❝After Story❞ [One Shots HuaLian]

IN ANOTHER LIFE

✿Advertencias:
· Spoilers libro 4
· Ubicado en el capitulo 198
· Contiene Hua Cheng POV
· Muerte canónica de personaje

✿Palabras: 2,826

✿Resumen:
❝En el momento en que tomó la espada, lo supo: no había vuelta atrás.

. . . Elevó su brazo, apuntando la espada en dirección a los espíritus, dando la impresión de que estuviera desafiándolos a un enfrentamiento.

Vengan aquí, pensó, los estoy esperando.❞

O: El momento donde Wu Ming desaparece contado desde su perspectiva. Xie Lian descubre que había más en el fantasma de lo que creía.

IN ANOTHER LIFE

En el momento en que tomó la espada, lo supo: no había vuelta atrás.

Los gritos desesperados y asustados de los pobladores en la Bahía de Lang'er eran arrastrados por el viento, mezclándose con los aullidos interminables de los espíritus resentidos que cazaban a los vivos en un intento por destruirlos. Algunas personas se retorcían en el suelo, luchando contra esa bruma negra que invadía sus cuerpos; otros abrazaban a sus seres queridos, hincados y esperando que la tormenta pasara pronto.

Y en el medio de todo, la figura blanquecina del Príncipe Heredero destacaba con fuerza ante sus ojos.

Su Alteza Real corría de un lado de la calle al otro, haciendo lo posible por ahuyentar a los espíritus y evitar que tomaran más vidas. Un sombrero de bambú colgaba tras su espalda, la mancha carmesí de su herida arruinaba el lienzo claro de sus ropas y su desesperación por salvar a las personas se notaba con claridad en la expresión cargada de angustia que adornaba sus facciones.

Wu Ming supo sin preguntar, que Xie Lian estaba de regreso.

Una sonrisa honesta tiró de sus labios, pues parecía que sin importar las adversidades el Príncipe Heredero siempre se mantendría fiel a sí mismo. Él no podía hacer nada menos que sentirse orgulloso y admirarlo por ello, sin embargo, su felicidad no duró, porque en el momento siguiente Su Alteza gritó, atrayendo la atención de los espíritus para que fueran tras de él

Aquellas energías resentidas no tardaron en atacarlo, y cuando el primero de ellos lo atravesó, el fantasma de máscara sonriente pudo detectar el notable estremecimiento que recorrió a su dios. No. Él no permitiría esto. No dejaría que Xie Lian se sacrificara de nuevo por el bienestar de la gente.

Escaneó con rapidez los alrededores, tratando de localizar ese objeto maldito. Entre la gente que corría era algo difícil, pero lo consiguió después de unos cuantos segundos. Sin perder tiempo corrió hasta la espada de obsidiana, recuperándola de donde la habrían pateado en medio del caos. Un jadeo se escuchó a su izquierda, Wu Ming miró en esa dirección notando que otro espíritu llegó a herir al príncipe, ocasionando que su rostro se tornara pálido.