Jenlisa One Shot Collection...

Door xrubycore

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Una colección de adaptaciones , one shots e historias eróticas de JENLISA. Excitación. Pecado. Placer. Dolor... Meer

Disclaimer
Sentimientos incomodos y un brazo roto
Viejas amigas
A tope
Ducha
Entre mis piernas
Sueños humedos
Celos
Bebé, por favor
Cinema
Cuento con ello
3 semanas esperando
Masaje

Scary Movie

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Door xrubycore

Advertencia:
▪️ Este capítulo contiene contenido para mayores de edad conlenguaje vulgar y explícito.
▪️ Degradación.
▪️ Asfixia erótica.
▪️LISA (G!P)

Lisa estiró el cuello, irritada. Estaba en el baño, la música seguía lo bastante alta como para resonar dentro de las cuatro paredes y tapar el sonido del grifo abierto. Le resultaba un poco molesto estar aquí mientras el mundo exterior seguía de fiesta.

Esta noche era la fiesta anual de disfraces de Jisoo en su enorme mansión. Ciertamente estaba disfrutando de la noche con su novia y sus amigas. Incluso vio algunas tetas y culos al descubierto, porque sí, una fiesta de disfraces es solo una excusa para vestirse como una zorra.

Bueno, Lisa no, ella piensa de forma diferente y decidió disfrazarse de uno de sus personajes favoritos; aun así, en medio de ángeles prostitutos y enfermeras strippers, se lo estaba pasando en grande.

Por desgracia, la tragedia se cernió sobre ella y alguien le vomitó encima hace un par de canciones. Un borracho cualquiera vomitó sobre su disfraz, así que ahí estaba ella, con una sucia túnica negra empapada en el lavabo y su falso cuchillo ensangrentado tirado sobre la encimera de mármol. Se quedó con su camiseta negra de tirantes y un par de guantes negros y no se molestó en quitarse la máscara de Ghostface.

─ Amor, ¿estás bien? ─ Una voz familiar se sumó, el sonido de la cerradura encajando en su lugar siguió rápidamente a la pregunta. ─Somi me ha dicho que un tipo te ha vomitado encima.

Lisa se relajó al instante tras oír esa risita sin aliento, y los tensos músculos de sus hombros se aflojaron. Murmuró por lo bajo, con la voz vibrando dentro de la máscara. ─Sí, es una mierda.

─Al menos quítate la máscara, bebé.

─Puedo sentir como me miras, Jennie unnie. ─ Lisa se rio, ladeando la cabeza mientras cerraba el grifo. Notaba un par de ojos gatunos recorriendo su figura de arriba abajo. Realmente estaba muy sexy con la máscara puesta. Sus brazos definitivamente eran un espectáculo y por la forma en que la tela de su camiseta de tirantes se aferraba a ella con fuerza, sin duda pertenecía a algún museo.

─ ¿Y? No estoy tratando de ocultarlo. ─ Jennie rio, abriéndose paso hacia ella con movimientos fugaces. Llevaba un traje de animadora muy corto, la falda a un soplo de viento de exponer su ropa interior. ─Pensándolo bien, no te la quites, estás sorprendentemente sexy con esa máscara que llevas.

Lisa aprisionó instantáneamente a su novia entre la encimera y su cuerpo, con el pecho presionado contra su espalda. Puso una mano sobre su abdomen expuesto, su mano cubierta de tela esparciendo un toque de su calidez. El crop top de Jennie se había subido de tanto bailar y tenía un aspecto terriblemente seductor con su look ligeramente despeinado y la fina capa de sudor que se formaba sobre su piel.

Lisa se quedó mirando a través del gran espejo. Se veían demasiado bien juntas, incluso con una estúpida máscara puesta.

─ Saca una foto, bebé. Durará más. ─ Dijo Jennie, apoyando su peso en su fuerte figura. Pasó la mano por el antebrazo de Lisa antes de que descansase realmente allí. Ambas estaban borrachas y eso definitivamente afectaba a su libido.

─Dejé mi teléfono en la habitación de Jisoo.

─Bueno, entonces graba esto en el fondo de tu mente. ─ La mayor canturreo justo antes de que un dedo se enganchara en el dobladillo de su top. Lisa tiró de el hasta que su pecho quedó al descubierto; el sujetador de encaje rojo realzaba su piel blanquecina de un modo delicioso.

Lisa deseaba pasar la lengua entre sus tetas y saborear la salinidad de su piel, pero se conformó con palpar una. Tenía un peso agradable, y los adornos le rozaban la palma de la mano mientras la acariciaba. Jennie la premió con una sonrisa de placer.

─ Tan bonita. ─ Comentó, con la voz apagada por la máscara. ─Mataría por esto.

─Hm, metiéndonos en el personaje, ¿no? ¿Ahora de repente te gustan los juegos de rol, bebé? ─ Jennie cogió el cuchillo falso. Lo examinó, sopesándolo en su mano antes de empezar a jugar con el. ─ ¿Vas a matarme?

─ ¿Quieres que lo haga?

─ ¿Con tu polla? Sí. ─ Dijo con despreocupación. ─Me encantaría ser apuñalada por ella, como unas veinte o treinta veces.

Lisa se rio, su mano buscando debajo de su falda. Jennie dejó que sus dedos se deslizaran por sus muslos, y la áspera tela de sus guantes le puso la piel de gallina. ─Una forma celestial de morir, cariño.

─Oh, definitivamente.

─ ¿Crees que las chicas van a buscarnos? ─ Preguntó Lisa, jugueteando con la liga de su ropa interior. Era un contacto burlón, su mano apenas se colaba dentro. ─ Sólo pregunto ya que no quiero que nadie nos interrumpa.

Su novia resopló. ─ Realmente no me importa pero si tienes curiosidad, Jisoo le estaba comiendo la cara a Rosé y la mitad de las chicas ya estaban noqueadas cuando empecé a buscarte.

─ ¿Jisoo y Rosé? Eso es nuevo. ─ ¿Jisoo y su dulce prima? Es una información un poco chocante para soltar sin más.

─Es su fiesta, bebé. Déjala disfrutar.

Lisa resopló, poniendo los ojos en blanco. No es que no le gustara Jisoo. Era tan dulce como una tarta de manzana y era literalmente la personificación de un cachorro, es sólo que le parecía casi ilegal saber que alguien se estaba enrollando con su prima. ─Sí, está bien.

─Concéntrate en nosotras durante un momento. ─ Jennie tarareó suavemente, guiando la mano de Lisa hacia su coño. Se mordió el labio cuando sus dedos presionaron instantáneamente su clítoris. ─ Muy bien.

─Hm.

Lisa pasó sus dedos por sus pliegues vestidos, su lengua pasando por sus dientes cuando sintió la humedad a través de su ropa interior.

─ ¿Ya estás mojada, unnie? ─ Preguntó, sin duda burlona. ─Eres una pervertida. Ni siquiera te he tocado como es debido.

─Literalmente me has manoseado toda la noche delante de todo el mundo. ─ Contestó Jennie, con las cejas fruncidas. ─ ¿Quién es la pervertida aquí?

─ ¿Te has visto? ─ Lisa la presionó aún más contra la encimera, y su mano libre se posó en su cara. Apretó el agarre, un sentimiento de posesividad burbujeando en el fondo de su estómago. ─Todo el mundo te estaba desnudando en su cabeza. Seguro que te gustó.

─Claro que me gustó.

─Pero eres mía, ¿no? ─ Jennie soltó una risita. Repentinamente tenía manos por todo el cuerpo: el pecho, los muslos, las piernas y el coño. Todo era de Lisa. ─ Esos mocosos asquerosos pueden irse al infierno. Soy la única que puede hacer esto.

─Cariño, tú también eres una mocosa asquerosa. ─ Jennie levantó una ceja juguetona cuando la más joven tiró bruscamente de su falda, presionando su culo sobre su creciente bulto. Al instante, ella se frotó contra el bulto, moviendo hábilmente las caderas.

─Puede que sí. ─ Lisa gruñó, honestamente hasta una pequeña follada en seco la volvería loca si era con esa mujer. Podía sentir como su mente se nublaba y todo lo que podía pensar era en follarla por el resto de la noche. ─ Tú me hiciste así.

─Aw, ni siquiera lo lamento. Ni un poquito. ─ Su novia canturreó sarcásticamente, pasando la hoja del cuchillo de juguete por sus propias mejillas. ─Eres el doble de atractiva cuando me conviertes en tu puta.

La sola voz de Jennie podía encender un fuego líquido en su interior y afirmar que era su puta no hizo más que avivarlo aún más. Gruñó en voz baja, con la polla agitándose dentro de sus pantalones.

─Las cosas que me haces, Nini.

Pasó los dedos por su pelo antes de tomar un puñado. La forzó a inclinar el cuello hacia un lado para que quedaran cara a cara y, si no fuera por su máscara, Lisa le hubiera magullado los labios con los suyos. ─ ¿Qué debo hacer contigo?

─Puedes empezar por follarme hasta dejarme sin sentido y hacer de mí tu vertedero de semen personal.

─ ¿Puedo al menos hacerte un oral? ─ La voz de Lisa era suave y casi suplicante. Había una marcada diferencia con la forma en que sujetaba sus mechones y con la forma tan ansiosa en que se estaba frotando contra ella. ─ ¿Por favor?

─Oh, no, quiero que te quedes con la máscara. ─ Jennie esbozó una sonrisa, su lengua asomando entre sus dientes. ─Quiero que te masturbes con ella puesta.

─ ¿Hablas en serio?

Antes de darse cuenta, Lisa ya estaba sentada en la encimera con su polla fuera. Se mordió el interior de sus mejillas, sintiéndose realmente nerviosa mientras rodeaba su longitud con los dedos. ¿Quién podía culparla? Era la primera vez que escuchaba una petición así, normalmente era al revés. Incluso se había quitado el guante de la mano dominante lo más despacio posible para perder el tiempo.

¿Era miedo escénico? Dios, esperaba que no se le ablandase la polla. Se sintió un poco aliviada al ver que su novia no notaba el nerviosismo pintado en su preciosa carita.

Mientras tanto, Jennie la observaba atentamente, esperando a que hiciera algo. Tenía una sonrisa bobalicona dibujada en sus facciones y probablemente sabía que la había puesto en una situación en la que se sentía demasiado avergonzada como para emitir un simple comentario.

─Hnghh, ─ Lisa gimoteó sin aliento. Comenzó a mover las manos lentamente después de juntar su líquido preseminal para facilitar el deslizamiento pero parecía que no era suficiente. ─Nini, escupe encima.

La mayor obedeció rápidamente, acumulando saliva antes de escupir sobre su pene. Incluso besó la punta para provocarla lo que le ganó un movimiento de cadera de Lisa, un intento pésimo de introducir más su polla dentro de la calidez de su boca. ─Nuh uh.

Lisa hizo un puchero impresionante, deseosa simplemente de tomarla del pelo y metérsela en la boca.

─Puedo percibir tus pucheros, bebé.

─No es verdad. ─ Lisa refunfuñó, empuñando su polla. Deslizó la mano arriba y abajo, exhalando con fuerza. Cuanto antes terminara, mejor. ─Puedo follarte después de esto, ¿verdad?

─ Sí. ─ Jennie asintió y sus dedos se posaron de repente en el dobladillo de la camiseta de tirantes de Lisa. La subió hasta que se asentó debajo de su barbilla. ─Por supuesto. Me estás dando un buen espectáculo. Te lo mereces.

Lisa frunció el ceño cuando la mayor ahuecó ambos de sus pechos antes de bajarle el sujetador. Lisa curvó los dedos de los pies cuando la mayor tiró de sus dos pezones, haciéndolos girar entre sus dedos antes de frotárselos.

─Jennie-ah. ─ Su mano tropezó mientras soltaba gemidos. Jennie se había metido un erecto pezón en la boca, rozándolo con los dientes. Sin embargo, no estaba dispuesta a dejar de masturbarse. Era casi como si su mano tuviera mente propia, acelerando su ritmo y haciéndola delirar. ─Se siente-hhng, se siente raro, hah.

Jennie sólo levantó la vista, con sus penetrantes ojos clavados en ella. ─Eres tan linda. ─ Murmuró tras apartarse. Empezó a pasar la lengua por su piel, dejando marcas y mordiscos en su pecho y tarareando cuando al instante se llenó de moretones. ─ Tus muslos están temblando, cariño.

Lisa no se dio cuenta hasta que miró hacia abajo. Sus muslos temblaban cada vez que rodeaba la punta y clavaba el pulgar en la hendidura. Apretó los dientes, el tono burlón de Jennie no hacía más que incitarla aún más.

Se moría de ganas por estirarla con su polla y de reducirla a una zorra descerebrada, babeante y con los ojos casi permanentemente en blanco. Era la única forma de hacerla callar y tragarse sus propias palabras.

─ ¿De verdad se siente tan bien? ─ Preguntó la mujer mayor, colocando las manos sobre sus dos muslos. Se inclinó cerca de su rostro, mirando la máscara mientras tarareaba. ─ Pequeña tonta. Me sorprende que aún no te hayas asfixiado con esto.

Lisa gruñó a modo de réplica, clavando los colmillos en su labio inferior, a punto de romperse la piel si seguía así. Tenía tantas ganas de morder a Jennie, de decirle que se callara, pero sus gemidos y gruñidos agudos no dejaban de brotar. Las palabras se le quedaban atascadas en la garganta.

Jennie seguía acariciándole los pezones, sus caderas se sacudían con cada tirón. Aquello la hizo follar su apretado puño, persiguiendo la dulce fricción de su palma.

De repente, la navaja de juguete se clavó en su cuello. La presión de la punta clavándose en su piel fue suficiente para dolerle y hacerle estremecerse.

─Te mataré si no te corres en un minuto.

Si la situación hubiera sido diferente, habría estallado en carcajadas, pero por la forma en que su novia le había apartado la mano de la polla y la había sustituido por la suya, no podía burlarse, y menos cuando volvió a escupir sobre ella, un espeso líquido cayendo sobre su longitud. Lisa siseó ante la frialdad de la palma de Jennie, asintiendo con impaciencia mientras tomaba nota mental de su infundada amenaza.

─Ha-a-ah, joder, Nini. ─ No sabía dónde poner las manos excepto sobre la hoja desafilada del cuchillo, intentando apartarlo pero parecía como si la mayor tuviera una fuerza recién descubierta porque no se movió ni un ápice. Sollozó, sintiendo el familiar tironcito en la parte baja de su abdomen. ─Jennie unnie...

─ ¿Vas a llorar? ─ Jennie se mofó, definitivamente adorando cómo se revolvía y retorcía bajo su agarre. ─ ¿Vas a correrte sobre tu barriguita como una asquerosa perra?

─En tu boca-ah, por favor, por favor, por favor, ─ Lisa ya ni siquiera podía comprender lo que decía, su boca se movía sola. Casi se estaba asfixiando dentro de la máscara, su aliento caliente llenaba el estrecho espacio. ─ Estoy tan, tan, tan cerca, quiero que te lo tragues...

─Tan exigente. ─ Un resoplido. Sin embargo, Jennie obedeció sin vacilar, dejando caer el cuchillo. Sonó en la encimera de mármol. Se inclinó y se pasó los mechones sueltos de pelo por detrás de las orejas mientras sacaba la lengua. Seguía moviendo la mano, la muñeca casi sin fuerzas.

Al instante, la más joven la agarró del pelo con ambas manos, empujándola hasta que su lengua se encontró con la punta.

─Joder...

Jadeó con fuerza antes de que todo su cuerpo empezara a temblar, cintas tras cintas de su semen saliendo disparadas y aterrizando en la boca de su novia. Un buen chorro le salpicó las mejillas, manchándole la carita.

Jennie era sin duda el diablo. Su boca se había fijado en el glande antes de empezar a succionar, intentando prolongar su orgasmo y ordeñarla hasta dejarla seca. Jennie la sujetó por las caderas, sin darle opción a apartarla a pesar de retorcerse por el exceso de hipersensibilidad.

─ ¡Ah! ─ Sus manos temblorosas lograron por fin apartarla, su polla saliendo de su boca con un chasquido húmedo. Su pecho subía y bajaba inconsistentemente. Sentía todo el cuerpo entumecido mientras su espalda se golpeaba contra el espejo. ─No más, Nini...

La mayor se tragó su semen antes de reírse. ─Cálmate, cariño. Apenas te he tocado. ─ Se burló, y le quitó la máscara para que pudiese recuperar el aliento. Al instante contempló la cara desencajada de la más joven: las pupilas dilatadas, los labios hinchados de tanto mordisquearlos y el pelo enmarañado en la frente a causa del sudor. ─Esto casi parece un episodio de Scooby-doo.

─Eres jodidamente malvada. ─ Suspiró Lisa, todavía sin aliento y jadeando. Tomó una gran bocanada de aire mientras se echaba el pelo hacia atrás, sintiendo que la cabeza le daba vueltas por la repentina ingesta de oxígeno. ─Uf, me siento pegajosa.

─ Wow, imagínate cómo me siento. ─ Jennie murmuró, recogiendo el semen antes de sacudir su mano en un intento de desprenderse de su esperma. Salpicó en algún lugar que a ella realmente no le importaba lo suficiente como para averiguarlo. Que los dioses bendigan a quien se encargue de la limpieza al día siguiente. ─ ¿Ya estás cansada? ¿Qué pasó con lo de follarme después?

─Dame un minuto. ─ Lisa frunció el ceño mientras bajaba, sus rodillas casi la abandonan. Se alzó sobre Jennie, su mano se posó en la parte baja de su espalda antes de tirar de ella tan cerca como era humanamente posible. ─Y dale un beso a tu bebé antes de que se enoje por tanta degradación.

─ ¿Eh? Siempre me llamas zorra cuando follamos y jamás te pido un beso después. ─ Bromeó su novia mientras le golpeaba el pecho repetidamente. ─Sólo estás siendo infantil.

─Entonces bésame por amenazarme de muerte.

─Nadie muere por un cuchillo de juguete, pero si alguna vez ocurriera, serías la primera en conseguirlo. ─ Jennie se encogió de hombros, divertida por la forma en que las facciones de Lisa se deformaban con superficial fastidio. ─Tú eres la que siempre me estrangula y mucha gente muere por eso. Busca las estadísticas.

─ ¿Puedes darme un beso? ─ Lisa infló las mejillas. ─Me moría por besarte todo este tiempo y para tu información, casi me sofoco y mucha gente muere por eso también.

─Entonces pídelo con normalidad. ─ Replicó con un puchero juguetón, ladeando la cabeza. ─Y de forma tierna, ya sabes, con ojos de cachorrito y 'por favor, Nini'.

─Por favor, Nini. ─ Lisa siguió su petición al instante, levantando ambas cejas en un gesto de súplica.

Jennie soltó una risita ante la expresión, sus manos ahuecaron sus mejillas infladas antes de acercarse a ella para darle un beso suave y delicado. Rozaron sus labios, el sabor del sudor salado y su semen se olvidaron ante la dulzura de la acción.

─Realmente desearía estar follando con alguien ahora mismo. ─ La mayor suspiró dramáticamente sobre sus labios, arruinando el momento de serenidad. ─ Ahora mismo, de verdad.

─ Cabálgame. ─ Dijo Lisa y eso le valió inmediatamente un gemido de disgusto y un ligero golpe en el hombro por parte de Jennie. ─Oh, vamos, mis piernas están demasiado débiles ahora mismo. Dale un respiro a tu dulce cachorrita.

─ ¿Qué pasa con ese jueguecito repentinamente?

─Ni siquiera es un fetiche. ─ Lisa frunció el ceño. ─Quiero decir, tenemos un collar en casa, pero eso es para ti.

─Casi suena como si quisieras que lo usara contigo. ─ Jennie se encogió de hombros. ─Lo tendré en cuenta. Incluso pediré una correa en cuanto lleguemos a casa.

─Lo que te haga dormir por la noche, Nini.

Lisa se encontraba sentada en el retrete con una bonita vista de la espalda de su novia, su mano recorriendo sus curvas y posándose en su cintura. Jennie alineaba la punta de su polla en su entrada, su lengua moviéndose en sus labios en anticipación mientras bajaba.

─Ugh, joder, hah, eres tan grande, ─ siseó Jennie ante la penetración, su mano se colocó encima de la de Lisa para apretarla hasta que casi se puso blanca. No tenía ninguna preparación para ayudarla a adaptarse más fácilmente, excepto su propia lubricación que corría por el interior de sus muslos.

─ ¿Ah, sí? ─ Lisa reprimió un gemido cuando su apretado coño encerró por fin su miembro. Se sintió un poco atrevida ahora que había recuperado el control y dos de sus dedos presionaron la parte inferior de su vientre. ─Me aseguraré de que lo sientas hasta aquí.

Un asentimiento ansioso. Jennie aún llevaba puesta la falda y quizá era un error llevarla, porque la más joven había estirado bruscamente de la falda para penetrarla por completo.

No emitió ni un solo sonido, sus labios sólo se separaron en un grito silencioso mientras sus cejas se fruncían.

Lisa gruñó, el aire se le escapó mientras se deleitaba con su coño. Las paredes palpitaban y se estremecían a su alrededor, intentando adaptarse a la repentina intrusión. El placer hizo que echara la cabeza hacia atrás.

─Dios, estás tan-hnggh, joder, tan apretada, tu maldito coño me está succionando.

─Lili-a-ah, Lisa, cariño, ─ sollozó Jennie, con las lágrimas nublándole la vista cuando la otra empezó a hacerla rebotar sin perder un segundo. Apoyó sus débiles manos en ambas rodillas para equilibrarse ante la repentina embestida. ─ Bebé, hah, necesito que bajes un poco el ritmo, por favor,

─Cállate de una puta vez. Antes estabas suplicando por mi polla como una puta barata. ─ Dijo entre dientes, haciendo todo lo posible para que sus inminentes gemidos no le quebraran la voz. La levantó hasta que el único centímetro que quedó en ella fue su glande. Dios, podía sentir su entrada apretándose a su alrededor y lo único que deseaba era volver a penetrarla y regresar a la mareante calidez de su canal. ─ ¿No puedes tomarme? ¿Es eso?

─Puedo hacerlo, joder, no lo saques, te necesito dentro de mí.

─Me aseguraré de que después de esto sólo pienses en mi polla. ─ Se rió entre dientes, dejándola caer sin previo aviso. ─ Puta, ah-zorra. Veamos quién es la tonta después de que acabe dentro de ti.

Jennie sintió que perdía el control ante la promesa de eyacular dentro de ella, y probablemente por la forma en que su pene había golpeado contra su cuello uterino. Hipó, la mente le daba vueltas ante la idea de ser llenada hasta el borde una y otra vez hasta que su coñito abierto derramara todo su semen.

─Hnggh, me encantaría, por favor, bebé,

─Tienes que esforzarte, Nini. ─ Lisa tarareó suavemente, levantando su falda para tener una mejor visión de donde estaban conectadas. Ya tenía planeado follársela sobre el lavabo, inclinada hasta que se babeara. ─Muévete.

Después de todo, quizá no volvieran a casa esta noche.

La mayor asintió distraídamente, empezando a levantarse antes de volver a deslizarse hacia abajo. Cada embestida no hacía más que arrancarle un ─ah─ sin aliento, con las uñas clavándose en sus rodillas y dejando marcas de medialuna. Siguió gritando su nombre una vez que encontró un ritmo constante, los sonidos de placer de ambas llenando la habitación de azulejos.

─Fóllame. ─ Suplicó como un mantra, con la voz tensa y sin aliento. ─ ¡Ah, joder...!

Lisa la había agarrado por ambos brazos, usándolos como palanca para introducirse en ella. Le dio una fuerte embestida, con todo su cuerpo sacudiéndose hacia delante, antes de volver a colocarla sobre su polla en el plazo de un segundo.

─ ¿Qué se siente que te follen como si sólo fueras una zorra destinada a reproducirse? ─ Preguntó, sus caderas trazando círculos una vez que su culo se encontró con sus muslos. La mantuvo quieta a pesar de las protestas, introduciéndose más como si fuera a alcanzar una nueva profundidad. ─ ¿No puedes responder, Nini?

Jennie sólo pudo reaccionar con un gemido ahogado, sus paredes contrayéndose alrededor de su enorme grosor. Podía sentirlo en su vientre, acomodando su interior a su forma. Quería empezar a rebotar sobre su pene otra vez, pero el agarre era demasiado fuerte y la exasperaba hasta el punto de impacientarla.

─ ¿Qué se siente?

Siseó mientras intentaba liberarse de su agarre, un puño golpeó accidentalmente a Lisa en el proceso. ─Sólo arruina mi coño-dios, joder, pequeña estúpida, deja de burlarte y fóllame como es debido.

La más joven se rió de su enfado, incorporándose bruscamente y llevándose consigo a Jennie. Comenzó a embestirla con brusquedad y sin previo aviso, agarrando un puñado de la tela de su falda y la utilizó para maniobrarla.

─Ah, ah, ah, joder,

─Te voy a aflojar todos los orificios si sigues tratándome así. ─ Dijo mientras continuaba follándola, sus ojos se desviaron hacia el espejo mientras observaba la lasciva escena. Su novia estaba recostando su cuerpo casi flácido contra ella, el único sostén que tenía era el agarre de Lisa sobre su falda.

─Mmghh-a-ah, es culpa tuya, cabrona, ─ gimoteó Jennie, sus piernas empezaban a temblar y a doblarse a medida que cada embestida la acercaba más al límite. Contrajo su coño, lo que la recompensó con un gemido agudo y un duro empujón. ─Necesito, joder, necesito que nos corramos juntas, ah, y por favor, dentro, ahora mismo.

Lisa gruñó, su aliento caliente abanicando sus oídos. ─ ¿Y se supone que soy yo la exigente? ─ Se lo tomó con humor, pero oír su desesperación le hizo cosquillas en el estómago. ─Dame un minuto.

─Es demasiado tiempo. ─ Jennie refunfuñó, su mano se abrió camino hasta su clítoris hinchado y desatendido. Al contacto, siseó y movió las caderas, sus ojos en blanco. La acción hizo que su coño se tensara, ordeñando la longitud dentro de ella con un agarre infernal. ─Mm, joder, me voy a correr pronto.

─Más apretado, Nini. ─ Exigió la más alta, cogiéndola por el cuello. Jennie obedeció rápidamente, lo que hizo gemir en voz baja a Lisa, cuyos dedos presionaron su pulso. ─Oh-hnggh, joder, sí,

─No puedo respirar, ─ sollozó Jennie, pero no podía dejar de frotar su sensible clítoris, su coño sin dejar de contraerse ante las oleadas de placer. El placer la inundaba tan deprisa que le zumbaban los oídos y lo único en lo que podía concentrarse era en la constante intrusión en su coño. ─Me voy a correr, cariño.

Un último gemido y por fin se corrió, todo su cuerpo se puso rígido antes de que sus muslos temblaran. Se sintió mareada, con la vista borrosa por no poder respirar.

─ Joder, ─ siseó Lisa con los dientes apretados, mientras la mano que tenía alrededor de su cuello se tensaba cada vez más a medida que sus embestidas se volvían más bruscas. Jennie le arañó la muñeca, tratando de zafarse de su agarre, pero Lisa no tenía intención de ceder. ─D-d-demasiado apretado,

─Lili, mierda, suéltala, por favor.

Lisa ignoró sus súplicas, sintiendo su propia felicidad a la vuelta de la esquina y prefería morir antes que no llegar a ella. ¿Cómo iba a hacerlo? El coño de Jennie se cerraba a su alrededor mientras ella jadeaba en busca de aire. Se lo estaba poniendo difícil.

─Cállate o no pienso correrme dentro de tu asqueroso coño. ─ Le advirtió mientras se movía. Apretó los dientes, queriendo prolongar aquella sensación, pero su mente estaba demasiado nublada por la idea de correrse. ─Querías que te follara como es debido, ¿verdad? Sé una buena perra y tómalo.

Gruñó alto, penetrándola profundamente antes de detenerse. Su cabeza cayó hacia atrás cuando finalmente se derramó, cubriendo sus paredes con semen tibio y llenándola hasta que goteó por el lugar donde estaban unidas.

Jennie empezó a toser violentamente cuando la soltó, sintiendo sus pulmones casi como si hubieran doblado su tamaño. Un sollozo tembloroso se abrió paso hasta su garganta mientras su cuerpo se aflojaba. Jadeó, golpeando a Lisa débilmente. ─Vete a la mierda,

─ ¿Qué? ─ Lisa parpadeó, su voz suave y sin aliento-como si no hubiera sido tan cruel hace un segundo. Pasó la mano por su vientre mientras se retiraba, su fluido compartido fluyendo fuera de Jennie. ─Se está derramando...

Un golpe hizo que ambas levantaran la cabeza hacia la puerta.

─ ¿Terminaron de coger ahí? ─ Era la voz de Somi, amortiguada por la puerta y la música. Se miraron entre sí, con cara de ciervos atrapados en los faros. ─Rosé me pidió que las buscara porque quiere irse a casa y apuesto a que toda esa follada agresiva les quitó todo el alcohol del organismo, así que al menos una de ustedes puede conducir.

Lisa resopló, tirando de Jennie para que se sentara en el retrete y esperara. Marchó hacia la puerta, abriéndola y viendo a una Somi muy desinteresada con el ceño fruncido, dispuesta a llamar de nuevo.

─Caray, podía oírte desde una milla de distancia. Ten un poco de decencia.

─Toma. ─ Sacó las llaves de sus bolsillos y se las tiró a la otra. ─Diviértete y no lo estrelles. Hay una llave debajo del tapete y nada de cosas raras.

─Como si me interesara tu prima después de que Jisoo babeara sobre ella. ─ Somi resopló, cogiendo fácilmente sus llaves. Se asomó dentro, viendo a la mujer mayor hecha polvo y nerviosa. ─Hola Jennie, divirtiéndonos, ¿verdad?

─Somi. ─ Lisa entrecerró los ojos, haciéndose a un lado para bloquear su visión. ─Lárgate.

─ De acuerdo, de acuerdo. ─ Puso los ojos en blanco antes de marcharse pero, por supuesto, con un gruñido en voz baja. ─Ojalá Jennie se quede preñada después de esto para que dejen de follar por todas partes.

─Oye, retira eso.

Somi sólo le sacó la lengua.

Bueno, Lisa quizá necesite una larga oración para eso... pero después de follarse a su novia otra vez.

Prioridades, ¿no?

No olviden votar, me ayudan a posicionar la historia <3

Los créditos pertenecen al autor original. No poseo la trama, ni los personajes.

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