Coraline y wybie se habían quedado dormidos solo unos minutos, al despertar grande fue su sorpresa al encontrarse fuera del pozo en su mundo, wybie aun llevaba al gato entre sus brazos, el cual aún seguía inconsciente. Ambos decidieron ir al palacio rosa y al entrar corrieron hasta la habitación de Coraline, con sumo cuidado dejaron al gato en la cama mientras ellos platicaban de lo que había pasado, sin darse cuenta que en la cama el gato retorciéndose debido a unos extraños sueño
Él se encontraba dentro del palacio rosa, aunque se veía muy diferente, miraba alrededor buscando a Coraline o wybie, o a quien estuviera en la casa, mas no encontró a nadie, miro de nuevo la sala donde se encontraba había cuadros enormes con paisaje y tres llamaron su atención, una mujer parecida a una muñeca de cabello negro se encontraba sonriendo, del lado izquierdo había una niña de ojos grises y cabello de igual color y justo arriba de ellas dos había un niño de ojos azules y cabello negro, el tenía la sensación de conocer a los tres pero no estaba seguro...recorrió la sala en la cual había estado un rato y cuando por fin se decidió a salir, camino hasta la cocina pasando por un largo y ancho pasillo, en el cual había unas escaleras que daban hacia arriba, la curiosidad hizo que se acercara las escaleras pero algo lo detuvo... escuchó a alguien tararear...camino hasta la cocina y entro lentamente, procurando hacer el menor ruido posible...dentro había una mujer de tez blanca, cabello largo y lacio hasta la cintura, de un color negro azabache, la cual le daba la espalda, la mujer al sentir la mirada sobre ella lentamente se giró y con una enorme sonrisa lo miro, él se Sorprendió al ver a la mujer, ojos de color azules como el mar, una sonrisa encantadora, una piel que parecía de porcelana, aparentando ser una muñeca, su figura delgada y bien torneada hacia que el vestido de color rosa brillante resaltara junto con el delantal, un vestido largo de la época colonial, bastante viejo se dijo el gato
-cariño- dijo la mujer- ve por Elizabeth...la comida esta lista
Me quede en silencio sin entender, ¿quién era esa mujer?, ¿porque lo llamaba cariño?, él ni siquiera la conocía, me gire un poco dispuesto a marcharme por donde había venido, intente correr, pero la voz de la mujer me detuvo
-¡Daniel!- grito la mujer con tono enojado- ve por su hermana y tráela para que desayune, sé que aun estas molesto conmigo pero anda, ve
-¿enojado?- murmure
Y para mi sorpresa, mi voz si se había escuchado ...gire lentamente la cabeza para quedar cara a cara con esa mujer, la cual me veía confundida, baje la mirada la cual dirigí a mis manos, mis ojos se abrieron, las manos eran humanas, de un color pálido, corrí de nuevo a la sala y me mire frente a un espejo...un chico de ojos azules, piel blanca y pálida, cabello negro se reflejaba en el espejo...lleve mi mano al reflejo y lentamente lo toque sin importar que mis manos y todo mi cuerpo estuviesen temblando
-¿Qué es esto?- murmure
-Hijo- dijo la mujer acercándose con una cara de preocupación- ¿estás bien?...no pareces el mismo...estas diferente
-¿mami?... ¿Dani?... ¿qué sucede?- se escuchó una voz afeminada
justo en el marco de la puerta se veía a una niña de ojos grises y cabello negro...era la niña que había conocido hace poco, 'la niña misteriosa'' pensó el gato que más bien ya no era un gato, observo la ropa de la niña un vestido rosa al igual que su madre y entres sus manos haba una muñeca con la forma de ella, los ojos de la muñeca eran botones de color gris, inmediatamente y con los nervios a flor de piel se acercó a la niña y le arrebato la muñeca
-¿quién te lo dio?- pregunto a la niña casi gritando
-mami- dijo la niña casi al punto del llanto-¿Qué sucede Dani?... ¿porque me hablas así?
Daniel inmediatamente miro a su supuesta madre y esta estaba sonriéndole, ¿que se supone que eso significaba? La mujer se acercó a él y se inclinó un poco para quedar a su altura... cuando alguien toco la puerta, los tres voltearon y Daniel le regreso la muñeca...su madre camino hasta la puerta y el al igual que su hermana la siguieron. Al abrirla se encontraron con una mujer no mayor de 26 años
¿Es ella? Se decía el, recordaba eso, el recordaba a esa mujer, por su culpa su madre se había tornado de esa manera...ella era la culpable de lo que les había pasado, la mujer tenía una apariencia angelical una apariencia dulce, pero algo tenía que hacía que los niños y los animales se alejaran, recordaba sus palabras como si estuvieran tatuadas en su alma, esas palabras que le habían congelado la sangre
-señora...- pronuncio la mujer con tono inocente- hace un par de días mis hijos y mi esposo murieron, me quede sola en el mundo y sé que usted podría ayudarme
La mujer nunca despego su vista de mí, parecía más centrada en mirarme, un escalofrió recorrió mi cuerpo, había algo malo en esa mujer y no se tenía que ser muy listo para darse cuenta, pero por lo que veía su madre no se percataba
-¿cómo puedo ayudarte?- pregunto su madre
-regáleme a sus hijos- dijo la mujer con una sonrisa bastante sospechosa
La madre de Daniel giro la cabeza mirando a su hijo y con la mirada le indico marcharse, esta volvió a ver a la mujer y le dijo con un tono amable
- lo siento, pero ellos son mi más grande tesoro...no se los puedo dar son lo único que me queda- dijo la madre de Daniel intentando sonrió lo más tranquila posible
-los hijos son un buen material- dijo la joven- cuando queremos cariño ellos nos sirven bastante...y también cuando tenemos hambre son un muy buen alimento
La madre de Daniel y Elizabeth la miro extraña, rápidamente negro y cerró la puerta, pero la mujer fue insistente durante 7 días se presentó en la puerta y repetía las mismas palabras, aunque su voz conforme pasaba el tiempo sonaba más enojada...y un día de repente desapareció...esos recuerdos pasaban rápidamente, haciendo que todo volviera a su memoria de una manera confusa, las escenas pasaban y pasaban hasta que recordó algo importante, recordó una noche donde su madre mientras ellos cenaban había dicho que remodelaría la casa para que fuera mucho más grande...y así fue la casa creció considerablemente, una casa lo suficientemente grande para que en el ático viviera alguien instintivamente recordó al Sr. B, fuera de este coloco las escaleras para poder acceder por la parte de afuera...mando construir un sótano al que se pudiera acceder por fuera al igual que el ático...las señoritas spink y forcible llegaron a su mente...y la casa principal fue separada por paredes de las demás para que cada quien tuviera su espacio.
lo extraño fue que de la nada su madre había solicitado fabricar otra habitación, con una puerta pequeña, en la cual solo se accedería mientras estuvieran gateando...ideal para los niños, la puerta estaba colocada justo en la sala de la casa principal...al entrar había un pasillo pequeño y corto y al final de este estaba una habitación muy grande, y eso fue todo esa escena se cortó y comenzó otra, como una película se iban reproduciendo al parecer en orden cronológico...las escenas pasaban rápido demasiado para su gusto, los recuerdos lo azotaban pero el sueño más temido por fin se presentó...su madre se encontraba en la cocina, preparando algo de pan, como todos los días, el entraba a la cocina y al mirarla se dio cuenta que su madre ya no era la misma...podía distinguir la esencia de la mujer joven que anteriormente se había presentado ante ellos, su madre lo miro con una sonrisa macabra.
-hijo mío, ve por tu hermana, tengo un regalo para ustedes- dijo la mujer con una mirada que indicaba que atacaría a su presa en cualquier momento
-¿mamá?- dijo Daniel seriamente-¿Dónde está mi madre?
Ella lo miro con ojos confusos y se acercó a paso lento, coloco una mano en el hombro del pequeño y se inclinó un poco haciendo que el aroma a sangre se impregnara en sus fosas nasales, la mujer sonrió intentando parecer dulce...algo que no logro
-¿de qué hablas?...yo soy tu madre- dijo con un deje de inocencia
-tú no eres mi madre- pronuncio fuerte- mi madre no tiene los ojos de color gris
La mujer frunció el ceño sus labios dibujaron una fina línea, se giró un poco y luego de varios segundo giro nuevamente mirando al niño, sonrió de forma exagerada, como si eso le contara muchísimo trajo
-yo soy tu otra madre, tontuelo- dijo la mujer
Y dicho eso salió de la cocina, el aire se sentía frió y tenso, había algo mal, había algo muy mal con su supuesta otra madre...¿dónde estaba su verdadera madre? nunca supo cuando su madre había cambiado de apariencia dejando de ser la mujer hermosa al extraño espectro que tenía enfrente, después de varios minutos su ''supuesta madre'' había traído a Elizabeth consigo, la pequeña la abrazaba como si su vida dependiera de eso...Elizabeth me miro y sonrió como siempre
había cambiado de apariencia de la mujer hermosa a ese adefesio casi espectral, después de unos minutos Elizabeth estaba junto a ella la cual la abrazaba como si su vida dependiera de eso...Elizabeth lo miro y sonrió