Sentí la pesada mirada de Ankel clavada en mi rostro, él se encontraba sentado a mi lado y desde que había llegado había permanecido muy silencioso
Sospechoso
— ¿Qué? — Pregunte con la vista en mi laptop
Ankel río apoyando su cabeza en mi hombro, lo mire de reojo
— Nada — Masculló mi gemelo cambiando el canal de la televisión
Permanecimos ambos en silencio, yo trabajando y el mirando la televisión
Deje de escribir mirándolo con molestia, eso de nada no se lo creo ni de chiste
— Ares — Comenzó — Fue a verme, bueno llego preguntando por la oficina de papá, afortunadamente lo encontré en la entrada, lo llevé a mi oficina, donde me encontré con Alaric y los 3 hablamos
Muy bien
El trabajo puede esperar
— ¿Él qué? — Pregunte sorprendida
— Me dijo lo que pasó y me explico su situación — Dijo mirándome a los ojos seriamente
Rode los ojos
— Ya me se ese cuento — Le dije con fastidio
— Alana, no cualquiera quiere hablar con el padre de la mujer que lastimo, esas son acciones de hombres honrados
Suspire
— No me importa — Le dije enviando los pendientes
— Solo digo que él está arrepentido, no que lo perdones — Aclara
Asiento mirando hacia adelante, hacia la nada, realmente
No tenía ganas de seguir pensando sobre el asunto de Ares
— Lo tomare en cuenta, gracias
Se hizo un silencio entre nosotros
— Alaric lo golpeo el otro día, mierda, me cague de miedo, él tipo es un boxeador, la primera vez lo esquivó y Alaric se enfureció, el segundo golpe si le dio, pero honestamente, creo que se dejó golpear
Deje la laptop aun lado y me recargue en el sofá, Ankel paso su brazo por mis hombros
¿Ares se dejó golpear por mi hermano?
Joder con el boxeador
Nos quedamos en silencio, Ankel mirando alguna lucha y yo
Bueno, yo me perdí en mis pensamientos, la traicionar de Ares seguía fresca en mi cabeza
¿Qué será lo próximo?
¿Tiene algún hijo escondido por Europa?
Otra esposa
Tal vez una novia
¿Qué si asi es él?
Pero no creo que él sea asi, había sido tan bueno conmigo, él me había contado tanto, me había...
Amado
Y yo lo había amado a él, aunque no se si podría hablar de pasado, el amor no es algo que desaparece de la noche a la mañana, claro que lo sigo amando
¿El me amara de verdad?
Uno pensaría que las personas bonitas no tienen estos problemas, pero bueno, ya ven que si es un problema que nos afecta a todos
El amor
El amor
Por eso mismo había intentado mantenerme alejada de todos estos sentimientos confusos que solo te hacen ineficiente e infeliz
— Tengo una cena con la gente de América Airlines dentro de una hora, voy a alistarme y entonces me voy, ¿Harás algo hoy?
Suspire haciendo un puchero
— No tengo planes
Ankel entrecerró los ojos
— Puedo cancelar la cita para qued...— Lo interrumpí
— No, no te preocupes, tengo mucho trabajo, pediré algo y me quedare aquí
El suspiro mirándome no muy convencido
Me levante del sofá y lo empuje hacia las escaleras, el rio mientras caminaba escaleras arribas, fui a la cocina y saque una salsa boloñesa que tenía ya preparada, láminas de pasta para lasaña, queso y todos los otros ingredientes
Comienzo por preparar todo, el tiempo se me va volando y cuando menos me doy cuenta Ankel se está despidiendo de mí y saliendo de casa
Suspire mirando la puerta cerrarse, pero salí de mi nube de pesar y termine de cocinar, puse la lasaña en el horno y abrí una botella de vino
Servi un poco en la copa, pero el sonido del timbre me saco de mi cuenta regresiva mientras miraba el horno
Fruncí el ceño mientras dejaba la copa y me encaminaba hacia la puerta, que raro que alguien toqué a esta hora, no había quedado de verme con nadie
Abrí la puerta con algo de desconcierto, pero todo quedo atrás cuando vi a Ares con un cachorrito en la mano y una caja de chocolates en la otra
Lo mire a los ojos con sorpresa, el me devolvió la mirada y sus hermosos ojos azules me sacaron el aliento por un momento, abrí la boca, pero no supe que decirle, el cachorrito chillo mientras lloraba, morí de ternura y lo tome abrazándolo como un bebe
—¿Qué es esto? — Le pregunte al boxeador frente de mí, pero mis ojos no podían despegarse del pequeño en mis brazos
¡Es tan hermoso!
— Te compre unos chocolates — Murmuro con una voz ronca que hizo que los vellos de mi nuca se erizaran, mire la caja de chocolates que me extendían luego lo mire con diversión
— ¿Y el perro? ¿También es de chocolate? — Le dije dándole la espalda
Lo escuché gruñir mientras cerraba la puerta, me senté en el sofá y el pequeño se acurruco en mis brazos buscando calor
Awww
— No, a él lo vi en una tienda de camino aquí, se veía solo y triste, me recordó a mí en cierta forma — Lo mire divertida y el solo se encogió de hombros dejándose caer a mi lado — Asi que lo compre y lo traje hacia ti para que le dieras alegría y amor, porque eres muy buena en eso
Ambos nos miramos en silencio, hasta que el pequeño comenzó a llorar de nuevo, lo cambie de posición y nuevamente volvió a quedarse tranquilo
— Tu eres mi luz y espero que también seas la de él — Señalo al cachorro en mis brazos con su mentón
Lo mire emocionada, hace algún tiempo le había dicho que yo quería un perro pero que no me había animado nunca a ir por uno
— Es un gesto muy lindo, amigo — Le dije sonriendo al ver su cara de fastidio — Gracias
Le di un beso en la mejilla, Ares cerro los ojos soltó un suspiro dramático y dejo caer su cabeza en mi hombro
— Mierda, bunny, añoraba tu calor como estúpido — Murmuro con sus labios pegados a mi cuello
Un escalofrió recorrió mi cuerpo, pero decidí quedarme callada acariciando al cachorro entre mis manos
— Entonces puedo quedármelo? — Le pregunte mirando los ojos del perrito cerrarse
— Si, si quieres, si no, puedo cuidarlo por ti — Dijo Ares encogiéndose de hombros
El timbre del horno sonó avisándome que mi comida estaba lista, me pare dejando al cachorro con Ares, el pequeño puso su cabeza en el hombro del boxeador, entre a la cocina y saque todo
— ¿Es tu cena? — Pregunto Ares parándose a mi lado
Lo mire de reojo y él tenía al cachorro en brazos, ambos me miraban expectantes
Era una imagen realmente muy linda, hacia mi corazon saltar como loco
— ¿Ya cenaste algo? ¿O tengo que invitarte? — Le pregunte sirviendo un plato
Ares a mi lado rio con su usual tono ronco, haciendo de mis terminaciones nerviosas gelatina
— Si quieres invitarme — Se encogió de hombros
Lo mire con falso fastidio mientras dejaba un pedazo grande de lasaña en un plato frente a el
El dejo el cachorro en el sofá y regreso, se lavó las manos y se sentí frente a mí, ambos permanecimos en silencio disfrutando de los alimentos y el vino
— Te extraño — Murmuro Ares con la vista clavada en el plato
Lo mire dejando de comer, pero él nunca me miro, solo comenzó a jugar con su comida
— Ares...— Le reproche
No quiero tener esta conversación cada vez que nos vemos o estamos a solas
— No es lo que piensas, solo estoy diciendo que te extraño, entraste tan rápido en mi vida que no tenerme...
Guarda silencio negando con la cabeza, comienzo a comer lentamente incapaz de decirle algo
No tenía palabras para decirle algo, ¿Qué quiere que le diga? ¿Que lo amo? ¿Qué yo también lo extraño?
— Alana, tienes que decirme algo, por favor, joder — Murmuro con los dientes apretados
Lo mire
— Yo también te extraño, Ares — Le dije con toda la sinceridad que tenía para darle
El suspiro, relajo su cuerpo y pareció murmurar algo hacia la nada en ruso
— Debemos intentarlo de nuevo, bunny, tú eres la mujer que amo — Me dijo apretando mi mano con la suya
Mire nuestras manos y luego mire a los hermosos zafiros que tenía por ojos
— Ya te he dicho... — Su voz me interrumpió
— Por favor, sé que te hago feliz, tú también me haces malditamente feliz, no volveré a defraudarte — Suplico besando mis nudillos
Suspire cerrando los ojos con frustración, dios dame fuerzas
— Hemos sido amigos estos últimos días, creo que nos va bien asi — Me encogi de hombros
El abrió los ojos y me miro indignado, se puso de pie y comenzó a dar vueltas
— No puedes jodidamente hablar en serio! — Gruñó — ¡No servimos como amigos, somos una mierda como amigos!
Rode los ojos mirando su dramatismo, pero me di cuenta del error que hizo muy tarde, cuando el dejo de moverme y me miro con enojo, me señalo con un dedo
— No me ruedes los ojos — Masculló
Me acerqué a su dedo y le di un mordisco juguetón
— Tu no me mandas — Le aclare con una sonrisa santurrona
El me miro en silencio, se acercó y cuando estuvo a centímetros de mi cara tomo mis mejillas y me acaricio con sus pulgares
— Eres preciosa — Murmuro examinando cara centímetro de mi rostro
Sus pulgares rozando mi piel con suavidad me llevaron a un mundo de fantasía, mi mente explotó cuando uno de sus pulgares acaricio mi labio inferior
— Bunny, se mía de nuevo — Se acerco para besar mi frente
Mis ojos se cerraron disfrutando de su piel a contacto con la mía
— Bunny, te amo — Murmuro Ares cerca de mi
Su aliento rozo con mi mejilla y sus labios hicieron contacto con mi mejilla cerca de mis labios, un jadeo salió de mis labios sintiendo sus dedos jugar con mi cintura
Jodeeeer
— Ares... — Gemí sintiendo sus labios besar el otro lado de mi mejilla, nuevamente cerca de mi labio
El jadeo, sus dedos hicieron contacto con mis costados y sentí mi piel encenderse
Mierda
¡Esta madre se está prendiendo!
— Ares — Murmure intentando apartarlo
¿No puedo decir algo más?
¿Por qué mi cuerpo no responde?
Esto está mal
Si, tengo que detenerlo
Bueno, aunque un poco más tampoco hace mal a nadie
— Déjame mostrarte mi amor, déjame hacerte mía — Murmuro con los labios pegados a los míos
Mis ojos seguían cerrados y los dedos de Ares habían comenzado a recorrer mi piel
— No es correcto, no podemos — Murmure intentando apartarme de el
Pero el me apego hacia él, su pecho aplasto el mío
— Por favor, te doy mi palabra, no te ocultare nada nunca más — Me dijo tomando mi cara entre sus manos
Nuestros labios rozaron, el volvió a murmurar que le diera una oportunidad y yo no supe que decirle
¿Debo perdonarlo?
No
— Alana — Suplico Ares comenzando a besar mi cuello
Mi respiración flaqueo y se hizo cada vez más pesado
Tome su cabello entre mis dedos y lo saque de mi cuello, con la respiración agitada lo hizo mirarme a los ojos
— Escúchame — Le dije — Está es la primera y última oportunidad que te doy, no quiero tener más problemas, ninguna mentira, ni que me ocultes nada, ¿Entiendes? Otro error y me voy para siempre
Ares se quedó mirándome con sorpresa, parecía... Ido. Lo mire con el ceño fruncido, parecía algo ausenten
— ¿Ares? — Le dije pasando mi mano por sus ojos, sus ojos hicieron contacto con los míos, pero sus iris lucían diferentes, tenían un brillo que los hacia ver más hermosos, una sonrisa torcida comenzó a formarse lentamente en sus labios rebelando su hoyuelo
Que tierno
— Mierda — Murmuro — Soy un hijo de puta afortunado
Ambos reímos antes de besarnos, los besos comenzaron lentos como siempre, pero las manos de Ares comenzaron a tocar mis muslos y cuando menos lo pensamos, Ares me dejo en la isla y se colocó entre mis piernas
Mis manos buscaron su cabello, una vez mis dedos tocaron los suaves mechones de su azabache pelo, lo tomé entre mis dedos y lo atraje más hacia mi boca
— ¿Estas segura? Podemos esperar, nunca te...— Lo interrumpí
Mis labios tomaron los de él, un gruñido salvaje salió de la garganta de mi boxeador, ¿Ya volvió a ser mi boxeador?
Bueno
Si, mi boxeador
Su tibia lengua hizo contacto con mi labio inferior, sus dedos rozaron mi costado subiendo lentamente hasta toparse con mi pecho, un solo roce basto para erizar mi piel
Bendita sea la hora que decidí no usar bra
Su dedo recorrió el entorno de mi pecho izquierdo y su boca en ningún momento abandono la mía, me hizo pegar mi pecho al suyo y ambos soltamos un gemido cuando nuestras intimidades se rosaron
Nos separamos para tomar aire, nuestros ojos se encontraron y mis entrañas se encogieron al ver sus ojos oscuros mirándome ferozmente
— Ares, hazme tuya — Le dije mirando sus ojos salvajes
El respondió tomándome de la cintura, pego su cuerpo al mío y me beso ferozmente, enrede mis piernas en su cadera y sentí mi peso ser levantado de la isla, me separe de él sintiendo como comenzaba a subir las escaleras hacia mi habitación
— Ten cuidado — Le dije divertida mirando sus ojos hambrientos
Ares gruño y ataco mi cuello, las risas se fueron y el deseo latente entre nosotros regreso, sentí mi espalda ser recargada sobre un material duro y frio, mi espalda se arqueo al sentir la temperatura del material
Mis labios de Ares atacaron mis terminaciones nerviosas, en un parpadeo mi blusa era sacada de mi cuerpo dejándome expuesta de cintura para arriba, Ares se alejó de mi al sentir mi piel
Su mirada me recorrió por completo, lo mire con diversión esperando a que terminara su inspección, al parecer mis pechos habían llamado su atención
— Puta madre — Mascullo sin despegar sus ojos de los míos
Al ver lo que el miraba fue donde recordé mi tatuaje, supuse que eso y mis pechos fue lo que lo hipnotizo
— ¿Recuerdas cuando te dije que no podía mostrarte mi otro tatuaje? — Le pregunte jalando el cabello de su nuca
Ares me miro con tantas emociones que no supe identificar, se veía feliz, excitado, emocionado, no sé, muchas emociones juntas
— Mierda — Murmuro regresando su vista a mi pecho, su dedo recorrió el borde de las líneas negras haciéndome estremecer — Quieres matarme, ¿Verdad?
Gruño sin despegar sus ojos de mis pezones, estos rápidamente se endurecieron al sentir la caliente mirada de mi boxeador, aprete mis piernas cuando sentí mi sexo palpitar dolorosamente
Ares me hizo recargarme en la puerta, se sacó su camiseta y colocando sus cálidas palmas abiertas en mi espalda y me empujo suavemente, mis pezones sensibles tocaron la suave piel de su pecho, sus brazos me abrazaron abriendo la puerta
Rodeé su cuello con mis brazos y nuestros labios no tardaron mucho en hacer contacto, sentí la puerta cerrarse detrás de nosotros, mi espalda toco suavemente el material de seda que tenía mi cama
Ares se alejó un momento colocando sus manos a cada lado de mi cabeza, me miro nuevamente
— No sé qué mierda hice para merecerte, pero agradezco a quien tenga que hacerlo por ponerte en mi camino — Murmura con los labios pegados a los míos
Mi corazon latió con rapidez escuchando sus calidades palabras, su cálido aliento pego contra mis labios
— Te amo — Dijo antes de besarme
Sus dedos jugaron con mi cuerpo, mis brazos recorrieron su cuerpo y muy pronto nos encontrábamos solo en bragas y bóxer, toda la ropa había volado fuera de nuestros cuerpos
Gime al sentir su dureza rozar contra mi sensible centro, Ares se separó de mi cuello y comenzó a descender, su boca encontró uno de mis pezones haciéndome arquear del placer, un juguetón dedo comenzó a acariciar mi centro por encima de mi ropa interior, mi garganta no dejaba de hacer sonidos de placer
La deliciosa y cálida boca de Ares fue a succionar mi otro pezón haciéndome jadear, sus dedos comenzaron a trazar círculos en mis clítoris que hacían mi mente volar de locura
— Ares...— Gemí llena de placer
El gruñido brutal de mi boxeador no se hizo esperar, se separó de mi pecho con un boop y comenzó a descender por mi cuerpo dejando un camino de besos húmedos, mi clítoris quiso gritar por un poco de atención de la mágica boca de mi boxeador
El dejo un beso en mi monte de venus antes de retirar mis bragas, una vez las retiro con lentitud beso mis piernas y mis muslos hasta estar cerca de mi húmedo centro, beso los costados de este sin despegar la vista de mi centro lubricado por mis jugos
— Joder — Murmuro
Se acerco hasta dejar un beso en mi monte de venus y comenzó a descender lentamente, mis manos volaron a su cabeza cuando sentí como tocaba el punto exacto con sus labios, grité de placer sintiendo como se abría paso con sus dedos dejando mi botón al descubierto, su suave lengua recorrió mi centro haciéndome estremecer
— Ares — Gemí de placer
— Eres mía, bunny
El me miro y sus ojos solo me hicieron encender de sobremanera, siguió lamiendo mi centro hasta trazar círculos que me hicieron volverme loca, no es en que punto cerro los ojos y puse una de mis manos en su nuca jalando su cabello
— ¿Te gusta cómo te saboreo?
Mi garganta se cerró y fui incapaz de responderle como gente civilizada, solo pude soltar un gemido alto
La otra mano se encontraba estrujando la sabana debajo de nosotros, la lengua de Ares no me dio tregua, trazo círculos más rápido y de pronto succiono mi botón haciéndome solar un chillido, sentí como su boca vibraba a mi alrededor, al verlo se estaba riendo de mi
Maldito
Su lengua penetro suavemente mi coño, las piernas comenzaron a temblarme sintiéndolo dentro de mi mientras sus dedos trazaban círculos en mi clítoris
— Ahh! — Chille con éxtasis
— ¿Quieres correrte, cielo? — Pregunto en tono malvado Ares separándose por un momento de mi
Asentí frenéticamente con la cabeza mientras cerraba los ojos y dejaba caer mi cabeza hacia atrás del placer
— No te escuche — Inquirió juguetonamente Ares, empuje por la nuca su cabeza de vuelta a mi necesitado centro, el soltó una risa y volvió a su trabajo
Su lengua volvió a jugar con mi botón y ahora fueron dos de sus dedos quienes comenzaron a penetrarme con suavidad, pero eso basto para volverme loca y que mis piernas comenzaran a temblar sin control
— Ares — Chille — Ares! voy a...
El aliento me dejo a media oración cuando sentí mi vientre tensarse
— ¿Que? ¿Correrte? Dámelo, bunny — Gruño acelerando sus movimientos — Quiero saborearte
Un grito salió de mi garganta al sentir mi orgasmo a la vuelta de la esquina, estaba tan cerca de correrme en el que sería el orgasmo más delicioso de mi puta vida
— No te resistas, bunny, necesito saborearte — Murmuro contra mi sexo
Mi vientre se tensó, mis piernas temblaron con mayor fuerza y entonces sentí una explosión cálida en la parte baja de mi abdomen que rápidamente se extendió deliciosamente por todo mi cuerpo dejándome sin aliento
— Ares! — Grite sintiendo el arrasador orgasmo llegar a mi cuerpo
Mis manos cayeron a mis costados, mi respiración era agitada y mi cuerpo estaba lleno de sudor, incluso sentía un leve dolor en el vientre bajo
Ares dejo un beso en mi monte de venus y después subió haciendo que nuestros labios conectaran nuevamente, al parecer estos se extrañaron porque rápidamente se volvieron en un dance pasional
Los dedos de Ares tomaron mis muslos e hicieron que levantara mis piernas hacia su cintura, rodee su cintura mirando como se colocaba en preservativo
Abrí los ojos con sorpresa al ver el tamaño de su pene, no es posible, pensé que algo debería de haber mal con este hombre, pensé que con su belleza era más que obvio que tendría una polla pequeña
Pero...
Miiiiierda
Que equivocada estaba, su pene era de un tamaño promedio, lo que te dejaba sin aliento era el grosor que tenía, era muy grueso, sus venas sobresalían incluso en esa parte de su cuerpo y la cabeza
Jooooder
La cabeza de su polla estaba roja, lubricada y todo en el marcaba estar listo para taladrar un edificio sin problemas, por supuesto, temí por mi vida
Una vez listo, comenzó a besarme por todo el rostro, incluso en cuello, se acercó a mí con una expresión cálida en los ojos
— Te amo, Alana Woods — Dijo fuerte y claro
Una sonrisa perezosa salió de mis labios acariciando su cabello
— También te amo, Ares Voltov, mi querido boxeador
El rio besando mi nariz, sus labios demandaron la atención de los míos quienes gustosos comenzaron una batalla de lenguas por el control del beso
Su mano acaricio mi centro haciéndome soltar un gemido aun teniendo mi boca en contacto con la suya, sentí su pene rozar con los pliegues de mi sexo
— Te sientes tan malditamente bien, joder — Mascullo con los dientes apretados
Ambos jadeamos sintiéndonos al uno al otro, la sensación era tan deliciosa que sentía que en cualquier momento me correría, pero encontrar Ares alejo sus caderas y tomo su pene entre sus manos, coloco la punta en mi entrada y me prepare
— Voy a follarte tan bien, que nunca desearas a nadie más dentro de ti — Murmuro antes de besarme
Su gran cabeza se abrió paso en mi estrecho canal haciéndome arquear la espalda con placer, mierda, me sentía tan estirada, el realmente me había estimulado lo suficiente para dejar un charco de mis jugos en el suelo, peor aún asi, su grueso pene no me la puso fácil
Los labios de Ares volaron a mis pezones dónde comenzó a succionar con fuerza cada uno de ellos, mi centro comenzó a palpitar con necesidad
— Mierda, eran tan jodidamente estrecha, vas a matarme, bunny — Gruño en un tono bajo
Su pene me penetro poco a poco entrando y saliendo de mi para acostumbrarme a su tamaño, gemidos y jadeos salían de mi garganta escuchando las guarradas que Ares me decía al oído
— Voy a follarte todos los malditos días de mi vida, por todos los lugares posibles — Murmuro en mi oído
Cuando su cabeza rozo con el fondo de mi canal quise llorar del placer que sentí, volvió a salir y entrar cada vez con más rapidez haciéndome jadear como una perra en celo
Su cabeza al contacto con mi vientre bajo me volvió loca, sentirlo estirar mis paredes cada que volvía a entrar era una sensación que nunca había experimentado antes
Sus embestidas comenzaron a ser cada vez más aceleradas, mi respiración era un desastre y nuevamente sentía mi cuerpo prepararse para otro orgasmo
Esta vez más fuerte que el anterior, su s dedo comenzaron a jugar con mi botón haciéndome jadear, sus labios viajaron a mi pezón succionando con rudeza
— Ahí! — Gemí con fuerza — Ares...
