¿Alguna vez han sentido amar los días lunes tanto como la pizza o vengan a saber que otra comida?
¿No?
Pues yo tampoco, y la verdad es que si existe una persona que ha sentido eso, simplemente creo que esta loca.
Hoy es lunes, y comienza la jodida rutina de levantarme temprano para ir a la universidad, y así hasta que llegue el bendito día viernes.
Apagué el despertador, vi la hora y les juro que mandaría todo a la mierda en estos precisos momentos.
¡Son las 6:30 am!
Estoy pensando seriamente que la persona que invento la universidad tenía algún problema severamente grande a la cabeza.
Bostecé y mire por todos lados en busca de Ashley, pero para ser sincera mi vista parecía la de un borracho y aun no se adaptaba a la habitación la cual estaba invadida por los rayos del sol.
Refregué bien mis ojos con mis manos mientras sentía el horrible aliento de mi boca, típico de todas las mañanas. Tampoco es que uno despierte con aliento floral o algo así.
Me levante con toda las ganas del mundo para bañarme y vestirme, nótese el sarcasmo, pero mi cómoda cama no quería soltarme, reclamaba que me quedara con ella, enredada entre las suaves sabanas y, ¿Cómo negarme a eso? Era imposible.
Solo cinco minutos más....
Y así fue como caí rendida nuevamente sobre la cama y me quedé profundamente dormida.
(....)
-¡Mery! - escuché una voz que gritaba mi nombre .
¿Qué pasa?
Veía una luz a los lejos.
Oh no, ¿Estoy muerta?
¿Ahora qué?, ¿Me quedo observando la luz blanca frente a mí? O ¿Avanzo hacia aquella?
No vayas a la luz.
Escuché a mi subconsciente decirme como en típica película dramática.
Es una luz, no puede ser tan malo, a menos que signifique que estoy muerta. Eso si sería malo. Tengo mucho porque vivir. Tengo que dar mi primer beso, terminar la Universidad, hacer el trabajo de biología que es para hoy...mierda.
¡El trabajo!
Pensándolo bien, ¡Luz ven a mí y llévame a un lugar mejor!
Oh joder, ¿sabes algo? Anda hacía la luz y termina con esto.
Y ahí mi grandioso subconsciente robándome el protagonismo.
Justo cuando iba a avanzar hacia la luz y escuchar esa voz que gritaba mi nombre cada vez mas fuerte, sentí algo realmente frío chocar contra mi rostro.
-¡¿Pero qué carajos?! -grité sobresaltada quitándome el agua de la cara para poder ver bien. Oh diablos.
Me quede dormida, de nuevo.
Sigue así Mery, llegarás muy lejos.
Y resulta que la voz que gritaba mi nombre era mi querida mejor amiga y compañera de departamento. Ashley.
Y yo creyendo que era un ángel o algo por el estilo.
Realmente leer muchos libros de ficción me esta afectando la poca cordura que me queda.
-¡Aleluya! -gritó Ashley desesperada a mi lado mientras movía sus brazos de un lado a otro - Pensé que te había perdido - dejó salir un suspiro.
Realmente tengo una amiga extremadamente exagerada. Somos tal para cual.
-Estaba respirando, idiota - dije fingiendo estar molesta, pero no lo estaba, más bien quería reírme por la reacción de Ashley- ¡No tenías por que tirarme agua fría!
-¡Pero si no despertabas con nada! - chilló - ni siquiera con el olor de los calcetines de John.
¿Acaba de decir calcetines de John?
No me digan que me ha pasado un calcetín que para peor era de John por la cara.
¿Saben lo horrible que huele?
Debo de tener mucha suerte de no haber muerto por asfixia o intoxicación.
Me vengaré de Ashley eso ténganlo por seguro. Esta bien que se haya desesperado por que yo no despertara, pero no por eso me tenía que refregar un calcetín el cual huele verdaderamente del asco en toda mi bella cara.
¿Qué clase de amiga tengo?
-Buenos días, preciosas - escuché la voz de John, el cual asomó su cabeza por la puerta sonriendo ampliamente.
¿Y a este ahora qué le pasa?
