Caí al piso con los ojos cerrados.
Escuche unos golpes, abrí inmediatamente los ojos viendo a Jungkook golpear a Jin.
- ¡Basta, Jungkook! - grite pero este no me hizo caso.
Me levante, ví como Jin hacia fuerza con Jungkook.
- ¡Rose, no te acerques! - me grito Jin, agarraba los puños de Jungkook evitando que siguiera golpeándolo.
Obviamente no hice caso y me acerque, queriendo que mi hermano parara, intente empujarlo.
Jungkook no me prestaba atención haci que cuando quise empujarlo me golpeó. Claramente dolio, de igual manera mi hermano me empujó fuertemente para que me alejará.
En un descuido, Jin aprovechó a empujarlo para que saliera encima de él. Mi hermano cayó en el piso, mirando al rededor algo confundido entonces se levantó.
El rubio también se levantó, observando que mi hermano me miraba enojado, como pudo se paro adelante mío, como si me protegiera.
- No me molestes - dijo mirándome - Me iré en cuanto pueda - se dió media vuelta y se fue caminando como si nada hubiera pasado.
Jin soltó un suspiro.
"Hoy será la última vez que hablaremos como hermanos, las próximas veces no te reconoceré"
Lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas al recordar esa frase, había dicho la verdad, ya nunca más hablaríamos y lo único que nos une siempre será nuestra madre.
Baje la cabeza recordando esa frase.
Divisé su cuerpo, luego su sombra y hasta finalmente no ver nada más de él.
Como siempre lo ha echo.
- Rose - me llamó Jin, se dió la vuelta viéndome secar torpemente mis ojos - ¿Te duele algo? ¿Te duele donde te golpeó?-
Yo solamente negué con la cabeza.
- Rose - volvió a llamar - Dime que pasa, porque de sólo pensar que tu hermano tiene algo que ver... - hizo una mueca de furia
Le mire, subí mis manos y agarre entre ellas sus mejillas. Sólo lo mire fijamente.
- Estoy bien - le aseguré - Sólo son recuerdos... Nada más - trate de convencerlo
- Quiero que me cuentes - afirmó, dando a entender que simplemente no logre convencerlo -
- Esta bien - suspiré - Hablaré con Naty porque seguramente escuchó todo esto, luego te llevaré a algún lugar cercano para descansar y ver tus moretones -
Jin no se negó, en cambio asintió apoyándose en una pared.
Hable con Naty, me contó lo que le dijo sólo una parte porque cuando pregunte se puso nerviosa, luego yo le conté acerca de lo que sucedio en los pasillos, evitando la parte en que me puse a llorar, aún así le explique que al parecer Jungkook si la dejaría en paz y no volveria a molestarla.
Dicho todo eso, salí de la habitación, mire a Jin sentado en una de las sillas, se miraba las manos, tocaba sus moretones en manos y cara, dejó de tocar su piel dándose vuelta para verme.
Me dio una de sus sonrisas. Yo también le sonrei.
>>>
- Bienvenidos de nuevo - sonrió aquel muchacho - ¿Que van a ordenar? -
Aquel muchacho con sonrisa agradable, nos volvió a atender, su remera de aquel lugar decía su nombre: Jung Hoseok.
- Es la segunda vez que vienes y cada vez te veo con un chico golpeado - dijo burlón - ¿Sera que eres mafiosa? - solto mientras se reía
- Oh claro que si - le sonreí - Mejor comportate si no quieres desaparecer - le respondí y ambos comenzamos a reir nuevamente.
Jin no nos llevaba atención, así que sólo se dedicó a mirar.
- Esta bien - dijo dejando de reír - ¿Que van a ordenar? -
- Dos batidos de chocolate y... - dijo Jin mientras miraba el menú del lugar - Dos porciones de pastel de frutilla, por favor - pidió amablemente
-Vengo en un momento - el chico nos sonrió y se fue.
- ¿Un chico golpeado? - preguntó Jin, sólo me rei un poco
- ¿Te acuerdas que mi hermano y Suga pelearon una vez? - asintió - Traje aquí a mi hermano y aquel chico nos atendió. ¿No te duelen los moretones? -
- Si los tocas, si - dijo viendo como tocaba su mano con suavidad - Pero no mucho, aunque no es para tanto, sanaran -
Su mano izquierda estaba debajo de la mesa, eso me extraño.
- ¿Me das tu otra mano? - pregunte
- No tengo nada, son sólo moretones - respondio él.
- Dame tu mano - suspiro rendido.
Me dio su mano mostrándome su mano, con moretones obviamente y en sus nudillos estaban raspado por lo que empezaban a sangrar.
- Oh... - dije por lo bajo - ¿Porque no me dijiste nada? - lo dije casi como reprochándole
Jin simplemente suspiró
-Porque sabía que te preocuparías - miró su mano
Sólo sonreí por lo que dijo.
Al menos sabe que me preocupo por él.
Guardamos silencio, yo sólo tocaba su mano lastimada, minutos después de silencio llegó el chico que nos había atendido con nuestro pedido.
Se acerco a nuestra mesa con una bandeja donde se podían ver nuestros pedidos.
- Aquí esta todo - dijo aquel chico, mire su nombre otra vez.
- ¿Hoseok, verdad? - pregunte haciendo que él asintiera - ¿Podrias conseguirme una venda? Te lo agradecería mucho - le di una pequeña sonrisa
Así fue como termine vendando la mano de Jin en una cafetería mientras comíamos cómodamente.
>>>
- ¿Sabes que le dijo Naty a tu hermano? - preguntó Jin
Habíamos llegado hace un rato y ahora sólo descansábamos en la sala, tomando una limonada.
- Sé una parte, el resto sólo lo sabe Naty - dije mientras tomaba un sorbo - Ella le habló claramente y muy directa, le dijo la verdad: que estaba casada con YoonGi; también sé que le habló de cuando eran novios y eso. Aún así hay una parte que no me dijo, porque me mintió - sonreí recordando como se puso nerviosa - la conozco tanto como a mi misma. No me dijo qué era, no insistí mucho haci que supongo que me lo contará en algún momento -
- ¿Cuando eran novios? - preguntó Jin, yo sólo asentí - ¿Eso fué antes de venir a Corea? -
- Él fue la razón de que ella se mudará aquí, oh bueno una razón más para mudarse - ví que Jin no entendía por lo que sólo dije: - Su enfermedad era mejor tratada aquí y el clima la favorecía -
Ambos quedamos en un silencio.
Entonces me levante de mi silla, fui al sofá que tenía Naty, me senté, cerré los ojos y tome más limonada, dejando el vaso vacío. Sentí como algo se subía al sofá a lo que supe que era Jin, abrí los ojos me incliné y deje el vaso en una mesa cerca.
- ¿Como vas con los cigarrillos? - preguntó Jin, yo tiré hacia atrás y mire el techo
- Bien, supongo - lo dije casi como un susurró que obviamente Jin escuchó - ¿Como estas tú con los moretones? ¿Te duelen? -
Me reincorporé mirando a Jin, él sólo me miró, puso una de sus manos en mi mejilla y se inclinó. Me beso.
Podría haberme puesto nerviosa, podría haber cortado el beso, o un montón de cosas pero la verdad es que le correspondí el beso muy torpemente.
Aquel beso me hizo olvidar todo, los problemas, el que me iría en poco en tiempo, sólo para recordarme (y a Jin por supuesto) que en ese momento sólo existiamos él y yo.
Segundos después, se distanció del beso dándolo por terminado, sin embargo no se alejó se quedo muy cerca viendo mi cara.
- Ahora quiero saber que te paso después que se fue Jungkook - dijo de golpe
Sólo miré sus ojos, en ellos se reflejaban determinación y me di cuenta que no lo dejaría pasar.
Suspiré y puse mi frente en su hombre.
- Fue un recuerdo - comencé - Hubo un mes en el que desaparecí, que estaba con mi abuelo; es ese tiempo no sólo cambie yo sino que también cambio mi hermano - solté un suspiro tembloroso - en ese tiempo mi padre nos trataba muy mal, por lo que lo único que animaba a Jungkook era que ambos estuviéramos juntos, al no estar yo... Se perdió - volvi a inspirar juntando valor - Mamá había muerto, papá nos odiaba... Ninguno de los tres habíamos superado la muerte de mamá. Después de ese mes sin Jungkook... - solté unas lágrimas - Cuando volvimos a visitar a mamá, la última visita como familia él me dijo: "Hoy será la última vez que hablaremos como hermanos, las próximas veces no te reconoceré"- las lágrimas caían mojando un poco la ropa de Jin.
Sentí una manos en la espalda y otra en mi mejilla izquierda, Jin con su mano comenzó a secar las lágrimas.
- Lo siento...- dijo él - No debí preguntar -
- Esta bien - le respondí - Al menos recibo un abrazo - sonreí aún con mi cabeza en su hombro, él soltó una carcajada.
- Eso fue hace años - le dije suspirando - Desde aquello nunca más volvimos a hablar, o al menos como lo hacíamos antes -
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-mamá - pregunté en voz baja - ¿No podemos terminar la historia hoy? -
Ella sólo negó con la cabeza
- Lo seguiremos mañana - me sonrió como pudo - Te lo prometo -
Yo sólo asentí, me despedí de ella.
Sus ojos decían que estaba cansada, su voz era muy baja y no se podía levantar de aquella cama. Pero sus ojos siempre brillaban cuando estábamos en familia, cuando hablabamos, cuando peleaba con Jungkook o cuando papá traía algo para que mamá lo vea.
Salí de aquella habitación.
Ese blanco que veía siempre y con el paso del tiempo... Empezaba a odiar el blanco.
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