Por la noche, con Seokmin durmiendo a su lado, Joshua no podía hacer nada más que permanecer mirando el techo, sintiéndose terriblemente mal.
Por más que se decía que no debía ponerse así, que no era su culpa que le guste Seokmin, y que no podía evitar sentirse atraído a los hombres, una parte de él quería cambiar, volver a su casa y que sea todo como antes.
Así que se había armado una discusión consigo mismo, una parte que no podía aceptarse y otra que quería ser como es.
¿Tan difícil podría ser aceptarse a sí mismo?
Sintió a Seokmin removerse a su lado, murmurando sonidos que no le encontró sentido, pero que lo hicieron sonreír.
¿No podría aceptarse a sí mismo, al menos por Seokmin?
Al pensar en él, incluso la parte que decía estar mal, esa parte que quería ser "alguien normal", callaba, perdiendo todos sus argumentos.
Ni siquiera él podía contra todo lo que amaba a Seokmin.
Dejó un beso sobre la nariz del dormido chico, y rió un poco cuando lo vió fruncirla.
Se concentró en mirarlo dormir, eso lo llenaba de paz, lo alejaba de sus pensamientos, y fue lo único que lo pudo llevar hacia el sueño.