𝐇𝐀𝐒𝐓𝐀 𝐐𝐔𝐄 𝐋𝐀 𝐄𝐓𝐄𝐑𝐍𝐈𝐃𝐀𝐃 𝐒𝐄 𝐃𝐄𝐒𝐌𝐎𝐑𝐎𝐍𝐄 [druig] ✓

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟖━━━━

"𝖭𝗈 𝖾𝗑𝗂𝗌𝗍𝖾𝗇 𝗅𝖺𝗌 𝗆𝖺𝗅𝖺𝗌 𝗉𝖾𝗋𝗌𝗈𝗇𝖺𝗌. 𝖳𝗈𝖽𝗈𝗌 𝗌𝗈𝗆𝗈𝗌 𝗉𝖾𝗋𝗌𝗈𝗇𝖺𝗌 𝗊𝗎𝖾 𝖺 𝗏𝖾𝖼𝖾𝗌 𝗁𝖺𝖼𝖾𝗇 𝖼𝗈𝗌𝖺𝗌 𝗆𝖺𝗅𝖺𝗌. " - 𝖨𝗍 𝖤𝗇𝖽𝗌 𝖶𝗂𝗍𝗁 𝖴𝗌, 𝖢𝗈𝗅𝗅𝖾𝖾𝗇 𝖧𝗈𝗈𝗏𝖾𝗋.

¡advertencia!
Este capítulo tiene contenido sexual y mención de abuso.

"𝐓𝐇𝐄𝐈𝐀, ¿𝐐𝐔𝐄́ 𝐏𝐀𝐒𝐎́?" Ikaris preguntó, con un tono de preocupación mientras
mirando a su hermana a los ojos.

Kingo y Sersi entraron entonces, sus
ojos volaron hacia Theia, que estaba histérica.

Kingo se quedó parado en la puerta mientras Sersi se apresuró a acercarse a ella y a Ikaris, poniendo su mano en la espalda de Theia, con suavidad. Ella miró a Ikaris, preguntándole qué había pasado con sus ojos, él negó con la cabeza.

"Vamos a ponerla en el sofá". Sersi suspiró, comenzando a caminar hacia el sofá, mientras Ikaris la seguía y sentaba a Theia "Theia... ¿Qué pasó?" Theia permaneció en silencio.
"¿Pasó algo con Druig?"

Theia sollozó más fuerte, dando a Sersi una respuesta. Sersi se levantó y cogió una caja de pañuelos, entregándosela a Theia.

Theia cogió la caja y echó la cabeza hacia atrás antes de plantar su cabeza en sus manos.

"Theia, respira profundamente", dijo Sersi suavemente.

Theia asintió, respirando un poco
y luego profundamente. Ella
se llevó el pañuelo a la nariz y
se sonó. Suspiro, "Lo siento".

Ikaris y Theia intercambiaron una mirada confusa.

"Hace quinientos años", y comenzó a hablar, "Estaba saliendo con un tipo, y durante un par de meses iba muy bien, pero entonces empezó a llegar a casa borracho y él..." Dejó escapar una respiración temblorosa, "Me hacía daño".

Sersi se cubrió la boca, tapando el jadeo que amenazaba con escapar mientras Ikaris apretaba la mandíbula parecía que iba a matar a alguien.

Matar a alguien.

Matar a alguien.

Las palabras resonaban en la mente de Theia, flashbacks y horror absoluto
parpadeando en su cabeza.

"¿Theia?" Ikaris se arrodilló, "¿Qué más ha pasado?"

Ella se mordió el interior de la mejilla,
apretando los dientes, y de repente, la tristeza abandonó su cuerpo y no sintió más que pura satisfacción y orgullo.

Una pequeña sonrisa bailó en su cara. "Lo he matado".

Los ojos de Sersi se abrieron de par en par mientras se alejaba "Tú..."

Ikaris se quedó de pie, sorprendido. Procesando las tres palabras.

"Lo maté", repitió, "Y ni siquiera me siento mal por ello".

"Yo... ¿es por esto que estabas llorando?" Sersi preguntó.

Theia negó con la cabeza, poniendo sus manos en el regazo, frunciendo el ceño: "Druig me leyó la mente" dijo con voz tranquila.

