Nunca más volverás a estar solo

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Un día tranquilo en la aldea del Valle Kenji. Donde el pasto suave y verde sirve de colchón a quien quiera que desee recostarse a admirar el hermoso cielo cubierto por esponjosas nubes que fomentan de una manera graciosa la imaginación de las personas.

La brisa fresca que trae el frío de la montaña junto con las historias de la naturaleza. Todo tiene una historia en esta vida; desde una inmensa montaña hasta un particular caracol en una hoja viendo como desciende una pequeña gota de rocío hasta chocar con la frente de un peliverde que mira hacia arriba con la sorpresa.

"Somos los protagonistas de nuestra propia historia. Aunque nuestro destino esté escrito, siempre podemos actuar como analfabetas y añadir nuestra propia calidez a la vida. Hay que vivir las aventuras y divertirnos en el proceso con las personas que amamos"

Pensaba un chico de particular color de ojos y cabello del mismo tono mientras era cargado como caballito por un rubio un poco más calmado que antes.

Hubo un momento en el viaje en que, aún que le hubiese parecido mentira en un principio, a medida que avanzaban todo iba tomando un color más deslumbrante a causa del sol que bañaba una pradera a la cual entraron.

Todo era muy bonito y colorido. A pesar de estar en medio del bosque, muchas de las cosas estaban llenas de colores muy llamativos que captaron la atención del peliverde al momento llenándolo de una impresión y un asombro muy grande.

-K-Kacchan!!! - habían bastantes personas en comparación con la manada de la cual había escapado y todas portaban una gran sonrisa cada vez que se miraban entre ellos. Todo se veía estupendo.

Las cabañas hechas con troncos hermosamente adornados en las que cada uno vivía solo o, si tuviera un compañero, con su pareja.

-Qué te pasa Deku?% preguntaba el rubio lleno de suficiencia- Es que acaso nunca haz visto una aldea en tu vida?.

El pequeño peliverde aún con el asombro incrustado en sus ojos estaba maravillado al ver a todas esas personas acercándose hacia donde estaban ellos y, dejándose llevar por el momento, tomó al rubio del mentón y lo haló hacia arriba sin que pusiera la más mínima oposición y entonces acercó mucho sus rostros para que lo viera a los ojos y habló con firmeza dejando al de ojos color borgoña hipnotizado y fundiéndose en esos ojos color jade.

-Kacchan! Aquí todos sonríen! Allá nadie sonreía nunca, no de buena manera... -suavizó su expresión dejando salir su deslumbrante sonrisa- Aquí es genial!!! La aldea de Kacchan es genial!!!

-(Que putas, pero que bonito...)-El rubio se dio cuenta de que se había quedado estático así. Definitivamente quería que estuvieran solos para no tener que aguantarse las ganas que tenía de robarle un beso allí mismo, pero más personas llegaban y los rodeaban para ver al nuevo individuo que traía su gran líder en la espalda.-(Maldición!) Pero qué cosas dices Deku, claro que es asombrosa. Mi puta aldea tiene que ser la mejor aldea que hay!!!-Decía con completo regodeo y superioridad. Además, el hecho de que su Deku le estuviera alabando sólo le subía más el ego, si es que eso pudiese pasar, claro está.

-Sí Kacchan!!!- se volvió a poner como estaba antes para así poder bajar de la espalda del rubio y contestar a todas las personas que les daban la bienvenida.

El rubio solo se quedaba viendo a Izuku imaginando muchas cosas sobre lo que podría pasar con los dos, perdiéndose de inmediato en sus pensamientos.

En su mente todo podía pasar...

-(Kacchan ven conmigo!)...

Nada lo podía detener...

-(Deku... Debo decirte algo...)...

Juguemos en el bosqueWhere stories live. Discover now