Era la segunda semana de clases, Harry iba en camino hacia el corredor del tercer piso con un plato de comida. A Harry de verdad le gustaba estar en Hogwarts, como alumno, como un mago en ciernes. Lo que más le gustaba a Harry, es que la mayoría de sus tíos (maestros) no lo consideraban exactamente un niño. Lo consentían, mimaban, le daban dulces, como haría cualquier tío con su sobrino, pero ellos además le tenían confianza, confianza en que podía entender conceptos más complejos para su edad.
Por eso es por lo que Harry sabía lo que Dumbledore se vio obligado a guardar en Hogwarts luego de que intentaron robarla de Gringotts, curiosamente el día de su cumpleaños. Su abuelito se lo dijo, Dumbledore creyó que sería mejor si Harry sabía lo que era en vez de tenerlo curioseando, ya que el pequeño era de esas personas que los misterios les atraen enormemente. Hagrid llevo a Fluffy al corredor del tercer piso para proteger dicho objeto y Harry iba a dejarle la comida a veces. Además de esta "triple" protección perruna, los profesores se dedicaron a idear formas de evitar cualquier intento de robar la piedra. Porque eso era lo que estaba guardando Dumbledore en Hogwarts. Una piedra. La piedra filosofal.
Fuera de ese "pequeño" detalle, el resto del mes y el que siguió podría haber pasado sin contratiempos, solo había pequeños conatos de pelea entre Malfoy y Harry. Y eso era todo. Pero como todo en la vida, nada es para siempre.
Dos semanas antes de Halloween, Ron aún no había logrado un Aceptable en pociones, Hermione ya estaba casi arañando las paredes de la desesperación. No es que Ron fuera tonto, pero era muy impaciente y se confundía en los ingredientes, Hermione era una persona muy técnica, seguía las instrucciones al pie de la letra, y eso era bueno; la mayor parte del tiempo, pero a veces, el instinto era mejor maestro. Por eso Harry decidió compartir uno de sus secretos con su nueva amiga.
—Hermione, mira; ten esto, creo que te servirá mejor con Ron. Está visto que los libros tradicionales no son lo que él necesita—.
Le dijo a Hermione extendiéndole un cuaderno empastado a mano, los tres estaban en la sala común intentando que Ron pudiera al menos aprenderse el procedimiento de la poción pimentónica, que era la tarea que tenían para la siguiente clase de pociones. El cuaderno que Harry acababa de entregarle a Hermione eran sus apuntes desde que tenía 7 años, cada año, Harry había ido agregando más y más cosas a sus apuntes, dibujos, anotaciones, incluso le pidió al profesor Flitwick que encantara los dibujos para mostrar la forma correcta de mover el caldero, depositar ciertos ingredientes, etc.
Hermione estaba visiblemente fascinada, era un libro de pociones digno de cualquier maestro pocionista, si no fuera por el empastado a mano, cualquiera podría haber dicho que era un tomo avanzado de Flourish y Blotts.
—Harry, ¿Qué es esto? —.
—Mis apuntes teóricos de pociones, hacia dibujos en clase de mi tío y luego me aburrí y empecé a dibujar como se hacían las pociones y pues termine haciendo esto, pensé que sería útil algún día—.
—¿Tu tío sabe de esto? —.
—Sabe que tome apuntes, no la forma en que están—.
—Esto es perfecto para Ron, si no saca un Aceptable con esto, no lo hará con nada—.
Pasaron el resto de la tarde enseñándole a Ron, con las ilustraciones del libro, la forma correcta de hacer una poción pimentónica. Al día siguiente, tenían clase de pociones con Slytherin. Ron había estudiado, había incluso hecho una decente poción pimentónica que probo en Scabbers y el humito de sus orejas indico que estaba bien hecha. Iba confiado. Y sus dos amigos también iban confiados. Ese día, era el día.
Una vez que tomaron asiento, un vendaval de ropa negra entro; Severus tenía la habilidad de enfriar aún más las mazmorras y de hacer que cualquier murmullo se convirtiera en silencio absoluto.
—Espero que hayan estudiado perfectamente la teoría, hoy tendrán que hacer la poción pimentónica, la harán en parejas y al final de la clase, deben probar la poción en ustedes mismos y su compañero, tienen 1 hora y media. Comiencen. Señor Potter, usted venga al frente del salón, la poción la hará bajo mi supervisión—.
Harry llevo sus cosas hasta el escritorio de su tío. Su tío solía hacer eso cuando quería hablar con él. Mientras preparaba la poción Harry iba escuchando lo que le decía Severus en voz baja.
—Creo que tengo lista la protección para la piedra, Sprout, McGonagall, Flitwick y Dumbledore ya tienen listas sus defensas, solo falto yo... y Quirrell. Y en el nombre de Merlín, ese individuo no tengo ni idea de que podría idear, es tan débil y miedoso... —.
—¿Qué ideaste tú tío? —.
—Un acertijo de lógica y pociones. La lógica es una rama del conocimiento que comparten el mundo muggle y el mágico y es tan despreciada en ambos, que es excelente como trampa. Vaya, tu poción pimentónica luce perfecta. Me alegra saber que eres bueno en esto—.
—Si, vivir con el mejor pocionista del Reino Unido tiene sus ventajas tío—.
—Leoncito presumido—.
—Serpiente envidiosa—.
—Touché. Es bueno ver que aun así tienes rasgos Slytherin sobrino. ¿Y cómo va Ron? —.
—Creo que hoy podrá lograr un Aceptable, Hermione ya casi estaba al borde del llanto y a punto de aventarle el libro el día de ayer—.
—Bueno, ya casi es hora, veamos qué tal le fue a ese par—.
Severus dejo de hablar con Harry y volteo a ver a su clase.
—Bien, ya que he supervisado al señor Potter, su poción será la primera en ser probada, señor Potter, tome una cucharada de su poción, si esta ha sido hecha correctamente, deberá expulsar humo por las orejas—.
Harry tomo una cucharada grande y efectivamente, segundos después de ingerir la poción sus orejas parecían teteras por el humo que expulsaban.
—Bien, tiene un Supera las Expectativas, señor Potter, vaya a sentarse a su pupitre—.
Severus dejo la poción de Ron casi para el final, y efectivamente, como le había dicho Harry, ese día era el día. Ron había hecho una decente poción pimentónica, tomo una cucharada grande y emulando a una tetera obtuvo más que un Aceptable, obtuvo su primer Supera las Expectativas, en la escuela. En ninguna materia había sacado un Supera las Expectativas. Ron estaba feliz. Severus le dijo en voz baja a Ron "con ropa cómoda el sábado y desayuna bien, tu mamá ya dio el permiso para tu entrenamiento". La última poción por probar fue la de Draco Malfoy, la cual obtuvo un Aceptable. Esto pareció molestar al rubio. Pero no dijo nada.
Debieron prever lo que estaba por pasar. Malfoy quería venganza, no soportaba que el jefe de su casa no odiara a los Gryffindor, cuando era legendaria la rivalidad entre ambas casas. Malfoy no era alguien que le gustara la confrontación directa, así que ideo algo más cobarde, solo tenía que esperar el momento correcto. Y ese momento llego en Halloween.
Los tres Gryffindor se encontraban comiendo cantidades enormes de dulces ese día, Ron en un gesto de caballerosidad que dejo en shock a Hermione, le lleno el mismo su plato con dulces del mundo mágico.
—Debes probar estos Hermione, los dulces muggles son ricos, pero los mágicos no tienen comparación. Aquí tienes—.
—¿Y yo soy la mandona? —Dijo sonriéndole a Ron.
—Calla, come y hazle caso al "pecoso"—.
—De acuerdo, ¡zanahoria! —Harry solo rodo los ojos, esos dos interactuaban mejor a base de pequeños insultos y quizás era lo mejor.
—Cállense los dos y sigamos comiendo, Hermione, cuídate de Ron, si se le acaban los dulces en su plato ira por los tuyos. Prueba el regaliz primero. Así, si no te gusta, puedes quitarte el sabor con los otros dulces—.
Todas las casas se encontraban comiendo dulces, pasteles, bebiendo jugos que humeaban y en la mesa de profesores había otro tipo de postres. Excepto en el de Dumbledore, él tenía sus dulces de limón, todo un clásico. Su tío no comía más que chocolate amargo de vez en cuando, así que no le extraño que el único dulce que comiera su tío era justamente un pequeño trozo de pastel de chocolate amargo. Los demás profesores, se debatían entre flanes, budines, pasteles, cupcakes, manzanas con caramelo, trufas de chocolate con licor, una serie de dulces que basaban su valía en el sabor y no en su apariencia.
Todos estaban felices y relajados, así que fue más impresionante lo siguiente que paso. El profesor Quirrell entro corriendo y gritando—¡Troll! ¡Un troll en las mazmorras!... Pensé que debían saberlo—Apenas dijo esto, el profesor cayo desmayado y el caos se desato. Si no fuera por el director que logro imponer algo de orden... envió a todos los alumnos a sus salas comunes, a los de Slytherin los envió a las demás casas, repartidos. Harry siguió a Percy, que era el prefecto de su casa y dio un vistazo rápido hacia la mesa de profesores y no vio a su tío ahí.
Tal y como Harry veía las cosas, era muy extraño que un troll hubiera podido irrumpir en Hogwarts, no solían estar cerca de construcciones, y además las protecciones del castillo impedían el paso a ese tipo de criaturas a los terrenos del castillo, lo más cerca que podían estar sería el bosque prohibido y con mucha suerte del lado de la criatura, el lago negro. Así que no tenía sentido su presencia en el castillo y Harry tuvo un oscuro presentimiento. Su tío debió tener el mismo presentimiento que él y debió correr al tercer piso, ya que cuando volteo a la mesa de profesores, no lo vio. Alguien había metido al troll como distracción. Desgraciadamente, alguien más pensó en eso, pero no en la misma forma.
A la mañana siguiente, Malfoy estaba dando una teoría estrambótica donde aseguraba que el profesor Snape había dejado entrar al troll como broma de Halloween, ya que cuando los alumnos fueron enviados a sus salas comunes, el único jefe de casa que no estuvo fue, precisamente el de Slytherin. A cualquier alumno con al menos una neurona funcionando, le hubiera parecido una teoría por decir lo menos, descabellada. Sin embargo; algunos pocos estudiantes le creyeron a Malfoy. Y lo que pasó después en el primer juego de quidditch no ayudo a quitar la imagen del profesor Snape como un potencial peligro.
Durante el primer juego de quidditch un par de semanas después, mientras Harry luchaba por encontrar la snitch y en general pasando un buen tiempo jugando, su escoba, una Nimbus 2000 que le regalo su tío en cuanto Harry estuvo dentro del equipo oficialmente; empezó a moverse de forma irregular. Si no fuera porque sabía que era imposible, Harry hubiera pensado que su escoba había cobrado vida y parecía un jamelgo desbocado. ¡Su escoba estaba tratando de tirarlo! Sus amigos en las gradas estaban aterrados, ni Ron ni Hermione podían localizar la fuente de la interferencia mágica. Mientras en las gradas de Slytherin, un demasiado feliz Draco Malfoy, señalo en dirección al profesor Snape que estaba murmurando rápidamente algo que no alcanzaban a adivinar que era.
Hermione pudo pensar rápidamente que el profesor estaba haciendo un contra-hechizo, y decidió ir a ayudarlo, le dio indicaciones a Ron de que, si Harry caía, intentara utilizar un hechizo levitador para amortiguar su caída por si no llegaba a tiempo con el profesor. Hermione corrió rápidamente para ayudar al profesor y lanzar así dos contra-hechizos para evitar una tragedia, en su prisa arrollo a varios alumnos e incluso al profesor Quirrell que iba hacia su asiento en la tribuna de los profesores.
Cuando logro llegar con el profesor, la escoba de Harry había dejado de moverse y ya estaba de vuelta siendo controlada por su amigo. El partido termino a favor de Gryffindor y un asustado Harry que había atrapado la snitch con la boca, decidió que esa noche hablaría con su tío. Mientras era llevado en brazos por todos sus compañeros hacia la sala común para festejar, Harry iba pensando en la serie de acontecimientos que estaban pasando. Quien fuera que quería la piedra, estaba dispuesto o dispuesta a matar por ella y había marcado a Harry, quizás porque su tío había impedido que llegará a la piedra, como un "estorbo a eliminar".
Los sucesos de ese día en el partido, dieron pie a una serie de chismes, que eran propiciados por Malfoy, obviamente. Los rumores decían que Severus Snape era una especie de loco peligroso, desde la supuesta broma del Troll hasta casi matar a su sobrino con un hechizo en el campo de quidditch. Malfoy estaba decidido a hacer una campaña de desprestigio hacia su tío, para dañarlo a él, sabiendo que su tío era muy importante en la vida de Harry. Evidentemente la mayoría de los alumnos y todos los profesores no creían nada de esto, pero Harry no iba a permitir que Malfoy siguiera difamando a su tío. Ya encontraría la manera de vengarse del rubio.
Harry sabía que iba a necesitar ayuda para investigar ambas cosas. No podía decirles a sus amigos sobre la piedra, pero si podía decirles de sus dudas acerca de Malfoy, y, sobre todo, encontrar como contrarrestar tales calumnias. Sin embargo, la navidad se atravesó y los rumores tuvieron que ser puestos de lado en aras de algo más importante. Esa navidad, Harry y Severus la pasarían en la madriguera, y era la primera navidad sin Dudley para Harry.
Así que cuando llego la fecha de irse de vacaciones, para Harry no fue un día tan feliz como en años anteriores.
Las vacaciones estaban siendo todo lo que un niño podría esperar, dormir mucho, nieve y bastante comida caliente y sabrosa. Uno de esos días en donde todos se levantaron hasta el mediodía, a desayunar, tuvieron una guerra de nieve, todos contra todos, pero lo mejor fue ver a Bill y Charlie "pelear" contra sus padres y Severus.
Los niños pararon las "hostilidades" al ver la pequeña batalla que se desarrollaba, Severus bloqueaba las bolas de nieve con apenas un movimiento de varita, Molly creo un cañón de nieve y Arthur, el patriarca Weasley, levito montículos enteros de nieve hacia sus hijos. Por su parte; Bill había logrado hacer "hombres" de nieve que "atacaban" a los adultos mientras Charlie encantaba varias bolas de nieve y con un madero las "enviaba", emulando sus épocas como golpeador en el equipo de quidditch de la escuela.
Esa batalla logro que Harry olvidara su melancolía, al menos por ese día.
Cuando llego la mañana de navidad; Harry recibió dos sorpresas, una fue una capa invisible, Albus la había guardado todos esos años, había pertenecido a su padre y Severus fue quien termino la entrega de la reliquia familiar. La segunda cosa que sorprendió a Harry, fue que había un regalo sin nombre, dirigido a él. En la pequeña caja, había un dije, una especie de arco con solo una palabra tallada en el metal, Storge.
—Tío, ¿Esto qué es? —Le pregunto Harry a Severus sin sacar el objeto de la caja.
—Déjame ver Harry, parece un dije, ¿No tiene nombre la caja? —.
—Nada, ya revisé—.
—Uhmm, será mejor que lo revise para ver que no tenga nada oscuro. Dámelo—.
Harry le entrego el dije a su tío, teniendo cuidado de no tocarlo.
—Es extraño... —murmuro Severus.
—¿Recibir un regalo sin un solo nombre? Pues si es extraño tío—Dijo con sarcasmo Harry.
—Aunque aprecio el ver qué has aprendido de mi arrolladora personalidad Harry, no me refería a eso cuando digo extraño. Sino a la palabra, Storge. Estoy seguro de que la he oído antes, pero no logro recordar donde—Severus se quedó pensativo unos minutos—Mira, es navidad, regresando a Hogwarts buscaré algo de información sobre esto y revisare que este objeto no tenga magia oscura, pero por ahora, mejor salgamos a disfrutar el día, Ron ya está listo con los trineos—.
Y era cierto, Ron ya estaba con dos trineos listos para jugar con Harry, sus hermanos ya estaban en la colina y solo faltaban ellos.
>> Anda, ve a jugar—.
Harry no espero ni un segundo más y alcanzo a Ron en la puerta. Severus estaba preocupado ahora por dos cosas, por el intento de robo de la piedra y por el peligro en el que se encontraba su sobrino. Originalmente había pensado que lo que sucedió en el partido de quidditch era una distracción, pero luego de analizarlo se dio cuenta de que, sin el contra-hechizo, Harry hubiera muerto sin duda. De hecho, él estaba casi al borde de sus fuerzas intentando bloquear la poderosa maldición a la que estaba siendo sujeta la escoba. Si no hubiera sido por que algo interrumpió la maldición, tanto el cómo Harry hubieran muerto, el contra-hechizo dreno mucho de su energía.
Alguien intentaba matar a Harry, y solo se le ocurrían dos posibilidades, Mortífagos o Aquel-que-no-debe-ser-nombrado.
Si eran mortífagos, ¿Cuál de todos? Malfoy encabezaba la lista, pero Lucius no haría nada que no le reportara un beneficio, y matar al niño-que-vivió, no le traería nada concreto. Quedaban muchos nombres, y todos igual de improbables. Quizás el único nombre que podría tener algo que ver sería Sirius Black, pero como estaba en Azkaban igual que la loca de su prima, también los descarto. La lógica le indicaba que entonces era Voldemort. Pero no podía ser él únicamente, seguramente algún aliado. La pregunta era si era un alumno o un profesor. Un alumno era muy improbable, quizás Draco, pero no se lo imaginaba haciendo un plan tan elaborado y quedaba el asunto de la maldición. Un niño no era capaz de ese nivel de magia. Quedaban solo los profesores y él ya tenía un sospechoso entre los profesores, Quirrell.
Era un profesor nuevo de DCAO, recién llegado de Albania luego de haber ido a investigar sobre los vampiros y otras criaturas oscuras de esos bosques. A Severus le parecía muy sospechoso que un profesor cuya fama previa era de ser brillante para DCAO, pudiera ser tan miedoso y pusilánime, no era consistente, no tenía lógica ni su comportamiento en clase ni su tartamudeo. Nada que pudiera haber enfrentado en Albania podría haber llevado al joven profesor a ese estado de indefensión. Excepto Voldemort.
La pregunta era si lo estaba haciendo bajo un Imperius, por motu propio, o bajo amenaza. Viendo a Harry jugar y reírse con Ron mientras ambos venían encabezando al grupo de pelirrojos, Severus pensó que sin importar si era por decisión propia o bajo coerción, si Quirrell era quien quería ver muerto a Harry, el no dudaría en matarlo primero.