Ready for LOVE - Yoonnie (Resubida)

XXVII

No quería hablar del pasado, era evidente. pero ella, sin querer, ignoro su incomodidad 

-¿Te has tomado una gran molestia viniendo hasta aquí para estar conmigo, no?

-¿Si? dame tu vaso

Jennie alzó dos vasos y centró su atención en la boca sensual de Yoongi mientras esté servía el vino

Tenía la sensación de que cuanto más cerca estaban, él más se alejaba de ella, poniendo una distancia casi invisible, como si no confiara en ella ¿y porque no iba a confiar en ella? Al fin y al cabo, él pensaba que ella aún suspiraba por Jimin 

¿Por qué no le había dicho la verdad aun? ¿por orgullo? ¿Por ego? ¿O por que la existencia de Jimin lo había llevado a querer demostrarle que era su verdadera esposa? 

Yoongi era muy competitivo, posesivo, defendía su territorio. Lo había mantenido oculto, atrapada como una mariposa, a quien había impedido el vuelo durante cinco años, pero en el momento en que ella había podido escaparse y levantar sola el vuelo sin previo aviso, había querido poner un desafío 

No había podido soportarlo, y si le contaba la verdad ¿Perdería su interés en ella?

De pronto Jennie se sintió incomoda ante esa realidad. No le parecía muy conveniente jugar con una persona como Yoongi

-Esto es para ti -le dijo él extendiéndole una caja ante sus ojos-

Cuando la abrió le encandiló el brillo del zafiro y el diamante que formaba el hermoso anillo

-Es hermoso -atino a decir ella, con cierta timidez, y luego por fin, se atrevió a mirarlo-

-Es un anillo para la eternidad..

-Si, lo se -dijo ella haciendo esfuerzos para no llorar de la emoción-

-¿Por qué estás tan impresionada? es un regalo simplemente, bebe tu vino antes de que se caliente -le incito Yoongi-

Él sabía perfectamente por que ella estaba tan asombrada, Yoongi jamás le había comprado un regalo. Nunca le había dado más que dinero. Incluso en las navidades y cumpleaños no le había regalado nada

Había ingresado cuantiosas sumas en su cuenta, pero jamás le había dado nada para desenvolver, y todas esas joyas se las había comprado ella. 

Muchas veces en alguna de las cenas que preparaba le llegaban a preguntar por alguna de las piezas especialmente bonita, y ella decía que Yoongi se la había regalado, pensando en que efectivamente el dinero era de él, pero sabiendo que no era del todo cierto lo que decía, y el recuerdo amargo de otro tiempo en ese momento le dio ganas de llorar 

-No lo quieres -afirmó él con una actitud hostil, que la sorprendió-

-Por supuesto que sí -dijo ella poniéndoselo junto al anillo de bodas rápidamente, en la sospecha de que si no lo hacía en cualquier momento se lo quitaría y lo arrojaría al mar 

Yoongi aflojó la tensión del rostro. Ella entonces se dio cuenta de que a él también le inquietaba la situación, y de que se sentía culpable de esos terribles años de regalos impersonales 

-Mi padre solía regalarme dinero también, y nunca espere otra cosa de él. La única vez que me hizo un regalo..

-¿Fui yo? y yo no fui un regalo propiamente dicho ¿no? -dijo él con una risa forzada y triste-

-Iba a decir que lo único que me regaló es el escritorio de mi madre. Y ya sabes que no vale gran cosa. Es bonito, pero él no sentía nada especial por ese mueble, de hecho estaba en el ático, y lo tuvo que hacer restaurar, pero él dijo, ¿sabes lo que dijo? -terminó ella con entusiasmo-