-Cuanto tiempo...Tomioka-
-... Kyoujuro-
-¡Inosuke!
El pelinegro mayor volteó a ver al muchacho ojiazul del que provinieron los gritos.
"¿Qué le pasa a ese tipo?"
Luego miro al recién llegado de cabellera rubia con mechas rojas.
"¿Acaso...?"
Y se desmayó...
-Ahhh?! Giyuu-san!!!!!-el pelirrojo fue el primero en reaccionar e ir corriendo a ver a su jefe que yacía desplomado en el suelo.
-Tomioka!!!-lo siguió el recién llegado-
"Puede que... después de todo...venir no fuera buena idea"
...
Abrió los ojos de a poco, ya no estaba tan cansado como antes, pero no le apetecia levantarse.
Sentía un poco de frío en su frente así que con incomodidad llevo su mano a esta y se quitó el paño que tenía puesto segundos atrás.
¿Qué había pasado?
-Hey, ¿ya te sientes mejor?-al voltear se encontró con el de mechas alborotadas y lo recordo-
Si le hubieran dicho en la mañana que se encontraría con un fantasma del pasado, se hubiera quedado en casa.
Instintivamente se aleja mientras el otro trata de acercarse.
-Giyuu-san, despertó!...que alivio-vio a Tanjirou suspirar y volver por dónde vino-
¿Qué no se daba cuenta de la situación?
-Lo siento-
-¿Eh?-
-No debí venir de improvisto, pero hace mucho que no venia...-dijo con una sonrisa apenada-
-No importa, tienes todo el derecho de venir aquí después de todo.-
-No, Urokodaki te dejo a ti la cafetería, tu eres el que tiene total y único derecho sobre ella.-
-...¿Porqué?
-...-debido a la mueca de confusión en el rostro del más alto se dispuso a continuar-
-¿Porque...viniste?-
-Ya ha pasado mucho, quería verlos de nue-
-No trates de evadir la pregunta.-
-Un suspiro-Un día de repente me ví repitiendo la misma rutina...y tratando de olvidar. Han pasado dos años, Tomioka.-
-Ya lo sé-
-No quiero que las cosas sigan así.-
-¿Que es lo que ha pasado para querer cambiar todo tan de repente?-
-Creo que debemos hablar de eso en un momento más oportuno.-
-Ahora es buen momento, un oportuno y buen momento.-se estaba empezando a impacientar, si Rengoku interrumpía su vida de la nada, esperaba que al menos, tuviera una buena razón.
-Uyabashiki...se encuentra grave.-
De inmediato trago en seco, no se esperaba una noticia así.
-¿Los demás lo saben?-
-Si, Uyabashiki quiere que todos nos reunamos, de hecho...están afuera ahora.-
-¿Afuera?-
Se tomó un segundo para pensar, había sido muy despistado.
-No los notaste, per-
-Si los ví, pero no son todos.-
-Shinobu y Muichiro deben de llegar mañana...¿Cómo han estado tú y Obanai?
-Bien...-
-¿Aún no...?-
-No, sigue sin recordar.-
-Ya veo.-
-Giyuu-san!!!-la exclamación del de ojos zafiro hizo que se irguiera de inmediato, notando así la poca distancia que los separaba a Rengoku y a el.
-¿Que paso Tanjirou?
-Ha dormido mucho...yo y Zenitsu ya vamos a casa. Obanai-san dice que lo esperara -entonces el Kamado mayor se volteó para ver a Rengoku- Kyoujuro-san, por favor, cuide de Giyuu-san, adiós!-
¿Cuidarlo? El se podía cuidar solo, no lo necesitaba.
-Tanjirou, ¡Espera!-
Muy tarde. El amable mesero ya había salido de la cocina, y poco después se escuchó la campanilla sonar.
"Que molestia"
-Bueno...¿te llevo a casa?-
-No.-
El mayor no pudo evitar empezar a reír, realmente Tomioka no había cambiado.
Espero que disculpen mis faltas ortográficas.
No esperaba que alguien leyera esto, pero lo hacen, entonces seguiré actualizando cada que pueda.
También trataré de corregir errores de los capítulos anteriores, gracias por leer.