𝐓𝐄𝐓𝐑𝐀¹ | 𝐒𝐓𝐄𝐕𝐄 𝐑𝐎...

De folklorevans

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TETRA | ❝la мenтιra no тendría nιngún ѕenтιdo ѕι la verdad no ғυera percιвιda coмo pelιgroѕa❞ ━alfred adler ... Mais

❍ INTRO
❍ SOUNDTRACK
❍ CAST
❍ AESTHETICS
❍BOOKTRAILER
━DAY ONE
━DAY TWO
━DAY THREE
━DAY FOUR
━DAY FIVE
━DAY SIX
━DAY SEVEN
━DAY EIGHT
━DAY NINE
━DAY TEN
━DAY ELEVEN
━DAY TWENTY ONE
━DAY TWENTY TWO
━DAY TWENTY THREE
━DAY TWENTY FOUR
━DAY TWENTY FIVE
━DAY TWENTY SIX
━DAY TWENTY SEVEN
━DAY TWENTY EIGHT
━DAY TWENTY NINE
━DAY THIRTY
━DAY THIRTY ONE
━DAY THIRTY TWO
━DAY THIRTY FIVE
━HOME
━THINGS TO KNOW
━BACK TO THE WORLD
━FIRST WARNING
━KNOW BETTER
━BURN IT ALL
━THAT'S NEW
━TRY IT
━SOMETHING ELSE?
━LET IT RAIN
━THIS IS WORST
━CANDLES AND STRAWBERRIES
important
━SNITCH
━ADDITIONAL HELP
━PULSE
━UNDERSTAND
━THE BOMB
━REPERCUSSION
━MANIPULATION
━WEAK MIND
━UNDERCOVER PLAN
━EVERYTHING MAKES SENSE
━HUMANITY'S HOPE
━NOT GOOD AT GOODBYES
𝙥𝙖𝙧𝙩 𝙩𝙬𝙤

━DAMN IT

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De folklorevans

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TODO EL MUNDO YA LO SABÍA y por eso el escapar de allí fue una misión complicada, gracias a Dios que la policía llegó y apartó a todas las personas y reporteros, lo que le permitió a los involucrados salir de ese lugar, y Steve casi a cuestas con la castaña.

Como pudo la subió a la camioneta y emprendieron marcha velozmente a la Torre.

Por suerte la lluvia había seguido su curso normal al momento que Astrid despertó de su transe, así que de eso no iban a preocuparse.

La gente había visto todo lo sucedido, pero debido a su desconocimiento del tema sólo fueron concientes de que Stark casi fue atropellada, ignorando completamente que el inciddente de la lluvia fuera culpa de ella.

Gracias al cielo.

Ambos seguían con sus cuerpos empapados aún, pero lo que menos les importó en ese momento fue mojar la camioneta.

Rogers estaba demasiado preocupado; su vista iba del camino a Astrid, del camino a Astrid una y otra vez, asegurándose de que estuviera bien.

Pero ella seguía con su cabeza apoyada en el cristal, con la vista perdida. Sus ojos azules ya habían desaparecido pero tampoco eso era algo para alegrarse.

El brazalete no había funcionado y eso estaba mal.

Steve imaginó que ya todos en el cuartel se habían enterado de la noticia y que estarían esperándolos como siempre reunidos en la sala en frente de la televisión y exigiendo respuestas.

Stark volvió a recuperarse poco antes de llegar a las instalaciones, giró su cabeza para encontrarse con el rostro de Steve firme en el camino y con su mandíbula rígida.

Estuvo un par de segundos inmóvil hasta que habló:

—¿Rogers?

El mencionado giró en su dirección y al ver a la chica despierta suspiró aliviado.

—Astrid, por fin— la joven se reincorporó en el asiento haciendo crujir su espalda y cuello— Llevabas un rato así.

Stark intentó sonreír— Si es que yo...— honestamente ella no pudo dar una buena explicación— Eso fue raro— concluyó.

—Ni que lo digas. ¿Estás bien?— preguntó mirandola

Astrid hizo crujir su cuello nuevamente— Sólo siento que me va a explotar la cabeza...Necesito mis pastillas— dijo más para sí misma que para su acompañante.

Hubieron unos cuantos segundos donde ambos permanecieron callados hasta que el Capitán se atrevió a aclarar una duda que estuvo rondando en su cabeza.

—Astrid...¿Eres consciente de lo que acabas de hacer?

La chica volteó su cabeza con lentitud hasta toparse con los ojos azules de Steve.

Desearía no serlo.

Ambos volvieron su vista al frente suspirando con pesar. No era un tema para nada agradable.

—Te juro que no sé que sucedió esta vez— dijo Stark de repente con su vista fija en el camino— Mi conciencia...Me atrapó.

—Debió haber sido algún otro efecto del cambio en tu ADN y...

—No Steve— lo interrumpió— Esto fue distinto...Habían voces hablándome...Murmurando cosas que no podía entender.

El Primer Vengador la observó con atención. Había una parte de él que no le creía, pero había otra que elegía confiar en ella.

Y se fiaría de esa última parte.

—No estoy loca Steve— contestó ella como si supiera que el rubio desconfiaba de sus palabras. Quitó su vista del camino y la centró en éste— No lo estoy.

El resto del camino fue en silencio, Astrid no tenía fuerzas para seguir hablando y el Capitán no quiso ser más molestia para ella.

Llegaron al edificio y estacionaron en el subterráneo preparándose para lo que iba ser la reprimenda por parte del resto de los Vengadores.

El motor se apagó y Rogers fue el primero en bajar, Astrid abrió la puerta para seguirle pero cuando sus piernas tocaron el suelo tambalearon y ella se desestabilizó. De no ser por la rapidez del Capitán que corrió a sostenerla esta cae al piso.

—Astrid...Astrid— Steve trató de sujetarla de manera que no le doliera—Te tengo, tranquila.

Stark soltó un par de quejidos adoloridos mientras cerraba los ojos con fuerza, como si esto fuera a desaparecer el dolor.

—Estoy bien, estoy bien...— decía con la mirada no muy convencida del rubio sobre ella— Es en serio, fue sólo...La primera pisada— Steve lo dudó pero asintió ante sus palabras, cerró la puerta de la camioneta y caminaron hacia el elevador.

A pesar de la insistencia de la neoyorquina Steve sostuvo a la chica durante todo el trayecto hasta el piso de los Vengadores, aunque ella no quisiera admitirlo, necesitaba la ayuda del Capitán.

Cuando las puertas se abrieron en el piso correspondiente a Astrid se le pusieron los pelos de punta, al igual que su acompañante ella había pensado en que reacción iba a tener el equipo —en especial su hermano— ante la noticia que circulaba los medios.

Caminaron lentamente hasta llegar a la sala donde pudieron oír voces suponiendo que allí se encontraban ellos. Sus cuerpos escurrían, pero menos que antes, aunque de igual manera dejaban algunas gotas de agua a su paso.

Steve fue el que tomó la iniciativa y abrió las puertas de la sala causando que todas las miradas se fueran hacia ellos.

Como suponían la televisión estaba encendida en el canal de noticias, anunciando con grandes letras que Astrid Stark había estado al borde de morir atropellada.

Lo que les sorprendió de todo aquello fue que en la sala también se encontraba Thor el cual había vuelto de su cruzada en Asgard quizás con que respuestas.

Allí en el centro —además del asgardiano— se encontraban Natasha, Bruce y Clint. Pero su hermano no estaba con ellos.

Giró su cabeza en busca de este y lo encontró unos metros más atrás hablando efusivamente por su celular.

Astrid suspiró soltándose del agarre del rubio para caminar hacia el frente seguida por Rogers.

El primero en acercarse a ellos fue el dios que abrazó en saludo al Capitán y luego a la chica.

—Que tal Thor ¿Cómo llegaste?— le dijo Steve sujetando su brazo.

—Complacido...Y con respuestas— respondió para alentarlos, luego miró a la castaña— ¿Todo bien?

Stark sostuvo su silencio— Ojalá.

Thor entendió su respuesta y volvió a reunirse con el grupo, el cual sólo se limitó a mirar a los recién llegados con una media sonrisa.

El silencio volvió a reinar, lo único que oían era la televisión y la alterada voz del millonario al teléfono pidiendo a los medios de comunicación que cancelaran esa noticia.

Astrid temblaba, no quería otra reprimenda y menos otros días encerrada en el laboratorio como conejillo de indias. Sabía que su hermano podía molestarse pero lo que más le preocupó en ese momento fue la reacción de su tía.

Todos seguían repartiéndose miradas, como si Tony Stark les hubiera pedido que al llegar ambos no dijeran nada.

—Si...Lo entiendo— la voz del millonario empezó a oírse más clara ante su cercanía al grupo— No hay problema, yo lo arreglaré...Gracias— y cortó.

Nadie dijo algo más, Tony empezó a acercarse hacia los dos recién llegados con lentitud. Cuando estuvo en frente se detuvo y se quedó callado unos segundos.

—Tú de verdad tienes que dejar de asustarme así.

La chica suspiró agradecida de que las primeras palabras de su hermano fueran esas y no alguna reprimenda.

—Lo siento— se limitó a decir ella.

El castaño caminó hacia ella y la abrazó suavemente, sin importarle que estuviera empapada.

Estuvo cerca de perderla de nuevo y eso le partía el corazón.

—¿Estás bien?— susurró contra su hombro mojado.

—Algo— respondió ella en un susurro.

Ambos se separaron y el mayor de los Stark miró su ropa divertido al ver que también quedó mojado. Luego su vista se dirigió al Capitán, una mirada honesta y agradecida, palmeó su brazo y habló:

—Gracias— Steve asintió de la misma manera entendiendo que el había evitado el accidente de su hermana y su amigo se lo agradecía.

Los tres se volvieron a integrar al círculo de personas mientras algunos se acercaban para saludarlos y abrazar a Astrid.

Todos estuvieron a punto de perderle otra vez.

Las pantallas aún transmitían la noticia del incidente, pero a la chica no le incomodó tanto y decidió dejarlo pasar por ese momento.

—En serio lo lamento— volvió a decir la neoyorquina— Fue un accidente.

—Y de no ser por Steve no la cuentas— habló el arquero palmeando el hombro de este.

La chica volvió su vista al rubio que sólo le sonrió.

Lo sé.

Natasha llegó con dos toallas grises para sus amigos que rápidamente se cubrieron con estas para poder secarse y aminorar el frío que sentían.

—Hablé con los noticieros y ya no pueden cancelar la noticia— habló el millonario apenado— Ya todos lo saben, lo siento.

Su hermana se acercó y lo abrazó por la cintura.

—No importa...Quizás sólo no debo salir de casa por un tiempo— dijo ella causando sus risas— Al menos eso no fue lo pero, fue...

—Espera ¿Qué?

Y allí fue cuando Astrid se dio cuenta que había metido la pata.

—¿Hay algo peor?

Al parecer su hermano y sus amigos no habían sido consientes del otro incidente que había ocurrido en ese lapso de tiempo. Buscó la mirada de Steve para pedir ayuda y cuando la encontró este le sonrió y asintió en señal de que les explicara.

La castaña observó a su hermano que tenía el ceño fruncido y preocupado y sus amigos estaban de la misma manera. Se separó de Tony y cambió la televisión hasta que encontró un canal en donde estaba la noticia que buscaba.

Dejó el control en el sillón y se apartó del equipo mientras todos observaban el noticiero.

Es sin duda inexplicable, nunca antes visto en la historia de la humanidad— se oía— Brooklyn se teñía con una capa de lluvia inmóvil e incierta. Nadie sabe como explicarlo aún pero sigue en investigación...

El equipo estaba en un absoluto shock, no habían visto esa parte de la noticia y no podían creer lo que había sucedido, pero tampoco lograban unirlo con lo que decía Astrid.

—Todos dicen que fue una crisis climática...— todos voltearon a ver a Astrid cuando habló. Se encontraba detrás de ellos con los brazos cruzados. Tomó aire para decir la verdad— Pero fui yo.

La sala quedó en completo silencio ante la declaración.

Tony en ese momento quiso lanzar su existencia por la ventana, ya que aquello...Se lo veía venir.

—No...— decía pasando sus manos por su rostro— No es verdad.

Astrid tuvo que presionar sus labios para retener un quejido , pero sólo se encogió de hombros.

—¿Pero cómo?— el doctor se acercó a ella— ¿Qué ocurrió?

La joven dejó salir un largo y pesado suspiro, volvió a buscar la mirada del Capitán y este le alentó a seguir.

—Yo...Me puse nerviosa— todos empezaron a asentir y suspirar; ahí estaba la razón— Mientras esperaba a Steve todos comenzaron a notar mi presencia, a mirarme como un bicho raro...Y no paraban. Intenté alejarme de ellos pero me sentía atrapada...Por lo que tuve un pequeño ataque de pánico.

La rusa ya se había acercado a ella para acariciar sus hombros mientras explicaba. Sabía que estas situaciones eran difíciles.

—Y pues...— soltó una leve risa— Sólo lo hice...Sólo pasó.

Hubieron otros segundos en donde nadie dijo nada, pero Tony se atrevió a romperlo:

—Pues...Sabíamos que algo así iba a pasar— Astrid se sorprendió ante su calma— Su ADN sigue evolucionando...Y esto es otra prueba.

—Pero eso no es lo único— se adelantó el Capitán caminando hacia la chica— El problema más grande es este— dijo señalando el brazo de Astrid en donde posaba el brazalete.

Todos quedaron perplejos al mirar aquello, al igual que la chica y Rogers habían notado el fracaso que había tenido la pulsera en esta ocasión.

—¿No...Funcionó?— preguntó Bruce acercándose lentamente.

—No Bruce...No lo hizo— la castaña extendió su mano a él para que lo viera, con cuidado lo tomó y lo empezó a retirar con la mirada atenta de todos.

A diferencia de las otras veces Stark no sintió nada al removerlo, no hubo cosquilleo o picazón. No sintió nada.

—Llevémoslo al laboratorio— todos obedecieron al doctor y caminaron en dirección a este.

Una vez allí el millonario ordenó a Jarvis que se encendiera y analizara el objeto. Banner lo puso dentro de una vitrina de cristal y unas luces se encendieron empezando el proceso.

—No quiero que me revisen— se negó Astrid al ver que el doctor se acercaba a ella con máquinas— No habrá nada nuevo, te lo aseguro— Bruce buscó la mirada de su amigo para ver su aprobación y este asintió— Estoy bien, lo juro.

Steve la miró de reojo un tanto confundido. Él sabía que eso no era verdad, que hace unos segundos casi se desploma en el suelo y hace explotar su cabeza. Pero guardó silencio, entendiendo que quizás ella estaba harta de todos esos chequeos.

Estuvieron un rato esperando los resultados del brazalete cuando una nueva presencia apareció.

—Y díganme ¿Ya atrapamos al maldito bastardo?

Los presentes giraron sus cabezas hacia las puertas para encontrarse con el director de SHIELD caminando hacia ellos.

—A Steve no le gustan las malas palabras— se burló Romanoff haciendo bufar al Capitán.

La castaña se sorprendió al ver a Fury frente a ella, la última vez que se habían visto a penas hablaron, él estaba en shock por el incidente de Kurse y ella medio ebria.

—Nick...— se adelantó ella— ¿Que te trae aquí?

—Stark— saludó como siempre con un movimiento de cabeza— Vine a ver como iba todo...Además de saludarte como corresponde— aunque al hombre le costara admitirlo, Stark era una de sus mejores agentes— Lamento haberme tardado pero tuve bastantes cosas que hacer— Astrid hizo un movimiento con la mano restando importancia.

—Tu tranquilo.

—Es un gusto verte de pie de nuevo— dijo el hombre del parche— Bienvenida de vuelta...Oficialmente— Astrid rió

—Gracias— respondió para luego voltearse hacia el equipo con el director a sus espaldas.

—También es un gusto verte aquí Fury — habló el Capitán estrechando manos con el hombre notando que las de el rubio estaban algo empapadas— Es una larga historia— contestó haciendo referencia al agua.

—No es necesario— dijo con voz serena— Ya la oí— su vista se fue hacia la castaña que lo miraba nerviosa.

Ella sólo se limitó a hacer una mueca— ¿Sor...Presa?

Nick soltó una leve risa— Sea lo que sea...Que no se torne en un caos— aunque no quisiera admitirlo, Astrid se ofendió ante esas palabras del director— Y sobre el monstruo que se cree conquistador...Encárguense de él. Esta será su operación...Buena suerte.

Y sin más que decir el director de SHIELD se retiró.

—Wow— soltó Tony— Que discurso tan motivador.

—Sí, los había extrañado— le siguió su hermana.

El sonido de un ding llamó su atención y la máquina en donde habían introducido el brazalete se abrió.

Banner se adelantó a tomarlo junto con su holopad en donde estaba la información del análisis.

Se tomó su tiempo de leerlo antes de levantar su mirada hacia el equipo con la frente arrugada.

—¿Qué ocurre Bruce?— empezó el millonario— ¿Por qué esa cara?

Bruce siguió pasando su mirada por los presentes totalmente confundido.

—No hay...Nada.

Un tenso ambiente surgió luego de las palabras del doctor, nuevamente habían quedado sin respuestas a una de las tantas preguntas.

—¿Qué?— dijo Astrid a penas— ¿Cómo...Cómo es eso posible?

Bruce ojeó su aparato en busca de algún diagnóstico pero volvió a negar.

—El brazalete está perfecto chicos— todos empezaron a acercarse y a rodear al hombre— No hay ninguna fisura del material, algún daño o una desconexión...Efín está limpio.

Frustrada, la joven Stark masajeó sus sienes intentando buscar en su mente algo inteligente para decir.

Pero no tenía nada.

—Quizás el problema no fue el brazalete, si no ...— dijo el doctor.

—¿Disculpa?— soltó la chica alargando la palabra. Rápidamente su hermano llegó a sujetarla por sus húmedos hombros.

—Tranquila hermana, lo que Bruce quiere decir es que el problema no fue una falla en la pulsera...Sólo fuiste tú, que anuló por completo su funcionalidad.

—¿Demasiado esfuerzo?

—Demasiado poder— corrigió Tony al arquero causándose un ambiente incómodo.

Astrid miró a su hermano negando con la cabeza y él sólo se encogió de hombros.

—De acuerdo, de acuerdo, no seguiremos hablando de ese tema— habló la joven soltándose del agarre de su hermano— No tengo ganas de averiguar cuanto poder—hizo comillas en el aire con sus dedos— Hay en todo esto, yo paso.

Se quitó la toalla que aún llevaba puesta y la dejó en el suelo sin más. Se cruzó de brazos dándole la espalda a todos, sabía que la observaban pero no le importó.

Cuando empezaban a hablar de lo grandiosas que eran sus nuevas habilidades se molestaba.

Había algo en ella que quería quitárselas de encima de una buena vez.

Pero había otra que le gritaba que aquello...Era suyo.

—Bien— se escuchó la voz de Tony— Repararemos el brazalete con otra capa del material Efín y lo tendremos listo cuanto antes— le dijo al doctor— Por ahora tendrás que controlarte un poco sin él— habló a su hermana.

Astrid soltó una pequeña risa sarcástica antes de voltearse a mirarlos otra vez.

—Seguro.

Volvieron a guardar silencio para intentar no molestar a Astrid nuevamente porque podrían terminar quemados o empapados.

—Hay algo importante que debemos discutir— habló Thor después a un rato— encontré respuestas en mi viaje a Asgard.

Todos voltearon en dirección al rubio, habían olvidado por completo aquel importante tema que podía sacarlos del lío en el que se habían metido. Thor se volteó y tomó una caja, era completamente dorada, pero un dorado opaco, no brillante como lo esperaban.

Empezó a quitar unas ataduras para poder abrirla con la atención de todos.

—Efectivamente— continuó— Mi Padre tenía el libro, pero era demasiado prohibido para alguien que no fuera el rey— logró abrir la caja y todos empezaron a rodearlo— Tuve que apelar a nuestro principio de penitencia— todos se miraron confundidos— Pedir clemencia por medio de la entrega y sumisión.

La verdad es que aún estaban confundidos, pero no siguieron ya que querían ver el interior de la caja pronto.

—Y después de todo es proceso...Logré conseguirlo.

Thor abrió la caja completamente dejando a la vista un gran libro que parecía bastante antiguo.

—Wow— articularon varios de ellos al ver todas las inscripciones que este tenía y los pequeños detalles de oro pulido.


—Este—  señaló el asgardiano— Es el libro de los secretos de los nueve mundos.

La sala quedó en silencio mientras todos admiraban aquel objeto tan presiado. El dios lo sacó de la caja y lo dejó sobre la mesa, y ante la impaciente mirada de los presentes se dispuso a abrirlo.

—¿Ya lo leíste?— le preguntó el Capitán.

—No...He esperado hasta este momento— su voz sonaba emocionada mientras jugaba con la tapa del libro.

Pero cuando lo abrió no había nada.

—¿Qué...?— algunos murmuraban al observar como las primeras páginas del libro estaban en blanco.

—Eh...Thor— empezó el doctor— Está vacío— El susodicho guardó silencio.

—Thor...— habló ahora Astrid— El libro está en blanco, ¿No lo ves?

—¿Qué se supone que haremos con un libro vacío? ¿Encender fuego?
— se mofó el millonario

—Yo puedo hacerlo.

—No es el momento Astrid— la calló su hermano.

Pero la grave y sonora risa del asgardiano hizo que todos quedaran aún más confundidos de lo que ya estaban. El rubio tomó otras páginas del libro y las movió a la izquierda, dejando a la vista otro capítulo del libro.

Y ahí había algo.

Cuando Thor dejó al descubierto el nuevo capítulo, las páginas del libro brillaron como oro entre las inscripciones de lenguaje antiguo.

—Wow— susurró el arquero— Eso es bueno.

—Mi Padre sólo accedió a darnos los secretos ocultos referentes a Kurse— dijo Thor— Es lo mejor que conseguí.

—Y justo lo que necesitamos.

El dios sonrió complacido mientras escudriñaba lo que las páginas decían.

—Parece una lengua antigua— dijo la rusa mientras admiraba el libro.

—Así es— confirmó Thor— Es asgardiano antiguo, pocos lo hablan y pocos lo entienden...Agradezco a mi madre que me lo enseñó cuando era un adolescente, dijo que en algún momento lo iba a necesitar.

—Y no se equivocaba— dijo Steve palmeando su espalda.

—Entonces...— Astrid habló— ¿Sabes lo que dice?

El rubio asintió— Sólo debo encontrar donde habla sobre las armas, eso nos interesa ahora.

Todos asintieron y guardaron silencio mientras el asgardiano ojeaba las páginas en busca de esas anheladas respuestas. Lo único que podían oír eran sus respiraciones y los leves susurros de Thor mientras leía el libro con seriedad.

Pero esa seriedad se vio interrumpida por una sonrisa.

—Aquí está— dijo esperanzado— El hacha...Es información sobre el hacha.

Todos se acercaron al libro en donde observaron los dorados grabados en conjunto con una imagen de lo que debía ser aquella arma.

—¿Es esa?— preguntó Banner señalando el libro.

—Así es...Ésta es el hacha de Surt— señaló Thor.

—¿Y qué dice?— cuestionó Clint. El dios tomó el libro en sus manos y comenzó a leer la inscripción.

—Hacha de Surt, Padre de Muspelheim...Desterrada fuiste, Desterrada como tu amo, el castigo de tus crímenes lo pasarás en celdas hechas con las cabezas de los que un día pensaste en someter, las cuales todos verán...Pero no a ti.

Aquella revelación causó aún más confusión que antes, el silencio de los presentes inundó el ambiente; nadie sabía que responder, nadie podía tener algo coherente para decir ante aquello, ni siquiera Thor.

—Oh...— Tony tronó su lengua— De acuerdo beach boy— palmeó el hombro de este— ¿Qué quiere decir eso?

—No lo sé— susurraba confundido— Honestamente pensaba que nos daría la ubicación exacta...No esto.

—Bienvenido a la realidad— dijo Astrid por lo bajo

—Oh pero vamos— en millonario empezó a caminar alrededor de la mesa— Somos los Vengadores, esto no puede ser tan difícil, podemos decifrarlo.

—Tiene razón— apoyó Romanoff— Es sólo un acertijo, no una vía sin escape.

—Eso espero— dijo el Capitán— Ahí dice que está en una celda

—Pero celdas hay en todos lados— se quejó Romanoff

—Pero no como esta— señaló el asgardiano— Dice que son celdas hechas con cabezas...De sus enemigos.

—¿Una metáfora?

—O quizás algo explícito— corrigió Tony a su hermana— Hay que elegir una opción, me voy por lo explícito— dijo levantando su mano

—Yo voto por la metáfora— dijo Banner— Allí dice que todos la verán...¿Alguna cárcel famosa?

Natasha chasqueó los dedos en aprobación y comenzó a buscar en la computadora aquella información.

—Nat ¿Qué tienes?

—Cerca de veinte resultados— dijo ella ladeando su cabeza— Alcatraz, Kilmainham Gaol, Palacio de la Isla, Salut Islas...Son bastantes.

Steve rascó su barbilla mientras pensaba— Pero aquellos no cumplen con ninguna de las descripciones del libro, no hay nada parecido a una cabeza.

—Es verdad— concordó Barton— Tal vez se refiere a otra cosa.

—¿Y si no es una prisión?— se adelantó Astrid llamando la atención de todos— Quizás el hacha está escondida, sí, pero no en una prisión como tal.

—Y volvemos a las metáforas...

—¿A qué quieres llegar?— preguntó su hermano

—Dice que todos veremos aquella prisión— la castaña hizo comillas— Pero no el arma...¿Y si es una atracción, un monumento? ¿Algo más público aún?

—¿Y como lo conectamos con lo de las cabezas de sus sometidos?— preguntó el doctor.

—¿Algún lugar público construido con huesos humanos?

—No— interrumpió Thor al millonario— Deben ser cabezas...

Y allí una idea se encendió en la cabeza de la joven Stark.

—Aguarden— la chica corrió hacia la computadora y tecleó varias cosas— Hay un lugar...Vaya, los padres de todo no son tan originales después de todo— susurró para sí misma. Cuando hubo encontrado lo que buscaba se volteó— Muy bien Vengadores, repasemos lo que tenemos. Tenemos que el hacha fue desterrada aquí en la Tierra, que está escondida en una especie de celda que todos pueden ver y aquella a su vez está constituida por cabezas...

Todos guardaron silencio. A pesar de la gran introducción nadie había entendido, Astrid puso los ojos en blanco, tomó un holopad y lo extendió haciendo que una imagen apareciera frente a ellos.

Y allí estaba su respuesta.

Todos miraron asombrados la imagen. Ahora todas las piezas del acertijo lograban unirse en sus mentes formulando el deseado resultado.

—No conozco una mejor celda hecha con cabezas— dijo la neoyorquina orgullosa— Y que además esconda bastantes secretos.

—El Monte Rushmore...

—Así es.

—Es perfecto...— decía Thor admirado— Es la descripción perfecta.

—Es nuestra opción más segura...Hay que tomarla— habló Steve decidido.

—Hermana ¡Eres brillante!— dijo Tony abrazando y sacudiendo a la chica.

—Que no te sorprenda, recuerda que no eres el único genio de la familia— respondió ella causando sus risas.

—No tenemos tiempo que perder— la voz del Primer Vengador resonó con autoridad— Preparen todo, partimos a Dakota del Sur.

Todos los Vengadores entendieron y se dispusieron a buscar todo lo necesario para el viaje.

—¡Esperen!— los detuvo la voz de Astrid— Quiero acompañarlos.

El silencio volvió a sentirse mientras los Vengadores se pasaban miradas los unos a los otros.

—Hermana...— comenzó Tony— Acabamos de vivir una mala experiencia hace rato, creo que es mejor que descanses.

A pesar de ser una buena respuesta, el millonario tuvo que reprimir las ganas de gritarle a la chica que quería que se quedara en la Torre para no involucrarla en ese asunto.

—Oh vamos Tony— se quejó ésta— Si sé que aquello fue una calamidad, pero ¡Alégrate! ¡Me siento bien!— su hermano la miró serio— De acuerdo, ese es un mal argumento, pero te lo juro...No me duele nada, me siento en perfectas condiciones.

—No tienes el brazalete— contestó manteniendo su expresión.

—¿Y eso qué? Dijiste que intentara controlarlo, lo haré, en serio...

—Astrid, no quiero que te enfrentes a...

—¿Enfrentarme a qué? ¡A nada hermano! Sólo iremos en busca de esa hacha, no pasará nada...Lo más grave que podría ocurrir es que nos detenga la seguridad del parque.

Aunque eso le había parecido chistoso, Tony intentó guardarse la risa.

—Por favor...— volvió a suplicar— He deseado estar en una misión desde que desperté...Dame la oportunidad de rehacer mi vida.

Y aquello tocó el corazón de Tony. Todo se le volvió a juntar, aquellos recuerdos de su hermana tirada en los asientos de una furgoneta completamente débil, la operación, los días en coma y todo lo que tuvo que sufrir. Luego la vio a ella, aquella chica que parecía feliz de regresar al mundo siendo inconsciente de las consecuencias de su última misión, de que sus amigos habían muerto, y de aquella —y casi invisible— cicatriz que portaba en su cráneo debido a su operación.

La había estado privando de muchas cosas en todo ese tiempo, sin siquiera ser su padre o alguien que tuviera autoridad sobre ella.

Astrid ya era una adulta que se valía por si misma, pero aún así compartía algunas de sus decisiones y secretos con su hermano.

Y Tony...No del todo.

—Muy bien— la chica sonrió esperanzada— Pero no así...Necesitas un traje.

Astrid frunció el ceño pero decidió seguir al ingeniero una vez que salió del laboratorio, el resto de los Vengadores les seguía de cerca.

El trayecto terminó y llegaron a lo que era conocido como la sala de armamento, el resto del equipo comenzó a prepararse mientras los hermanos Stark charlaban.

—He estado guardando algo para ti— confesó Tony después de unos segundos. Se dirigió a un gran maletín color gris y lo abrió— Creí que querrías usarlo algún día otra vez.

Astrid se acercó inquieta a la caja para ver lo que su hermano le ofrecía y al hacerlo su corazón se encogió.

Era su traje.

Su antiguo traje de agente de SHIELD coloreado de negro y azul oscuro estaba siendo extendido hacia ella. Lo tomó y lo acarició con nostalgia, sentía como si hubieran pasado años sin usarlo o siquiera verlo.

Levantó la vista y le sonrió a su hermano— Gracias Tony— este suspiró.

—Sólo no hagas ninguna idiotez— le dijo causando las risas de la castaña— Habló en serio.

—Como ordenes.

Todo estuvo listo en menos de 10 minutos antes de emprender el viaje hacia Keystone, en donde se encontraba el monumento.

Para su suerte pudieron viajar en el jet, ya que el tiempo común del viaje era casi un día, pero en aquel trasporte acortaron aquello a dos horas.

—Muy bien ¿Cuál es el plan?— se oyó la voz de la pelirroja.

Todos estaban reunidos en el centro del jet planificando su estrategia.

—Aterrizaremos aquí, justo en la parte trasera de las cabezas, cerca de los acantilados— explicó el Capitán— Allí se encuentra lo conocido como Hall of Records, una cámara secreta con prohibido acceso al público...Creo que es un buen lugar para iniciar la búsqueda.

Todos asintieron estando de acuerdo con aquella idea y se dispusieron a bajar una vez que Clint aterrizó el jet.

La puerta trasera se abrió dejando la gran y amplia vista de los acantilados. La primera en bajar fue Astrid y al hacerlo terminó mareándose y casi cayendo de espaldas.

—No puede ser— retrocedió sus pasos encontrándose con el pecho metálico de su hermano.

—¿Miedo a las alturas?— se burló este.

—No de ninguna manera— contestó la chica volviendo a caminar— Pero imagina una caída...Estaríamos muertos.

—Bueno pues, mejor no imagines esas cosas— el moreno palmeó su hombro y juntos empezaron a caminar con cuidado. Clint activó el modo sigiloso del jet haciendo que los paneles autoreflectantes se activaran y que este quedara invisible.

—Oigan, es un buen momento para cambiar el nombre de la operación Shadow Fire, ese ya no nos sirve— dijo Natasha a la distancia causando que la joven Stark bufara.

—¿Es en serio? Creo que no es el momento— gruñó.

—¿Qué tal operación rain?—

—Ese nombre es aburrido— le dijo Tony a Nat— ¿Operación catarata?

—Aún peor— se quejó Banner por el comunicador, ya que él se encontraba esperando su señal en el jet— Suena pésimo, ¿Qué les parece operación Ocean?

—De verdad no puedo creer que estemos haciendo esto ahora.

—Silencio Astrid— la cayó el arquero— Yo estaba pensando en algo como...Operación Water Rush.

Todos quedaron en silencio y asintieron sonrientes.

—Es perfecto.

—Por fin tienes una buena idea Barton— se burló el millonario— Operación Water Rush se queda.

La castaña bufó— No puedo creerlo.

Siguieron caminando hasta llegar a las bases de las cabezas, para su suerte el terreno era más plano y pudieron caminar con más normalidad.

Steve se encontraba de pie frente al acantilado, observando las cabezas de aquellos 4 presidentes. La joven Stark se acercó a él lentamente sin molestar su meditación, sólo lo miraba con atención.

El Capitán se percató de ello y volteó su mirada a ella curioso— ¿Qué haces ahí?

—Oh perdón— se disculpó la chica— Honestamente estaba esperando un gran y emotivo discurso sobre la patria y los colores de la bandera— el rubio rió

—Si quieres te puedo dar uno— le dijo Steve poniendo su mano en su pecho, como si fuera a cantar el himno nacional. Stark hizo una mueca.

—Uh no, yo paso, gracias— contestó retirándose de allí con el hombre siguiéndola.

Una voz que los llamaba captó sus atenciones y la siguieron hasta llegar a una parte de la roca con una pequeña entrada.

—Aquí es— habló Tony— el Hall of Records.

Se acercaron con cuidado pero notaron que aquella entrada estaba cerrada. El millonario— ya enfundado en su traje— extendió su brazo y con la ayuda de un láser logró abrir aquella puerta de madera totalmente antigua.

Un fuerte olor inundó sus fosas nasales pero aún así comenzaron a ingresar a la cueva.

Todo estaba oscuro cosa que los hacia tropezar y chocar entre ellos. Astrid iba apoyada en la pared hasta que sus dedos sintieron algo.

Lo tomó y lo trazó con sus dedos averiguando lo que era y cuando lo hizo vitoreó.

—Perfecto— tomó aquella antorcha en sus manos y palpó el extremo hasta encontrarlo. Cerró sus ojos y le pidió a su dedo encenderse.

Y por suerte lo hizo.

Una pequeña llamita apareció y luego la acercó a la antorcha haciendo que está se encendiera dando gran luminosidad.

El equipo se percató de ello y se voltearon para mirar a una Astrid orgullosa caminando con la antorcha en la mano.

—A pesar de eso operación Water Rush sigue en pie— Astrid ignoró el comentario de su hermano.

—Síganme si quieren.

El lugar estaba lleno de cajas polvorientas, papeles arrugados, candelabros y muchas, pero muchas telarañas.

—No veo nada— habló el asgardiano caminando en frente de la castaña— No hay nada parecido a un hacha por aquí.

Siguió caminando en frente del grupo en busca de una pista hasta que algo lo distrajo. Su última pisada había causado un sonido similar al de un crujido, todos observaron expectantes sin saber que ocurría.

Pero de un momento a otro el suelo bajo los pies del dios se abrió y este cayó a quien sabe donde.

—¡Thor!

El equipo se acercó a aquel agujero sin ver absolutamente nada, ni siquiera con la antorcha encendida.

—Dios ¿Dónde está? ¡Thor!— gritaba la rusa— ¿Estás bien?

Pero el silencio se mantuvo.

—¡Thor!— gritó está vez Steve— ¿Estás ahí?

Pudieron oír a la distancia una serie de murmullos o quejidos casi inaudibles.

—¡Chicos! ¡Aquí hay algo!

El equipo suspiró aliviado al escuchar la voz de Thor.

Como la distancia de salto no era muy grande lograron bajar sin problemas; El Capitán no tuvo complicación en bajar de un simple salto, seguido por Tony que cargaba a su hermana y los otros dos agentes que usaron cuerdas para hacerlo.

El lugar estaba oscuro al igual que su superficie, aunque este tenía algunos rayos de luz que se escapaban por pequeños huecos.

—Qué es este lugar...— susurraba Astrid sorprendida.

—No lo sé...— respondió Rogers— Y tampoco tengo idea de cómo llegó aquí.

—Los dioses...— la voz de Thor sonó perdida en alguno de los espacios del lugar— Esto es hechura de los Padres de Todo.

El asgardiano señaló sobre sus cabezas donde habían unas figuras esculpidas en piedra sobre la pared, donde yacían las figuras de los Reyes celestes, luego siguió caminando como si estuviera hipnotizado con aquellas construcciones.

—Debe estar por aquí— susurraba— Si no es aquí no es en ningún lado.

Todos seguían al rubio sin saber que hacer o decir, Astrid se acercó a otra línea de antorchas y con la suya encendió la primera, causando una reacción en cadena que encendió todas las demás

Aquello causó también que una nueva construcción apareciera.

—Eh...Thor— le habló la neoyorquina— Ahí hay algo.

El dios siguió la dirección del dedo de la joven hasta encontrarse con otro monumento, que parecía una tumba.

O mas bien una celda.

La victoriosa y sonora risa de Thor resonó en sus oídos mientras este corría en dirección a aquella construcción.

—Este es...— señaló la imagen de piedra que estaba grabada al frente— Este es Surt...El Padre de Muspelheim...

Observó aquella pared de piedra pero no sabía cómo abrirla, no había alguna viga, o algo de donde jalarla.

—De acuerdo ¿Esto no es como en las películas? ¿Debes colocar tu mano y esta la reconocerá? ó ¿Hay que entregar una gota de nuestra sangre?

—Tienes que dejar de ver películas, hermano.

—Aquí dice algo— señaló la rusa una parte de la roca en donde habían unas pequeñas inscripciones.

Thor se acercó a leerlo —ya que era el único que entendía esa lengua— y entendió todo.

—Es el pasaje...— todos lo miraron con confusión— El acertijo...La inscripción del libro que nos guío hasta aquí...Debemos decirla.

El equipo se repartió miradas rápidamente en busca de una solución.

—¿Alguno la recuerda?— preguntó el millonario.

—La puedo parafrasear.

—No— corrigió Thor a Clint— Debe ser exacta

Todos empezaron a hablar al mismo tiempo lanzando ideas al aire de cosas que recordaban de aquel pasaje, pero ninguno lo recordaba con exactitud.

Excepto...

—¡Aguarden!

Astrid.

—¡Yo la recuerdo, la recuerdo!— decía emocionada— Tengo una memoria de oro envidiable, ya quisieran tenerla.

Se acercó al asgardiano y este le dijo donde pararse para poder decirla. Pensó en sus palabras un último segundo antes de hablar:

Desterrada fuiste, Desterrada como tu amo, el castigo de tus crímenes lo pasarás en celdas hechas con las cabezas de los que un día pensaste en someter, las cuales todos verán pero no a ti...

El silencio reinó.

Todos contenían la respiración esperando que alguna cosa llegara a suceder.

Y así fue.

El suelo debajo de ellos tembló y la escultura de piedra se movió lentamente hasta dejar a la vista algo metálico y brillante.

—¿Esa es...?

—Sí, el hacha de Kurse.

El arma yacía frente a ellos resplandeciente como nunca, simplemente apoyada en una base de piedra. Thor fue el valiente que se apresuró y la tomó con cuidado, tratando de no activar ninguna trampa que pudiera existir.

La tomó firme en sus manos y volvió a reunirse con el grupo.

Lo habían logrado.

—Misión cumplida—celebró Tony palmeando el audífono de su oído— Banner prepara el jet, la conseguimos.
 
Esas si son buenas noticias— respondió— No se tarden.

Y obedeciendo aquellas instrucciones volvieron a subir a la superficie para irse victoriosos de allí.

Pero al llegar a los acantilados la vista no era la mejor de todas.

—Con que ustedes son los Vengadores...

Esa voz.

Esa grave e imponente voz.

Un voz que para nada era agradable y que odiaban sentir en sus cabezas.

—Kurse...

No había cambiado desde su último encuentro; seguía alto y autoritario, su casco de cuernos centellaba con los rayos del sol y su cruel expresión podía causarle pesadillas a cualquier niño.

—Creí que me habían olvidado— habló firmemente— Veo que tienen algo que me pertenece.

Thor tomó el hacha con fuerza en su mano izquierda— Esto no te pertenece, te fue arrebatado por una razón.

La bestia gruñó— Tu no eres nadie para decirme eso...Hijo de Odín.

Astrid pudo notar que a su lado Natasha se encontraba enviándole señales secretas a Banner en el jet, con el simple objetivo de comunicarle que se preparase.

—No te la llevarás, sabemos lo que quieres con ella y no lo vamos a permitir— habló el Capitán con voz segura.

Kurse soltó una risa espeluznante— Quería hacer esto sin presiones pero...— Un portal rojo se abrió a sus espaldas dejando ver a los tres elegidos listos para atacar— No nos dejan otra opción.

Y sin necesidad de dar aviso la pelea comenzó.

Kurse se abalanzó violentamente hacia Thor, el cual tenía el hacha e intentó atacarlo. El resto del equipo —incluyendo al doctor Banner que apareció como Hulk— intentaron someter las habilidades de los elegidos.

A pesar de que ellos eran más era bastante difícil vencer al equipo de Kurse, ellos habían sido dotados por él mismo y sus habilidades habían sido alteradas.

Astrid intentó mantenerse lo más alejada que pudo de la pelea, usó su pistola para intentar alejar a los elegidos pero eso no era suficiente.

Pero había algo que .

—¡Oh al diablo!— no esperó otra cosa y le ordenó a su cuerpo que se encendiera en llamas.

La luminosidad y el calor que ella emanaba llamó la atención de todos.

Incluyendo la de Kurse.

La joven no lo dudó ni un segundo y comenzó a crear llamaradas que envolvían a cada uno de los enemigos. La bestia no fue ajena de estos ataques y aquello sirvió para poder librar a Thor del agarre del monstruo y que el dios pudiera contraatacar.

Notó como algunos de los chicos se veían rodeados por los elegidos y se dispuso a ayudar. No sin antes percatarse de la pequeña corriente de agua que fluía junto a ella.

—Muy bien...Es ahora o nunca.

Apagó las llamas y se dispuso a tomar control sobre el agua que corría.

Le dolió como el infierno pero lo logró.

Reunió todas sus fuerzas y creó una barrera de agua que hizo entorpecer el camino de los elegidos y captando todas las miradas.

Kurse no desperdició ese momento y empujó fuertemente al asgardiano haciéndolo chocar con las rocas no sin antes arrebatarle el hacha de las manos.

Rápidamente la mujer creó otro portal haciendo que las cuatro personas desaparecieran.

Thor intentó detenerlos pero el rayo que lanzó llegó demasiado tarde.

Kurse tenía el hacha

Y eso era una mala noticia.

¡Maldición!—exclamaron algunos.

—¿Es un mal momento para decirles que esa es una mala palabra?

—¡Cállate Steve!

┍━━━━━━━┙◈┕━━━━━━━┑

buenAAAAAAS

MILAGRO DE LA VIRGENCITA QUE NO ME DEMORE UN AÑO EN ACTUALIZAR.

 also, agradezcanme, son como 7000 palabras que estuve actualizando tOdOs lOs dIaS.

espero que les haya gustado aunque sea un poquito :( perdón si estuvo aburrido pero esto es esa clase de capítulo que hay que hacer si o si :(

no tengo nada más que agregar así que nos veMOOOOS

natalia x



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