NARRA MIMI
Querido diario,
Las cosas han cambiado mucho desde que te utilice por última vez, supongo que no te necesitado para desahogarme este último año pero vuelvo a necesitar estas páginas en blanco para volver a respirar. Empiezo por el problema número uno.
Cloe.
Las cosas con Cloe fueron de mal en peor, después de estar unos meses sin hablarnos por razones que creo que ya hemos olvidado las dos, intenté hablar con ella un día, nos sentamos en la cama y hablamos y ella tuvo la cara de decirme que Ana era la culpable de que estuviésemos así cuando la principal razón fue Marina. La conversación aunque a voces Iba bien hasta que empezó a insultar a Ana y yo ahí ya no se lo permití, le pedí perdón por si algo de esto había sido mi culpa y me fui diciéndole que había sido un placer ser su amiga.Este año ella sigue la residencia donde ahora también está su querida marina, llevan ya casi un año saliendo y según me cuenta Clau, a pesar de que ya no se ven tanto como antes, está muy feliz y siendo la misma loca de siempre. A ti no te voy a mentir porque nadie mas va a leer esto así que te digo que la echo mucho de menos, la echo falta todos los días y lo que le da más pena es que creo que todo esto se fue a la mierda por los celos, por unos putos celos de mierda que teníamos las dos y que no podíamos aguantar. Tal vez nuestra amistad era más tóxica de lo que pensaba y que ya no nos hablemos nos ha venido bien a las dos.
Mi otro problema, mi problema número dos, Mi pequeña gran revolución. Ana. Ana Alicia Guerra Morales había llegado a mi vida para ponerla patas arriba y estaba enamorada hasta las trancas, eso no lo podía negar nadie. Ana, mi ahora confidente número uno, mi mejor amiga y mi novia. Bueno novia "en secreto", su familia no sabe nada y ella pretende que eso siga así hasta no sé cuando. También se niega a llevarme a su isla porque dice que su padre se dará cuenta, en cuanto entre por la puerta, de que la persona de la que está enamorada soy yo, también al contrario se muere de ganas de que vaya a su isla para pasear con ella por la playa en la que creció. Su indecisión está aquí haciendo que escriba esto, pronto serán las vacaciones de navidad y Ana se ha tenido que ir a la isla antes de tiempo, su abuela se encuentra muy enferma y su abuela es una de la personas que más quiere en este mundo, no hay un día que no me haya hablado de ella y de sus aventuras juntas de pequeña, de lo que la quiero y lo que su abuela la ha apoyado siempre.
Quiero estar con ella allí, quiero darle la mano, abrazarla por la noche y susurrarle al oído que todo ira bien y que cuando no vaya bien esté ahí para recogerla del suelo. Fue una decisión suya el que no fuera con ella, decisión que he de decir que no le fue fácil tomar pero tras mucha deliberación pensó que no era el momento para presentarme a toda su familia. Yo lo acepté en silencio, la acompañe al aeropuerto, la besé antes de irse y cada noche su llamada de Skype me hacía sonreír durante todo el día siguiente.
Mi madre, mi querida madre, de un año para otro se había convertido en un problema, toda la libertad que me había dado toda la vida se esfumó cuando durante una noche de fiesta me echaron algo en la bebida, antes de que el hombre pudiese hacerme nada me encontraron Ricky y Ana pero tras el reencuentro todo se volvió negro para mi, dos días de coma por una alta dosís de yo no se qué droga. Parece ser que al hombre se le fue un poco la mano pero bueno está en la cárcel y allí dormirá durante unos meses más. Mentiría si dijera que no tengo miedo del día en el que salga, tengo miedo de que se haya quedado con mi cara y ahora que sabe mi nombre venga a por mi por haber sido la culpable de que le hayan pillado y haya tenido que estar cerca de dos años en la cárcel, pero Ana me asegura que no vendrá y yo la creo. Pero volviendo al tema de mi madre, desde esa noche cada vez que le digo que voy a salir se queda intranquila y no duerme haciéndome sentir mal, y no decírselo me parecería mal y más después de todo esto así que desde entonces he disminuido mis salidas nocturnas a la mitad y siempre que voy a algún sitio Ana no me quita el ojo de encima en ningún momento. Tengo unas ganas tremendas de salir una noche con Ricky y solo Ricky y pasármelo bien como hacía antes de que ese tío arruinará mi tercer año de carrera.
