¿Porqué me siento así?

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-Izuku.

-¿S-sí?...

-Me gustas.

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Nuestro amado peliverde se encuentra todavía sentado encima del rubio con un sonrojo tan potente que si fuera una droga moriría de sobredosis.

Quedó completamente quieto al escuchar las palabras antedichas, las mismas que lograron que su corazón latiera tan fuerte y amenazara con salir de su pecho.
¡Era increíble! En serio, no lo podía creer. Su mente no estaba preparada para recibir esa confesión que logró hacer un cortocircuito en todo su interior de manera rápida y descontrolada.

De un momento a otro la cara de Izuku se fue calentando a causa de la sangre que se le subía hasta las mejillas las cuales ya se debían encontrar completamente rojas y las orejas ni se diga. Estaba al tanto de cómo se sentía cuando se sonrojaba y eso lo avergonzaba más aún por lo que por acto reflejo se llevó un brazo a taparse lo más que podía la cara sin dejar de ver al rubio.

Un brillo especial apareció en sus hermosos ojos cual jade logrando incluso hacer notar un pequeño reflejo del mayor frente suyo que lo miraba expectante al pendiente de hasta el más mínimo gesto.

Su estómago se empezó a sentir extraño, era una sensación que no sabría describirla exactamente, era extraño mas no malo porque después de todo no se sentía mal y por alguna razón le gustaba pero... ¿Cuándo se comió todas esas mariposas? No recuerda haberse tragado ninguna, ni por error ni por gusto, no sabe en qué momento llegaron allí.

Se llevó una mano a presionar en un auto-abrazo su estómago. Quién sabe, quizás así podría lograr algo como... ¡Que pararan de una buena vez!

Quizás todo lo que sentía fue causado por ese perfecto espécimen de lo que puede crear la naturaleza.

¿Podría ser posible que ese hermoso rubio de mirada penetrante y cuerpo de Dioses estuviera interesado en él?

-¿D-de verdad?...

¿Qué tenía él de especial? Después de todo lo que pasó hace no mucho tiempo, ¿podría quedarse a su lado aún siendo lo que fue?

-Sí lo es, me gustas mucho Deku.

-(Oh no, oh no, oh no, lo está diciendo en serio. ¿Está seguro? Debe estar confundido, ¡pero qué digo! ¿cómo voy a dudar de los sentimientos de Kacchan? No, él no mentiría y menos si se trata de como se siente respecto a algo o en éste caso: yo. ¿Pero qué puedo hacer? Quiero estar con él, quiero quedarme, quiero hacerlo feliz, quiero corresponderle... ¡Pero no puedes Izuku, no lo mereces!)-el pecoso no se dio cuenta de cuándo empezó a murmurar, era una maña que tomó durante el tiempo que necesitó escuchar una respuesta cuando estaba encerrado y no había nadie que hablara con él. Cada vez que recordaba todo no podía evitar quebrarse, no quiere volver allá, no quiere, su cuerpo rechaza ese pensamiento con todo su ser. Pero también podría ser peligroso para los demás y para Katsuki si se queda.

La sola idea de irse y dejar al rubio allí para luego volver a estar sólo en un lugar que desconoce hizo que todas las mariposas que una vez estuvieron en su estómago se fueran de viaje dejando la puerta abierta para un gran punzón que sintió como se le clavaba en su interior.

El brazo que antes cubría su rostro pasó a sujetar con fuerza su estómago que dolía por punzadas que no sabía de dónde venían. Las lágrimas comenzaron a salir a fuentes al recordar una frase que le repetía ese tenebroso sujeto que se lo llevó aquella vez cuando niño, cuando era tan inocente y no sabía nada de lo que estaba a punto de pasarle.

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⏰ Last updated: Sep 30, 2021 ⏰

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