CHAPTER XXIX
( not killing! )
──── ⊰✩⊱ ────
A PENAS LOS VILLANOS DIERON UN PASO DENTRO de Auradon, la emoción y la ilusión podía verse en sus rostros. Harry, Gil, Ace, Hadie y Ginny, miraban todo maravillados; el verde de la naturaleza, las perfectas edificaciones y el cielo celeste sin ninguna nube que obstruyera el brillante sol.
Agnys los miraba enternecida, principalmente a Harry quién parecía no poder borrar aquella sonrisa de su rostro, mientras iba de la mano con Will. La diosa sintió una penetrante mirada sobre ella, al girar se encontró con Mal y Carlos, quiénes la miraban con las cejas alzadas ante su atención hacia el pirata.
Al ser atrapada en pleno acto, la Heredera del Inframundo volvió a un gesto aburrido, antes de continuar su camino hacia la Preparatoria de Auradon. Los VKs intentaban llamar a sus amigos con sus celulares, pero estos parecían no funcionar. Al llegar, se encontraron con todos los alumnos dormidos en las mesas e incluso en el suelo.
— Están dormidos— habló Evie, al encontrarse aquella escena—. Todos.
— No puedo localizar a Ben— siguió Mal, volviendo a guardar su celular.
— Ni a Dizzy, ni a Doug.
— Ni a Kiara— agregó el peliblanco, llamando la atención de la diosa—. No hay señal.
— ¿Esa es Auradon Prep?— preguntó Celia, señalando el edificio a su izquierda.
Will soltó la mano de Harry para acercarse a ver la gran construcción, apenas pudieron ver algo de Auradon desde que fueron elegidos.
— Sí, cuando todos despierten, les encantará— respondió Carlos con una sonrisa.
Celia y Will festejaron por lo bajo, mientras Ace no podía dejar de ver el tamaño del lugar.
— Es un maldito castillo— dijo el de mechas rojas, sorprendido.
— Y ni siquiera has visto el interior— dijo Uma a su lado.
Agnys intentaba que sus recuerdos en aquel lugar no aparecieran en su mente, aunque parecía ser de las tareas más difíciles. Además de que no podía evitar pensar en si Winnie se encontraba a salvo.
— Todo es tan...— habló Gil, mirando a los alrededores.
— Extraño— terminó Jay por él.
— Verde. Tienen hojas en los árboles— finalizó, antes de emocionarse— ¿Y qué son esas cosas coloridas en los arbustos?
— ¿Flores?
— Las flores son lindas— dijo con una sonrisa, antes de ver el tazón frente a él— ¡Melón!
Gil se lazó sobre la fruta comenzando a comerla con desesperación.
— No tenemos comida fresca en la Isla, ¿recuerdas?— se metió Uma, dejando la conversación que tenía con Hadie de lado.
Jay abandonó su postura defensiva, antes de palmear el hombro del cazador.
— Son uvas— le informó.
— Me encantan las uvas— dijo, antes de correr para alcanzar al resto.
Agnys jugaba con la brasa en su cuello, cuando Hadie a su lado la golpeó con su codo para llamar su atención.
— Creo que tu novio se está divirtiendo— le informó, señalando al pirata.
La peliazul rodó los ojos ante la etiqueta que su hermano le otorgó a Harry, antes de ver hacia la dirección indicada, encontrándose con el castaño hurtando la billetera de uno de los chicos dormidos.
— Creo que merezco algún tipo de compensación por mis músculos, mis artimañas y mi papel en esta misión— murmuraba el pirata, mientras sacaba el dinero.
— Así es— respondió Jay, sacándole el dinero de la mano—. Que no te aplaste como un insecto.
Harry rió, encontrándose con las atentas miradas de los dioses, antes de ubicar su garfio en el cuello del hijo de Jafar.
— ¿Crees que te tengo miedo, Jay?
— ¡Chicos!— los reprendió Mal.
El pelilargo dejó su actitud combativa, sin embargo, el pirata no se movió ni un centímetro.
Mal miró a su hermana, pidiendo con sus ojos que lo detuviera. Agnys suspiró lentamente, aceptando.
— Suficiente, Harry— le ordenó, llamando su atención.
El pirata alejó su garfio, antes de alejarse de Jay aún asesinándolo con sus ojos.
El castaño terminó por acercarse a su Reina, admirando su cabello, el cual nunca había visto flamear. Era sumamente hipnotizador y no le molestaría apreciarlo toda la vida.
»¿No es ese tu perro?«, preguntó la diosa señalando al cachorro que se encontraba lamiendo la mano de un dormido muchacho. Agnys se preguntaba si aún podía hablar.
La carrera que hizo Carlos hacia el perro, le dio toda la respuesta que necesitaba.
— ¿Sabes qué pasó aquí?— le preguntó el peliblanco al can.
— Sí, apareció Audrey y puso a todos a dormir— respondió el perro—. Y luego convirtió a algunos en...
Sí, aún puede, pensó la diosa.
— Chicos— llamó su atención Evie, frente a una estatua que Agnys no recordaba—. Hannah se convirtió en piedra.
— No recuerdo ninguna Hannah— dijo la diosa, analizando el rostro de la estatua. Pero no, nunca la había visto.
— Muy bien, todos estén alertas— dijo Jay, ignorando el comentario.
— Ya que estamos aquí, revisemos la escuela— sugirió Uma, ganándose un asentimiento de la peliazul; sin embargo, fueron detenidas por la voz de Mal.
— No, Audrey fue a buscar la corona— dijo la pelimorada—. Así que es lógico suponer que irá por Ben y su castillo. Iremos ahí.
Agnys dejó salir un jadeo.
— ¿Quién lo dice?— preguntó, cruzándose de brazos.
— Yo— respondió Mal, acocándose para enfrentarla.
— ¿Y eso debería importarnos?— continuó Uma, acercándose a un costado de la diosa junto al resto de los villanos. Mientras Will y Celia miraban la escena desde un costado.
— Audrey necesita a Ben, así que necesitamos un plan— se sumó Evie.
— Sí, y Ben de seguro está en su castillo— siguió Carlos.
— El plan es sencillo— respondió la Princesa del Inframundo—. Encontramos a Audrey y la matamos.
— Sin matar, Agnys.
— Qué lástima, estoy de humor para matar— el cabello de la diosa flameó con más intensidad, provocando que Mal tuviera que alejarse para que una de las llamas no tocara su rostro.
— ¿Pueden detenerse?— preguntó Jay, cansado de la situación.
Mal rodó los ojos, antes de comenzar a caminar en dirección al castillo, y decir:
— Perdón, pero ya es suficientemente malo estar atrapados con ella...— señaló a la diosa quién sonrió de oreja a oreja—...y con el Capitán Delineado, haciéndose ojitos a cada rato.
— No estamos haciéndonos ojitos— se quejó Agnys, molesta de que su hermanita se atreviera a burlarse de ella, mientras la seguía.
— Yo sí— murmuró Harry por lo bajo.
──── ⊰✩⊱ ────
Ya en el castillo, todo parecía normal. A pesar de los gritos de Mal, Ben parecía no estar en ningún lado, aunque eso no evitaba que los oídos de Agnys estuvieran a punto de estallar por su chillona voz.
— Ben podría estar dormido en cualquier lado— se quejó la pelimorada.
— O convertido en piedra— dijo Celia, antes de que Evie tapara su boca.
— Capté un aroma, una colonia muy fuerte, fácil de rastrear— comunicó Chico del otro lado del pasillo—. Síganme, humanos.
— Genial, Chico— dijo Jay.
— También soy bueno acurrucándome.
— ¿En serio?— preguntó Gil—. De niño, nunca tuve mascota. Excepto por la cabeza de alce en la guarida de papá.
— Me encantaría quemar este lugar hasta que sea cenizas— dijo Agnys, recordando a Cerbero.
— Viendo que es un castillo hecho de piedra, no creo que el fuego vaya a hacer mucho daño— respondió Evie.
— Pero intentarlo la haría sentir mejor— se metió Harry, llamando la atención de todos.
— Aw— la diosa lo miró con una mano en su pecho—. Me conoces tan bien.
El pirata golpeó su cabeza contra su hombro de forma cariñosa, ganándose palmaditas en ella por parte de la diosa.
— Prácticamente lo domesticó— le susurró Ace a Hadie, quien dejó salir una pequeña risa.
— Alguien se te adelantó— habló Uma a Agnys, señalando un cuadro destruido por unas garras, provocando que ambos se separaran— ¿Qué es esto?
— ¿Por casualidad eso ya estaba así?— Ginny se sumó, antes de aclararse la garganta.
Ninguno respondió, solamente se dedicaron una mirada preocupada, antes de seguir a Chico. Will no se contuvo de agarrar las manos de Agnys y Harry, antes de avanzar.
SEXTO CAPITULO DE ESTE TERCER ACTO
¡Finalmente los villanos están en Auradon!
Ahora que me doy cuenta, creo que nunca le pusimos nombre al ship de Agnys y Harry :/
Will está chiquito, hay que cuidarlo.
Espero que les haya gustado el capítulo♥
Recuerden que si quieren hacer algún gráfico, dibujo, meme, etc. Estoy abierta a verlos y publicarlos♥