Sweet Peril. (The Sweet #1) [...

De KrenGutierr

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¿Su apodo? Demon Blood. ¿Su verdadero nombre? Nadie lo sabe. Su única información además de los rumores, es q... Mais

Sinopsis
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Esto no es un capítulo
Capítulo 34
Capítulo 35
Epílogo
The first time I saw you. Capítulo especial
Capítulo Extra
Adelanto de Sweet Storm
Agradecimientos

Capítulo 30

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De KrenGutierr

Persecución, apuesta y confesiones: Parte II.

Sam no mentía cuando dijo que su mamá saldría con una bandeja de cannoli, puesto que cuando entramos por la puerta principal la sorprendimos a punto de salir, noté el sonrojo en las mejillas de la señora Miller al ver que había sido pillada.

Mia bambina —canturreó la mujer en italiano abrazando a su hija mientras hacía equilibrio con la bandeja, debo admitir que eso me impresionó.

Mamma solo me fui como por unos veinte minutos, no es para tanto —dijo Sam separándose de su madre, mientras le quitaba la bandeja y tomaba un cannoli

Anabella, que gusto verte de nuevo —dijo la señora Miller con un marcado acento italiano, mientras me daba una afectuoso abrazo, el cual correspondí con gusto.

—También me da gusto.

—Mamma, Anna y yo estaremos en mi habitación por si nos necesitas —comunicó Sam después de tomar otro cannoli y ofrecerme, tomé uno.

—¡Santo cannoli! —exclamé luego probar el primer mordisco.

—Tú lo has dicho —dijo Sam divertida.

Miré el pequeño tubo de masa en mi mano y luego a la señora Miller.

—Esto es un pedazo de cielo —fue lo único que se me ocurrió para expresar lo delicioso que estaba el cannoli.

La señora Miller soltó una sonora carcajada.

Grazie belle Anabella. Ahora vayan a estudiar, andare —Sam y yo asentimos, Sam dejó la bandeja de cannoli en una mesa cercana y comenzó a caminar mientras yo tomé otro cannoli antes de seguirla hasta su habitación.

Nunca había estado en la casa de Sam, las palabras que se me ocurrían para describirla eran cómoda y acogedora, todo estaba en perfecto orden. El cuarto de Sam por otro lado era un desordenado arcoíris, todas las paredes tenían un fondo blanco con diseños en ellos, todos con colores del arco iris e incluso degradaciones de estos mismo, hubo una pared que llamó mi atención, se trataba de un dibujo de un pentagrama con todos las notas musicales desordenadas, alunas volaban lejos del pentagrama, daba la sensación de que ahí estaba ocurriendo una fiesta.

La cama estaba sin hacer y sobre ella descansaba un pequeño unicornio blanco con una crin que empezaba en rojo, se degradaba pasando por cada color del arco iris y terminaba en morado. En una esquina había un teclado y junto a este una pequeña mesita donde había un montón de partituras. En la otra esquina de la habitación cerca su closet había un pequeño montón de ropa, paseé mi vista por toda la habitación de Sam, a pesar del pequeño desorden (porque cuando de cuartos desordenados se trataba Amber era la reina) era una habitación genial y con estilo, luego de dejar mi bolso cerca de la cama de Sam, me senté junto a ella en su cama. Me volví a levantar cuando sentí algo debajo de mí, cuando lo saqué observe que era un sostén de encaje de color lila casi igual al color de su cabello.

—¡Ups! —dijo Sam apenada tomando el sostén y lanzándolo a la pequeña montaña de ropa.

Miré detenidamente a Sam.

—¿Qué? Igual todo volverá a estar desordenado, qué sentido tiene entonces arreglarlo —Sam se encogió de hombros, yo reí. Eso había sonado como algo que diría Amber.

Lo que me recordó que había estado tan atrapada en mi pequeña burbuja de melancolía, que en las últimas semanas había estado evitando prácticamente los mensajes de Maggie y Amber, no queriendo preocuparlas, puesto que podía asegurar que a la primera señal de mi estado depresivo hubiesen perdido sus clases para estar junto a mí.

Saqué mi teléfono y marqué el número de Maggie, primero la llamé a ella, porque sabía que no explotaría como probablemente haría Amber.

—¿Dónde diablos tenías ese teléfono tuyo? —cuestionó la voz muy enojada de Amber, extrañada me cercioré de que había llamado a la persona correcta.

—Amm... hola, ¿Amber?

—¿Quién más si no? —Resopló Amber del otro lado de la línea.

—¿Qué hace con el teléfono de Maggie? —indagué.

—Ella está aquí conmigo, solo que yo fui más rápida en contestar.

Logré escuchar una pequeña discusión entre Amber y Maggie por el teléfono.

—Hola Anna —saludó la serena voz de Maggie.

Suspiré con alivio, al menos una de ellas mantenía la compostura.

—Hola Maggie —miré de reojo a Sam —espera un minuto.

—Está bien.

Me giré completamente hacia Sam.

—Hey, ¿no te importaría tener una charla por skype con Amber y Maggie?

—Claro que no —dijo Sam con una sonrisa amable, pero sabía que en el fondo se sentía algo incomoda por ver a Amber.

Volví a colocar el teléfono en mi oreja.

—Maggie, ¿puedes conectarte a Skype?

—Mmm... claro, solo déjame encender la laptop

—Está bien, nos vemos en cinco.

Colgué y fui por mi laptop, luego de encenderla inicié sesión en skype. En cuanto vi a Maggie conectada la llamé.

Unos segundos más tardé distinguí la cara de mis dos mejores amigas a través de la pantalla.

—Hola Anna —dijo Maggie sonriendo, luego miró a su lado izquierdo — Amber, ven aquí y saluda —Amber apareció a su lado haciendo pucheros.

—Hola... ¡oh!, estás con Samantha, hola Sam —Dijo Amber, cambiando sus pucheros por una sonrisa, a veces la sonrisa de Amber podía llegar a ser espeluznante.

—Hola —Saludó Sam con una sonrisa de medio lado.

—Bien, primero quería comenzar disculpándome por haber ignorado sus mensajes, sé que las preocupé, no debí hacerlo —sonreí con cierta tristeza al recordar las ultimas semana.

—Dime, ¿qué fue lo que sucedió? —preguntó Maggie mirándome con su ceño fruncido en preocupación.

Di un largo suspiro y procedí a contarles la misma historia que le había contado a Sam, aun me encontraba demasiado avergonzada como para contar en voz alta que había tenido más que unos simples besos con Demon.

—¡Santa mierda! —exclamó Amber, Maggie golpeo levemente a Amber en el brazo —lo siento, pero es lo único que se me ocurrió para decir, por favor si tuvo su propia escena de persecución —dijo ella aun con cierto asombro.

—Me gustaría estar ahí para darte un gran abrazo reconfortante —Maggie y yo nos sonreímos con nostalgia —pero, ¿qué piensas hacer ahora? —preguntó Maggie.

Les conté mi pequeño plan.

—Hay un pequeño detalle en tu plan —habló Maggie luego de que yo acabara.

—¿Si? —preguntó curiosa Sam.

Maggie asintió.

—Si Sam te va cubrir, ¿quién te va a llevar hasta la casa de Demon y después quien te llevará de regreso?

Las palabras de Maggie se sintieron como un balde de agua fría, ella tenía razón, no había pensado en ese "pequeño detalle".

—Ethan no es una opción —dije pensativa.

—Por supuesto que no, el chico te mataría primero y luego llevaría lo que quede de ti a tu padre —expresó Sam negando con la cabeza.

—¿Qué hay de ese chico... Bennett? —preguntó Amber.

—No lo creo, Bennett estaría huyendo de Anna en cuanto mencione a dónde quiere ir —respondió Sam divertida.

—Y la novia de Ethan, ¿Alli? —Sugirió Maggie.

—Ella no le guarda secretos a Ethan por lo que si ella me ayuda, Ethan lo sabrá —dije frunciendo el ceño.

¿Quién estaría dispuesto a hacer de chofer sin hacer demasiadas preguntas y no le importe a dónde nos dirijamos?

—¿Qué hay de Carter? —sugirió Sam.

Mis ojos se iluminaron.

—Por supuesto, a él no le importará, además de que él se la pasa con Demon, por lo que no le tiene miedo —dije con entusiasmo.

—Me parece bien —dijo Amber sonriendo.

—Está bien, entonces está hecho —Maggie asintió, luego me miró —Anna, solo te pido una cosa, te cuidado, ¿de acuerdo?

—De acuerdo —dije, entonces finalicé sesión.

Le envié un mensaje a Carter preguntándole si me podía llevar a un lugar en la noche. Sorpresivamente contestó que estaba bien, que le enviara la hora y lugar.

El resto de la tarde Sam y yo verdaderamente estudiamos, papá llamo en algunas ocasiones para comprobarme y la madre de Sam entró un par de veces, para comprobar como estábamos, si necesitábamos algo y por supuesto, en cada visita llevaba comida.

—Sam, no sé cómo haces para mantenerte delgada con tanta comida que nos trae tu mamá, yo a estas alturas estaría rodando —dije sintiendo como mi estómago estaba por explotar.

Sam rió.

—Supongo que heredé el metabolismo rápido de mi papá.

_______________________________

Cerca de las ocho ya estaba arreglada para ir a la casa de Demon, solo faltaba que Carter me recogiera, teníamos que aprovechar que los padres de Sam estaban en la pizzería, para poder irme sin que lo notaran, luego regresaría y entraría a la habitación de Sam por la ventana, esa última parte no me agradaba mucho, pero era eso o pasar la noche en el frío.

En cuanto divisé el auto de Carter aproximarse y estacionarse frente a la entrada de la casa de Sam, me giré hacia ella.

—Te enviaré un mensaje cuando esté cerca —informé.

—De acuerdo —Sam asintió reacia —cuídate.

—Claro —dije alejándome hacia la camioneta de Carter.

Una vez dentro de la camioneta, Carter emprendió camino.

—¿Cómo has estado? —pregunté para hacer conversación, puesto que desde que me había subido al auto Carter no dijo nada más que un hola.

—Bien, ¿y tú? —La forma en la que me respondió Carter me recordó al primer día en el que lo conocí.

—¿Te sucedió algo Carter? —Pregunté algo intranquila.

Carter resopló antes de responder.

—Sí, solo he tenido unos días difíciles.

—Umm... bueno, está bien, supongo —murmuré, lo miré de reojo antes de girarme completamente hacia él —. Carter si quieres hablar con alguien, sabes que puedes hablar conmigo, has estado para mí en varia ocasiones, por lo que lo más correcto es que yo también esté ahí para ti, ¿De acuerdo?

—Está bien Anna, no es nada grave. Pero, gracias, es bueno saberlo —Carter me ofreció una de sus pequeñas sonrisas de lado, así que le sonreí de vuelta.

___________________________________

Cuanto estuve frente a la puerta de Demon me volví a plantear si estaba cometiendo una locura, pero ya era muy tarde, Carter se había ido y no regresaría sino hasta dentro de dos horas, por lo que no me quedó más remedio que tocar la puerta.

Estaba tiritando de frío, por lo que cuando estuve a punto de tocar de nuevo la puerta esta se abrió quedando mi mando colgada en el aire.

—Estaba comenzando a pensar que en verdad me hiciste caso —dijo Demon irónicamente.

Me quedé impávida viendo a Demon, él de algún modo sabía que iría a buscarlo, sentí mis mejillas enrojecer al asimilarlo, pero decidí seguir adelante y no prestar atención.

—¿Puedo pasar? —Pregunté con quedo —siento que me congelaré aquí afuera.

—Creo que eso sería algo difícil —comentó en tono burlón mientras me examinaba con la mirada.

Llevaba puesto unos jeans, unas botas de nieve, tenía una camiseta y sobre ella un sweater ajustado, luego tenía puesto un sweater de lana, llevaba un gorro negro, unos guantes y una bufanda. De acuerdo, estaba exagerando, pero en mi defensa no me gusta el frío.

—Vamos, pasa —dijo él luego de resoplar —¿A qué debo tu maravillosa visita? —Preguntó con sarcasmo una vez que estuvimos en la pequeña sala.

El hecho de que se estuviese comportando como el idiota que conocí hace unos meses, me dolió, pero había ido en busca de respuestas y eso era lo que obtendría. Saqué de mi bolso el Sweater de Demon y se lo lancé, mi intención fue que aterrizara en su cara, pero él tenía buenos reflejos y lo atrapó en el acto.

—Así que solo viniste a devolverme mi sweater, que amable —masculló. Puse los ojos en blanco.

—Revisa lo que hay en el bolsillo, encontrarás algo que te pertenece o debería decir que me pertenece —pedí mirándolo seriamente.

Demon estrechó sus ojos hacia mi antes de sacar la foto del bolsillo de su sweater, una vez que la observó vi en sus ojos un destello de reconocimiento, pero rápidamente lo disimuló.

—Si planeabas regalarme una foto tuya, al menos lo hubieses enmarcado —dijo con una sonrisa socarrona en su cara.

—No creas que soy una tonta, esa foto la encontré entre tus cosas, cuando aquella caja cayó —estaba comenzando a exasperarme, pero tenía que mantener la calma —¿por qué tenías una foto de mí guardada entre tus cosas? No trates de negarlo o inventar cualquier excusa pobre, esa foto es de hace unos meses.

Demon suspiró antes de mirarme.

—Bien, de acuerdo, pero primero sentémonos —dijo él tomando asiento en un sillón, yo me senté frente a él en otro sillón —. Hace algunos mese estuve en Boston, estaba... tomando algunas fotos de los alrededores, entonces te vi, estabas arreglándote el cabello mientras leías un libro en el parque, te veías hermosa, así que no lo pensé demasiado y simplemente tomé la foto, me gustó como salió, por lo que la guardé para mí como un recuerdo, lo que nunca me imaginé fue que volvería a ver a la chica del parque y mucho menos que encontrarías esa foto.

Calor se expandió a través de mi vientre, entonces recordé el primer día de clases cuando sentí su mirada sobre mí mientras cantaba, él me había reconocido y por esto tuve esa sensación extraña. Quise sonreír, pero me contuve, ya que tenía que aprovechar la oportunidad de que por fin Demon estaba hablando.

—¿Qué hacías en Boston? —cuestioné.

—Un poco de investigación.

Su respuesta fue muy ambigua por lo que tuve que pensar en algo mejor para preguntar.

—¿Esa investigación tiene que ver con los hombres con los que nos topamos ayer? —pregunté desafiándolo con la mirada, esperé que funcionara de algo.

Demon sonrió de medio lado y sus ojos brillaron con diversión.

—Que astuta Anna, pero no te responderé eso.

Me alteré por completo y de un brinco me levanté del sillón.

—¡Merezco respuestas Demon, por Dios! ¡Merezco saber por qué rayos tienes tantos papeles con diferentes nombres o por qué desapareces cada vez que tu teléfono suena! ¡Necesito saber si tengo que preocuparme por si mi vida corre riesgo! ¿Quién rayos eres Demon? —Demandé o más bien grité. Mi respiración era superficial, sentí mi cuerpo temblar del enojo.

Demon se levantó y llegó hasta donde estaba, trató de alcanzar mi mano, pero no lo permití.

—Anna, me gustaría explicarte todo, pero no puedo es mejor para ti si no te involucras —habló él con serenidad.

Solté una risa sarcástica.

—Creo que ya es tarde para eso —resoplé, tenía que haber una forma, entonces una idea pasó por mi cabeza.

—Te propongo una apuesta —dije con convencimiento.

—No apostaré nada contigo —Demon frunció el ceño.

—Vaya, así que el señor Demon es un cobarde —dije con una sonrisita.

Provocarlo funcionó. Demon resopló antes de hablar.

—Está bien, ¿qué clase de apuesta?

—Jugaremos blackjack, el que gane tendrá derecho a hacer dos preguntas y el perdedor tendrá que contestar con toda la verdad, apostaremos con dinero —ofrecí tendiéndole la mano.

—No lo creo —dijo él mirando mi mano tendida.

—¿Por qué? —pregunté bajando mi mano confundida.

Tuve un mal presentimiento en cuanto vi aparecer una pequeña sonrisa en su rostro, esperé con impaciencia entonces a que respondiera.

—Anabelle, quiero hacer esta apuesta más interesante —casi me derrito al escuchar mi nombre en su boca, con esa sonrisa ladeada que me provocaba golpear y a la vez besar.

Bien, oficialmente estaba loca, me miró expectante y recordé lo que me había dicho, sabía que me iba a arrepentir de lo que iba a decir, pero aun así pregunté.

—¿Cómo?

Su sonrisa se volvió más amplia mostrando sus diente blancos y pude jurar que casi se veía diabólica, diabólicamente sexy pensé, se tomó unos segundos antes de responder.

—En vez de apostar dinero, apostaremos con la ropa —¡Quee! Chillé en mi mente —el que gane podrá vestirse y podrá hacer las dos preguntas.

—Estás loco —logré articular.

—Míralo de este modo, tú quieres respuestas, yo quiero ver más piel —de ser posible mi cara se volvió más roja que la luz de alto de un semáforo, me miró directamente a los ojos y pude sentir el reto en su mirada, así que lo miré de regreso.

—Trato —contesté con un tono de confianza que no sentía.

Ladeó su cabeza y sonrió con confianza... ¡oh por todos los cielos! Que Dios se apiade de mí y me ayude a ganar esta apuesta...

_______________________________

Ayy santo Dios, hasta yo ando toda emocionada jajaja

Traigo muchas noticias noticiosas, pero vamos en orden:

1)Hagan clic en enlace externo para que así entren a la pagina de la novela en facebook, de todos modos en mi perfil también está el enlace.

2)He vuelto a cambiar al personaje de Sam, porque... ENCONTRÉ EL NOMBRE DE LA CHICA DE LA PRIMERA IMAGEN QUE SUBÍ DE SAM *se aclara la garganta por haber gritado*... ando muy feliz por eso, resulta que la chica es una modelo francesa por eso se me hizo muy difícil encontrar su nombre en primer lugar.

Eso es todo por ahora, espero que disfruten del capítulo.

Un beso para todas, saludos.

No leemos en el próximo.






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