Capítulo 2

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Cuatro años después de las ultimas noticias que tuvieron de la reina Risna, ahora conocida como Ciara, el rey Adham contrajo matrimonio con Charlotte una doncella de la clase media, a quien conoció una tarde en la que visitaba el pueblo, ambos se volvieron muy buenos amigos y con el tiempo novios, dos años después de conocerse, el rey le propuso matrimonio mientras estaban disfrutando de una bella tarde en las orillas del mar,

Al siguiente año de casados nació el primogénito, a quien decidieron llamarlo Felipe, el reino de Arkadia vivía en armonía y tranquilidad, pues Adham gobernaba con sabiduría

- ¿Aun sigues esperando su regreso? – Pregunto Charlotte su esposa mientras se sentaba a su lado

- Sigo creyendo que ella volverá – dijo con pesar, Adham, quien siempre se sentaba cerca del puerto de Arkadia, desde que caía el sol, hasta la media noche

- Es hora de que la dejes ir-

- Es mi madre, no puedo simplemente olvidarla – las lágrimas rodaban por las mejillas de Adham

- Llevas 12 años esperándola, no te quiero quitar las esperanzas, por mucho tiempo no te dije nada, pero ya es hora de seguir adeltante- dijo poniendo su mano en el hombro de Adham

- Tienes razón- dijo con pesar.

Ambos se levantaron y volvieron al reino, en cuanto entraron un pequeño llego a recibirlos

- ¡Papi! – grito el niño y se lanzó a sus brazos – Volviste – dijo sonriendo

- Así es campeón – dijo Adham abrazando a su hijo

- ¡No vas a creer lo que paso! ¡¡Estaba en el patio y escuché el ruido, como de un león!!, y no tuve ni un poco de miedo, yo le rugí!!! y creo que huyo porque no lo encontraron – dijo con orgullo, Adham estaba asustado y dirigió su mirada hacia Scoott quien era el encargado de estar siempre al lado de su hijo para que no le pasara nada

- Señor, lo que dice el niño es cierto, escuchamos un rugido, pero los guardias no encontraron nada – exclamo con miedo

- Quiero que una de nuestras tropas recorra todo el reino en busca de la criatura, y solo usen la violencia si es necesario

- Si señor, con su permiso- dijo haciendo una reverencia y se fue

Si algo le había enseñado su madre, era sobre guardar la calma y no alterarse por cualquier cosa, al igual que le enseño sobre respetar a la naturaleza, si un león se había adentrado a los confines de su reino, lo liberaría en su habitad natural. Sin embargo, no le gustaba la idea que un animal salvaje estuviera rodeando los confines de su reino.

Este al sentirse tan abrumado por que seguía sin poder dormir, decidió tomar un abrigo y salir al patio, el cual estaba en completa soledad, busco entre sus bolsillos el reloj de su padre, y lo miro, pues el reloj también incluía una brújula, y esta comenzó a moverse de un lado al otro, Adham no entendía que estaba pasando, el piso comenzó a moverse y cuando intento regresar al castillo tropezó y callo, el viento comenzaba a soplar violentamente.

Al alzar la vista no podía creer lo que estaba observando, una criatura de alas enormes color rojo estaba aterrizando cerca de él; su sorpresa fue aún mayor cuando vio a la mujer que estaba montando al dragón, era su madre, a pesar del tiempo que había pasado, ella aún seguía igual, la única diferencia era que tenía pequeños mechones que poco a poco se iban volviendo del color de la nieve.

- ¿Mamá? – preguntó el rey, pues creía era un sueño o producto de su imaginación

- Adham, no sabes cuánto te extrañe – dijo Ciara con lágrimas en los ojos, él se levantó rápidamente y se lanzó para darle un abrazo a su madre, quien lo recibió gustosa

Ciara y el reino de Arkadia ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora