y así, después de meses planeando aquello en su mente, decidió que era el momento.
-. a ver, ¿eres tonto o te pegan en casa?.- preguntó ya frustrado rubius por la situación.
-. te ves muy exaltado, creo deberías de sonar algo más comprensivo.- respondió fargan tranquilamente.
llevaba toda la tarde repasando el mismo dialogo una y una y otra vez, pero cuando recordaba que el pelinegro simplemente no iba a entenderlo, por eso quería ser lo más claro posible
-. debes tenerle paciencia, no te vayas tan rápido. ¿por qué no empiezas con invitarlo a algún lado?, no sé, a comer, a por diamantes o a ver las estrellas.- agrego willy
rubius lo miró con frustración, su amigo daba muy buenas ideas en momentos así.
-. willy tiene razón.- apoyo fargan
.- gracias, pequeño.-- dijo lanzandole un beso
fargan hizo como que atrapaba el beso y se lo estrellaba en el corazón.
-. a la mierda, se lo diré de una, me voy.- tomó su chaqueta.- gracias por la idea que no tomaré en cuenta, willy.
y así, salió de aquella "guarida", llamada "la hermandad".
(......)
.- ¡vegggggg!.- gritaba a todo pulmón para que el mencionado le abriera la puerta.- ¡VEEEEEEEEEGGGGGGGGGG!
.- ¿que?.-
Rubius salto del susto, apretó su pecho con su mano y se giró a ver al pelinegro, quien estaba detrás suyo, se veía sucio. tal vez estaba en alguna mina
-. me has asustado.- dice tratando de recuperar la compostura.
.- ¿que te trae por aquí, chiqui?.- pregunto bromeando con aquel apodo que rubius había soltado una vez.
—. ¿no podemos pasar a tu casa?.— pregunto rubius nervioso.
—. no.—
oh.