The scent of your skin || Ome...

De birdyfics93

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Ser beta no es fácil. No cuando estás obligado a obedecer a los alfas. No cuando eres un esclavo. Jimin y Tae... Mais

~ Primera parte ~
~ Ser un beta ~
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19. ~El beta que decidió quedarse~
• Segunda parte •
• Conflicto Beta •
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De birdyfics93

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Semanas pasaron y la entrada al otoño dio paso a paisajes de colores castaños que llevaban nostalgia por doquier. Taehyung cada día estaba más nervioso y cuidaba a Seokjin como si fuera un hecho el que estuviera esperando un hijo suyo. El omega, sin embargo, no estaba tan seguro. Recordaba a su madre diciendo que todos los omegas sabían cuando había un bebé en su interior, porque era algo instintivo; él no sentía nada. El problema era que, por más que le dijera a Taehyung que no debía preocuparse tanto, el beta no dejaba de cuidarlo, de decirle que no se subiera a las banquillas a dejar los perfumes, que no comiera cosas muy pesadas y básicamente que evitara todo lo que pudiera ponerle en peligro tanto a él como al supuesto bebé.

—Ya sé que puede ser que no venga nada, Seokjinnie, pero tienes que cuidarte de todas formas—le decía Taehyung, obstinadamente.

El omega no podía hacer mucho más para ayudarle. Sabía que probablemente Tae iba a sufrir si se enteraba de que finalmente no había un bebé, pero hay veces en que no puedes evitar las heridas que se harán otros; algunas cicatrices te enseñan a no volver a lastimarte.

También había visto a Jimin mirándolos a veces fijamente, como si estuviera ponderando algo. Hasta que el cachorro finalmente sumó dos más dos y terminó preguntándole a Jinnie que sucedía entre Tae y él; por qué no se lo preguntó directamente al beta era un misterio. De todas formas, el omega respondió con la verdad, por supuesto, y el cachorro había saltado sobre él a abrazarlo con felicidad.

—¡O sea que Chanyeol hyung decía la verdad! —Fue lo primero que gritó Jimin alegremente, mientras le tenía abrazado del cuello con sus manitas.

No obstante, Tae no estuvo tan alegre con aquello que dijo Jimin. En cuanto le contó, el beta había entrado en una crisis de furia y había dicho que, apenas volviera Chanyeol, iba a asesinarlo...

... para lo que no tuvo que esperar mucho.

Junto con la caída de la primera hoja de otoño, temprano por la mañana, aparecieron tanto Kyungsoo como Chanyeol nuevamente en Busan, cerca de un mes después de haberse ido. Llegaron dando las noticias que habían descubierto en Seúl, hablaron con todos los betas que habían quedado prendados de Minseok y avivando la llama de la lucha.

Taehyung, a pesar de que seguía un poco molesto por su amigo, terminó olvidando todo su enojo en cuanto lo vio. En cambio, se lanzó sobre él a abrazarlo y a desordenarle el cabello juguetonamente.

—Te extrañé, Channie hyung~—canturreó el menor, finalmente dejándole tranquilo.

Realmente lo había hecho. Chanyeol era su mejor amigo, la primera persona en la que pudo confiar ciegamente cuando llegó a aquella madriguera. Estaba completamente acostumbrado a tenerle a un lado todos los días, acompañándolo a comer manzanas en la periferia de Busan o yendo a robar para poder mantener a todos los betas de la Madriguera en buenas condiciones. Así que haber estado sin él durante un mes realmente se había sentido, incluso si había pasado la mayor parte del tiempo junto a Jimin y Seokjin. Era increíble lo mucho que podía extrañar la risa estruendosa y divertida de Chanyeol hyung.

—Puaj, basta con tanto amor—le dijo este último, luchando por quitarse al menor de encima. Aun así, sonreía abiertamente—. No creo que me hayas extrañado tanto, beta mentiroso. Si mal no recuerdo, había un omega loco por ti antes de que me fuera.

Tae no pudo evitar sonrojarse y darle un manotazo en el hombro, aunque había franca diversión en su mirada. Más que mal, Channie tenía razón. Lo había extrañado, pero había tenido a un hermoso omega para acompañarle.

—Shh—le dijo para callar el tema anterior y terminó pasando un brazo sobre los hombros de su mejor amigo—. Cuéntame qué tal estuvo todo en Seúl.

—¡Fue increíble! —exclamó el beta más alto, olvidándose de Seokjin—. ¡Hay mucha gente en Seúl, Tae-tae! Muchísima y no vas a creer la cantidad de betas que hay ahí. ¡Son muchos, en todas partes! La ciudad es increíble. Vi muchas cosas exóticas y comercializan más cosas de las que aquí, Tae-tae. No solo en la plaza.

El mayor acercó su bolso y comenzó a mostrarle algunas cosas que había recolectado. Había fotos y otros artículos pequeños y un poco inservibles.

—¿Trajiste algo para mí? —tuvo que preguntar Taehyung con mucha curiosidad, tratando de meter sus manos en el bolso, pero Chanyeol le dio un manotazo.

—Eh, no te metas en mis cosas. Te traje estas semillas, son deliciooooosas~ y también le traje este peine de madera a Jimin. Creí que tal vez quiera peinar ese hermoso cabello rubio que se trae.

Taehyung sonrió, porque Chanyeol no se había olvidado ni siquiera del niño.

—Estoy seguro de que a Jimin le va a encantar.

—Y traje smeraldos también. Quizá Seokjin quiera alguno para sus perfumes.

—¿Smeraldos? —tuvo que preguntar Tae.

El mayor asintió, sacando un pequeño paquete de su bolsa de viaje. Ahí dentro había varias flores de pétalos celestes y rosas, que brillaban como arcoíris. Tae no pudo evitar preguntarse cómo brillarían a la luz del sol.

—Es una flor que encontré de camino a Busán—dijo Channie, dándole una de ellas a Tae. El menor la tomó, maravillado con la hermosura—. Me parecieron preciosas. Kyungsoo me contó que florecen de noche. Deberíamos ir a verlas un día de estos.

—Son bellísimas—murmuró Tae, embelesado.

—Significan algo como... "la sinceridad que no ha llegado a su destino".

Taehyung alzó el rostro para mirar a su amigo, con curiosidad.

—¿En serio? ¿Y qué crees que signifique eso?

Channie se encogió de hombros.

—No lo sé. Pero son lindas.

Después de eso, Tae guardó una de las flores en su propio bolso y no continuaron hablando sobre ellas. En cambio, pasaron gran parte de aquella mañana conversando sobre las cosas que Channie había visto en Seúl y de las personas que conoció. Habló especialmente bien de un alfa llamado Kim Namjoon a quien todos en Seúl respetaban mucho, a pesar de ser bastante joven (apenas tenía veinte años), porque era una de las personas que más abogaban por la liberación de los betas. El alfa estaba estudiando Leyes en la Universidad de Seúl y, junto con otros amigos, habían decidido unirse al cambio.

—Él cree que la sociedad tiene que cambiar—le decía Channie—, dice que, si queremos el progreso de la Humanidad, no podemos tener a un tercio de la población esclavizada.

A Tae le sonaba bien como ideales, pero no como algo que pudiera llevarse a cabo. Muchos betas podían morir a causa de ello. ¿Por qué Channie parecía no entenderlo?

También le habló de la cantidad de betas que había en Seúl, betas que habían aprendido a leer y a escribir y que eran tan cultos como los alfas que vivían en el pueblo de Busan. Eran betas que día y noche pintaban paredes con mensajes de liberación o montaban barricadas cuando los oficiales querían ir a desbaratar las madrigueras que había escondidas por todo Seúl. En palabras de Chanyeol, había sido increíble ver a tanta gente trabajando por un mismo objetivo y que, por esa razón, se sentía optimista.

—Pronto seremos libres—le dijo el mayor con una sonrisa llena de convencimiento.

Continuaron hablando durante un tiempo más, hasta que finalmente Taehyung notó que ya era bastante entrada la tarde.

—Seokjin, Jimin y yo íbamos a ir a una tarde de campo hoy, alejados del pueblo—le dijo el menor, levantándose del suelo y limpiándose los pantalones. Habían pasado todo el día encerrados en la madriguera—. Tienes que venir con nosotros. Jimin va a estar contentísimo de verte, ha preguntado mucho por ti.

Channie esbozó una gran sonrisa, alegre.

—He extrañado también a ese cachorro. ¿Ha crecido? Imagino que sí, los cachorros crecen muy rápido. Pero, espera... ¿No crees que deberías contarme primero qué ha pasado entre tú y Seokjin?

Taehyung enrojeció arrolladoramente y, después de soltar una sonrisita nerviosa, tuvo que tragar saliva. Realmente no se sentía del todo preparado para contarle las nuevas noticias a Chanyeol. Su amigo iba a quedar completamente sorprendido.

⛅️⛅️⛅️

—¡NO PUEDO CREERLO! —exclamaba Channie exageradamente, mientras caminaban hacia el claro que estaba detrás de la Madriguera—. O sea que Seokjin y tú están en una especie de... ¿relación?

—Él es mi omega—dijo el beta lo más serio que pudo, pero una sonrisa se le escapó.

Se sentía todavía muy feliz de tener a Seokjin con él.

Chanyeol se detuvo y después se lanzó sobre la espalda de Taehyung.

—Ese es mi mejor amigoooooo~ —canturreaba, pasando las manos por el cabello de Taehyung y así molestarlo—. ¡Qué campeón, qué campeón!

Yloacompañéenuncelo—dijo Tae en un solo aliento.

Chanyeol se bajó de su espalda y caminó rápidamente, para posicionarse en frente de Taehyung. Abrió los ojos como platos y boqueaba, como si no encontraba su voz. Hasta que finalmente pudo decir:

—¡¿Que hiciste qué?!

—Lo que escuchaste—respondió Tae, con una sonrisilla.

—¡¿O sea que ya no eres el puro y virginal Taehyung?!

El menor esbozó una mueca, yendo a golpearle la nuca a su mejor amigo.

—¡No te hagas, tú tampoco eres el más experimentado del mundo! Y así como voy, creo que el que tiene más experiencia soy yo.

El mayor pareció pensárselo un momento y después soltó una risita.

—Pues, sí—contestó—. Si lo pones así, creo que tú eres el más experimentado. Mis respetos, Taehyung-ah. —Otra sonrisita se le escapó al mayor mientras hacía una reverencia tan pronunciada como su cuerpo le permitía. —No puedo creer cómo estás creciendo, Tae-tae. Recuerdo la primera vez que te vi. Eras un beta pequeño y flacuchento de cabello desordenado. No es que hayas cambiado mucho, en todo caso, pero estás más alto—se burló.

Taehyung soltó una risotada, sintiendo una repentina ola de cariño por ese beta que decía llamarse su amigo. Chanyeol sonrió, pero sin previo aviso su sonrisa se tornó en una mueca de nerviosismo y vergüenza mientras miraba más allá de Taehyung.

Este último le dedicó una mirada confundida.

—H-hola, S-seokjin—tartamudeó Chanyeol, haciendo una reverencia.

Al voltearse sobre su hombro, Tae comprendió lo que sucedía. Quería reírse en la cara de su hyung. Era bien sabido que Seokjin le generaba mucho nerviosismo al mayor. De hecho, habían hablado algunas veces sobre eso. Chanyeol encontraba a Seokjinnie un poco serio y toda su presencia le generaba nerviosismo y vergüenza.

—Chanyeol—contestó el omega con un asentimiento de cabeza.

Traía a Jimin de la mano, pero este último se soltó enseguida para ir a abrazarse al beta más alto.

