Diálogo dorado

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Hoy ví por primera vez
a un amigo sollozando,
sentí lágrimas, también,
por mis mejillas viajando.

Me dijo: —Nadie me quiere,
ni mi madre me soporta.
Le dije: —No desesperes,
estar vivo es lo que importa.
Dijo: —¿Qué pasa si quieres
ser amado a toda costa?
¿Qué pasa si aunque te hieren
sigues volviendo a la costa?
Dije: —La esperanza pierde
contra el que no te valora.
Aún cometemos errores
si dañamos a personas.
Me dijo: —No es suficiente,
que sólo pasen las horas,
si no siento lo que sienten
todas las demás antorchas.
Que me griten, que me odien,
acepto que no me entiendan,
será más que suficiente
amar sin que correspondan.
Toda persona merece
que los quieran, los sostengan.

Entonces él lo entendió,
y me ayudó a comprender
que vale más el amor
que es puro y sin interés.

Y.D

El poder de las palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora