𝐇𝐀𝐒𝐓𝐀 𝐐𝐔𝐄 𝐋𝐀 𝐄𝐓𝐄𝐑𝐍𝐈𝐃𝐀𝐃 𝐒𝐄 𝐃𝐄𝐒𝐌𝐎𝐑𝐎𝐍𝐄 [druig] ✓

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟗━━━━

"𝖲𝗈𝗇 𝗅𝗈𝗌 𝗆𝗈𝗆𝖾𝗇𝗍𝗈𝗌 𝖼𝗈𝗆𝗈 𝖾𝗌𝗍𝖾 𝗅𝗈𝗌 𝗊𝗎𝖾 𝖼𝗈𝗆𝗉𝖾𝗇𝗌𝖺𝗇 𝖾𝗅 𝖺𝗆𝗈𝗋 𝖿𝖾𝗈". - 𝖴𝗀𝗅𝗒 𝖫𝗈𝗏𝖾,
𝖢𝗈𝗅𝗅𝖾𝖾𝗇 𝖧𝗈𝗈𝗏𝖾𝗋.

"𝐘𝐀 𝐈𝐍𝐈𝐂𝐈𝐎". Theia buscó a Druig y se aferró a su brazo "Druig, está empezando".

Druig la miró por un momento, deteniéndose en su sitio. Se precipitó hacia el centro de la nave, donde Phastos estaba examinando lo que había sucedido.

"Phastos", la miró, con los ojos llenos de preocupación. "Está pasando".

"Lo sé, lo sé". Tartamudeó, se volvió hacia Makkari y colocó su brújula encima de su mano, asintiendo hacia ella y murmurando algo que Theia no había captado.

"¿Cuánto tiempo nos queda?"

"¡No lo sé!"

Theia se pasó una mano por el pelo y se apoyó en la pared, golpeando el pie en el suelo con ansiedad.

"Todo va a salir bien", dijo Druig, frotando su pulgar sobre su mano.

"Tengo que encontrar a Ikaris". Se alejó y buscó a su hermano en todas las habitaciones.

Lo encontró en la habitación que menos había esperado, el centro donde solían ponerse los trajes. Estaba de pie en su sitio y tenía el traje puesto, "Ikaris. ¿Qué estás haciendo?"

Él la miró y se quedó mirando por un momento antes de acercarse a ella,
"Quería que tuvieras paz, lo hice. Y quería que fueras feliz y libre".

"Ikaris, no entiendo..."

"Ojalá Ajak no te hubiera elegido". Su tono era severo. Ella buscó en sus rasgos cualquier tipo de emoción, pero no había ninguna.

Sorprendida por sus palabras, dio un paso atrás.

"Quería protegerte". Fueron las últimas palabras que dijo antes de irse.

Después de un momento de tratar de entender lo que había querido decir, todo encajó.

Corrió tras él, hacia el centro. Donde él estaba haciendo estallar el invento
que Phastos había hecho.

"¡Qué! ¿Qué estás haciendo?" Kingo
exclamó, los otros se adelantaron.

"He dejado que esto se prolongue lo suficiente".

"¡Nos ha mentido!" Theia reclamó, moviéndose hacia Druig, temiendo lo que Ikaris pudiera hacerle.

"No, no lo hizo". Se burló Kingo.

"¿Por qué iba a mentir, Kingo?"

"Ajak me lo contó todo cuando nos fuimos". La mandíbula de Ikaris estaba apretada, junto con sus puños a los lados.

"¿Qué?" El tono de Kingo estaba mezclado con dolor.

"Nunca quiso detener a los Desviantes". Theia tragó, mirando a su hermano. Alguien a quien ya no reconocía.

"No. Sólo quería protegerte de
los Desviantes".

"Oye, Ikaris", sonrió Theia, "Si Ajak quería que nos guiaras, ¿por qué me eligió a mí?".

Los ojos de Ikaris se volvieron dorados y parecía que estaba a punto de golpear a Theia, pero entonces Druig se puso frente a ella, protegiéndola mientras sus ojos se oscurecían a un tono amarillo, estaba siendo controlado por Druig.

"¿Qué has hecho?" gritó Sersi.

Justo en ese momento, la comprensión los golpeó a todos y Druig leyó la mente de Ikaris, "Él la mató".

Theia jadeó suavemente, luchando por el aire mientras sentía como si sus pulmones se colapsaran, su corazón se llenaba de traición.

"Tenía que hacerlo". Los ojos de Ikaris estaban llorosos ahora. Su voz se quebraba.

"Ella te amaba", susurró Sersi mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.

Ikaris se ahogó en un sollozo, "¿Crees que fue fácil vivir con la verdad? Para
saber que un día todo esto terminaría". Miró a Theia, "¿Para seguir mintiendo?" Gritó "Si le diéramos a la humanidad la elección, ¿Cuántos estarían dispuestos a morir para que miles de millones más pudieran nacer?"

"No les estamos dando a elegir". Phastos habló, "¿Es por esto que estás
dispuestos a matar?" Phastos negó con la cabeza. "¡Eres tan patético!"

Ikaris lo fulminó con la mirada: "Soy un Eterno, Phastos. Existo para el error. Al igual que tú".

"No cambiaría ni una sola cosa de lo que soy. Nací o me hice, pero no existo por los errores. Existo por mi familia".

Makkari entonces volvió, "Encontré a
Tiamut!" Ella firmó.

"¡No!" Phastos gritó e Ikaris lo golpeó.

"¡Sal de aquí!" Kingo ordenó a Makkari antes de levantarse y extender dos dedos, una bola de oro salio de su mano y apuntando a Ikaris. "No te vuelvas contra tu familia. Gilgamesh murió por tu culpa".

"No tendrás éxito contra mí. Y yo mataré a cada uno de ustedes si es necesario". Se enfrentó a Theia una vez más, que ahora tenía una lágrima corriendo por su mejilla mientras el brazo de Druig la rodeaba, sus labios presionados en la parte superior de su cabeza antes de darse la vuelta.

"¡Espera!" dijo Sprite, "Voy contigo".

"Yo también", dijo Theia, limpiando la lágrima de su mejilla.

Druig le tendió la mano, "Theia, no..."

"Es mi hermano". Theia dijo mientras
caminaba hacia Sprite e Ikaris.

Y se fueron...