Capítulo 42.

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Capítulo 42| Una simple teoría.

Antonella Cavalcante:

Al despertar, tuve un mal presentimiento de como terminaría este día, ahora estaba todo luminoso y tranquilo, pero eso no quitaba el hecho de que en cualquier momento todo se pondría frío y gris.

La puerta se abre de golpe y con los peores pensamientos en mi cabeza, me exalto. Pero me tranquilizo casi de inmediato cuando una reluciente sonrisa es la que me recibe.

—Hola, cariño— Eleanor hace acto de aparición, con un plato en sus manos— los chicos han salido, Lionel ya se fue a trabajar, Max decidió picar algunas frutas para que yo te las trajera e Ivonne esta con ella.

—Ella sigue en mi casa.

Eleanor sonríe divertida.

—Prácticamente también es casa de Will.

—Espero que estén cómodos en el sofá— le guiño un ojo.

—Que perra.

Bostezo y me pregunto por qué mi queridísimo novio no me ha despertado para despedirse de mi como todas las mañanas. Giro la cabeza levemente y noto que dejó una nota encima de la mesita de noche.

"Te veías tan angelical que no quise despertarte, mi amore, nos vemos en la noche, te amo.

Siempre tu amor, no tú idiota".

Vale, eso respondía a todas mis preguntas. Me quedo un momento embobada viendo al papel y me pregunto si este sentimiento que tengo hacía él algún día disminuiría. Esperaba a que no.

—Tierra a Antonella, ¿ya dejarás de babear encimas de la nota que tu novio te dejó?

Pongo los ojos en blanco con diversión y le recibo el plato lleno de diferentes frutas que Max y ella sabían que me encantaban.

—Gracias, que dulce— lo primero que hago es meterme una fresa en la boca y disfrutar su sabor dulce y jugoso.

Ha caminado a la cama para estar más cerca de mi y dejarse caer a mi lado con una sonrisa poco sincera. Algo le atormentaba, le preocupaba y yo lo podía ver en sus ojos mieles.

—¿Que ocurre, Ellie?

—Siento que has estado desaparecida estos últimos días, ya no hablas conmigo y te he visto un poco disociada.

Trago grueso, oh, ella no estaba ni cerca a saber lo que me pasaba.

—Toda esta situación con mi padre... con Gisela, con Will...— no le mentía, en parte era eso lo que me hacía sentir o actuar como lo he estado haciendo.

—Sí, pero hay algo más, Antonella— enarca una ceja y me mira con duda— Sobra decir que te conozco. 

Asiento, casi comiéndome las uñas.

—No sabes todo lo que he descubierto esta última semana, hasta te explotaría la cabeza.

—¿Que es todo?

—Cosas horribles van a suceder los siguientes días, Ellie.

Su expresión cambia de una preocupada a una confundida y luego me golpea levemente en el brazo.

—¿De que estás hablando? ¡deja de hablar como que estas en una telenovela de esas que ve Maxandra!

Reí.

—¡No puedes asustarme y luego reírte!

—Pues si te asusta es mejor a que no te lo cuente.

Entrecierra sus ojos hacia mi.

El Mejor Amigo De Mi Padre. Where stories live. Discover now