𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑳𝒊𝒂
No me lo podía creer, por aquella puerta estaba entrando Héctor.
Héctor es como un tío para mi, siempre ha estado conmigo y más desde la muerte de Caye.
Inmediatamente salí corriendo a abrazarlo, estos días me ha tenido muy preocupada. Los médicos no nos daban información sobre lo que pasaba en el hospital.
Héctor: Uy, vaya -dijo sorprendido por el abrazo-
Lia: Te he echado de menos -dije mirándole sonriendo-
Cuando me separé de este, Jacinta y María también le abrazaron.
[.....]
Nos encontrábamos en E.F, nos toca hacer un deporte que es como de luchas con palos.
Tenemos un nuevo profesor, se llama Hugo. A Pedro lo han echado del internado, él siempre me ha dado mala espina a parte de que siempre hacía comentarios machistas hacía Elsa e iba borracho.
Le tocaba salir a pelear a Iván quién practicaba con el profesor.
Yo me encontraba sentada en un baco entre Julia y Carol.
Julia: Yo flipo. No sabía que iba supiera hacer esto. -dijo riéndose-
Carol: Si. Yo creo que el profe nuevo tampoco lo sabía.
Vicky: El profe nuevo lo que no sabe es que está buenísimo.
Hugo: Veo que dominas la técnica. No está mal -le dijo a Iván-
Empezaron de nuevo a pelear pero Iván cayó al suelo otra vez a lo que Hugo le ayudó a levantarse. Las chicas como no, empezaron a aplaudir.
Hugo: Pero la técnica sin agilidad mental no sirve de nada. -dijo para todos-
𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑰𝒗á𝒏
Después de E.F fui a la cocina, quería hablar con María.
Nada más llegar vi que ahí estaba, recogiendo cubiertos que al parecer se le habían caído al suelo.
María: ¿Qué pasa? -dijo una vez me acerqué-
Iván: Así que tú eres mi madre
María cambió su sonrisa por una cara de preocupación rápidamente.
Iván: ¿No?
Yo tenía los ojos cristalizados aunque intentaba que no se notara tanto, mientras tanto, María tenía cara de pocos amigos. Se le notaba preocupada.
María: Si.. -dijo finalmente-
Iván: Claro, ahora entiendo muchas cosas.
María cambió su cara de pocos amigos por una feliz, tenía una sonrisa de oreja a oreja.
Iván: ¿Por qué no me lo habías dicho antes?
María: Porque no sabía... Yo... La verdad... No me atrevía.
Iván: Ya... ¿No será que estabas esperando a terminar con la medicación?
María: ¿La medicación? ¿Qué medicación?
Iván: ¿No os daban medicinas en el psiquiátrico? Entonces, ¿que cojones os daban a los colgados cuando os inventabais qué teníais un hijo? -dije levantando la voz-
María, volvió a cambiar la cara. Ahora estaba triste. Tenía ganas de llorar.
María: No, no, no, no... Yo no me he inventado nada. Yo soy tu madre, tienes que creerme, de verdad..
Iván: O sea, que voy a tener que ir pensando en lo que te voy a regalar el día de la madre, ¿no? Ya lo tengo, ¿qué te parece una camisa de fuerza?
Nada más decir eso me fui dejando ahí sola a María con las lágrimas que corrían por sus mejillas.
𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑳𝒊𝒂
Nos encontrábamos en la habitación de los chicos hablando sobre nuestras cosas hasta que salió el temita de los pasadizos. Bueno, más bien, estábamos todos menos Marcos y Vicky.
Carol: Oigan, ¿y si bajamos y grabamos todo lo que hemos visto en los pasadizos?
Lia: Venga ya, es mi cumple. ¿Ni si quiera en este día os vais a estar quietos?
Todos negaron con la cabeza haciendo que nos riamos, parecía una tontería pero es que todos iban sincronizados.
Lia: Bueno va, bajemos pero.. ¿Y Marcos?
Iván: Lia.. a él no le podemos decir nada.
Lia: ¿Por? También es nuestro amigo -dije confundida-
Carol: Si, lo es. Pero está con Amelia y no nos podemos arriesgar.
Lia: Bueno, está bien -dije convencida-
A los pocos minutos ya nos encontrábamos en los pasadizos. Al rato de menos de una hora ya teníamos grabado alguna que otra parte que habíamos visitado.
Nos paramos en mitad de los pasadizos para ver algún vídeo que habíamos grabado.
Iván: Tenemos que grabar algo más que los pasadizos para probar lo que están haciendo estos hijos de puta. -dijo mirándonos- Vamos por aquí, va.
Roque: Venga. -dice susurrando casi-
Llegamos a una parte dónde había una puerta de metal con una agujero de cristal, el cual, por dónde podrías ver el interior de la habitación.
Iván: ¿Qué cojones es esto? Aquí no hemos estado nunca -dijo dándose la vuelta para mirarnos-
Iván, quién iba delante, abre la puerta haciendo que pasáramos todos hacía el interior de la habitación.
Roque: ¿Que cojones es todo esto? -dice mientras graba-
Carol: Parece una sala de operaciones.
Lia: Mirad, todo el material farmacéutico es de Ottox, la empresa de tu padre.
Julia: Si había alguna duda de que experimentaban con personas, toma, lo hacían aquí mismo.
Iván: Seguro que lo hacían con huérfanos que vivían aquí, cuando esto estaba lleno de nazis.
Roque: Con el abuelo de Marcos de jefazo. A lo mejor fueron los nazis los que montaron Ottox.
Carol: ¿Y ahora que van a hacer, seguir experimentando? Porque todas estas cosas parecen bastante modernas.
De repente Roque se cae haciendo que todos nos asustaramos, en cuanto oí el ruido pensé que alguien iba a entrar y me escondí detrás de Iván.
Carol: ¡Roque!
Lia: Dios mío Roque, me has dado un susto de muerte -dije pasando la mano por la frente-
Carol: ¿Estás bien? -dijo ayudándole a levantarse-
Roque: Si, si, estoy bien, estoy bien.
Iván: ¿La cámara?
Roque: La cámara funciona, la cámara está bien.
De repente la alarma empieza a sonar, ahí si que me cagué con la pata abajo y me volví a esconder detrás de Iván.
Iván: ¡Corre, corre, corre!
Salimos todos corriendo de aquella habitación para que no nos pillaran.
Pasaron los segundos y seguíamos corriendo por aquellos pasadizos que parecían laberintos. Unos perros nos seguían y estábamos más asustados.
Carol: Por aquí no.. ¡Por allí!
Había una luz como de una linterna que venía por dónde nosotros íbamos a salir.
Al darnos la vuelta por el otro lado venían los perros, estábamos acorralados.
Carol: Por aquí vienen los perros
Dimos otra vez la vuelta para ir en dirección por dónde venía el de la linterna, nos quedamos asustados y paralizados en ese lado. Mientras yo abrazaba a Carol.
Julia: Estamos atrapados.. -dijo casi llorando-
Lia: Nos van a matar.. -dije con lágrimas-
Iván salió hacia delante para enfrentarse a aquella persona que venía.
Iván: ¿Qué vas a hacer? Puto nazi de mierda, ¿qué vas a hacer? ¿Nos vas a matar? ¿nos vas a matar o qué?
De repente esa persona dispara hacia nuestra dirección haciendo que gritemos de terror pero los perros sorprendentemente se fueron corriendo.
Aquella persona pasó por un lado que había de luz.
Esa persona era Marcos, quién había bajado a los pasadizos a buscarnos.
Iván: ¡Hijo de puta! ¡Eres un hijo de puta, Marcos!
Marcos: Venga vámonos de aquí por la puerta del bosque. Va.
Empezamos a correr otra vez hacia la puerta del bosque para que por fin podamos salir de aquí.
[....]
Nos encontrábamos subiendo las escaleras principales del internado que dan para el piso de arriba.
Iván: Joder con los putos perros. Si no es por ti, nos comen.
Carol: ¿Cómo sabías que estábamos ahí?
Lia; ¿Y de dónde coño has sacado la pistola?
Marcos nos miró a cada uno de nosotros.
Marcos: Teníais razón. Amelia es uno de ellos -dijo con ojos cristalizados- La pistola es suya.
Todos nos quedamos en un total silencio, no sabíamos que decir. Solo hacíamos mirar a Marcos con mirada de "te lo dije".
Pasaron los segundos y yo me fui a la habitación de los chicos dejándolos a todos ahí.
Quedaba poco para que terminara el día y quería pasar un rato en la cama de Caye viendo algunas cosas que cogí antes de que mis padres llegaran a recogerlas.
Noté todas las miradas de los chicos sobre mi pero no me importaba, tenía derecho a unos minutos a solas.
Nada más llegar, me quité los zapatos y me eché en la cama. Mis lágrimas no tardaron en salir. No paraba de pensar en lo que había pasado en los pasadizos.
Joder, habíamos estado apunto de morir si no llega a ser por Marcos quién apareció justo a tiempo.
De repente alguien toca la puerta, se trataba de Iván. Me limpié mis lágrimas rápidamente para que no notara nada pero no funcionó.
Iván: Conmigo no hace falta que finjas, enana. -dijo cerrando la puerta-
Yo estaba hecha una bola en la cama mirando en dirección a la cama de Iván mientras este se sentaba dándome la espalda.
Iván: ¿Por qué llorabas?
Me di la vuelta y me senté con las piernas dobladas pegadas a mi pecho y con la cabeza apoyada en estas. Iván se sentó a mi lado.
Lia: ¿Por qué hemos tenido que bajar hoy a los pasadizos? Podría haber muerto en día de mi cumpleaños joder, y vosotros también -dije con una lágrima-
Iván: Lia.. Si es verdad que hemos estado a punto pero no ha llegado a pasar nada. Marcos ha aparecido a tiempo y nos ha salvado a todos.. -dijo mirándome- Anda ven..
Iván se acercó más a mi y paso su brazo por encima de mis hombros haciendo que yo me acomodara en su pecho mientras él intentaba consolarme.
Me estaba contando cosas que yo hacía de pequeña aquí en el internado, cosas que realmente yo no me acuerdo haberlas vivido.
Holas mis chiquis, espero os haya gustado este capítulo y perdón por haberlo subido tan tarde. He estado como una hora para hacerlo ya que me entretenía mucho, sorry.
Pronto subiré el siguiente capítulo, muchísimas gracias por las +10.0k de lecturas y casi 400 votos! 💕
1631 palabras