Dos figuras, una vestida de negro y otra vestida de blanco, estaban sentadas en uno de los bancos del parque, el que había al lado del orfanato, eran las 11:00 de la mañana, faltaban dos horas para ir a recoger a los niños al colegió, de repente oyeron los gritos agudos de un grupo de niños pequeños, una fila de niños apareció por la esquina del parque, todos cogidos de la camiseta del de delante, tenían intención de cruzar el parque, fueron pasando todos los peques por delante, Victoria miraba como se dirigían al orfanato, dirigidos por una monja, hasta que noto como alguien tiraba de su vestido, bajo la mirada, mirándola había una niña de 5 años, con el cabello marrón chocolate, cortado por los hombros, con un hermoso flequillo infantil, y vestida con un vestido de tirantes anaranjado.
- Hola - dijo una voz angelicalmente chillona.
- Hola - dijo Victoria con una sonrisa - ¿como te llamas?
- Adela
- Adela, que nombre tan bonito
La niña se limito a asentir.
- Me gustan tus ojos - oyó Christian
Bajo la mirada, allí delante de el había una niña de 3 años, con un flequillo infantil, el pelo marrón café oscuro por la nuca, y iba vestida con una camiseta y un pantalón rosa.
- ¿como te llamas?- le pregunto este a la niña.
- Laura
Christian fue a responder cuando de repente se escucho la voz de una de las monjas:
- Adela, Laura, no molestéis.
Cogió la mano de las niñas y corrió hasta entrar en el orfanato
- Victoria- dijo Christian - estaba pensando, que a Erik y Eva les vendría bien dos hermanitas pequeñas
La mirada de Victoria se ilumino por completo y asintió frenéticamente.