—¡Jimiiiiiiiiiiiin-ah! —exclamó este último con la misma emoción—. ¡Te extrañé!

Taehyung los observó dándose un abrazo apretado. El niño no dejaba de preguntarle cosas a su mejor amigo, mientras saltaba a un lado de él como el cachorro que era. Casi podía ver a Jimin moviendo la cola. Lo bonito de todo era que Chanyeol tenía las mismas reacciones infantiles que el niño, contándole todo lo que había visto.

Seokjin se acercó a él en ese momento.

—El señor Min pasó a dejarlo a la perfumería—le oyó decir con suavidad.

Taehyung volteó la vista hacia su omega y no pudo evitar el cosquilleo placentero en su estómago al mirarle.

—¿Cómo está el señor Min? —le preguntó.

Channie, que estaba lanzando a Jimin hacia el cielo como si fuera un bebé, dejó de hacerlo y les miró frunciendo el ceño.

—¿Escuché bien? ¿Dijeron el señor Min? —preguntó, plenamente confundido.

—¡Estoy aprendiendo a leer! —exclamó Jimin, con felicidad, poniendo sus dos manitas en el rostro de Channie.

El ceño fruncido del más alto se intensificó.

—Veo que tienen muchísimo que contarme.

☁️☁️☁️

Ese día terminaron todos sentados en el césped, comiendo el exquisito arroz y verduras que había cocinado Seokjin. A pesar de que Channie se sonrojaba cada vez que el omega se dirigía a él, se las arregló para decirle que cocinaba perfecto, mientras se acariciaba la panza.

En ese instante, Channie sacó una botella de soju de su bolso y sonrió abiertamente:

—Traje licor para celebrar la unión de estas dos almas frente a nosotros—le dijo a Jimin, soltando una risita y moviendo las cejas de manera sugerente.

Seokjin y Tae se sonrojaron, pero de todas formas se tomaron de las manos, abrazándose y dándose besos en la sien.

—Puaaaaaaaaaaaj, tanto amor me está dando asco—reclamó Channie, abriendo la botella de soju y tomando directamente desde ella.

—Síiiii, a mí también—decía Jimin, arrugando la nariz.

Tae sabía que el cachorro solo lo decía por copiarle a su mejor amigo. De hecho, tenía la vaga sensación de que Jimin poseía alguna especie de enamoramiento con Channie, porque desde que lo había conocido lo seguía como un patito.

El niño extendió la mano hacia la botella, como si también quisiera beber, pero Channie comenzó a reírse y le negó toda posibilidad.

—Los cachorros geniales no hacen eso. Los cachorros geniales solo me dan esos cinco—le dijo Channie abriendo la palma de su mano a Jimin y este último sonrió, correspondiéndole enseguida, ávido de aceptación.

Sí. Jimin realmente estaba prendado de Chanyeol.

El resto de la tarde transcurrió con tranquilidad. Taehyung no le permitió a Seokjin beber soju, porque aún no sabían si estaba embarazado y, aunque el omega rezongó un poco, decidió que tal vez era lo mejor. Así habría alguien responsable cuidando de Jimin. No obstante, Taehyung también bebió un poco y se sintió enseguida mareado y contento, tal como Channie.

Bebieron, comieron, jugaron, rieron todos juntos. Era una tarde de aquellas que se recuerdan toda la vida.

—¡La manada Kim! —gritó Chanyeol de pronto, mientras sostenía la botella de soju en sus manos, soltando una de sus hermosas risas estruendosas. Todos voltearon a mirarlo. —. Seokjinnie es un Kim. Taehyung es casi su esposo, así que es Kim Taehyung y Jimin es como un hijo para ustedes, así que es Kim Jimin. ¡La manada Jimin! Quiero decir, ¡la manda Kim! —volvió a exclamar soltando otra risotada, notoriamente afectado por la cantidad de soju que había bebido.

—Tú también eres parte de la manada Kim, Channie hyung—le dijo Tae, golpeándole el hombro.

