Natsu dirigió su mirada a la maga de agua con una leve y calmada sonrisa - No te preocupes, enseguida entraremos en casa-
Tras decir eso se acercó a la puerta aun con la chica en brazos - Lucy, me estas estorbando. - Dijo para esquivarla y entrar a su casa dejando cuidadosamente a la peliazul el la cama, la cual estaba algo perdida ante la situación actual.
Desde afuera se escuchaba a la maga celestial quejarse y golpeando la puerta, al principio se quedo un poco confundida de que Natsu le tratara así, tan distinto de como solía hacerlo. Pero una vez analizó la situación comenzó a reclamarle detrás de la puerta a este.
-Juvia, debe ser molesto escucharla toda la noche, iré a ver que quiere ¿te importa? -Preguntó el mago de fuego con el ceño levemente fruncido de que le estuviera molestando cuando estaba junto a la maga de agua.
-Natsu-sama puede ir, mientras que después pase el resto de la noche conmigo, si hace eso no tengo problema- Murmuró la peliazul sentándose al borde de la cama mirando atentamente al pelirosa con una leve sonrisa. Aunque por dentro estaba pensando tanto en insultos hacia la rival de amor como miles de posibles escenas que no eran para menores de edad con el mago de fuego.
Natsu besó con una sonrisa la mejilla de Juvia haciendo que sus mejillas se tornaran levemente carmesí para después salir por la puerta cerrando esta una vez estuvo fuera y mirar a la rubia sin muchas ganas - Y bien... ¿Que quieres Lucy?
La maga celestial comenzó a tocar su pelo intentando parecer lo más tierna posible y murmuró - Yo pensé que yo te gustaba Natsu ¿no es así?- tras decir eso le miró fijamente esperando una respuesta.
-Si, así es Lucy, me gustabas ¿que pasa con eso? - Rodó sus ojos apoyándose en la puerta mientras intentaba aguantar las ganas de volver adentro junto a la peliazul.
- Entonces ¿por qué estas saliendo con Juvia? La que te gusta soy yo - Dijo acercándose al mago de fuego con el ceño levemente fruncido, el dragón slayer simplemente suspiró y abrió la puerta de sus casa.
-No, tu me gustabas Lucy. Ahora quiero a Juvia, deberías superarlo- Tras decir eso entró a la casa y cerró la puerta dejando afuera a la rubia, quien apretó sus dientes y se fue por hoy a su casa resignada. A pesar de todo no iba a rendirse, o eso era lo que pensaba mientras se dirigía a su hogar.
Dentro de la casa de Natsu le sonrió a la maga de agua y dijo mientras se acercaba a esta- Solucionado, ahora podrás tenerme el resto de la noche para ti-