-¿Ese es mi calcetín? - dijo adentrándose a la habitación mientras señalaba la prenda que se encontraba al lado de Ashley.
-Sí - respondió mi amiga encogiéndose de hombros.
-¿Pero por que coño siempre me quitan los calcetines? -dijo John confundido tomando el calcetín entre su mano para después olerlo. Que asco. - ¿Es que acaso les gusta sentir mi olor masculino?
-Pues déjame decirte que tu "olor masculino" -hice entre comillas con mis dedos - mataría a una ciudad entera.
-Eso es verdad -dijo Ashley apoyando mi comentario.
-Ja-ja - rió sarcásticamente - cambiando de tema, ¿Para qué estaban ocupando mi preciado calcetín?
-Para despertar a Mery - contestó rápidamente Ashley - Pero no funcionó, así que tuve que tirarle agua fría.
-Eso explica por qué estas mojada - señaló John mi pijama empapado de agua para luego sonreír - lastima que de todas formas llegaras tarde a la Universidad, preciosa.
-Mierda - me golpeé con la palma de mi mano la frente.
Nunca más duermo "5 minutos".
...
Llegué a la universidad con una hora de atraso y aun mejor sin el trabajo de Biología.
Ahora me encuentro acá, con mi profesor de Psicología el cuál me mira esperando a que le cuente mi gran suceso de por que llegue tarde y así poder entrar a su clase.
Y así lo hice.
-Entonces... - dijo él procesando todo lo que le había contado lo cual la mitad de aquello fue mentira. - ¿John?, tu compañero de departamento...
Asentí con la cabeza.
-Le dió diarrea... - volví a asentir aguantandome las ganas de reír - y cuando usted se quería dar una ducha se encontró el baño lleno de... excremento. Y además a John inconsciente en el suelo del baño, y lo tuvo que llevar al hospital, por eso según usted llego tarde a mi respectiva clase.
-Así es -dije mordiendo mi labio inferior. No sé cuanto más pueda aguantar las ganas de reír.
Lo sé, no soy buena inventando excusas. Pero deben de admitir que para ser lo primero que se me ocurrió, no estuvo tan mal.
-Mery, no soy imbécil - dijo dejando salir un suspiro - por esta vez, lo dejaré pasar.
-¿Es enserio? - conteste sorprendida. Nunca pensé en esta posibilidad, gracias a todos los dioses.
Después de todo, no tengo tan mala suerte.
-Sí - me sonrió - solo por que tu relato me resultó gracioso - soltó unas breves carcajadas - deberías de practicar mejores excusas.
-No me dió mucho tiempo para pensar en alguna excusa convincente - me defendí a la vez que sonreía aliviada.
-Esta bien, ahora entra - Señaló la puerta para después sonreírme y seguirme una vez que pude entrar.
-Muchas gracias - Me dirigí a mi puesto.
La clase de psicolgía había estado bastante interesante. Lamentablemente ya tenía cambio de ramo así que debía de ir a la siguiente sala, caminé por los pasillos mientras silbaba la melodía de'' Wiggle''. Admitan que es pegajoso el ritmo, no puedo ser la única que no se puede quitar esa melodía de la cabeza.
-¡Hey! - escuché una voz masculina a lo lejos pero la ignoré completamente, debe de estar gritándole a otra persona.
Eres la única que esta en el pasillo.
Comencé a caminar más rápido mientras sentía unos pasos firmes seguirme por atrás.
¿Qué acaso no se da cuenta que estoy huyendo de él?
Una mano me agarro del hombro delicadamente y me volteó, así fue como quede frente a un chico que era realmente guapo y muy alto, debo de parecer un duende a su lado ya que no le alcanzo a llegar ni al pecho.
Lo miré algo embobada, sus ojos son de un color realmente llamativo, se podría decir que era una mezcla de tonalidades amarillas con detonaciones cafés. Su piel era algo tostada, y sus cejas bien tupidas, nariz respingada y labios no muy gruesos, sin dejar atrás sus duras facciones que le daban todo ese increíble encanto.
-¿Qué quieres? - solté finalmente sin apartar mi vista de la suya, ¿Se me estará cayendo la baba? probablemente.
Tengo a un hombre verdaderamente atractivo frente a mí, ¿Cómo puede existir alguien así? ¿Estaré soñado?
-Se te ha caído esto - dijo con voz ronca mientras esbozaba una sonrisa torcida al mostrarme la toalla sanitaria.
¿Esto es una broma no?
Un consejo, nunca tengan a una amiga que guarde toallitas sanitarias en sus mochilas por cualquier "emergencia". Puede que les ocurra algo como esto.
Ashley te odio, ¿Qué amiga se preocupa de que lleves toallas de emergencia en la mochila?
Ah sí, la mía.
Hija de su grandísima madre.
Ahora yo soy la que esta muriéndose de vergüenza. Aunque no sé muy bien porqué, tampoco es como si fuera algo de otro mundo, pero aquí estoy totalmente avergonzada, ya debe de pensar que soy un río de sangre en este momento.
-Oh - dije nerviosa. Sentía como la sangre subía a mis mejillas rápidamente - gracias.
¡Dios porqué me haces esto!
-No te apenes - dijo mientras se encogía de hombros y seguía manteniendo esa sonrisa - Soy Carter -me extendió su mano en forma de presentación la cual acepté.
-Mery - le dije mi nombre rápidamente, esto es realmente incómodo.
Esto no hubiera estado pasando si no fuese por esa estúpida y jodida toalla que mágicamente se cayó de mi mochila y llegó a las manos de este chico.
El cual es no puedo creer que sea tan guapo. Lo sé, ya se los había dicho pero, ¡es tanta belleza que no volver a mencionarlo seria un pecado!
Exagerada.
Ahora solo debes encontrar a Ashley y darle unas cuantas bofetadas y bien fuertes.
Ashley espera a que te encuentre, de esta simplemente no te salvas.
-Bueno - dije por terminada la conversación - tengo que irme. Le Sonreí forzadamente y corrí un mechón de mi cara.
Me di media vuelta y comencé a caminar mientras guardaba la maldita toalla nuevamente en la mochila.
Antes de poder llegar a mi sala de clases y abrir la puerta con mi excusa ya lista por el trabajo de biología, alguien me tomó de la cintura y me alejó de la puerta unos cuantos centímetros, mi cuerpo se tensó por un momento, ¿Qué tiene la gente hoy con tocarme? pero al ver al chico que lo había hecho mis músculos se relajaron ligeramente.
Adivinen quién era.
Carter.
-¿A donde vas? - me preguntó, mientras mantenía sus manos en mi cintura.
-A clases - respondí un poco borde mientras lo alejaba de mí, que digamos su acercamiento me estaba incomodando.
-¿Tienes biología? - enarcó una ceja mientras se cruzaba de brazos y me analizaba de pies a cabeza.
-Sí - contesté no muy convencida.
-Pues entonces - abrió la puerta de la sala de clases - entre rápido señorita si no quiere que la deje fuera de mi clase - su sonrisa volvió a aparecer y se adentró en la sala.
Yo claramente me quede ahí, procesando lo que acababa de decir.
¡¿No puede ser?!
¡¿Su clase?! ¡Es un Profesor, UN PROFESOR! ¿Que diablos acaba de pasar?
Me di una cachetada mentalmente y entré a la sala aun sin creerme nada de lo que había dicho.
Vamos Mery, no es tan malo.
El chico que te entrego la toalla sanitaria es tu profesor, muy normal, a todos les ha pasado.
¿No?
Me dirigí a mi pupitre y me dejé caer sobre la silla.
- Psss... - ¿Ahora qué? - Mery -escuché susurrar mi nombre a mis espaldas.
Me volteé y me encontré con los enormes ojos celestes de mi querida amiga. Ashley. Se me había olvidado de que a ella también le tocaba este ramo.
-¿Qué? - le pregunté algo molesta.
Aun no puedo superar la gran vergüenza que acabo de pasar hace unos minutos antes y para peor, el chico, que resulto ser el nuevo profesor de biología, esta aquí, respirando el mismo aire que yo.
Excelente.
-Esta para devorarse al profesor ¿no crees? - susurró en un tono divertido típico de ella.
-Estas loca - solté unas breves risitas.
Pero era la verdad, el profesor era algo así como un dulce esperando a ser devorado lentamente.
¡Ay Mery hasta que al fin se te contagiaron los pensamientos pervertidos de Ashley!
-¿Ocurre algo por aquí? - Vi aparecer a Cárter. El profesor, frente a nosotras con cara de interrogación - por favor compartan su conversación con los demás así nos divertimos un rato.
Ashley se levantó y suspiró.
Oh no, Ashley por favor no hables, ni se te ocurra.
Le supliqué con la mirada, pero al recibir como respuesta una sonrisa de oreja a oreja de su parte, supe que hablaría, y algo no muy apto para un profesor.
-Bueno querido profesor - dijo Ash sonriendo en todo momento - yo le estaba informando a Mery algo que creo que todos ya saben.
-¿Y se puede saber qué es lo que todos saben? - preguntó Carter en tono serio mientras nos observaba detenidamente.
-Qué usted esta para devorarselo y que quizás tenga novia - y ahí esta la Ashley sincera - pero eso para mi no es un obstáculo. -le guiñó un ojo y volvió a sentarse en su asiento, Ashley estaba relajada mientras los demás la observaban boquiabiertos al igual que yo y Carter.
-¿Acaso no puedes cerrar la boca por un momento? - le reproché, me miró ofendida, pero sabia perfectamente que no lo estaba, mejor dicho, la conozco lo suficiente para saber que se esta riendo por dentro.
-Y usted señorita White- Carter se agachó y apoyó sus manos en mi mesa a la vez que acercaba su rostro frente a mí. Si ya estaba sonrojada ahora debo de ser un tomate. - ¿Cree lo mismo? - sonrió.
¿Realmente me acaba de preguntar eso? Me sorprendo cada vez más de su comportamiento.
-Mmm yo... - analicé brevemente mi respuesta.
Tomé aire profundamente y dejé salir las palabras como balas.
-Creo que Ashley tiene razón - Carter ensancho más su sonrisa mientras todos nos miraban expectantes - pero, la belleza se arruina con la arrogancia, y veo que tú eres bastante arrogante, teniendo en cuenta que eres un profesor, Dios ¿Cómo puedes hacerme ese tipo de pregunta? ¿No tienes nada mejor que hacer que incomodar a una de tus alumnas? Vaya espectáculo - suspiré y miré fijamente los ojos de Carter, su sonrisa se había desvanecido.
Carter se acercó a mi oído colocándome totalmente tensa, mi respiración se aceleró. No es nada agradable tener una escena así con un profesor y para más, frente a toda la clase.
-No me conoces - susurró en mi oído con una voz realmente seductora para después alejarse y guiñarme un ojo.
Lo que me faltaba, un profesor coqueteandome.
¿No se supone que esto solo sucede en las películas? Que lío.
La clase prosiguió normalmente excepto por las miradas que Carter me daba de vez en cuanto para sonreírme, cosa que Ashley notó junto con media clase.
Ya veía venir los rumores, grandioso.
-Bueno alumnos - dijo el profesor, cerrando el libro de clases - Ya que desde ahora yo seré quien realice estas clases, tendrán que adaptarse a mis métodos, les haré hacer un trabajo en parejas, pero... - dijo divertido mientras todos le mirábamos con suplica - yo elegiré a su pareja de trabajo.
Sinceramente prefiero mil veces al antiguo profesor de biología, aunque era algo serio y gordo, pero al menos el no coqueteaba con sus alumnas, para ser mas precisa, conmigo. Y él nunca hacía trabajos en parejas, que jodido estaba mi día, pero al menos ya no debía de preocuparme por el trabajo que no realicé, un punto a favor.
Carter dió todos los nombres de las parejas, a Ashley le había tocado con Bruno, el vocalista de una banda de la Universidad, que suerte la suya. Todas las parejas estaban decidas, oh sí, todas excepto yo.
Algo me dice que esto no será bueno.
-Ahora que todos tienen a sus respectivas parejas... - comenzó a hablar Carter pero lo interrumpí levantando la mano - ¿Pasa algo señorita White?
-Sí - dije más cortante de lo que quería - se olvidó mencionarme, no tengo pareja para el trabajo.
-Oh - dijo formando una perfecta "O" con sus labios - usted hará el trabajo conmigo.
Esto no esta bien, quiero a un puto abogado ahora mismo. No puedo hacer un trabajo con él, vuelvo a recalcar que es el un profesor, simplemente no. NO HARÉ ESE TRABAJO Y MENOS CON ÉL. ¿Qué alguien me explique en que momento mi vida se volvió una escena de película adolescente?
-Volviendo a lo del trabajo - dijo con esa sonrisa al ver mi cara de molestia y enfado - tendrán que ver una película romántica con su pareja y hacer un informe de 5 hojas sobre las emociones que sintieron al verla. El trabajo es para pasado mañana, sin atrasos ¿Esta bien?
¿¡Una película romántica?!
¿¡Pero qué clase de profesor contrataron?! ¡¿Qué tiene que ver todo esto con biología?!
Tragame tierra.
-Sí - respondió toda la clase al mismo tiempo.
El timbre sonó dando por finalizadas las clases y era tiempo de un corto receso.
Tomé mis cosas y esperé a que Ashley hiciera lo mismo. Me colgué la mochila en el hombro y miré a Carter mientras ordenaba unos cuantos papeles desordenados sobre la mesa.
-Así que harás el trabajo con el profesor - insinuó Ashley al estar lista. Elevó y descendió sus cejas de forma repetitiva - que suerte.
-No -dije mientras caminábamos hacía la salida para ir a encontrarnos con John en la cafetería - no quiero hacer el trabajo ese profanador de cunas.
-¿Profanador de cunas? - preguntó Carter apareciendo entre nosotras con sus cejas enarcadas. - ¿Quién?
-Oh, Mery tengo que irme - dijo Ash observando el celular. Maldita traidora - se me olvido... que tengo que...¡Scott espérame! - gritó mientras salia por la puerta con un compañero. El cuál se sonrojó al ver a Ashley, lo abrazó como si se conocieran de toda la vida.
Vaya amiga que tengo.
Yo comencé a caminar nuevamente siguiendo mi camino pero Carter me tomó del brazo impidiendo que continuara. ¿Es qué acaso hará eso cada vez que me vea? Me zafo de su agarre y lo observo molesta.
-¿Podemos hablar? -dijo más en un tono de suplica.
-No tenemos nada de que hablar - dije con cara de pocos amigos - las clases ya terminaron así que por favor déjame disfrutar de mi receso.
- ¿Por que actúas así? -me soltó del brazo y se rascó la nuca.
-Por que eres un profesor, no te conozco, y tampoco me pretendo hacerlo, coqueteas conmigo como si nada - le hablé en un tono de fastidio el cual notó y enarcó una ceja - hasta podría ser tu...
-¿Hija? - me interrumpió y dejó salir una ronca carcajada - no lo creo, además no te estaba coqueteando, no coqueteo con alumnas y soy lo bastante joven como para que seas mi hija.
-Ajá, y para ti no coquetear - recalqué la palabra no - es guiñarne un ojo, sonreírme como lo haces ahora y dedicarme miradas tan profundas.
-Exacto - ensancho su sonrisa para después escribir algo en una hoja y entregármela - Toma, para que después hablemos y podamos programar lo de la película - le arrebaté el papel y sin verlo siquiera me lo guardé en el bolsillo de mi chaqueta.
-Hasta luego - le dije de mala gana y caminé hacia la salida pero nuevamente me detuvo.
Ag, una vez más y lo golpearé, lo prometo.
-Mery...-dijo en mi oído de forma seductora.
Sin duda este es mi peor lunes.
Me voltee y cerré los ojos rápidamente al ver a Carter a unos centímetros de mis labios.
Estaba preparada para abofetearlo.
-Hasta luego - se alejó de mis labios para depositar un cálido beso sobre mi mejilla - esperaré tu llamado.
Y dicho eso salió de la sala dejándome completamente desconcertada. Analizando lo ocurrido.
-¡No te llamaré! - grité furiosa.
Obviamente no lo llamaría, ¿Qué se cree?, si esto se vuelve a repetir juro que nunca más asistiré a sus clases, me importa un verdadera mierda reprobar.
De todas formas lo tendrás que llamar para el trabajo.
Claro que no.
Claro que sí, es tu pareja de trabajo, tendrás que llamarlo, quieras o no.
Me di una cachetada mentalmente, mi subconsciente tenía razón.
Tendría que llamarlo.
Ahora esta vez pude salir de la sala de clases tranquilamente, bueno la verdad no se si tranquilamente ya que estaba siendo empujada y pisoteada por mucha gente.
-¡Auch! -le grité a la estúpida chica al lado mio que me había dado un codazo en las costillas.
-¡Oh lo siento! Yo no suelo golpear a zorras - dijo sonriéndome para después desaparecer entre la multitud al igual que yo.
¿esta descerebrada me acababa de decir zorra?
Eso no me lo esperaba.
Al entrar a la cafetería el olor a café junto con aquellos deliciosos pasteles, invadió mis fosas nasales, realmente me encantaba este olor tan representativo de una cafetería, era embriagador, al menos para mí.
Busqué con la mirada a mis amigos por todo el lugar hasta que los pude divisar a lo lejos en una las mesas cerca del gran ventanal y estaban... ¿Gritando?, llamando así la atención de todas las personas presentes.
Lo que me faltaba.
-¿Pero qué hacen? - Interrumpí sus griteríos. Me crucé de brazos esperando alguna respuesta mientras ellos me miraban como perritos regañados.
-John empezó - dijo Ashley haciéndose la víctima mientras apuntaba a John quién la miraba indignado.
-¡Eso es mentira! - se defendió - ¡Tu fuiste la que me tiró el café hirviendo en los pantalones!
-¡Tu empezaste a molestar a Scott por estar conmigo! - ahora gritó Ashley a la defensiva - ¡Lo espantaste pedazo de foca con retraso!
-¡Tu lo estabas acosando, loca de manicomio! - John se estaba colocando rojo de furia -¡Yo solo lo salve de ti!
-¡Cállense los dos! - grité ya perdiendo mi paciencia.
Es suficiente convivir con ellos, ¿Ahora tener que soportarlos fuera del departamento?
-Esta bien - dijeron los dos al unísono mientras agachaban sus cabezas.
-¿Acaso no pueden dejar de llamar la atención de los demás por un día? -les reproché a la vez que me sentaba entre ellos para que así no se llegaran a matar.
-¿Como pretendes que una belleza de otro mundo como yo no llame la atención de los demás? -habló John en un tono algo ofendido.
Rodee los ojos.
Quién lo diría, mis amigos serán los primeros en hacerme envejecer antes de tiempo.
-Belleza del planeta de los simios - comentó Ash en un tono burlón ganándose una mirada de odio de parte de John.
-Envidiosa.
-John, deja de actuar como si fueras una nena, ya sabes, puedes llamar la atención... - susurré lo ultimo - de los chicos... - apunté "disimuladamente" a un grupo gay que se encontraban en una de las mesas, observando a mi amigo de una forma obscena - ya sabes los del otro bando.
-Lo siento - habló John en un tono masculino y muy varonil - pero mi corazón esta dividido en dos.
-¿A sí? - preguntó Ashley, interesada mientras fruncía el ceño - ¿Por quienes esta divido tu corazón?
-Es obvio que por Mery y la comida - sonrió al ver el rostro de Ashley molesto para después reír junto conmigo. La verdad es que la cara de mi amiga debió de ser un poema - es broma, enana,, sabes que tu también estas en mi corazón - le lanzó un beso imaginario a Ashley el cual ella recibió con gusto, John hizo lo mismo conmigo por lo cual yo le respondí con una sonrisa.
De verdad que tengo los mejores amigos.
¿Que más puedo pedir?
Junto a ellos lo tengo todo.
(....)
-¡No dejaré que veas esa película con el profesor pedófilo! - gritaba John histérico mientras se paseaba por la habitación alborotándose el cabello.
Las clases ya habían terminado, John, Ashley y yo fuimos los primeros en salir después de la práctica de basquetboll, por lo cual llegamos mas temprano de lo habitual a nuestro departamento.
A la muy estúpida de mi amiga se le había "soltado" en el trayecto frente a John que tendría que ver una película romántica con mi respectiva pareja que era el maldito nuevo profesor de biología, claramente no lo tomo bien y comenzó con su sobreprotección de hermano mayor.
-Es un trabajo John -suspiré algo frustrada -no pienso reprobar biología por culpa de un profesor con problemas de coqueteo hacía chicas menores, sabes perfectamente que si repruebo alguna materia mi padre me regresará a Londres.
-¡Veré esa película con ustedes y no pienso dejar que ese maldito se te acerque más de lo debido! - dió por terminada la conversación y salió de la habitación dando un fuerte portazo para después gritar escaleras abajo, ''¡Es por eso que los profesores deben de ser unos viejos feos y gordos y no parecer modelos playboy''.
Eso me provoco una breve sonrisa ya que por un parte tenía razón, no deberían de haber profesores así. Va contra las leyes de la vida.
Saqué mi celular y conecté los audífonos para poder sumergirme en mi pequeña burbuja, me encantaba estar de vez en cuando en mi propio mundo, ya que los problemas o todas las otras cosas tan mínimas que te complican la vida, se esfuman.
Comencé a cantar la canción "Jar of Hearts", cada palabra la sentía llegarme al corazón, la melodía, el ritmo, me llenaba completamente.
Desde pequeña eh sido realista respecto a muchas cosas, nunca creí en los cuentos de hadas, en un final feliz después de cada cuento, y la lista sigue pero no quiero agobiarlos con eso de mi ''infancia''. El punto es que siempre tuve claro lo que quería para mi futuro, ser alguien importante y tener mi titulo en medicina, y quizás, si mi padre y madre me apoyaran, llegar a ser cantante, pero no creo que eso llegue a suceder, nunca les interesó mi felicidad, solo les interesaba que yo ganara mucho dinero para mantener la reputación de los grandes empresarios White. Pero claramente no pienso seguir su protocolo con respecto a mi vida, ya cumpliré 20 años y puedo valerme por mi sola, tomar mis decisiones y cometer miles de errores si se me da la gana.
La canción ya había terminado, abrí los ojos lentamente y suspiré.
Me hubiera gustado tener una familia dentro de lo normal, que me compraran muñecas, que cada noche me cantaran una canción de cuna y me dieran las buenas noches, pero no todo es como uno quiere.
Me levanté de la cama y me saqué los audífonos, dejé el celular sobre la pequeña mesita de noche que se encontraba al lado, metí mis manos en los bolsillos de mi chaleco y saqué un papel todo arrugado, fruncí el ceño, abrí el papel de a poco y al estar completamente decente para leer el contenido, pude notar que era un número telefónico con algo escrito abajo.
Espero tu llamado, Carter.
Volví a tomar el celular entre mi mano y anoté el número de Carter en la sección de marcación de llamadas. Apreté la opción llamar. Al tercer timbre, descolgó dejándome escuchar su ronca voz.
-Mañana a las 6, en mi departamento, queda frente a la cafetería de los Hermanos García, habitación 162, si llegas un minuto tarde, haré el trabajo yo sola y me tendrás que aprobar te guste o no - dije rápidamente para después callarme y poder dejar entrar aire a mis pulmones.
-Pensé que nunca llamarías - soltó una breve carcajada - estaré ahí a las 6 en punto, nena.
-Mi nombre es Mery, no nena - espeté molesta.
-Nos vemos mañana... -se quedó callado por un momento - hermosa - y colgó.
No puedo creer que tendré que lidiar con ese imbécil lo que queda del año.
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Bueno aquí el primer capitulo de esta novela, espero que no se hayan aburrido y les sea de su agrado.
Espero que me apoyen en este nuevo proyecto y me ayuden a seguir con él. Se los agradecería.
Gracias por leer
Díganme que les pareció el primer capitulo.
Nos leeremos pronto.