El más alto soltó un bufido divertido y negó con la cabeza. Guardó silencio un momento y sus ojos se pusieron sospechosamente cristalinos. Luego los miró a todos y con una bonita y triste sonrisa, negó con la cabeza.

—No—murmuró—. Pero espero estar en sus corazones.

—¡Claro que lo estás, Chanyeol hyung! —le gritó Jimin, yendo a encaramarse al más alto y haciendo que recuperara el buen humor.

Pero las palabras de su mejor amigo clavaron hondo en su corazón. Taehyung ahora tenía una manada. La pequeña y desastrosa manada Kim y lo quisiera o no, Chanyeol era y siempre iba a ser parte de ella.

Tratando de desvanecer el nudo de su garganta, Taehyung se quedó viendo a Jimin jugar con Channie y a Seokjin levantándose para ir a recolectar florcitas para sus perfumes.

Suspiró lleno de cariño.

Aquellas tres personas eran todo lo que el beta necesitaba para ser feliz.

🌧🌧🌧

A la mañana siguiente, Chanyeol se afirmaba la cabeza con una mano y con la otra se tocaba la panza. La resaca le estaba matando y eso que ya se había bebido un balde casi completo de agua solo porque había amanecido con la garganta seca.

—Dime por qué me permitiste tomar tanto soju—le reclamó a Tae, con un gruñido.

Sabía que era su propia responsabilidad, pero siempre era mejor culpar a otras personas. Bien, tal vez, no. Pero no estaba demás quejarse con el dolor de cabeza que sentía.

—Yo no te obligué a beber tanto, Channie hyung—le dijo el menor, cruzándose de brazos, ofendido.

Channie sonrió, cerrando los ojos. Le gustaba molestar a Taehyung.

—Lo sé, lo sé. Solo quería culparte.

—Sí, sí—dijo el menor, con el ceño fruncido todavía, pero sin estar verdaderamente molesto. En cambio, tomó su bolso del catre y apuntó hacia la puerta—. Kyungsoo nos mandó a todos a conseguir comida hace un rato. Jimin está con el señor Min hoy, así que solo iremos tú y yo.

—¿Es que Kyungsoo jamás descansa? En Seúl estuvo yendo de allá para acá todos los días. ¡No quiero salir! —se quejó, abriendo los brazos hacia el cielo, como si estuviera suplicándole a alguna fuerza divina.

Tae no pudo evitar reírse.

—No debiste beber tanto, hyung—le regañó.

Sí. La próxima vez definitivamente no iba a beberse la botella de soju casi completa.

—No me digas lo obvio, ¿de acuerdo? —rezongó, sin estar verdaderamente enojado. En cambio, se puso de pie de un salto, arrepintiéndose al momento. La cabeza le palpitó y tuvo que llevarse una mano a ella. —Está bien, está bien—dijo—. Salgamos. Tal vez tomando un poco de aire el dolor se pase.

Pasaron gran parte de la tarde consiguiendo verduras y otras cosas comestibles. Tae era especialmente bueno consiguiendo comida. Era muy veloz y también un muy buen compañero. Otras veces le había tocado salir a conseguir comida con otros betas de la Madriguera, pero nunca conseguía la misma complicidad que tenía con su menor. Tae y él eran definitivamente los mejores compañeros en el crimen.

Cuando ya hubieron recolectado lo que consideraron suficiente, se quedaron en el callejón de siempre, mientras pelaban y comían algunas de las naranjas que habían conseguido. Hablaron un rato de las cosas triviales al principio, hasta que sin pensarlo preguntó:

—¿Te imaginas un mundo en el que no tuviéramos que robar, Tae-tae?

El interpelado lo miró unos segundos y con un suspiro, negó con la cabeza.

—No en el futuro cercano, al menos, Channie hyung.

—Pero trata de imaginarlo—insistió—. Un futuro en donde puedas salir con Seokjin de la mano sin temer que maten a alguno de los dos. Tú sabes que a los omegas no les va mucho mejor que a los betas. —Tae esbozó una mueca, pero no dijo nada. —Si quieres ser feliz con Seokjinnie y, sobre todo por Jimin, deberías luchar por esto.

—Channie, por favor, no empieces, ya sabes mi opinión de esto...

—Lo sé. Pero deberías pensarlo. Ya sé que piensas que me llenaron la cabeza de mariposas, pero lo necesitamos. Lo necesitas. Si un día quieres realmente formar una manada con Seokjin y Jimin debes tener algo que ofrecer. —Tae desvió la mirada, las orejas enrojeciéndoles. Channie volvió los ojos hacia él, mirándole con intensidad. —Todo lo que quiero es que seas feliz, Kim Taehyung—le dijo con una sonrisa, a sabiendas de que a Tae le gustaría escuchar su nombre con el apellido de Seokjin—. Si ese omega es tu felicidad, entonces, deberías intentar ofrecerle más de lo que puedes darle. Sé que él te ama y que no le importaría si fueras una planta, pero piensa a futuro. Eso es lo que dicen los betas allá en Seúl, piensa en el futuro. Piensa en los hijos que querrás tener junto a tu omega, piensa en la vida que tendrá Jimin, piensa en Seokjinnie. ¿Qué puedes ofrecerles siendo un esclavo?

—Y-yo soy libre—murmuró Tae, pero definitivamente no estaba convencido. Apretaba sus manos y se veía muy incómodo.

—No te equivoques, Tae—dijo Chanyeol, con la mirada un poco sombría—. No lo somos. Aún si no pertenecemos a ninguna manada, no somos libres. No podemos vivir tranquilos, así que nuestra libertad no existe. Tenemos que ganarla. —Al ver como Tae se quedaba sin palabras, suavizó su expresión y acarició la nuca de su mejor amigo—. Sé que eres libre en el corazón, Kim Taehyung. Ahora solo te falta poder ser libre para cuidar de los que amas.

—Yo cuido a los que amo.

Chanyeol sonrió, a pesar de que sabía que Tae no dio luces de entender que no se refería a eso.

—Lo sé—dijo en cambio—. Por eso eres y siempre serás mi mejor amigo.

Taehyung subió sus ojos almendrados y suspiró.

—También el mío—murmuró con suavidad y luego revisó la pequeña cantimplora de cuero que llevaba colgada a la cinturilla del pantalón—. Yo... eh, ya no tengo agua. Espérame aquí, ¿sí? Iré a buscar un poco para ambos.

—Ve—le dijo. Sabía que Taehyung necesitaba su espacio.

También sabía que no era fácil para el menor. Llevaba apenas un mes con el omega y obviamente sus palabras le habían afectado. Lo único que esperaba era que Taehyung en ningún punto creyera que no era suficiente para Seokjin, porque lo era. Tae-tae era ese tipo de persona que se levantaba antes que él solo para que Channie pudiera dormir más, aunque no quisiera admitirlo. Era el tipo de persona que iría hasta la colina más alta solo si Channie quisiera comer las manzanas de esos árboles. En realidad, Seokjin y Jimin eran muy afortunados porque habían encontrado a un beta que los cuidaría con su propia vida. Chanyeol también lo era.

Por lo mismo, sabía que Taehyung en algún punto recapacitaría y decidiría unirse a los rebeldes; el menor no iba a querer quedarse mirando mientras los demás luchaban por él. Solo así podría ofrecerle una vida feliz a su pequeña manada.

Estaba en plenas divagaciones, cuando por el rabillo del ojo observó a una niña que lloraba desconsolada, mirando a todas las personas que pasaban por alrededor de ella. Nadie se detenía y estaba sola. El instinto de protección llamó fuerte en él y ni siquiera pudo controlar sus pies cuando ya estaba caminando hacia ella.

A plena luz del día.

