Orion y la magia

2.La obsesión

2.La obsesión

Cuando oyó lo que había dicho, parecía como si me entendiera a la perfección. Al cabo de varios segundos de silencio, al fin dijo:

-¿Ya te ha llegado? Maldita sea, Bobby me había mentido, me dijo que no iba aceptar a quién

nombrase. Considérate afortunado de que te haya escogido entre tantos. No hay mucho mas que decir. Bienvenido a Hogwarts.

Sentí una especie de culebra retorciéndose en mi estómago.¿Estaba bromeando no? ¿Quién era ese tal Bobby, y que se supone que había dicho en general? Me sentía raro, y respondí: 

-Es una de tus bromas ¿no?- seguro que lo era.

-No lo es, tienes que ir a Loguetown, esa pescadería del centro de la ciudad. Pregunta por Josh y cuando digan ¿Qué Josh? Repite estas palabras; Domus Piscis.

Vacilaba, estaba claro, pero por curiosidad pregunté:

-¿ Estás en Hogwarts ? Espera, no respondas, lo que quería decir es...¿ Qué haces en Hogwarts ?

-Mira, si lo dices por la carta de aceptación, es real, vete y compruébalo, es más te espero ahí a las 17:00 h.

Después de eso colgó. Estaba claro que iba ir. ¿Era real lo que Lizzie (que ese era su nombre) me había dicho?

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Fue donde había acordado. Vestía un camisón negro con vaqueros desgastado, parecía un vagabundo. ¿ Qué pretendía hacer?

-Hola- saludé indiscretamente- ¿Fuiste tu la de la carta?-le enseñé la carta casi sin inmutarme.

-Vaya, es cierto, te ha llegado.Ha sido Bobby, no yo ¿Vamos a Loguetown?

Asentí. Después de eso marchamos a la pescadería, que se encontraba a dos manzanas de aquí. Antes de llegar, hizo un gesto con la barbilla para que le siguiera. Se dirigía a un callejón. La seguí.Cuando llegamos se levanto el camisón hasta la cicatriz que había dejado el cordón umbilical.

-¿Ves esto? - me dijo señalando una especie de palo que había cojido del pantalón- Es una varita, corteza de Roble, mango de cuero de cuello de cabra y adornos de raíces de Pino.

Acto seguido, hizo un giro de muñeca rápido y de repente ¡PUM!. ¿Era yo o su ropa había cambiado? Sus pantalones de repente se había cambiado por shorts ajustados y el camisón negro lo había convertido en una sudadera lila y violeta.

- Este encantamiento se llama Indumentum, te cambia la ropa que llevas por cualquiera que pienses.¿Ahora me crees? Vamos venga, la pescadería está apunto de cerrar.

No creí lo que había visto ni lo que me había dicho.Estaba claro que alucinaba.