dulce compañía...





Hola maravillosos y felices dangos:

El mensaje es rápido, siento no haber actualizado antes, no había internet y bueno, la canción en multimedia no se si sea acorde a la traducción que encontre, pero no revise ni nada, sin nada más que decir, adios!!


Con todo mi kokoro, x.


Crayolas.- L.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora