Kanna entregó a la Emperatriz una maravillosa medicina para el alivio temporal del dolor.
── Gracias, estaré encantada de ayudar con la investigación.
La Emperatriz se lo agradeció repetidamente y prometió proporcionar fondos para los experimentos.
Kanna demandó todo tipo de hierbas medicinales del continente.
── Bien, tráelos.
Para eso creó la droga.
Kanna rió orgullosa mientras miraba el enorme armario que ocupaba un lado del laboratorio. Contiene todo tipo de hierbas medicinales.
«He obtenido casi todo tipo de hierbas del continente oriental. No tengo que pedirle a otras personas que las consigan en el futuro.»
Luego me fuí a ver a Amelia. Y le expliqué sobre lo que sucedió con la Emperatriz.
── ¿Realmente hiciste eso?
Al oír la historia, Amelia se sorprendió.
── Sí.
── Huh, Su Majestad cayó de rodillas así... debía de necesitar ayuda urgentemente.
Amelia rió irónicamente.
── Te dije que no te rascaras delante de la gente, aunque sintieras un dolor salvaje.
Un dolor punzante que te recorre todo el cuerpo, un dolor hasta las lágrimas.
Pero es mejor no ver ni sentir algo así.
── En fin, muchas gracias, pude vivir gracias a la Duquesa.
Kanna, sin contestar, se limitó a sonreír.
«Lo sabes bien.»
Ella tiene razón. Sin ayuda, Amelia habría muerto.
Mientras tanto, el acónito no figuraba en ninguna de las enciclopedias de plantas como resultado de la recopilación y el estudio de todas las enciclopedias. Como era de esperar.
Quedó claro que la planta no tenía ningún uso oficial en el continente.
Resulta que aunque Amelia muriera, nunca sabría la razón.
Y casi logro detener el crimen.
¿Qué habría pasado si no le hubiera dado la cura a Amelia?
Sólo de pensarlo me recorría un escalofrío por la espalda.
── Como te prometí, no le diré a nadie lo de tu medicina.
Amelia había prometido mantener en secreto el medicamento para ralentizar el corazón.
Así es como debe ser.
Va a atrapar a la Emperatriz y luego revelará todas sus artimañas.
Todos los secretos salen a la luz.
── Ahora estamos en el mismo barco.
── Y también el médico.
── Ah, sí.
El médico.
Al oír esas palabras, Kanna enderezó la espalda.
── Ha sido despojado de su cargo y expulsado de la capital.
── …...
── Me alegro de que haya terminado, para ser honesta.
Kanna inclinó la cabeza en silencio.
El incidente había sido considerado un error por el médico imperial.
Amelia simplemente había perdido el conocimiento durante un rato, los médicos reconocieron el error, confundiendo su estado con la muerte.
Esto es lo que se sabe.
«Señor médico, lo siento mucho. Pero por favor considere, usted salvó a una persona después de todo.»
Amelia parecía pensar lo mismo.
── Pero no te preocupes, en secreto le di una gran suma de dinero que no habría ganado en toda su vida.
── Entonces me alegro ...
── No me arrepiento. Sólo intentaba sobrevivir lo mejor que podía. En cierto modo, el médico también me ayudó a salvar la vida.
Kanna rió con nostalgia ante las palabras de Amelia.
Y entonces,
── Su Excelencia, Su Alteza el Príncipe Krescent, esta aquí.
Amelia frunció el ceño ante las palabras del sirviente.
── Señora, ¿Le importa si dejo entrar a Krescent?
── No pasa nada.
── ¡Bien, que entre!
La puerta se abrió y apareció un chico rubio. Este es el segundo Príncipe, Krescent Isaberg.
Sonrió dulcemente y me saludó.
── Hermana, ¿va todo bien con tu cuerpo?
── Como puede ver.
── Estaba muy preocupado. ¿Puedo sentarme?
Pero Amelia no lo permitiría. En lugar de eso, abrió los ojos y lanzó una acusación en su dirección.
── Escuché la historia de la Duquesa. Antes de que la arrestaran, le diste el antídoto, ¿no?
Lo hizo.
Krescent dio definitivamente el antídoto, diciendo: "Salvará a la Duquesa y a su hermana".
── ¿De verdad sabías de antemano que me envenenarían?
Luego Krescent levantó la comisura de los labios y se echó a reír.
── Sabía que mi madre había intentado envenenar a mi hermana.
Y en ese momento se hizo el silencio.
La cara de Amelia se congeló.
Preguntó Krescent con calma.
── ¿Puedo sentarme, hermana?
── …. Siéntate.
Krescent se sentó suavemente junto a Kanna.
Apoyado en el reposabrazos, dejó escapar un suspiro.
── Es exactamente como dije. Mi madre intentó envenenarte.
── …....
── Hice lo que pude para detenerla, pero mamá no me dejó. Tenía un plan.
── …….
── Mi hermana no sabía que, como la Duquesa cuidaba de la Princesa, nadie podía entrar en palacio sin permiso de la Emperatriz.
Esa era una historia que ella tampoco conocía.
Amelia también abrió mucho los ojos, obviamente por primera vez.
── No podía decírselo a la gente de antemano ni dar un antídoto. Por supuesto, yo tampoco podía entrar. Por eso fingí no saber nada de la llegada de la Duquesa.
── ……
── Pero ya era demasiado tarde. Siento no haber podido ayudarla, hermana.
Pero Amelia no contestó inmediatamente.
Apretó el puño, sin saber si enfadarse con su hermano o fingir sorpresa.
── ¿Qué va a hacer, hermana?
── ¿Cómo?
── Puedo ser testigo, si quieres.
Sonó muy repentino. Amelia continuó la conversación.
── ¿Desea acusar a la Emperatriz?
── ….....
── Seguiré la voluntad de mi hermana.
No...
Kanna casi negó con la cabeza, sin darse cuenta ella misma.
Quería gritarle a Amelia que no le creyera.
No, está mintiendo. No existe tal cosa.
Me lo imaginaba, pero entendía por qué salía así, por qué Krescent decía tal cosa.
Está probando a Amelia ahora.
Krescent intenta averiguar cómo le irá después con la Emperatriz.
«Krescent llega a descubrir sus verdaderas intenciones.»
Averiguando si Amelia tenía agallas para devolverle el golpe a la Emperatriz, debió pensar en apagar su ira de antemano.
¿Cómo puede haber dudas al respecto?
Para Krescent, la Emperatriz es la defensa más segura.
«Dijiste que la familia de la Emperatriz es muy poderosa.»
Su majestad proviene de una familia de Marqueses.
¿Qué tipo de familia es la familia Mercier?
La familia Mercier es una familia noble e influyente de la que han salido numerosas futuras emperatrices.
Además, disponen de una riqueza incalculable.
¹El actual Marqués Mercier es el hermano menor de la Emperatriz y muestra un profundo afecto y amor por su hermana, apoyando todas sus voluntades.
[¹El actual marqués= El jefe de la mansión]
Si presentas cargos contra la Emperatriz...
«Al igual que la Emperatriz, Mercier también se convertirá en blanco de acusaciones. Si eso sucede, la fortaleza de Krescent será socavada...»
Es una trampa que puedes ver con un poco de reflexión.
── No sé de qué estás hablando, Krescent.
Gracias a Dios.
Kanna suspiró aliviada. Amelia no es estúpida después de todo, así que lo fingió.
── Su Majestad intentó envenenarme. No sé de qué estás hablando.
── ¿No?
Sin embargo, Krescent enarcó las cejas, sorprendido.
── Sí, no deberías ir por ahí diciendo cosas así. Tengo miedo de que alguien me oiga.
── Le pido disculpas, hermana. Parece que no me equivocaba.
Krescent permaneció satisfecho, incluso pronunciando palabras tan provocativas.
Y luego añadió...
── Está haciendo algo sabio, hermana.
«El pueblo imperial tiene una vida de caos absoluto.»
Kanna miró sombríamente al hermano y a la hermana.
El Príncipe y la Princesa juegan al tira y afloja, ocultando sus verdaderas intenciones.
Aunque tienen la misma edad, no confían el uno en el otro.
La Emperatriz intentó matar a su propia hija.
Al parecer, el pueblo imperial es gente de sangre fría, dispuesta a matar sin derramar una sola lágrima.
Sin embargo, es sorprendente que Krescent diera el antídoto para salvar a Amelia.
«Sí, intentó ayudar a Amelia, aunque el Príncipe nunca lo consiguió.»
¿Quizá aún sea joven y le queda conciencia?
Pensando en ello, sentí la mirada de alguien sobre mí.
Krescent miraba me estaba mirando.