Saber mirar

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¿Hasta cuanto es permitido
levantar el dedo y señalar?
No hay libertad al descuido,
ni páginas feas que arrancar.

Defienden con punta aguda,
que aunque salada es del mar.
Aceptar nuestra negrura
es el paso a la verdad.

A nuestras propias acciones
guardamos en un cristal.
Huecas justificaciones
de una falsa impunidad.

No somos reyes, ni ovejas
para mandar o acatar.
Somos libres, somos niebla
sin temor a naufragar.

Seamos de la justicia,
y con sutil claridad.
Seamos como la risa
del bien contra la maldad.

Y.D

El poder de las palabrasWhere stories live. Discover now