Capítulo V. 2/3
El timbre de la casa sonó, ____ caminó hacia la puerta y pronto la abrió, dejando ver a un chico de cabello castaño y unos ojos del mismo color de la castaña.
— ¡Jonathan! — se lanzó sobre él, abrazándolo.
Jonathan era su hermano mayor, tenía 24 años. Vivía en Nueva York por su trabajo y era raro cuando la visitaba.
— ¿Cómo estás, ____? — fueron las primeras palabras que salieron de los labios del chico cuando la soltó.
—Creo que bien Jonathan, ¿tú? — esa tristeza se notaba en la chica. Con sólo ver sus ojos él pudo notar que actuaba diferente.
—Oye, no te ves muy feliz, ¿te sucede algo? —.
Le contó todo, absolutamente todo lo que Zayn le hacía. El chico se notaba más que molesto, frustrado. Abrazó a su hermana de manera protectora y le plantó un beso en la frente.
—____, ¿me permites quedarme en tu casa en lo que encuentro algún hotel? — fue lo primero que le vino a la mente después de que su hermana le contara aquello. Por ninguna razón quería dejarla sola y, mucho menos, con él.
—Claro, no creo que a Zayn le moleste. Eres mi hermano y puedes quedarte el tiempo que sea necesario. —
La puerta de la casa se abrió, dándole paso al moreno, quien dejó su maletín a lado de un mueble que había allí y caminó a la cocina. Unas voces se escucharon dentro, mientras él abrió la puerta y los vio platicando tranquilamente.
—Zayn, ¿cómo estás? — fueron las palabras exactas que pronunció el hermano de ____ al verlo llegar. Zayn sólo disimuló una pequeña sonrisa.
—Muy bien Jonathan, que gusto tenerte por aquí. Dime, ¿cuándo llegaste? —.
Pronto ambos entablaron una “entretenida” conversación. Hablaban sobre trabajo y más trabajo. ____ los observaba detenidamente y agradecía a Dios porque su hermano mayor ahora estaba con ella.
La comida estuvo lista en menos de media hora y los tres se sentaron a comer. Zayn fingía llevarse tan bien con la chica. No tenía la menor idea de que Jonathan ya sabía lo que le hacía a la chica.
—Entonces, ¿te quedarás un buen rato? — soltó Zayn, no quería que por ningún motivo se quedara en Bradford.
—Si, realmente te tengo una sorpresa hermana. — dirigió su vista hacia la castaña y ésta le sonrió. —Me trasladaron. —
Una amplia sonrisa apareció en el rostro de la chica, Zayn sólo se limitó a hacer una mueca que ninguno pudo descifrar.
—Me alegro mucho, Jonathan. No sabes lo feliz que me hace escuchar eso. — los hermanos se dieron un tierno abrazo y después continuaron con la cena.
Se sentó en la orilla de su cama, Zayn estaba en el estudio haciendo unos trabajos que necesitaba para el día siguiente y su hermano estaba en la habitación que ____ le había dejado.
— ¿Cuánto se quedará? — dijo Zayn llegando.
—Mi hermano puede quedarse el tiempo que quiera Zayn. Él no te molesta ni a mi, así que no hay problema. —
—Tú no tienes problema ____, pero yo si. ¿Qué hay de nosotros dos?, no podemos vivir con alguien más, tú y yo somos pareja ____, no necesitamos que alguien dañe nuestra relación. —
¿Relación?.. No estaba segura de eso, Zayn hablaba como si su “relación” fuera perfecta, de esas donde no hay muchos tipos de problema. Quiso gritarle y decirle todo lo que estaba pensando pero no pudo, lo único que se permitió hacer fue ir a hablar con Jonathan y dejar solo a Zayn en la habitación.
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