Ready for LOVE - Yoonnie (Resubida)

XXXV

Al volver a nuestra casa, Yoongi debía irse al poco rato, tan pronto como se cambiase de ropa se fue, pues tenía mucho trabajo.

-Hablaremos cuando vuelva

¿Por qué tenía la impresión de que él la trataba como si ella fuera culpable de algo? ¿Cómo reaccionaria ante el hecho de que ella supiera tantas cosas? Al fin y al cabo, él no confiaba lo suficientemente en ella como para habérselo contado. Pero ¿Qué cosas sabría él?

Jennie fue al salón. Allí estaba su escritorio, herencia de su madre. Le echo una ojeada, estaba igual que siempre... los cajones vacíos, la llave decorativamente sujeta con una cadena a la hoja plegable que servía de escritorio propiamente dicho. El carpintero que lo habría restaurado había cometido el error de poner a la llave una cadena muy corta que impedía cerrar el escritorio, por eso no lo usaba.

De pronto se dio cuenta de que la llave se parecía a aquella que le habían dado en el banco para abrir la caja fuerte. Rompió la cadena, haciéndose daño en el intento. La llave había sido bañada en oro para hacer juego con la cadena, pero se veían aun los números grabados en ella. Ni siquiera encajaba bien en la cerradura, seguramente correspondía a otra caja. Durante cinco años Young Soo podría haber ocultado el pasaporte a la libertad de Yoongi en su propia casa, una última ironía de Yoongi.

Jennie fue hacia el a la sala de la casa que ocupaba Yoongi. Él se estaba poniendo una camisa limpia en el dormitorio, tan embebido en sus pensamientos que apenas se dio cuenta de la presencia Jennie.

-Yoongi... -le dijo ella temerosa-

Por un momento, Jennie pensó en esconder la llave, pero debía tener la valentía de dársela y afrontar las consecuencias. Entonces levanto la mano y tiro la llave en la cama

-Después de todo no ha sido una condena a cadena perpetua... -se oyó decir-

Yoongi pareció no entender. Miro alternativamente la llave y a Jennie.

-Es la llave de otra caja fuerte. Es posible que contenga lo que buscas.

-¡Cristo! -exclamo antes de levantar la llave- ¡todo este tiempo buscándola! ¡no lo puedo creer!

Jennie se fue hacia la ventana, se trataba de la tierra prometida de la libertad. ¿Podía ser este el principio o el fin de su matrimonio?

-Hay algo mas de lo que tenemos que hablar

-¿No podemos esperar para hablar de ello? No voy a poder parar hasta que vaya a Paris y pruebe esta llave

-Me temo que no. Ya vez, ocurre que se lo hay en la caja.. tu certificado de nacimiento -le dijo Jennie-

La expresión de Yoongi se tensó.

-¿Y donde has conseguido esa información?

-Ciertamente no la he conseguido por ti. Jin me la confió

-¿Jin? -Yoongi pareció muy sorprendido-

-Me pidió que actuase como intermediaria. Creyó que yo era de tu confianza. Así que ahora se que Jisoo es tu madre natural

-¿Jin esta enterado de esto? -le dijo él con gesto grave-

-Mira, no es asunto mío -le aclaro Jennie, por que Yoongi parecía recalcárselo con la mirada-

-¿Cuánto hace que lo sabe?

Jennie comprendió que Yoongi no sabia que Jin era su padre, pero ella no quería ser quien se lo dijera

-¡Naui Sin! Si él lo sabe no había peligro de que su matrimonio se rompiese -dijo el frustrado-

Y con esas palabras, Yoongi le había dicho muchas cosas.. Yoongi pensaba que Jin no estaría en condiciones de aceptar un pasado oscuro de su esposa.

Un marido coreano no podría tolerarlo. Así que Yoongi estaba protegiendo a Jisoo, y se sentía frustrado por saber que su sacrificio había sido inútil.

-Jin sabe todo acerca de tus padres. Quiere hablar contigo, esta preocupado por Jisoo, el hecho de que continúe siendo un secreto le esta perjudicando.

Yoongi murmuró algo en coreano, y se tapo la cara con las dos manos

-¿Entonces por que no me ha hablado personalmente?

-Le prometió a Jisoo que no hablaría contigo del asunto, así como ella se le había prometido a sus padres que lo mantendría en secreto.

-Ella se avergüenza de mi

-No creo, si no fueras tan terco y tan orgulloso te hubieras enterado de toda la historia por ti mismo -le dijo Jennie temblando-

Yoongi la miró con rabia

-La primera vez que la vi después de enterarme, intenté hablar con ella. Pero ella se puso a llorar y salió corriendo. Estaba histérica y aterrada.

Y debía tener miedo de enfrentarse a Yoongi. Por qué él se habría sentido absolutamente traicionando por una mentira que había durado veinte años. Entonces, en lugar de aparentar estar herido habría aparentado estar enfadado y Jisoo no habría sabido como actuar frente a él.

Con frialdad pasmosa, Yoongi emprendió la marcha preguntando antes:

-Entonces ¿Qué mas hay que hablar? ¿Sobre nuestro matrimonio? Eso es muy sencillo, te quedas o te vas... trata de tomar una decisión antes de que esté de vuelta de parís -dijo con frialdad-

Jennie se quedó en silencio. Lo vio ponerse la chaqueta, estaba anonadada. Nunca se había sentido tan humillada.

Hubiese sido mejor que brindara con champaña y que bailasen para festejarlo, en lugar de reaccionar con tal indiferencia

Al fin y al cabo, Yoongi ya no tenia motivos para seguir fingiendo. Y sin embargo las escenas eróticas del día anterior, la pasión que habían compartido, o que ella había creído que habían compartido... pero Yoongi le había dicho un día que le daba miedo el amor. Había crecido sin amor y había aprendido a vivir sin él. Y así se había ido haciendo Yoongi, un hombre incapaz de compartir nada, incapaz de sentir para no arriesgar ni un ápice de orgullo.

El papel que Young Soo le había obligado a representar había llegado a su final

Jennie sintió escalofríos. Yoongi le servía en bandeja la libertad que había peleado semanas atrás, él no iba a esperar para desembarazarse de la hija de Young Soo. Entre lágrimas, pensó que no valía la pena sufrir por un desgraciado como él así que tomo sus cosas para marcharse de aquella casa.