Cap 25 cadena de dolor y culpa parte 3

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No tardaron mucho en encontrar el cuerpo, Amanda estaba en shock, solo podia ver el cuerpo de su niña. Pocos dias despues atraparon a Cornelius, lo culpaban, ni siquiera le conseguieron un traductor, Enrique se encargo de eso. Se mentia a si mismo diciendose que era por el bienestar de su hijo, pero en realidad solo era para proteger su estilo de vida.


Los vi mudarse a San Marcos, Amanda estaba deprimida, penso que se recuperaria mas pronto lejos de los recuerdos, pero lo primero que ella hizo fue entrar a la habitacion de Elise, sentarse en su cama y llorar. Se atrevio a entrar, al sentarse a su lado sintio un escalofrio.


- Creo que deberiamos limpiar esta habitacion, solo dejar un par de sus cosas. Tal vez donar el resto...- algo lo hizo mirar al espejo, yo tambien mire, ahi estaba el reflejo de Elise mirandolo con recelo, cerro fuerte los ojos, al abrirlos ya no estaba, esa fue la primera vez que Elise se le aparecio.


Salio por la puerta y yo junto con el. Ahora estabamos en otro lugar y momento, era una tienda de bebes, el llevaba un peluche enorme y ella veia una cuna, apenas y se le notaba el embarazo, una vendedora empezo a conversar.


- ¿ cuanto tiene ?

- casi cuatro meses...

- que bien, ya han pensado en algun nombre.

- Si es niño se llamara Enrique como su papa, si es niña Elise...


El rostro de Enrique se contrajo al escuchar eso - no hablas en serio verdad - y empezo una acalorada discusion - no es un remplazo !- al escucharlo decir eso ella salio de la tienda hecha una furia, Enrique se quedo frotandose la frente cuando se escucho un chirriar de llantas seguido de un golpe y por ultimo un grito, habian atropellado a Amanda.


El sentimiento de culpa ya se habia instalado de lleno en su alma al llegar al hospital, Amanda tenia lesiones en la cadera y piernas - el producto no resistio el impacto- le informo el medico. Salio del hospital llorando.


Otra vez estabamos en San Marcos, ahora Enrique tenia el cabello mas gris, y la mirada agotada, subio a su habitacion, entro en el cuarto de baño, se quedo helado al ver a Amanda en la bañera llena de agua rojisa, con los ojos abiertos y la piel extremadamente palida. Grito de horror y trato inutilmente de darle respiracion, despues se puso a llorar, los pensamientos que se le escapaban eran una mezcla de dolor y negacion.


La policia llego, todo indicaba suicidio, Eduardo se salio con la suya una vez mas. Estabamos en otro momento de su vida, ahora lucia envejecido, miraba un retrato familiar en el que aparecian los cuatro con enormes sonrisas y piel bronceada. Sentia nostalgia por aquel dia. La habitacion se torno fria, levanto la mirada y ahi estaba Elise con su tutu morado señalandolo acusadoramente, no sabria decir que fue lo que sintio al sufrir aquella embolia, pero si lo que sintio al escuchar a Eduardo decir al doctor - lo cuidare en casa - PANICO.


Senti pena por el, vi como regresaron, Enrique en silla de ruedas. Con la ayuda de dos enfermeros lo trasladaron escaleras arriba, sus ojos se abrieron con terror, dirigi la mirada hacia el punto que veia. Estaba viendo a Amanda, su huella fantasmal colgando de los brazos con heridas y luchando furiosa, la vision fue momentanea ya que Eduardo hizo que lo trasladaran a la habitacion de Elise, donde la decoracion seguia siendo para una niña.

Los enfermeros se miraban a los ojos sin atreverse a criticar al hombre que estaba poniendo a su padre en aquella habitacion escondida y afeminada. Como si leyera la mente de aquellos hombres dijo - es temporal, tendre que trabajar aqui y tuve que hacer ajustes y no me dio tiempo de adecuar este espacio - ambos parecieron aceptar esa explicacion.

Durante el dia con  el enfermero presente Eduardo era atento con su padre enfermo, por las noches lo ignoraba y dejaba solo, Elise se le aparecia constantemente, señalandolo haciendo que la culpa se incrementara. No paso mucho tiempo asi, fallecio quiza seis meses despues, pero no pudo irse, vio como se llevaban su cuerpo mientras el se quedaba atrapado atado por su propia culpa.

El regresoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora