Julia Recalt
Otro día, otra rutina.
Me dirigí a mi camerino para agarrar las cosas de maquillaje y acomodarlas en las mochilas que me había dejado mis otras compañeras. Hoy nos íbamos para España, a grabar las escenas de la nieve. Solo era hoy y mañana, y nos quedamos en algún hotel que haya elegido Bayona.
- Ju, ¿Ya estás? - Entro Matías. - Bayona dijo que ya hay que estar en el micro. - se acercó yo seguía guardando las cosas.
- Si, solo me faltan algunas cosas. En un toque salgo. - lo mire, él asintió.
Salió de mi camerino.
A los minutos de terminar de guardar las cosas en su correspondiente lugar, salí.
Camine hacia afuera del set, a la entrada donde estaban los micros.
Subí, en el medio estaba él, Enzo. Me miró como si no me conociera, solo por unos segundos y volvió a su charla con Esteban.
— ¡Boluda, vení! — me grito Juani, estaba al fondo con los demás chicos, fui con ellos. Me senté a la par de Juani.
— Que carucha, ¿Tomaste tu café hoy? — jodió.
Lo miré mal.
— Si, pero estaría necesitando unos 10 más. — Juani me prestó atención.
— Upa, ¿Que te paso? — me miró.
— Que no le pasó a está chica, mirale la cara, tas re demacrada rubia — se metió pipe. — Con la mejor lo digo eh. — hablo antes de que le diga algo.
— Si, dale. Gracias, pipe.— lo miré mal.
— ¿Querés oreos? — pregunto de la nada con una sonrisa Juani sacando el paquete de galletitas. — Capaz te cambia los ánimos. — lo abrió y me pasó una.
— Te amo tuitero. — me exprese. Juani sabe con que levantarme el ánimo, incluso sin saber porque este así de bajoneada o matada.
Además los dos somos amantes de las oreos.
El viaje tardaba al rededor de unas cuantas horas, ahí en España harían algunas escenas en la nieve.
En el trayecto boludeaba con los chicos, estábamos a las carcajadas, posta que ellos me hacen olvidarme de todo con pasarla bien algunas horas.
Unas horitas más y por fin llegamos a nuestro destino.
— Rubia, vamos levantando campamento que ya llegamos. — hablo Juani, yo me había quedado dormida en su hombro. Seguro ahora tenía la cara más demacrada que antes.
— Que rápido.. — musite.
— Na, tremenda tu cara de dormida Ju. — hablo Pipe, mientras reía.
— ¿Amigo o hater vos, capo? — lo miré entre cerrando los ojos, a forma de chiste. Lo demás rieron.
— Ey, ey. Déjala pipe, pobre está cansada mi Ju. — salto Kuku acariciando mi cachete, parece un papá. — Vayan saliendo ya que los demás ya están en el hotel,con Bayona. — agarró su mochila y se fue.
— Ya escucharon muchachos — me levanté y agarre mi mochila.
— Ey, ey ,ey, pequeña. No tan rápido ... — hablo Pipe. — ¿Y tus cosas que onda? ¿Las vas a dejar acá nomás? — se puso serio. Me acerque.
— Na, las llevas vos pichuchi. — palmee su hombro con una sonrisa de nena chiquita y le guiñé el ojo para salir del micro.
— Jaa, te re cabio, compañero. — jodió Juani a Pipe y salió.
El hotel podía jurar que era más grande que el de Uruguay.
— ¿Tan poca gente para un hotel tan grande? — me queje. Observé cada parte mientras me quedaba quieta en la entrada.
— Mal, ¿No? — Juani copió mi acción.
— Che nena, ¿Cuantas cosas te trajiste? Vamos a estar unas semanas acá nomás, tampoco para tanto,forra. — se quejó Pipe mientras entraba con mis bolsos.
— ¿Tampoco para tanto? Traigo el maquillaje ahí, pelotudo. Llegas a romperme una sola cosa y me compras el doble, escuchaste. — lo amenacé. — na, te jodo tonto. — reímos. — pero si, no me rompas nada que cuesta un huevo todo. — me encamine hacía el centro, donde estaban los demás.
— ¿Tanto iban a tardar? Faltaban ustedes nomás. — hablo Agustín.
— Fua, yo pensaba que los habían secuestrado, mal ahí que sigan acá. — jodió Matías. — Y sobre todo vos, Julia. — me susurro o eso intento. Le pegué un saque.
— Cerrá el orto, Matías. — lo miré mal.
— Bue, háblale bien a tus mayores, nena. — me tiro de un mechón de pelo. — Uh, cagué. — me gire lentamente mirándolo mal.
— Corre, pelotudo. — corrí mi pelo de mi cara y observé a Matías correr, lo seguí.
Lo seguí corriendo hasta que lo pude agarrar de la oreja, acercándolo a los demás.
— Ay, au, ay. Soltame pendeja de mierda. — forcejeo Matías mientras fingía llanto. — mira ahí viene Bayona. — mintió y yo lo solté. — Al fin, agarras fuerte hija de mil. — se toco la oreja suave, sobando esa parte.
— ¿Cuando nos podemos ir a las habitaciones? — me apoye en el hombro de Kuku.
— Hasta que Bayona venga a decirnos. ¿Que pasa? Te veo muy bajoneada— me miró.
— Nada. — mentí.
— Ay, nena. Yo no nací ayer, algo te pasó para que estés así, ¿No me querés contar? — me tomo de las manos, vi como Bayona se acercaba a todos, mi salvación.
— Después te cuento. — él asintió.
— ¿Estamos todos? — asentimos. — Bien, las habitaciones las dejo a su elección con quien las comparten, ¿Está bien? — Nos miró. Asentimos nuevamente. — Bien, mañana arrancamos con las grabaciones de la montaña. Nos vemos, chicos. — dijo y sin más se fue.
— Juani, mi amigo fiel, venís conmigo vos.— lo señale él se acercó haciéndose el resignado.
— Okey, entonces somos vos, Kuku, pipe y yo. — nos señaló a los cuatro. Nos miramos fijo.
— ¡Canto la mejor cama! — dijimos al mismo tiempo y fuimos corriendo para arriba.
Al llegar a la habitación asignada para nosotros abrí la puerta y me quedé quieta, al ver quién estaba ahí.
— ¿Que paso? ¿No hay buenas camas? — hablo Juani atrás mío sin saber a quién vi.
— ¿Estás seguro que era esta nuestra habitación? — hablé sin sacar la mirada de encima de quien estaba dentro de la habitación. — Para mi que me equivoqué.
— No, no te equivocas, Julia. — saltó Enzo, quién estaba en la habitación.
— Bayona me habia dicho que está era mi habitación.. pero no sabía que la iba a compartir con ustedes.— paso su mano por su nuca.
— pero, ¿Bayona no había dicho que era a elección las habitaciones? — pregunto Juani.
— Al fin decís algo inteligente, amigo. — le sonreí y chocamos las manos.
— No tengo ni la menor idea, yo pedí la llave y me dio la de esta habitación, no sabía que ustedes tenían la misma. — el celular de Enzo vibro. — si me disculpan, me tengo que ir. — dijo sin sacar la mirada del dispositivo, una sonrisa se formó en su cara con un mensaje y los celos aparecieron. — Nos vemos después, chicos. — nos guiño el ojo y salió de la habitación.
Me adentre a la habitación y me senté en la cama, Juani intento cerrar la puerta pero se vio interrumpido por Kuku y Pipe, ellos pasaron.
— Che, ¿Que onda? Lo vimos a Enzo salir de acá recién. — hablo Pipe. Kuku le hizo señas de que se calle.
— ¿Vos viste que sonrió,no? — le dirigí la palabra a Juani, él asintió.
— Si, pero boluda.. no tenés porque estar así, vos le pediste que se alejen y que sean profesionales. — hablo Juani. Tenía razón, pero no sabía que iba a seguir sintiendo cosas por Enzo.
— ¿Por eso estás así? — hablo Kuku, se acercó y se agachó delante mío, lo miré.
— Si vos le pediste a él que mantenga distancia y él lo está respetando, vos tenés que hacer lo mismo, por algo lo pediste.. — acaricio mis manos.
— Pero no lo hice porque yo quisiera, lo hice para no arruinar nada. — Mis ojos seguramente estén aguados. — Para no arruinar su carrera si lo llegan a ver conmigo, para que no inventen cualquiera y sobretodo para no tener ningún problema con Sofía. Es buena piba, no se merece esa traición y menos que yo me meta a arruinar su relación. — Kuku me abrazo, y Juani también se unió al abrazo, yo reía mientras algunas lágrimas corrían por mis cachetes.
Odio ser tan sensible cuando me dan un poco de cariño, o cuando me dan un simple abrazo.
— Bueno, supéralo hermana, corta la bocha. — cuando no Pipe con sus chistes. Aunque quisiera matarlo porque no sé lo toma a serio me reí.
— Igual pipe, aunque lo haya dicho así, tiene razón. Tendrías que superarlo. — me dijo Kuku, acariciando mi brazo.
Era imposible, claramente.
Enzo tenía algo que no sé qué es, pero algo me dice que no lo suelte por nada del mundo..
★
Hermanasss!!
Al fin Wattpad me dejó subir el capítulo, corte intentaba y no podía
Ni idea que le pinto a Wattpad pero por fin lo pude subir😌
Perdón 🙏🏻
Yayaya actualizo
Las tqm💋✨