Iғ ɪ ʜᴀᴅ ᴛʜᴇ sᴛʀᴇɴɢᴛʜ |ʷᵃⁿᵍˣⁱᵃⁿ ✅

Capítulo 6: Te diré un secreto

El peso de Suibian es una prueba a la que acostumbrarse, literal y metafóricamente. Ver a Wei Wuxian en el camino recto es motivo de chismes en Cloud Recesses. Dondequiera que vaya Wei Wuxian, los ojos lo siguen, y eso hace que su espada sea mucho más pesada.

—Dicen que he sido domesticado—, le susurra Wei Wuxian a Lan Zhan una noche, envuelto en los brazos de su zhiji, en la cama de su zhiji. —No debería molestarme.

—Pero lo hace—, finaliza Lan Zhan.

—Sí...

Lan Zhan, pasando sus dedos por el cabello de Wei Wuxian, dice: —No deberían hablar sobre lo que no entienden. Ojalá no lo hicieran—. Una pausa. —El tío estaría feliz de castigar a cualquier infractor de las reglas.

Wei Wuxian bufó. —Por mucho que me guste eso, él no puede castigar a todos los chismosos en la torre Koi. No, tendré que acostumbrarme. Es mejor engrosar mi piel ahora antes de la caza de la Montaña Fénix—. Él dice eso, pero Wei Wuxian sabe, intrínsecamente, que su visita a Jinling va a apestar. De lo único que van a hablar las sectas es de su maldita espada.

Lan Zhan tararea, y Wei Wuxian cierra los ojos, tratando de concentrarse en el metódico peinado contra su cráneo. Después de un momento de silencio, —No importa lo que digan—, comienza Lan Zhan, —todavía estaré aquí. Al final del día, serás mío y yo tuyo. Nada puede cambiar eso.

¿No es eso un pensamiento? Inconscientemente, Wei Wuxian hace girar la cinta alrededor de su muñeca. El regreso de su núcleo dorado lo ha arreglado todo y nada. Todavía tiene días en los que quiere beber hasta el estupor, o en los que se despierta gritando, o en los que la vocecita en su cabeza le dice que miente. Después de que la euforia de la propuesta de Lan Zhan desapareció, el insidioso susurro comenzó, burlándose: '¿Por qué Lan Zhan te querría ? ¿Qué tienes que ofrecer? Su tío nunca lo aceptará. ¡Estás abandonando a tu hermano, a tu hermana! ¡Te odiarán por esto!

—...¿Estás seguro de que quieres casarte conmigo?— pregunta, incapaz de ayudarse a sí mismo. Ha hecho esta pregunta varias veces desde su compromiso, la respuesta es siempre la misma.

Lan Zhan besa su cabello. —Estoy seguro—, dice. —Nunca he estado más seguro de nada.

El alivio lo invade, aunque Wei Wuxian sabe que será momentáneo. Muy pronto, la ansiedad volverá a comerse sus nervios, pero Lan Zhan nunca le ha mentido. Wei Wuxian puede consolarse con eso.

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A-Yi continúa metiéndose en la vida de Wei Wuxian.

A medida que pasan los días, Wei Wuxian encuentra más y más excusas para mantener al niño cerca de él, y ya no se siente culpable por eso, porque puede prometerle tiempo a Jingyi. Wei Wuxian puede despertarse por la mañana y saber que seguirá aquí mañana.

Finalmente, Jingyi comienza a pasar días enteros con ellos. Luego noches. La mañana después de que Jingyi haya pasado tres días consecutivos en el Jingshi, Wei Wuxian es despertado por un golpe en la puerta. Se sienta solo después de darse cuenta de que Lan Zhan todavía está muerto para el mundo, Jingyi se dejó caer sobre él. Son demasiado lindos para despertar, por lo que Wei Wuxian es el que se sale de la cama a trompicones y se pone una capa extra mientras camina hacia la entrada del Jingshi.

—¿Tía Zhang?— Wei Wuxian bosteza mientras abre la puerta. —Aún no es maoshi. ¿Qué estás haciendo aquí?

—Aquí—, dice, poniendo una caja de productos en los brazos de Wei Wuxian. Busca a tientas, casi dejándolo caer, pero se las arregla para estabilizarse en el último segundo. —Las cosas de A-Yi—, continúa la tía Zhang. —Pensé que los querrías.