Lauren pov
Bajé a desayunar, mientras bajaba las escaleras escuché voces, lo cual me pareció extraño. Entre esas voces estaba la de una niña y la de un hombre. Fruncí el ceño y apuré el paso, cuando entré a la cocina me encontré con la persona que no esperaba ver en mucho tiempo. Nada más y nada menos que Mike Jauregui y la voz de aquella niña que escuché era la de mi hermanita Taylor.
Me quedé estática parada en la entrada, mirándolos a los tres con el ceño fruncido.
-Lauren hija, tenemos visitas-
"TENEMOS?!"
Mis cejas se dispararon hacia arriba.
-Qué hace él aquí?- Lo señalé pero sin mirarlo, solo la estaba mirando a ella.
-Hija mía...-
Mi mirada hacia él fue tan severa que él cortó sus palabras y no continuó. Supongo que entendió lo que quería decirle.
-Creo que es algo que él debería decirte, no lo crees? Déjalo hablar Lauren- Me dijo mi madre.
Yo me crucé de brazos y recosté mi espalda en la pared que está detrás de mi. -Te escucho-
-Taylor quería verte, tenía días insistiéndome a mi y a su madre. No pude negarle eso a ella y la traje-
Miré a Taylor, ella me sonrió de una manera adorable y tímida.
Hice mal en dejar que los celos se interpusieran en la relación con mi hermana. Pienso que ya es hora de cambiar un poco nuestra relación; para bien.
-Ellos se quedarán con nosotras unos días-
Mi mirada volvió a mi madre.
-Acepto que Taylor se quede, pero él no-
-No está a discusión, se quedarán ambos. En ésta casa hay demasiado espacio-
-No me importa el espacio mamá, es que no quiero tenerlo aquí-
-Por qué me tratas así Lauren?- Su cara de víctima inocente fue lo que me molestó.
-Tienes el descaro de preguntarlo Mike? Se te olvidó la mierda de padre que fuiste conmigo?-
-No todo el tiempo fui malo y lo sabes. Tal vez no fui el mejor en muchas cosas, pero la comida y el buen techo para dormir nunca te faltó-
-Ese es el problema con los padres! Creen que por mierdas como esas están siendo los mejores. Y la atención a los hijos dónde queda? Las muestras de amor y afecto dónde queda?-
Hubo un silencio, ninguno de los dos fue capaz de responder mis preguntas, lo cual dejaba dicho que tenía razón.
-Mi maldito dolor es que no tuve a un padre que se sentara conmigo a hablar de mi día o su día. No tuve un padre que me llevara a jugar al parque, o que simplemente jugáramos en casa-
Para este punto, dejé que las emociones se apoderaran de mi, mis ojos estaban llenos de lágrimas y ya mi voz no salía tan fuerte como antes.
-Viviendo contigo me sentí sola, siempre estuve sola, y cada maldita cosa que me pasaba tenía que resolverla yo misma sin apoyo tuyo. Todo tu tiempo fue para tu mujer y me dejaste a mi a un lado-
Mamá estaba llorando, Mike me miraba con algo que pude descifrar como... pena?.
Volví a la actitud dura de siempre, suficiente vulnerabilidad demostré ante él.
-Ésta es tu casa mamá y aquí solo mandas tú. Decides quién se queda y quien no, pero no estoy de acuerdo en esto-
Estaba por salir pero me devolví y vi a Taylor.
-Te gustaría dar un paseo conmigo?-
Ella asintió y sonrió de forma muy brillante. Caminó rápido hasta mi, se enganchó de mi mano y salimos.
Clara pov
-Si es cierto lo que dice Lauren, yo no la puedo culpar. Tampoco es como si tuviera dudas de Lauren, sé que ella no miente-
-En serio lo lamento, nunca me di cuenta. Lauren siempre fue rebelde, difícil de hablar, un carácter de los mil demonios. Qué iba a saber yo?-
-Ahí es cuando mas debiste ser atento. Estoy llegando a pensar que nunca quisiste realmente a Lauren-
Él me miró con sorpresa, y como si yo hubiese dicho algo realmente malo.
-Puede que haya sido el peor padre, pero yo amo a Lauren, es mi hija-
-Entonces creo que deberías demostrarlo, ya es hora de hacerlo. No te aseguro que será algo fácil ya que Lauren está renuente contigo, pero poco a poco las cosas pueden fluir-
-Haré hasta lo imposible por acercarme a ella y que ella vea que la amo. Pero, si ella no me quiere aquí yo me iré a un hotel, la niña se puede quedar-
-No irás a ningún hotel, te quedarás aquí y no se discute-
Él me sonrió. -Siempre has sido de gran corazón, lastima que fui tan tonto y no lo valoré, eres una buena mujer-
-Gracias por el cumplido, pero no te vayas por esos lados- Solté una risita incómoda.
Hubo un incómodo silencio donde solo se podía escuchar el sonido de los cubiertos chocando sobre los platos.
-Y... qué tal te va Clara?- Él se queda mirándome fijo. -Estás más hermosa que nunca- Dice con una sonrisa.
-Mike...- Lo fulminé con la mirada.
Pero él lo ignoró.
-No has vuelto a estar con alguien más?-
-No es de tu incumbencia-
-Aceptarías salir conmigo?-
Lo miré sorprendida.
-Tú no cambias! Estás casado! Es una falta de respeto que me estés coqueteando-
Él bajó la cabeza apenado.
-No hagas que me arrepienta de dejar que te quedes en mi casa. Aquí tienes que respetar si o si, sino te vas-
Lauren pov
Había traído a Taylor al parque, como es costumbre; llamé a Dave para que nos hiciera un poco de compañía y pues para presentarle a mi pequeña.
En lo que él llegaba conversé de toda clase de cosa con ella. Para ser una niña pequeña tiene la inteligencia y mentalidad de alguien de mi edad, y eso es encantador en ella. También jugué mucho con ella, para cuando Dave llegó ya estábamos las dos agotadas.
Él me miró y miró a Taylor, frunció el ceño, luego ladeó la cabeza, y nos señaló a ambas.
-Quién es? Se parece demasiado a ti-
Reí. -Es mi hermana-
Dave asintió con asombro y sus cejas hacia arriba.
-Es muy hermosa-
-Pedofilia?- Reí con más ganas que antes cuando hizo una mueca desagradable.
-Es un simple cumplido, nunca sería así-
-Lo sé, solo bromeaba-
Volteé a ver a Taylor, quien miraba a su alrededor con detenimiento. Sonreí viendo sus rasgos, su pelo era negro así como el mío, largo hasta llegar a su espalda baja, su piel era igual o incluso mucho más pálida que la mía, su nariz era fina y delicada, sus ojos eran adornados con unas hermosas y grandes pestañas.
Estaba pensando. Taylor sería una de las chicas más preciosas del mundo en un futuro, era incluso más hermosa que yo.
-Taylor, te gusta esto aquí?-
Ella me miró y me sonrió. Interpreté eso como un si. Dave se sentó junto a nosotras en la hierba.
-Hoy saldré a cenar con Camila- Miré a Dave quién me sonrió de manera pícara.
-Y después de la cena?-
-No lo sé, pero espero que algo pase. La extraño mucho-
-Pensé que lo de ustedes iba a terminar-
-Claro que iba a terminar, pero le rogué que no-
-No tienes que rogarle a nadie Lauren- Me miró serio. -No puedo creerlo- Dijo negando.
-Aveces hay que rogar para no dejar ir lo que importa mucho-
-Si tienes que forzar mucho entonces es mejor que olvides eso-
-Tú siempre tienes que estar de aguafiestas- Bufé con irritación.
Taylor me dió algunas palmaditas en la mano llamando mi atención. Miré a esos hermosos ojos verdes.
-Por qué ya no vives con nosotros? Con mamá, papá y yo-
Suspiré viéndola, qué podría entender un ser tan pequeño como ella?
-Tenía que irme porque había dejado a mi mamá sola-
-Pero me dejaste sola a mi- Sus grandes ojos verdes estaban mirándome con esa inocencia tan pura que ablandó mi corazón.
Escuché a Dave suspirar viéndola embobado, al parecer ella tiene ese efecto Jauregui que pone a todo el mundo a sus pies.
Sonreí internamente.
-No te volveré a dejar sola, trataré de siempre estar contigo, te parece bien?-
Ella asintió.
Vi la hora y ya debía regresar a casa, mi turno en el trabajo empezaba dentro de poco. Tuve que hacer un cambio con uno de los chicos para poder tener la noche libre.
-Es hora de volver a casa, tengo que ir a trabajar-
Dave asintió y fue por el auto, en el tiempo en que tardó ayudé a Taylor a pararse, a limpiar un poco su sucia ropa y a dar una última carrera; a petición de ella.
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Camila pov
Me miraba por última vez al espejo para comprobar como me veía. No era nada ostentoso, pero estaba bonita y sé que Lauren se volverá loca cuando me vea en este corto vestido de tirantes de color negro.
Tomé mi bolso y bajé, me había asegurado de que a mis bebés no les faltara nada en lo que yo estuviera fuera. Ari estaría con ellos, y pues... Arthur no lo sé.
A él lo vi sentado en el sofá viendo la televisión, cuando notó mi presencia volteó a mirarme con esa típica mirada de aburrimiento.
-Para dónde vas?- Preguntó mirándome de arriba abajo. -Te ves muy atractiva-
-Voy a cenar- Dije con simpleza.
-Con la jovencita esa?- Su rostro se puso más serio que antes.
-No es con ella Arthur, es con Dinah y unas amigas-
-Me crees tonto? Te vas a revolcar con la niñata esa- Dijo con desprecio.
Noté pasos detrás de mi, miré de reojo y vi a Ari, estoy segura que ella escuchó todo lo que Arthur dijo.
-No vamos a discutir eso ahora, y me tengo que ir-
Sin decir nada más me fui, caminé las tres esquinas que Lauren me dijo y allí estaba, recostada del auto esperándome. Cuando me vió me sonrió grandemente y no faltó su intensa mirada sobre mi cuerpo.
-Dios! Estás hermosa, como siempre- Me guiñó aún sonriendo.
Abrió la puerta del auto por mi. Cuando ya ambas estábamos dentro del auto ella me miró profundamente para luego unir su boca con la mía en un beso cargado de deseo. Ella llevó su mano a mis piernas desnudas así que la detuve.
-Detente Lauren- Negué retirando su mano.
-Pero por qué? Nadie nos está viendo-
-Quiero esto incluso más que tú, pero no por aquí. Agradecería que avanzaras un poco y luego me haces lo que quieras-
Asintiendo y con una media sonrisa Lauren puso en marcha el auto. Condujo por lo que pareció ser casi una hora para luego detener el auto en el estacionamiento subterráneo de un restaurante.
-Aquí puedo?- Preguntó con una sonrisa pícara.
Asentí sonriendo de igual manera. No perdió tiempo y atacó mis labios con un feroz y hambriento beso. Me fascina la manera en que su lengua se enreda con la mía, es tanta la fascinación que mi zona íntima se humedece al instante.
Lauren mete su mano debajo de mi vestido, acaricia con sus uñas toda mi piel expuesta con mucha sensualidad, eso me provoca un gemido. Ella gruñe en el beso y hábilmente separa mi ropa interior y frota mi clítoris ya caliente y mojado. Gemí aún más que la vez anterior, Lauren sumergió dos dedos dentro de mi, hacía unos movimientos que me rozaban el punto G de la forma en que toda mujer querría. Deslizó uno de los tirantes de mi vestido dejando al aire libre mi seno izquierdo, su boca fue a aterrizar a mi pezón. Era un estimulante perfecto tenerla besando y chupando mis senos mientras que con sus dedos me penetraba.
Fue incómodo entrar al restaurante con la molestia entre mis piernas, aunque había hecho el intento de secar un poco, aún seguía muy húmeda.
Lauren y yo nunca creímos que sería incómodo estar aquí, y mas por el momento de pasión que habíamos compartido en el auto. Pues en la entrada tuvimos un pequeño inconveniente con el chico que nos recibió, Lauren y yo llegamos agarradas de mano y sabía que de lejos se notaría que ella y yo éramos más que amigas pero lo cierto es que eso no me importó hasta que nos topamos con aquel chico. Él nos había mirado a ambas de manera acusatoria, había notado nuestras manos entrelazadas, y fue tan poco discreto que nos preguntó si éramos parejas. Yo me quedé en silencio, pero Lauren no se contuvo y dijo que si, eso hizo que el chico arrugara el ceño y cambiara su actitud hacia nosotras.
Empezó a hacer comentarios un tanto discriminatorio, haciendo que tanto Lauren como yo nos enojáramos. Conociendo ya a Lauren, traté como pude de controlarla lo cual gracias a Dios funcionó, pero no evitó que ella le lanzara unas cuantas maldiciones. Lo último que nos dijo el chico antes de entrar fue:
"Esto es un lugar público, espero que lo entiendan y lo respeten, aquí hay familias y niños y sería un mal ejemplo para ellos ver algo relacionado a lo que ustedes hacen"
Lauren quería ir y pegarle, Lauren se sintió humillada, y no voy a mentir, yo también me sentí así. Por primera vez en mi vida fui discriminada por andar con Lauren y eso me hizo pensar qué tal vez no debí aceptar venir con Lauren, o quizás fue mejor que hiciéramos algo privado.
Nos sentamos en la mesa, Lauren estaba tensa, yo lo notaba. Pero era tan cortés y educada que disimulaba muy bien para no hacerme sentir incómoda, ella me sonreía de manera hermosa y sincera a pesar de sentirse mal.
-Si quieres nos vamos- Le dije.
Pero ella negó. Lauren lo que más tiene es orgullo.
-De aquí no nos vamos, estoy pagando mi dinero. Somos dos personas normales con derecho a todo-
-Ya viste como nos trató ese chico, no dudes en que todos aquí nos trataran así mismo-
Miré disimuladamente a mi alrededor, cada empleado de aquí nos miraba con atención, como esperando a que nosotras hiciéramos algo para inmediatamente sacarnos a patadas.
Eso no se sentía bien.
-Relájate Camila, no dejemos que personas como ese tipo nos dañe la noche-
En eso se acerca un camarero, sorpresivamente nos da la bienvenida con una sonrisa aunque ésta fue un tanto forzada. Nos sirve un poco de vino y nos toma la orden. Cuando finalmente el camarero se retiró Lauren me toma de las manos y me acaricia suavemente.
Me puso nerviosa e incómoda, porque después de todo; no quería que ella se acercara demasiado a mi para evitar comentarios. Pero no podía rechazarla, eso la haría sentir muy mal.
Lauren colocó su silla al lado mío sin importarle nada, yo la miré atentamente y ella en cambio me sonrió, pero al ver mi cara la borró.
-Te sientes bien, no quieres que yo me acerque?- Ella tragó en seco.
Suspiré y sonreí. -Estoy bien Lauren, puedes acercarte todo lo que quieras-
Lauren acarició mis mejillas y luego me besó. Al principio no reaccioné pero después me dejé llevar y le correspondí el beso. Sabía que todos nos miraban, pues las miradas pude sentirlas. Nos separamos del beso y vi a Lauren sonriendo. Era de admirar como Lauren sin importar las opiniones de los demás era feliz.
Entonces llegué a la conclusión de que no estaba lista para alguien como ella. Ella es lo que es sin miedo a nada, entonces yo? Yo era una heterosexual, casada, con dos hijos, pero que era a la vez tan sin vergüenza que estaba con una adolescente, UNA MUJER. Nunca sentí atracción por ninguna mujer, nunca supe lo que es ser discriminado por tu sexualidad. Y ahora que puedo decir que sé lo que es eso, yo no estoy preparada para algo así, siempre me cuidé para que nadie nunca me miraba de un modo extraño como lo hacen ahora y comentaran sin pudor alguno cosas sobre mi persona.
Entonces veo a Lauren, ella sabe lo qué pasa a su alrededor pero hace caso omiso y continua con su vida y siendo feliz. Pero yo no, yo estoy aquí, sintiendo pena y vergüenza de esto que estoy haciendo.
-Lauren, voy al baño-
Me paré rápidamente y casi corriendo fui al baño. Al entrar me miré en el espejo, tratando de descifrar por qué me sentía tan avergonzada.
¿Acaso es de Lauren? No, me rehuso a pensarlo.
Al baño entra una mujer vestida elegantemente, y la reconocí de inmediato, ella no nos quitó a Lauren y a mi su severa mirada de encima. Mi corazón latió rápido por lo que podría decirme, porque sé que algo ella iba a decirme.
-No puedo creer que una mujer como tú se preste para algo tan aberrante- Dijo con veneno. -De lejos cualquiera pensaría que eres una mujer pulcra y de buenos valores-
-Yo lo soy- Dije con firmeza.
-Actos como esos, ponen en dudas tu palabra. Sabes querida, que eso que has hecho ahí fuera no está bien ante nadie, y no tengo nada en contra de las personas como ustedes, solo que no me gusta que en el ojo público hagan sus cosas. Sean un poco más discretas, eso es un mal ejemplo para nuestros niños, manchan la reputación de este lugar y hacen que cada uno de nosotros pasen un mal rato-
-Somos libres señora, podemos hacer lo que se nos plazca-
Lo decía más para convencerme a mi misma que a ella.
-Debería darte vergüenza hablar así. Cómo puedes hacer eso, y sobre todo, cómo puedes estar con una jovencita?! Cuantos años tienes? Treinta? Más?-
Me sentí avergonzada por lo que dijo, no fue hasta ahora que recordé la edad que le llevo a ella. Es todo un tabú.
Sintiéndome humillada y sin argumentos para responder salí del baño, solo para encontrarme con otro show, Lauren discutiendo con el qué tal vez era el gerente del restaurante.
-Lauren qué pasa?-
Ella se veía furiosa, y su rostro estaba rojo de la ira.
-Éste hombre nos está faltando al respeto-
-Disculpe señora, le estoy pidiendo amablemente que por favor sean un poco más discreteas, nuestros comensales nos han comentado que no es debido que hagan algo así-
-No hicimos nada malo-
-No señora, no hicieron nada malo. Pero no todos aceptamos ese tipo de cosas y menos con niños presente. Les pediré amablemente que se retiren del lugar, y no se preocupen, no tienen que pagar nada-
Lauren respiró profundo y salió como alma que lleva el diablo del restaurante. La seguí sintiéndome humillada más que antes. El camino de vuelta a casa fue demasiado silencioso, ninguna de las dos dijo nada.
Ésta noche no salió como pensé, me llevé un disgusto, una vergüenza, una humillación un trago más que amargo.