—Hola, pequeña. ¿Estás perdida? —preguntó cuando se le acercó, con una sonrisa llena de preocupación, viendo las lagrimitas en los ojos de la pequeña. Una niña omega—. No es necesario llorar—le dijo con suavidad, mientras rebuscaba en algo en su bolso—. ¿Te gustan las flores? Tengo unas muy lindas por aquí.

Miró hacia todos lados, el corazón latiéndole con fuerza en el pecho. ¿Taehyung estaría cerca? La gente pasaba de él, pero sabía que era cuestión de tiempo. Sin embargo, no podía dejar a la pequeña sola para ir a esconderse otra vez.

—Sí me gustan—murmuró ella, sorbiendo por la nariz y con un gran puchero.

Channie le sonrió y le extendió una bella flor.

—Ten. Se llama smeraldo. Crecen en los campos de las afueras de Busan. ¿Los conoces? Son campos hermosos y muy grandes. ¿Ves que la flor tiene tu color de ojos?

La niña tomó la flor entre sus manitas y todavía sorbiendo por la nariz, la olió.

—Huele muy bien—balbuceó.

—¡Tú tienes mejor aroma! —le dijo Channie, ganándose una sonrisa de la niña—. ¿Estás perdida? ¿Sabes dónde está tu madre?

La niña volvió a pucherear y las lágrimas volvieron a caer de sus ojitos.

—N-no, no sé dónde está.

—No te preocupes—la tranquilizó—. La vamos a encontrar.

Sin embargo, antes de que pudiera hacer algo, una mujer omega apareció corriendo hasta tomar a la niña en sus brazos.

—¡Ahí estás! —gritó la señora—. ¡Jisoo! ¡Ven aquí, mi amor! —Abrazó a su hija con fuerza, revisándola y luego lanzó una mirada llena de odio a Chanyeol—. ¡Tú, beta! ¡Tú te robaste a mi hija, por eso no podía encontrarla!

—N-no—dijo Channie, rápidamente, asustado por la cantidad de atención que estaba recibiendo desde todas partes. Su estómago dolía y el corazón le martilleaba—. En serio, yo solo... ella estaba sola, señora, solo quería ayudarla.

La madre tomó la flor que la niña sostenía en la mano y la lanzó al suelo.

—¡Ayuda, ayuda! Este beta quería robarse a mi pobre niña. ¡Ayuda! —comenzó a gritar con mucha fuerza. Las miradas de todas las personas yendo directamente hacia el alto.

Chanyeol de pronto se congeló dónde estaba. No. Eso no era cierto. Él quería ayudar. ¿Por qué de pronto aquella mujer gritaba esas cosas? La niña le miraba con miedo, como si él realmente le hubiera hecho daño, pero no, el no había hecho nada; y el smeraldo reposaba en el suelo, brillando.

Channie alzó la vista de nuevo, consciente de que tenía que escapar, pero no podía hacerlo.

No era justo.

Entonces, escuchó aquella voz tras la espalda.

—¡Date la vuelta, beta de mierda!

Cuando Chanyeol finalmente pudo hacer lo que le pedían, vio a un oficial apuntándole directamente a la cabeza con un arma de tiro, de esas nuevas que había visto hace muy poco en Seúl.

En algún punto de su mente, Chanyeol supo lo que le esperaba:

Un sonido ensordecedor y luego... oscuridad.






☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️
Uff. Varias cosas.

🔸 Sufrí mucho escribiendo este capítulo. Me costó hacerloooooo. 😭

🔸 Los betas no tienen apellido hasta que forman parte de una manada. Por eso mismo Channie les pone Kim Taehyung y Kim Jimin a sus amigos. Seokjin, al ser omega, sí tiene apellido y es el único que puede dárselos a los betas.

🔸 Ya terminé mi tesis (WUHU) así que voy a poder subir capítulos con mayor regularidad, aunque no me comprometo a nada, porque soy como un pajarito que va de un árbol a otro y no se concentra con nada.

🔸 Aquí pueden dejar sus descargos del capítulo: si les dolió, si no les dolió, si quieren matarme a mí y esas cosas.

~Bird🌸

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