Ricky, Ricky no es un problema. Ricky ha sido mi alma gemela, es ahora mi mejor amigo y no podría estar más agradecida con Ana por haberme presentado a este ángel de persona que como bien dice ella es yo pero en chico. Desde que Ana y yo empezamos a salir hemos pasado bastante tiempo los cuatro juntos, incluyendo a Kibo, pero para Ricky y para mi cada martes se había convertido en una tradición. Pizza y una peli, cada semana uno traía un DVD que comprábamos en el Lidl, donde vendían por 2 euros. Las películas eran todas viejas y la inmensa mayoría una mierda pero bueno nos lo pasábamos muy bien y debido a estos días nos habíamos convertido en uña y carne. Ana nos llamaba Zipi y Zape cuando la agobiamos.
Bueno diario te dejo que me está llamando Ana por Skype, espero no hablarte pronto.
Cerré la libreta a la vez que aceptaba la llamada de Ana.
-Hola mi amor- le sonreí tímidamente
-Hola pequeña- me sonrió de vuelta pero podía notar la tristeza en su carita -Como que has tardado tanto en contestar-
-Estaba terminando de escribir-
-¿Estas componiendo otra vez?- me preguntó, y por primera vez en unas semanas vi un breve hilo de ilusión en sus ojitos y como igualmente no le iba a decir que estaba escribiendo en mi diario, porque eso le preocuparía ya que sabe que mi diario se utiliza nada más cuando me siento sola y triste y no necesitaba más preocupaciones.
-Si, está saliendo algo-
-¿Me cantas un poquito?-
-Aii Ana pero esto no está listo para cantarse-
-Pues léemelo, porfa-
¿Y como le decía yo que no a esa carita triste que tanto quería?
Abrí la libreta por una página en blanco e hice como si estuviera leyendo esto.
-Esto está fatal Ana, no me lo tomes en cuenta por dios-
-Tranquila Mimi, si solo quiero escucharte un rato-
Si pudiera volver a nacer
te vería cada día amanecer
sonriendo como cada vez,
como aquella vez.
Te voy a escribir la canción más bonita del mundo,
voy a capturar nuestra historia en tan solo un segundo.
y un día verás que esta loca de poco se olvida,
por mucho que pasen los años de largo en mi vida.
-Mimi- fue un susurro que hizo que mirase hacía el portátil, la imagen de una Ana llorosa rompiéndome por dentro.
-Ana perdóname, no quería que llorases joder, lo siento-
-Ha sido precioso idiota, me ha encantado-
-Pues espero que lo recuerdes bien porque me acabo de inventar más de la mitad-
Sonrió, está vez de verdad, y me miró a través de la pantalla.
-Amo esa cabecita tuya más que nada-
-No te pases Ana, creo que amas más otras partes, mi cabecita no te hace gritar por las noches-
-Joder Mimi que bruta eres- se rió, y su risa me intoxicaba de felicidad -puede que no me haga gritar por las noche pero tu cabecita hace estas cosas que hacen que me enamore más de ti cada día-
Ahora era yo la que tenía una lágrimas sueltas recorriendo mi mejilla haciendo que Ana me mirará con ternura.
-Te echo de menos Ana- Lo dije flojito, tampoco quería que se sintiera mal por haberme dicho que me quedará pero en ese momento era lo que sentía, tenía la necesidad de estar con ella. -¿Hasta cuando no te veo?- Volví a hablar cuando vi que no me respondía.
-El día después de Reyes supongo-
-Vale- dije triste -¿Cómo está?- sabía que Ana no quería hablar del tema pero tenía que preguntarle, era lo mínimo.
Al cabo de unos segundos se echó a llorar, a llorar como nunca la había visto llorar nunca.
-Mimi, te necesito aquí- intentó decir entre sollozos.
-Ana, si necesitas que vaya mañana por la mañana cojo un avión para allá pero necesito que me digas que puedo ir-
-Ven- dijo en un susurro.
-Mañana me tienes allí mi amor-
Se quedó dormida mientras hablábamos, colgué la llamada y me metí para ver vuelos Madrid-Tenerife y cogí el primero que salía hacia allí. Hice una pequeña maleta de mano y llamé a Ricky para decirle que tenia que anular nuestro miércoles de película y tras contarle porque se ofreció a acompañarme hasta el aeropuerto. A la mañana siguiente me estaba despidiendo de Ricky y poniéndome rumbo a canarias.
-------------------------------------
La canción es La Playa de La Oreja de Van Gogh