Capitulo 19: Me enamore de la Realeza

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–oye, una cosa antes de siquiera entrar a esa casa– hablo Noah viendo a su hermano –esa mujer está loca y es una ninfa del mar, asique lo que diga, trata no de escucharla, o si no te confundirá

–¿ninfa? Esa no es una mitología originada de Oceanía

–ellos le pusieron el nombre, de hecho es uno de los guardianes de agua, uno de los más típicos, en la familia real hay dos o más, creo, pero de igual forma son inofensivos siempre y cuando no usen su voz, tú ya me entiendes...

Noah le entregó a Nau unos pequeños tapones para los oídos, eran transparentes y no cubrían el ruido, pero si quitaban el efecto de los dones del guardián agua, Agustín se los regalo a Noah muchísimos para evitar algún accidente cuando venga a verlo.

–se nota que vienes muy a menudo a ver al príncipe– bromeó el mayor al ver que Noah ya había usado varios

–no tanto como crees, la mayoría lo tire hace unos días– bromeo bajándose del auto –ya vuelvo Nau...

El mayor tan solo asintió para dejar su vista en aquel joven que se iba acercando lentamente hacia la puerta, nervioso Noah levanto su mano golpeándola contra la puerta, inmediatamente la ama de llaves abrió sonriéndole como siempre y lo invito a pasar.

Apenas aquella puerta se cerró, algo dentro del pecho de Nau se instaló, su cabeza giro hacia la ventanilla suspirando, la apoyo sobre el vidrio, su corazón le dolía, y sentía que debía abrir la puerta y salir corriendo en busca de algo, desde esa noche de su accidente, siente que no puede estar lejos de alguien.

–¿Cómo voy a poder pasar este tiempo lejos sin verte princesa?– se preguntó viendo al cielo

La noche ya había llegado con una cierta brisa fría, todo el día se habían pasado viajando y la otra parte registrándose, el lugar era como Nau lo imagino, un campo sin nada más que muchísimas hojas sueltas, lleno de carpas donde los jóvenes dormirían y el pequeño búho que los observaba.

Luego de la cena, la mayoría del grupo que compartían la misma enorme carpa, decidieron bañarse en un rio a lo lejos, Nau los siguió mientras que el menor de los Sin Brías volvía a su cuarto con una manzana y botella de agua para ese príncipe que no había cenado.

Noah se adentró en la enorme carpa, repleta de filas de literas, recorriéndolas, encontró ese pequeño bulto en una de las camas de arriba, sonrió al ver como este se movía de un lado para otro haciendo que la cama lo haga también.

Tirando la manzana y la botella de agua a un costado de la cama de alado, subió las escaleras hasta llegar a esa, tomo la botella y lentamente quitó la cobija que cubría el cuerpo de joven, pero antes de que acercará la botella hacia su rostro para despertarlo, se arrepintió y lo alejo.

En cambio tomo ambos objetos dejándolos de nuevo sobre la cama de a lado, y con un poco de vergüenza se acostó a su lado, abrazándolo por la espalda, recostando su cabeza sobre esta y sintiendo el calor de mayor.

–¿Qué sucede Noah? ¿no puedes dormir?– preguntó el joven apenas sintió su calor

–te traje una manzana para que al menos cenes, y quiero saber porque has estado así todo el día

–no hacía falta que me traigas nada, no tenía hambre, por eso no fui cenar y respecto a hoy...no me sucede nada

Mentira, incluso Noah que no lo conocía de hace mucho tiempo podría decir que el tono de voz de Agustín era más bajo de lo normal, además que todo el viaje a Otoño, Noah no dejo de verlo tan deprimido, como si fuera que extrañaba algo y quería regresar.

–es difícil para todos esto, Agus, pero estamos juntos, y no te prometo que esta guerra saldrá bien, y si algún día nos enfrentaremos a esos monstruos pero...te juro que no me alejare de tu lado...

My Sky | La Leyenda del Guardian y La Estrella | 1° Saga HerederosWhere stories live. Discover now