En realidad, destruiste todo, destruiste cada una de mis ciudades fuiste mi terremoto, peor que el de Valdivia de 1960, ese de magnitud 9,5. Pues tú fuiste un 9,6 (un grado más o uno menos, pero no sabes cuánto puede destruir).
Destruiste cada una de mis estructuras, murallas, edificios, paredes, parques, abriste cada puerta que había sellado y no se diga de las ventanas de mi alma.
Si, destruiste todo y lograste entrar y cuando entraste mirándome a los ojos, detonaste en mi interior, aniquilando lo que ya habías destruido, dejándome en ruinas, en la nada y si nada.
Lo peor de todo es que yo ya lo sabía, pero dime ¿quién puede evitar un terremoto aun sabiendo de su existencia?
fuiste silenciosamente impactante sólo que Richter jamás se enteró, si no, te hubiera colocado en el punto máximo de su escala, a magnitud, tú.
Moviste las placas tectónicas en mi corazón y ya en el interior arrasaste con las dorsales, las torácicas, las lumbares y el coxis, retumbaste hasta en las meninges y en la médula espinal, tan fuerte llegaste a mi sistema nervioso, no me preguntes como porque ni yo lo sé.
Me dejaste ahí en medio de mi catatonía, inmóvil y con miedo de volverte a vivir, afectaste a mi sistema límbico porque mi hipocampo aún se acuerda de ti.
fuiste un desastre para mi alma porque aún sigo ilesa, fuiste mi desastre y a pesar de todo, te sobreviví.
-Isa.Amara
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Insomnio
PoetryQuerido lector. Dicen que la noche es la cómplice de todo poeta y lo tengo bien comprobado, me gusta tomar café con una de inspiración y dos cucharadas de insomnio. Insomnio, bueno okay poniéndolo de otra manera al insomnio le gusta tomarme a mi...