— Vamos, bunny, córrete para mí, hermosa — Gruño acelerando sus movimientos
El sonido de nuestras carnes al contacto solo me hizo sentir más excitada de lo que ya me sentía, Ares tomo mis tobillos y los alejo de su cintura, extendió sus manos al frente de el dejándome descubierta por completo, sus embestidas se hicieron cada vez más fuertes hasta que no pude mas
— Te ves tan jodidamente hermosa gimiendo para mí — Murmuro mirándome a los ojos
Mi vientre exploto con esa conocida sensación cálida subiendo por mi cuerpo y haciéndome estremecer
— Joder — Murmure sintiendo mi cuerpo hecho mierda
Todo en mi temblaba y se sentía sin fuerza, pero al parecer Ares no pensaba lo mismo, pues me hizo girar dándole la espalda colocándome en cuatro y dejando mi trasero descubierto para él, lo sentí dejar un beso en mi sexo antes de volver a penetrarme
Solté un grito al sentir su polla penetrarme más profundo que antes, su pelvis se pegaba a mas no poder con mi trasero, mi respiración se volvió más irregular y los latidos de mi corazon se volvieron locos
Sentía que en cualquier momento caería tendida, Ares puso sus manos en mi cadera y siguió embistiéndome
— Te sientes tan malditamente bien, joder — Gruño pegando su pecho a mi espalda y besando mi cuello
Sus juguetones dedos viajaron a mi clítoris dónde comenzaron a trazar círculos con mucho detenimiento y velocidad
— Ares — Negue poniendo mi mano sobre la suya — No puedo mas
Solloce sintiendo mi cuerpo ser más receptivo, la sensación de él penetrándome se hacía cada vez mejor, todo en mi temblaba peor la sensación comenzaba a ser una droga para mi
— Solo uno más, cielo, uno más — Murmuro dejando mi oreja
Su s movimiento se aceleraron tanto que no puede evitar volver a correrme, segundos después el comenzó a jadear y entonces sentí algo caliente tocar mis paredes
— Mierda! — Gruño Ares mientras su cuerpo tenía espasmos
Ambos nos quedamos quitos intentando regular nuestras respiraciones, Ares dejo un beso en mi espalda y salió de mi con cuidado se quitó el condón
Yo me deje caer en la cama exhausta, los dedos de Ares tomaron mi tobillo y me jalo hacia él, puso sus manos en mi trasero e hizo que mis piernas rodearan su cadera mientras caminaba hacia el baño
Abrió la llave de la tina y comenzó a dejar que se llenara mientras él se sentaba aun conmigo encima en el bode de la tina
— ¿Estas bien?
— SIP — Le dije adormilada
— ¿Te hice daño? — Pregunto dejando un casto beso en mis labios
— Noup — Negue con pereza
Are soltó una risa divertido, puso la esencia de frutos rojos que siempre he usado y nos introdujo en mi tina en la misma posición en la que me había cargado, mi cuerpo al entrar en contacto con el agua caliente se relajó, abrase el pecho de mi boxeador y puse mi cabeza en el hueco de su hombro
— ¿Te gusto? — Pregunto poniendo jabón en mi espalda con mucha suavidad
Un suspiro placentero salió de mis labios
— Si — Respondí con simpleza
— ¿Solo me responderás como monosílabas? — Pregunto divertido mientras me lavaba
— Si — Rei al sentir su pecho vibrar debajo de mi
Nos dimos un baño relajante mientras hablábamos un poco de lo que había hecho el otro desde que había pasado lo de Las vegas
Me dijo que su pelea era la próxima semana y que tendría que regresar a Las Vegas, me pidió regresar con él, pero honestamente le dije que lo pensaría
Salimos del baño usando nada más que batas, fui a mi vestidor para ponerme un juego de ropa interior color salmón, tomé unos pantaloncillos de Alaric que tenía guardados
Al salir Ares estaba de pie en el gran ventanal admirando la cuidad, recargué mi cabeza en mi hombro y le extendí el pantalón
— Ponte esto y vamos ya a dormir, estoy know out — Le dije girándome a mi cama
Saque las sabanas y me acomode mirando como el boxeador me miraba divertido por usar vocabulario de su deporte
— Que graciosa eres — Me dijo acercándose a la puerta
Me hizo fruncir al ceño al verlo salir campante por la puerta sin darme alguna explicación, me tape con las sabanas sin fuerzas para ir a buscarlo, minutos después llego con el cachorro y un vaso de agua en las manos
Se acomodó a mi lado mirándome, dejo al cachorro a nuestros pies, lo tapo con la camisa que traía puesta antes y se metió a la cama conmigo
— ¿De quién es este pantalón? por cierto — Pregunto en un intento de parecer casual
Rei
— De Alaric — Respondí con simpleza
El cuerpo de mi boxeador se relajó, me atrajo hacia si y me puso poner mi cabeza en su hombro-pecho, nuestras piernas se entrizaron y sus brazos me rodearon
Un suspiro de placer salió de mi sin evitarlo, había desea tenerlo así muchas veces, era la gloria, definitivamente no había podido dormir como me hubiera gustado estos largos días sin el
— Te amo, Alana
— Yo también te amo, boxeador
Y entonces ambos guardamos silencio, el sueño no se hizo espera mucho en mi caso, Morfeo fue rápido y me llevo con él en un segundo haciendo perder conciencia del mundo real