"Hablando del rey de roma", Kingo habló desde detrás de ellos, y todos se volvieron para ver a Druig entrando en la habitación.

"Theia..." Comenzó, pero se detuvo
cuando Ikaris se puso delante de él,
impidiéndole ver a Theia. "Ikaris. Por favor, déjame verla".

"Ella no quiere verte", Ikaris habló por ella.

Druig se adelantó, "Si ella me dice
que quiere que me vaya, me iré".

Theia se acercó por detrás de Ikaris, "Yo no quiero verte".

Druig frunció el ceño y respiró hondo: "Si eso es lo que quieres".

"Lo es". Ella asintió, tratando de evitar el contacto visual.

Y Druig se alejó, ¿Por qué su amor tenía que ser tan complicado? ¿Por qué no podían ser simplemente felices?

𝐄𝐒𝐀 𝐌𝐈𝐒𝐌𝐀 𝐍𝐎𝐂𝐇𝐄, mientras Theia estaba sentada en su cama, pensando en todo, oyó que llamaban a su puerta.

Se levantó, suspirando, y abrió la puerta. Druig se encontraba con el pelo alborotado en diferentes direcciones y parecía haber estado llorando.

"Hasta que la eternidad se desmorone, Theia". Dijo inexpresivamente.

Ella lo miró con las cejas fruncidas.

Se pasó una mano por el pelo, "Se está desmoronando. Es el fin del el mundo, Theia. Hay una alta probabilidad de que todo el mundo vaya a morir, incluidos tú, y no quiero que mueras enfadada conmigo.
Por favor, lo sé, sigo jodiendo las cosas y soy horrible, pero, por favor. Sólo déjame abrazarte esta noche, sólo una última vez. En en caso de que vayamos a la guerra mañana".

Ella procesó sus palabras por un momento, pensando en qué hacer a continuación. "Pero, no hables"

Asintió, "Sin hablar".

Ella agarró su camisa y lo puso cerca de ella, aplastando sus labios contra los suyos. Lo acompañó hasta la cama y lo empujó a la cama, poniéndose encima de él, con las piernas separadas para estar a horcajadas sobre su regazo.

Quitó sus labios de los de él, para moverlos bajando por la mandíbula hasta el cuello y luego por el pecho. Le quitó la camisa y la paso por encima de su cabeza y luego sonrió mientras se quitaba la suya.

Mirando su cuerpo, él la atrajo contra él y movió su mano sobre su vientre y hasta su pecho, pasó su dedo sobre la tela, siendo lo único que separaba a su mano de su pezón.

La habitación estaba caliente, y todo lo que Theia podía pensar era en lo mucho que deseaba estar atrapada en esa habitación con él para el resto de su vida.

Ella gimió suavemente contra su boca,
haciendo que él sonriera bajo su beso.
Comenzó a moverse debajo de ella, haciendo que ella pusiera los ojos en blanco.

Recuperándose rápidamente, le bajó la cremallera de los pantalones, "Levanta las caderas".

Lo hizo, estaba demasiado exitada.

"¿Tienes idea de lo que me haces, Theia?" Druig gimió, su voz  era agitada y áspera.

Ella le puso un dedo sobre los labios "No hables".

Ella volvió a unir sus labios con los de él, mientras él rodeaba su cuerpo con sus brazos. Todo lo que ella quería era detener el tiempo y quedarse en ese momento para el resto de su vida.

Druig dio la vuelta a Theia, dejándola de espaldas a la cama, y ahora estaba
encima de ella.

Sus dedos se movieron a la cintura de sus bragas y comenzó a deslizar sus
dedos dentro de ellas. Ella aspiró cuando sus fríos dedos se encontraron con sus pliegues.

Él se detuvo un momento, apartándose de Theia y le sonrió suavemente, y en ese instante, ella se sintió hermosa.

Pero se suponía que estaba enfadada con él.

Druig comenzó a frotar su dedo con pequeños, movimientos constantes dentro de ella. "Joder".

Olvidando todas las demás palabras del mundo, se esforzó por hablar: "mmm, druig".

"¿Sí, cariño?"

"P-Por favor, no me dejes otra vez."