Criminal Love

Capítulo 43: La reina

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El resto del camino a casa había sido completamente silencioso, cosa que también me había alegrado en cierto modo ya que podía así centrarme en todo lo que había ocurrido. En el fondo sentía demasiada lástima por el camarero, cierto es que me estaba incomodando, pero tampoco era necesario la forma en la que había terminado el pobre. Esperaba que al menos no le hubiese afectado nada serio de la mano y que la discoteca tuviese un buen seguro médico. Aunque estaba bastante segura de que no era la primera vez que en ese club sucedía algo de ese calibre, sobretodo al tener en cuenta la emboscada que sucedió en el otro al que fui y que también pertenecía a los hermanos Costello.

Entré a la enorme casa abrazándome a mí misma, aunque aún seguía con la americana de Drake sobre los hombros, la temperatura había disminuido más según había ido avanzando la noche. Encendí a tientas la luz del salón y me dirigí a la cocina a por una botella de agua. Los tacones me molestaban lo suficiente como para que empezase a andar como un cervatillo aprendiendo a dar sus primeros pasos. Me los quité de mala manera y los dejé en el suelo sin mucho miramiento de donde terminaban, mientras que me llevaba la botella a los labios y daba un trago bastante grande.

- Cuanta clase – Le miré con la boca llena de agua y me encogí de hombros.

- ¿Así que estáis planeando hundir un barco? – Me apoyé contra la encimera mirándole con curiosidad.

- Pensaba que dijiste que no querías saber nada de lo que fuésemos a hacer.

- La verdad es que no, pero ya me conoces no me gusta tampoco saber las cosas a medias. Prefiero vivir en la ignorancia que en la incertidumbre.

- Siempre tan complicada, no hay quien te entienda.

- Deberías estar ya acostumbrado.

- No sé yo que decirte.

- Entonces, ¿cómo planeáis hacer eso sin que nadie os pille? – Suspiró, cogió mi botella de agua y bebió de ella antes de mirarme nuevamente.

- Hundirlo sería la opción fácil, basta con que alguien de dentro consiga hacer un agujero lo suficientemente grande como para que imite al Titanic.

- ¿Fácil? – Me parecía de todo menos fácil hundir un barco, sobretodo teniendo en cuenta la cantidad de tráfico marítimo que hay por esta zona y el tamaño que suelen tener esas cosas.

- La intención no es que pase desapercibido. Tienes que pensar en ello como si fuese un espectáculo. Necesita ser algo que llame la atención de todo el mundo, al final eso hace que entre en el radar de todo el mundo por la puerta grande. Que nadie lo pase por alto.

- Entiendo en cierta medida lo que dices...Pero ¿al hacer eso no vais a hacer saltar las alarmas a la policía?

- Si solo fuera la policía sería preocupante. La cosa es dejarles en pañales, para eso hay que darles más migas de pan a los peces gordos de arriba – Entrecerré los ojos mientras que analizaba la situación.

- La intención principal es llevar al FBI a su casa... – Mi voz apenas un murmuro mientras que me daba cuenta de lo grande que era todo esto realmente.

- Veo que vas entendiendo por donde van las cosas.

- Si sale mal...

- No va a salir mal, de eso se encarga Damiano.

- Suenas bastante seguro de ello – Miró su teléfono móvil sin prestar mucha atención a lo preocupada que me tenía todo este asunto. Bastante gordo era todo como para intentar jugar a ser los titiriteros del FBI y que no se inmutase lo más mínimo.