Prefacio

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Antes de leer:
Me gustaría que se evitase de todas las maneras posibles las comparaciones con otras historias, personajes o cualquier referencia. Sé que no he creado todo en el mundo, pero es molesto trabajararse un capítulo para que los comentarios solo traten eso, no lo hagan porfavor <3

Trato temas sensibles en esta historia, pero los iré avisando en cada capitulo, no se preocupen

Esto es un borrador aunque intento cuidar lo mejor posible mi ortografía y gramática, pero puede que sea editado. No soy profesional, solo hago esto por diversión.

Ahora si, disfruten(espero) :)

...

—¿Es realmente está tu manera de pasar tu último día como ...huérfana , Cora?

—Ya sabes que si.

—Bien, no opondré quejas.

—Eso pensaba—sonrío guiñándole un ojo

Aubrey me ayuda a terminar mi maleta, que por suerte no está demasiado llena ya que no hay mucho que guardar. Antes de que la cierre alcanzo a tomar una foto que tengo guardada debajo del colchón. No la miro mucho y la meto doblada. Mi mejor amiga alza una ceja y yo solo cierro la maleta ignorando la acusación en su expresión.

—¿la sigues conservando?—Pregunta cruzándose de brazos

—Si. No me queda nada más de ella—respondo simplemente con mis ojos en el suelo.

—Solo los traumas que acarreas—vacila ella pero su tono de voz es serio.

Suspiro mirándola a los ojos—No quiero olvidar de donde vengo.

—Una cosa es no olvidarse, pero yo creo que estás automachacandote a ti misma—puntualiza ella

—Nunca tiro los recuerdos, aunque sean malos.

—Mala elección.

—Déjalo, Aubrey—le hablo con contundencia y ella solo suspira—Es mi último día, aunque sea alégrate un poco porque me vaya.

Llegué a este centro de menores, hace justo medio año. Me trajeron después de que mi madre no fuese apta para cuidarme, por varias razones, y desde entonces Aubrey es como mi mejor amiga. Ella sufría maltrato doméstico por parte de su padre, y un día prendió fuego a la casa con él dentro, en un intento de acabar con todo ello. Su madre murió años atrás y no tenía a quien acudir, así que se tomó la justicia por su mano y eso le costó acabar en un centro de menores.

Pero ambas tenemos ya 18 años, bueno,yo los cumplo hace poco. Aún así, cuando me adoptarían, aún era menor de edad, y si nadie me adoptaba, o se encargaba de mí, acabaría un par de años en la cárcel o de servicios comunitarios, pero he tenido la suerte de que una pareja ha decidido purificar su alma, adoptando a una adolescente con unos padres de mierda. Así que me voy mañana. Todavía no los he conocido. Pero no pueden ser peores que mis progenitores.

—Me alegro, y espero no volverte a ver el pelo nunca—Sonríe relajando el ambiente tenso que se había creado al nombrar a mi madre—Al menos no aquí dentro.

—No prometo nada—sonrío y me tiro a la cama—¿Cameron sabe algo?

—Si, hay una fiesta multitudinaria en una casa abandonada, que antes era un prostíbulo. Dicen que van a llenar la piscina, habrá dj, incluso—me responde ella con ilusión.

—¿y es gratis?—pregunto extrañada por el nivel de una fiesta en teoría gratuita, y espero que así sea, porque no tengo ningún ahorro.

—Que va, pero nosotros iremos enchufados—sonríe Aubrey guiñándome a un ojo.

Hazme olvidarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora