C O L Í N
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Mis heridas sanaron rápido por lo que en pocos días ni se notaba que me habían golpeado. Admito que fue humillante pero me lo merecía, cada golpe sabía que lo merecía por haber jugado sin querer con los sentimientos de Calí. La platinada ya ni siquiera me prestaba atención y había notado que me esquivaba en los pasillos del liceo, Mar al contrario siempre que me veía me sonreía y me saludaba desde lejos. Cada que la veía sentía una extraña opresión en el pecho y me volvía torpe al instante en que la rubia estaba cerca de mí, sin duda alguna mis sentimientos por Mar cambiaron. Hasta mis amigos se dieron cuenta de ello por eso ahora soy la nueva burla de ambos y se los permito porque al menos así puedo ver reír a Anker a estado muy decaído últimamente.
– ¿Qué tal nenas? – Kevin llega hasta donde estamos con Anker en el estacionamiento viéndose algo diferente a lo habitual y es lo primero que nos causa gracia a ambos.
– Sabes que aún no es Halloween ¿verdad? – comenta el pelinegro sin poder contener más la risa y yo me huno a su carcajada mirando el ridículo atuendo que lleva nuestro amigo. Estaba vestido como un activista hippie amante del medio ambiente, una remera de manga corta color café que le quedaba enrome, un pantalón que lo hacía ver como un gitano de color marrón y su corto cabello tenía una bincha verde de tela.
– Ja, ja, muy graciosos – habla con un tono seco el castaño – Tengo una cita con Lila y ella quería que me pusiera ropa que esté libre de maltrato animal y sea amable con el medio ambiente – nos contesta el castaño mirando su ropa que ahora entiendo por qué se ve así, no estoy en contra de las personas que visten así pero ver a mi amigo así solo me causaba gracia.
– Da igual porque estés así te vez ridículo amigo, suerte con la burla de media escuela – ambos miramos a Anker con cierto asombro pues no es para nada normal que hable de esa manera tan acida. Mire con detenimiento al chico a mi lado y note un morado bajo sus ojos y una clara señal de cansancio que lo invadía.
– Eso no me importa gracias por los buenos ánimos Anker deberías escribir un libro de auto ayuda se te daría de maravilla – contesta a la defensiva Kevin que ya se notaba algo enojado por las palabras del moreno y la cosa hubiera ido a peor si yo no intervenía.
– Ya señoritas no comencemos una pelea por algo tan estúpido, Kevin te vez ridículo pero te apoyaremos y Anker sé que es difícil renunciar a una persona pero si ella no es feliz a nuestro lado debemos dejarla ir – pasando mis brazos por sus hombros los tomo del cuello haciendo que ambos se encorven – Ahora se disculparan cabezas huecas y entremos al liceo – digo viéndolos a ambos luchar por liberarse de mi brazo pero aprieto más el agarre. – No los oigo disculparse – hablo con un tono más enojado dejando en claro que no los dejare ir hasta que los oiga pedirse disculpas.
– Perdón por burlarme de ti Kevin – habla Anker queriendo liberarse de mi brazo, su tono no era para nada sincero por lo que apreté aún más su cuello – Esta bien perdón Kevin no volveré a burlarme de ti – contesta el moreno ahora si hablando con sinceridad y lo suelto ahora concentrando mi agarre únicamente en Kevin.
– Perdón hermano por decirte esas cosas no lo volveré a hacer – suelto al chico y acomodo mi ropa viendo como algunos mortales nos veían raro. Pero entre esas mirada me encontré con la de Mar caminando en nuestra dirección y por inercia yo acomode mi ropa y cabello pareciendo algo paranoico por verme bien.
La rubia venia caminando con suma tranquilidad pero algo en ella hacia que el tiempo fuera más lento o solo era mi percepción de ella la que se dañó con tan solo verla. Cuando ella se detuvo frente a mi puedo jurar que se detuvo mi corazón en cuanto la vi alzar sus brazos para darme un abrazo. Rayos no sabía que tan intensos se estaban volviendo mis sentimientos por ella o quizá solo estaban contendidos desde hace tanto tiempo que ahora que pueden salir no logran contenerse dentro de mi pecho. Rodeando su cintura con mis brazos apoyo mi mentón sobre su cabeza, cierro mis ojos para sentir su perfume y el olor marítimo inundo mis fosas nasales. El abrazo fue algo corto pero yo lo sentí como si hubieran pasado varias horas, Mar abrazo a su primo y luego a Kevin elogiando su atuendo. El castaño aprovecho el elogio para dejar en evidencia que con Anker nos burlamos de su ropa.
– Hola chicos – de la nada como siempre aparece Sam, a veces me dan ganas de comprarle un collar con cascabel para saber cuándo viene. Le dije varias veces que no se me puede aparecer de ese modo pero ella no me hace caso y siempre me dice que el amor llega de manera inesperada.
– Hola – nos giramos a ver a la responsable de que Kevin se vea como un hippie, Lila estaba frente a nosotros con un vestido blanco corto, botas largas marrones y un sombrero marrón sobre su cabeza. Al igual que Kevin se veía como una hippie amante de abrazar arboles pero eso la hace feliz porque al ver a Kevin sus ojos brillan. – Kevin ¿enserio te vestiste así para ir al festival? – la chica siempre demostró ser algo sensible y juraría que estaba a punto de llorar por la manera en que su voz se fue volviendo más aguda con cada palabra.
– Dije que me lo tomaría enserio preciosa – en ese momento los demás éramos un estovo en la conversación de aquellos dos por lo que nos abrimos dándoles su espacio. Mar miro a la parejita mientras nos alejábamos y sonrió viendo como Lila sacaba de su bolso una flor de loto y se la entregaba al castaño.
O L I V E R
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Calíope baja del auto dando un portazo porque no quiere venir al liceo pero debemos continuar con el plan que teníamos trazado. De mala gana bajo del auto y veo a lo lejos a Red junto a su grupo, ella nota mi mirada y se gira a verme con una sonrisa apenas perceptible. Desde que fue a mi casa no hablamos mucho yo no quise responder a su pregunta y ella se molestó un poco por eso.
– Hola ¿tu debes ser Oliver Wisdom? – miro a mi costado izquierdo donde una morena me mira con una mano en su cadera y la otra sosteniendo un chupetín.
– Eso depende ¿de quien me busque y para que? – comento cruzándome de brazos para ver a la chica que me esta mirando de pies a cabeza.
– Si eres tu, todos los dioses griegos tienen un ego enrome y el tuyo se puede ver desde Tokio – las palabras de la chica me sacan un poco de lugar. ¿Cómo sabe que soy un dios?
– ¿De que estas hablado? ¿Quién eres tu? – me hago el desentendido con la primera pregunta y con la segunda ya soy mas directo. No quiero a otra loca persiguiéndome como Avril Argent lo viene haciendo con mi hermana.
– Escucha no te hagas el tonto conmigo, soy hija de Eros, soy parte del grupo que le caen mal a tu hermana – poniendo el dulce en su boca la chica señala al grupo donde esta Red hablando con sus amigas. – Me llamo Samanta y vengo a decirte que no la cagues con Red – vuelvo la mirada a la chica y ahora mi memoria que siempre fue mala para recordar personas me trae imágenes de momentos donde vi a Mar y a esta chica.
– No se a que te refieres – acomodando mi mochila sobre mi hombro le doy la espalda a la hija de Eros, pero no puedo dar un paso cuando ella habla.
– Que no le hayas dicho algo no significa que le dejes de gustar a ella – habla la chica a mis espaladas – Dile lo que sientes antes de que sea tarde, los semidioses también se cansan de esperar – luego de eso la chica se fue volviendo con su grupo y saltando sobre la espalda de Colín causando risas entre los presentes.
Ojala las cosas fueran tan fáciles como hablar y que todo este solucionado.
De mi bolsillo comenzó a vibrar algo que me hizo rodar los ojos y tuve que irme a la parte trasera del liceo. Verificando que me encontraba solo saque la bola de cristal, viendo la horrenda cara de Cronos. Muchas veces me pregunto ¿Qué seria de mi vida si mi madre no me hubiera entregado a este loco?
– Muchacho cambio de planes ahora la que dirige la operación es Avril.
– ¿QUÉ? – grite colérico ante las palabras de este viejo chalado. Me entreno toda mi vida a base de torturas físicas y psicológicas para que ahora ponga encima de mi a una sociópata cazadora. – Ella lo arruinara todo esta loca – queria mantener mi cabeza en frio pero con tan solo pensar que Avril tiene amenazada a mi hermana para que trabaje para ella solo hace que las venas de mi cuello resalten.
– Las cosas se harán como yo diga mocoso... – soltando un alarido de rabia arrojo la bola contra la pared. No se rompe ni siquiera obtiene una grieta pero si rompe la comunicación con mi verdugo. Así es como veo a Cronos como mi verdugo, en cuanto obtenga el trono que por derecho según él le pertenece yo ya no le serviré de nada y me mandara asesinar. Por el contrario si me revelo contra su tiranía la que sufre las consecuencias es Calíope.
Me encuentro entre la espada y la pared, por mas que quiera tener una vida normal no puedo darle la espalda a mi hermana. Es mi sangre y esta por encima de todo incluso de mi propia felicidad. Odio sentirme una especie de arma en una guerra que jamás fue mía. Tampoco culpo a mi madre por entregarme a Cronos ella intentaba proteger lo que la tía Circe le pidió y en ese momento pensó en que no seria la mejor madre para mi. Febe tampoco fue la mejor madre sustituta pero lo intento al querer protegerme muchas veces de las tiránicas torturas de Cronos.
– ¿Oliver? – mi espalda se tensa y cada fibra de mi ser queda rígida al escuchar su voz preocupada. No me muevo no quiero verla a la cara o que se me acerque porque en estos momentos mi furia solo me haría arruinar aun mas las cosas. – ¿Otra vez vas a evitarme? – pregunta ella estando mas cerca de mi pero yo no le respondo, aprieto los puños a mi costado y mi mandíbula se tensa. – Las cosas siempre serán así contigo – sus pasos acelerados frenan a mi espalda y ella me toma del ante brazo girándome de manera velos para que la mire a la cara.
– ¿Qué es lo que quieres? – le respondo seco con los dientes apretados. Queria escapar de ese lugar y entrenar con monstruos hasta que mis fuerzas no me dejen estar de pie.
– Que me des una señal de que yo también te gusto, joder, tírame una indirecta para saber si mi esfuerzo es en vano o de verdad tu también sientes algo por mi – con sus dos manos ella me golpea el pecho con rabia, su cuerpo entero tiembla pero continua viéndome enojada. – Estoy hasta de siempre dar todo por los demás y que nadie lo haga por mi. Ya me canse de eso Oliver, te demostré que puedes confiar en mi y tu ¿Qué has hecho por mi? – ella me golpea nuevamente con ambas manos y lo vuelve a hacer muchas veces hasta que se cansa. Un sollozo escapa de sus labios entre abiertos y algo dentro de mi se rompe. La intento abrasar pero ella se aleja de mi como si mi solo contacto fuera la peste.
– Me gustas, me gustas mucho Red pero no podemos estar juntos – mis palabras salen tan rápido de mi boca que no puedo detenerlas.
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#FelizJuevesDeEscamas
Jajajaja no pude resistirme a hacer esta imagen lo siento por #Olived. Yo también sufro con ustedes 😭😭
(Los que aparecen en la imagen no son los personajes como tal pero son algo parecidos a como me los imagino. No forman parte del reparto de la saga)
Espero les haya gustado el capítulo voten y comenten.