♦ Nunca es "Adiós", sino "Hasta luego" ♦

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Pasaron los días y la decisión de Mikasa ya estaba completamente asegurada. No lo comentó a nadie más que no fueran Eren y Armin, ellos eran los únicos que sabían y tenían derecho a saber hasta la fecha, según el sentir de Mikasa, ya que si para ella fue difícil hablarlo con sus dos amigos, con los demás sería peor.

La señora Azumabito volvió, así que Mikasa se acercó a ella.

- ¿Ya tomaste tu decisión? -   preguntó gentilmente

- Sí, quiero ir a Hizuru, quiero salvar a Hizuru -   dijo

Kiyomi contuvo sus lágrimas y sonrió. Aliviada, abrazó a la joven azabache.

- Bien, ¿Te parece si partimos hoy para allá? -   preguntó

Mikasa suspiró, igual conteniendo las ganas de llorar. Asintió con la cabeza.

- Sí, está bien -   forzó una sonrisa

- No hace falta que sonrías, sé bien que esto es difícil para ti -   acarició la mejilla de la azabache  - Ve a empacar tus cosas, gongzhu - dijo

Ella asintió una vez más y fue hacia la base para guardar algunas cosas que se llevaría, salió con una pequeña maleta, suponía que eso sería necesario a pesar de ser todo lo que tenía. También se llevaría su uniforme la Legión, significaba mucho.

Llevó la maleta consigo y volvió al jurado, lleno de salas por doquier. La dejó en la puerta y entró.

Caminó por los pasillos sin rumbo hasta que alguien la intersectó. No era nadie más que Eren.

- ¿Te irás hoy? -   preguntó con expresión dolida

Mikasa no le dijo nada y sólo lo abrazó.

- "Sí, Eren, me iré hoy" -   pensó, al parecer su conexión seguía vigente

- Ya veo -   correspondió su abrazo

- "¿En verdad no puedes venir conmigo, Eren?" -

- "No Mikasa" -   respondió - Prométeme algo -   pidió, separando su rostro de su hombro y poniéndolo directamente frente a su propio rostro

- Eren... -   mencionó a modo de suplica

- Prométeme algo, Mikasa -   insistió, ella guardó silencio y escuchó conteniendo nuevamente sus lágrimas  - Quiero que en verdad seas feliz, ya que si tu decisión es irte, quiere decir que te sientes bien con eso así que ya no quiero que llores, ni quiero que llores cada vez que te acuerdes de mi -   se acercó y pegó de nuevo su cabeza con la de ella.

Mikasa suspiró y de nuevo derramó pocas lágrimas.

- "Es muy difícil, más cuando sé que me amas, que soy...correspondida" -   pensó

Eren se sintió culpable pero ya no quería seguir ocultando su amor hacia ella, tal vez sí, escogió un mal momento para decírselo ya que no valdría la pena pero al menos se desahogo.

- "Lo sé, perdóname por eso, pero ya no podía seguir ocultándolo" - respondió

Sus labios rozaron, lo que encendió aquél deseo de volver a besarse, pero no se pudo.

- ¿Ya está lista joven Mikasa? - Kiyomi llegó junto a sus acompañantes y algunos compañeros de la pareja que de nuevo se despedía. Se separaron, rompiendo con su anhelado beso incompleto.

- ¿Lista para qué? -   preguntó Sasha

- Sí, ya estoy lista -   contestó, ignorando a su amiga, pero ella bien interpretó la situación

- Vamos, gongzhu de Hizuru -   sonrió

Mikasa se alejó de Eren y fue con la Azumabito, saliendo de las salas, subiendo al carruaje que los llevaría al puerto.

- Mikasa, oye, Mikasa espera! -   la llamó Sasha a punto de detener la carrocería pero Eren no se lo permitió

- Vamos con ella -   dijo, pronto llegaron los otros dos, Connie y Jean  - A caballo -   complementó

De inmediato fueron para allá, e Historia no se quedó atrás, también fue con ellos.

Llegaron al puerto en una hora y media, el barco ya los esperaba. Todos bajaron. Mientras las Azumabito caminaban hacia el barco, los demás corrían tras Mikasa.

- ¡Mikasa! -   llamó Sasha nuevamente, ella volteó y fue abrazada por su amiga
- ¿Por qué no me dijiste que te irías? -

- Perdón, pero no quería hacerte llorar -   sonrió

- Ay, Mikasa...iré a verte cada vez que pueda -   dijo entre sollozos para luego separarse

- Te esperaré, cuidate, Sasha -   sonrió

Armin se acercó mientras Connie alejaba a Sasha mientras la consolaba.

- Adiós Mikasa -

- Nos vemos, Connie -

Sin decir nada, el rubio la abrazó y fue rápidamente correspondido. Se mantuvieron en silencio, solo su abrazo hablaba.

- Sé felíz Mikasa, lo mereces - dijo, la azabache asintió, al separarse de su amigo sus manos fueron tomadas por Historia, quien le sonreía alegre y nostalgica.

- No te asustes, sé que se escucha difícil pero verás que no lo es; cuídate mucho -   le sonrió

Mikasa copió su gesto para después abrazarse.

Llegó el momento más difícil.

Su pequeña maleta ya estaba a bordo, solo faltaba que ella subiera.

- Señorita Azumabito, se hará tarde -   llamó Kiyomi

- Ya voy - respondió mientras mantenía su mirada planteada en la mirada verdosa

- "Eren..." -   pensó

Se detuvo frente a ella, sin decir nada, sólo mirando sus ojos.

- "Prométeme que serás feliz y ya no llorarás, no dijiste que lo prometías, así que quiero que lo prometas ahora" -   tomó sus manos

- "Lo prometo" -   dijo y tapó su rostro con sus propias manos quitándolas de la posesión de Eren, ocultando sus lágrimas, alejándose varios pasos de él.

Kiyomi la tomó de los hombros al bajar del barco e ir por ella, tratando de consolar su sentimiento de tristeza pero ella devolvió sus pasos hacia adelante, corriendo para abrazar a Eren y besarlo por última vez. Todos guardaron silencio, algo sorprendidos pero comprensivos por su triste despedida.

- Ohhh... -   mencionó Connie para molestar a Jean pero fue silenciado por Historia y Sasha con un zape. De inmediato se calló.

- "No voy a olvidarte jamás" - pensaba Mikasa repetidas veces

- "Te amo, tú no olvides que te amo, te amo demasiado" -   transmitía Eren

Se separaron.

- Te amo -   susurraron al mismo tiempo para después separarse del todo, subió al barco.

Miró a todos por última vez, despidiéndose de nuevo con su mano. Su conexión entre ella y Eren se rompió, ambos derramaron lágrimas al mismo tiempo y Mikasa partió hacia su nuevo destino, su nueva vida en la realeza.

Mi origen asiáticoWhere stories live. Discover now