Primer Libro de la Saga Vizcaya
Camila decide que irse a vivir con su padre es su mejor opción, todo porque quiere mejorar su vida, con las excelentes escuelas y ofertas universitarias que se otorgan en Fairfax. Además de que quiere ser una de las m...
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Me encuentro en mi cuarto organizando la ropa, mañana a primera hora sale mi vuelo con destino a España. Miro el estante de peluches, agarro a Pingüino y lo miro con bastante añoranza, creo que es hora de venir conmigo para no extrañar a Lorenzo.
A la media hora termino de cerrar la maleta, no pienso llevarme muchas cosas porque al final voy a regresar pronto. Al lado de la laptop se encuentra mi anillo de compromiso con Leandro, decido guárdalo en mi monedero para que no se extravíe.
Agarro el móvil para ver la hora, me asomo a la cocina para observar a Danna haciendo unos cupcake de chocolates. Me siento en unos de las sillas que quedaban pegados a la encimera y la observo.
-Beatriz hacia todo esto ¿Verdad?
Yo asiento mientras que con una cuchara me como la masa sin preparar que quedaba en los recipientes.
-Arriba de mi mesa de noche hay una carta que Beatriz escribió para ti en su lecho de muerte.
- ¿En serio?
Pregunto asombrada, nadie me había mencionado ese detalle. Danna asiente y con una sonrisa en su rostro me quita el recipiente de las manos.
-Me dijo Lolo que ibas a regresar pronto.
-Si todo sale bien, en un mes debo de regresar Danna.
Suelto la cuchara y voy al cuarto de mi padre para recoger la carta, sin dudas es la letra de Beatriz. La cojo entre mis manos y decido guardarla para cuando este sola.
Lorenzo no me había llamado en todo el día, mientras que los chicos me hablaron de hacer una cena para despedir a Ámbar y a mí. Voy al baño para lavarme la cabeza cuando mi teléfono comienza a sonar, la foto de Lorenzo me llama la atención así que le contesto rápido.
-Estos son horas de aparecer.
-Vístete en diez minutos paso por ti.
Me cuelga y me deja con la palabra en la boca. Decido vestirme rápido con un pantalón y una blusa campesina. Dejo mi pelo suelto y me pongo un poco de maquillaje en mi rostro. Mi celular comienza a sonar nuevamente y decido salir pero sin antes coger dinero, mi celular y otros utensilios.
Me despedí de Danna y baje corriendo las escaleras pues el elevador estaba descompuesto, llegue al primer piso con el pelo alborotado y unas pequeñas gotas de sudor por mi rostro.
-Te demoraste mucho -Arquea una ceja y me brinda el casco, lo analizo y le doy un beso entre los labios.
-Buenos días, yo también amanecí bien ¿y tú? ¿En qué andabas?
Me pongo el casco, me asiento atrás de él y siento como comienza a reírse.
-Prepárate para pasar el mejor día de tu vida.
Hubiera sido mejor estando en tu cama, pero bueno, así lo decidiste tú. Me agarro bien de su cintura y comienza acelerar la moto. Por primera vez el transporte de Fairfax no era un asco, y pude salir con vida de su moto cuando este comenzó a bajarle a la velocidad.
