1. Planes de matrimonio

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Christian

<< El joven príncipe Christian Clayton fue fotografiado en un hotel de España completamente desnudo y con dos mujeres a sus espaldas. El rey ha pedido disculpas por el irrespetuoso comportamiento de su hijo, aclarando ante las cámaras y todo el país que su hijo es el indicado para el trono.

Pero ¿será el joven Clayton lo suficientemente responsable como para hacerse cargo de un país?

Durante los dos últimos años las noticias relatando escándalos protagonizados por el joven no han hecho más que incrementarse y cada día la población está menos conforme con respecto al posible heredero al trono [...]>>

El periódico cayó a mis pies completamente arrugado por la página que mi padre estaba leyendo en voz alta para todos los presentes en la mesa.

El rey, un hombre de avanzada edad y de pelo canoso y ondulado, se apoyó sobre sus codos intentando serenarse. La mirada azul que había heredado de él me atravesó antes de que sus palabras llegaran a oídos de los de la sala: -Dime que no es verdad.

-Ya has visto la foto, padre -susurré. No necesitaba más explicaciones que las que él mismo había leído.

Mi puño se cerraba en torno a la maleta que aún llevaba conmigo y que me había acompañado en mi viaje a España. Los hombres del rey me habían recogido en el aeropuerto hace un par de horas y me habían traído derecho a su despacho sin dejarme a solas ni un solo instante.

-¿Qué crees que estás haciendo Clayton?

-Christian, mi nombre es Christian -le interrumpí.

Mi padre me ignoró con un elegante mano de muñeca. -Dentro de un año deberás de tomar decisiones para el pueblo, ¿cómo van a confiar en ti si eres un inmaduro? ¡Creía haberte dejado claro que no quería más viajes ni más escándalos en los periódicos! -se dejó caer sobre su silla con un gesto derrotado pero al mismo tiempo con toda la clase que le distinguía. -Lo siento Clayton pero no podemos seguir así.

Mi hermano Damien se removió incómodo en su silla como si fuera consciente de algo que yo ignoraba por momentos. Mi padre y él intercambiaron una mirada de complicidad. ¿Cuando se había vuelto ellos dos tan íntimos? ¿Qué secretos le revelaba el rey a Damien? ¿Tanto confiaba en él?

La puerta del despacho se abrió a nuestras espaldas dando paso al consejero real que hizo una reverencia ante mi padre. Rodé los ojos y mi padre carraspeó para que me sentara correctamente en la silla.

-Siento interrumpirle majestad pero el joven Elliot Griffin desea proponer su asistencia en esta reunión.

El rey negó con la cabeza y algunos de sus mechones platinos bailaron al son del movimiento. El consejero dio unos cortos pasos hacia atrás sin apartar la vista de nosotros y después desapareció.

-¿Qué es lo que sientes, padre? -le pregunté. Reconozco que nunca me habían dado miedo las advertencias de mi padre pero aquellas miradas que lanzaba a mi hermano estaban empezando a ponerme nervioso.

-No quería llegar a esto.

-Adrien, no lo hagas -se escuchó la voz de mi madre desde uno de los sofás que había a mis espaldas. Tenía la mirada perdida en los jardines desde que había llegado a la reunión pero por primera vez en la tarde miraba a mi padre desafiante, con la barbilla levantada y el pelo revuelto.

Con sus mejillas encendidas de rabia me recordó a mi infancia, cuando se enfadaba con Elliot y conmigo por jugar en el estanque del patio trasero y acabar ensuciando de barro los suelos de palacio.

Lujos y escándalosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora