Capítulo 16
Lauren conducía por la carretera como si fuera meteoro, yo iba cada vez más asustada y preocupada.
-Lauren ¿Sabes a dónde vamos? –Le pregunté ya que no ella parecía muy segura.
-Por supuesto que lo sé. –Jamás había visto a mi madre tan enojada, creo que era una mezcla entre preocupación, ira y celos, la situación no era la correcta pero aportó grandes avances a mi misión.
Ella se detuvo en el mirador de Wall-North, conocido como Kisses & another stuffs gracias a los adolescentes que venían a besuquearse y a hacer otras cosas aquí, efectivamente había solo un auto en estacionado allí, Lauren se bajó, ya conocía el auto, era el de Austin, se bajó con los puños apretados y pisando fuerte, su mirada era sombría, estaba más que enojada; furiosa.
Se acercó al auto y abrió la puerta del conductor y sacó a el chico de este, lo presionó contra el auto y le gritó en la cara-: ¿Dónde está mi Camz? –Le gritó.
-¿Lauren? ¿Qué haces? –Mamá salió del auto, del asiento del acompañante, ella soltó a Mahone y corrió hasta Camila.
-¿Estás bien? ¿No te hizo daño? –Le revisó las muñecas, la cara y el cuello en busca de tal vez algunas marcas e indicios de forcejeo, se giró hacia Austin y lo enfrentó.
-Más te vale que no te hayas atrevido a tocarla, idiota. –Amenazó.
-Escucha Jauregui, he cambiado, yo no tocaría nunca a Camila, no le haría daño, es mi amiga y más que eso. –Lauren rió cínicamente.
-No te creo ni media palabra idiota. –Ella estaba lista para atacar pero mamá no se lo permitió.
-Lauren, es cierto, él me lo explicó todo, fue a una clínica de rehabilitación, él ha cambiado. –Mamá le dio esa mirada, es mirada de "Confía en mí" y Lauren respiró profundo y asintió, miró a Mahone, este le sonrió.
-Aun no confío en ti, sube al auto Camz, te llevaré a casa. –Yo me moví al asiento trasero pero mamá no entró.
-Déjame despedirme aunque sea. –Se cruzó de brazos, mi madre la miró, Camila estaba un tanto molesta.
-Bien, no te tardes. –La otra chica volvió al auto, seguía con el ceño fruncido.
Mamá se acercó a Austin, parecía estar disculpándose, una vez que terminaron de hablar Austin se aceró a ella y plantó un beso en su mejilla mientras la abrazaba, Lauren ante la imagen hizo sonar la bocina del auto.
-¡Suéltala Mahone! –Gritó algo enojada, yo me reí.
-Estás celosa. –Canturreé burlonamente.
-No lo estoy, solo la protejo. –Me dijo seria.
-Aja, si claro. –Dije con sarcasmo.
-Ya basta, cállate que ahí viene. –Mamá entró en el auto y ella arrancó, esta vez el recorrido fue mucho más calmado, ninguno de las dos decía nada y la tensión se podía cortar con un dedo.
Lauren estacionó el auto frente a la casa, mamá desabrochó el cinturón de seguridad tan pronto como el auto paró y se disponía a salir.
-Espera Camila. –Suplicó ella.
-¿Qué? –Preguntó seca.
-¿No quieres hablar de lo que acaba de pasar? –Preguntó.
-¿Hablar? ¿Sobre qué? ¿Sobre cómo me hiciste una escenita de hermana mayor sobreprotectora con un chico muy lindo, lo golpeaste y lastimaste, luego me besaste, te dije que no quería salir herida por ti y luego me heriste bailando con una zorra, y cuando Austin se ofreció a consolarme tú fuiste y armaste otra escenita? No gracias, creo que todo ha quedado muy claro, eres la misma idiota de siempre.
-Pero así te gusto ¿cierto? –Dijo Lauren con aire de superioridad, mamá soltó un gruñido y azotó la puerta del auto- ¡Que sexy eres gatita! –Le gritó solo para hacerla enojar.
-¿Ya no estás molesta? –Le pregunté.
-No, yo le gusto y le importo, eso no puede negarlo, pero se ve linda cuando lo intenta, y creo que reaccioné como una tonta, ella tiene razón. –Pase una mano en su hombro.
-Sí, una cosa que aprenderás rápido es que ella siempre tiene la razón, así no la tenga, decirle a ella que no, es como arrancarles los bigotes a un gatito. –Lauren me sonrió.
-Gracias por el consejo.
-De nada. ¿Qué harás ahora?
-Iré a casa y soñaré con Camz -Soltó un suspiro y yo sonreí.
-No, me refiero a que harás ahora con Camila, seguirás tratando. –Ella sonrió mirando hacia adelante, con una mano sosteniendo su cabeza.
-Sí, ella cree que se libró de mí, pero no sabe lo que le espera. Te diré algo, ella tiene esa cara angelical y ese aire inocente pero es toda una chica mala, estoy segura. –Me reí.
-¿Estás borracha todavía? –Le pregunté.
-Un poco, pero puedo conducir hasta mi casa, está cerca. –asentí.
-Claro, adiós. –Le dije y me bajé del auto, ella arrancó en cuanto entré a la casa, subí las escaleras con cuidado, ya era muy tarde y no quería despertar a mis abuelos. Cuando llegué a la habitación mamá ya se había cambiado.
-¿Qué estabas haciendo con Lauren en el auto? –Me preguntó cuando entré.
-Oh yo estaba estresada por todo este ajetreo del violador, ella se ofreció y tuvimos uno rápido en el auto. –La golpeé con el puño en el brazo- ¿Tú qué crees? Hablando de ti.
-¿Qué te dijo sobre mí? –Reí.
-Que eres una chica mala. –Bajó la cabeza.
-Lamento haberlas preocupado. –La abracé.
-Si me preocupaste, no lo vuelvas a hacer o al menos deja una nota. –ella soltó una risa mientras la abrazaba, ¿Qué sería de mí sin esta mujer?