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Capítulo 30
En este instante lo que menos me preocupaba eran los modales. Necesitaba saber la razón por la cual Mark había dicho eso « seguir confiando en Luka y Dante. »
Janov se sobresaltó al verme cuando entré sin avisar. El también tenía el labio partido pero a diferencia de Mark tenía el pómulo ligeramente hinchado. Que ellos dos llegarán a los puños se debía a que la discusión había sido grave.
— Si vienes por el tema de Ely los chicos la llevaran al Cuartel General para un interrogatorio – él limpió su labio con el dorso del puño de su camisa – La mantendrán bajo custodia hasta nuestro regreso.
—Interesante pero con ello no lograras distraerme Janov – mi tono era serio.
— ¿De qué estás hablando? – preguntó él con curiosidad.
— Empieza por decirme la verdad – por unos segundos él palideció hasta recobrar la compostura –¡Por una vez en tu vida se sincero conmigo !
El silencio reinó por unos instantes mientras Luka parecía que tenía un dilema interno en ocasiones me miraba y en otras él fruncía su ceño.
— Hannia volvió porque tiene un hijo – su palabras fueron cuidadosas – hasta para mi fue una sorpresa en cuanto la vi entrar del brazo de Jedrek. Ella se quedará en el clan.
— ¿Y qué hay de Dante? – aun así se lo pregunte con miedo a escuchar la respuesta.
En ese tiempo Dante y ella tuvieron una relación así que podría...
—Su padre se lo dijo.Así que Dante se fue a la clínica a realizarse un prueba de paternidad – cada palabra la dijo con cautela – fue una orden directa de los Reyes.
Dante fue a ese lugar y ni siquiera tuvo la confianza de decirmelo se suponía que no había secretos entre nosotros.Así que hace unas horas era un intento de que no me enfureciera pero sus dulces palabras no funcionaban conmigo. Además recuerdo cada informe que mi gente entregaba y en ninguno de ellos había indicios que Hannia pudiera estar embarazada. Ahora eso ya no importaba ella había vuelto...
— ¿ Quien la dejó volver ? – en toda la habitación se escuchó el estruendo al golpear mi mano en la mesa – ¿Porque no se me informó que ella... ?¿ Quien más lo sabe?
No podía permitir que ella se quedara en Kazan ni que intentara quitarme mi lugar ni a Dante solo por una artimaña tan baja.
— Un miembro del clan del Oeste pidió su mano – informó Luka – pero se descubrió que Hannia ....
Janov me entregó una carpeta que contiene información sobre Hannia en la cual detalla quien quiso pedir su mano y era uno de los hijos del Jefe Sullivan del Clan del Oeste. Con quien se casara no me interesaba sino las fotografías del niño que tenía algunos rasgos parecidos a los de Dante. Conocia perfectamente esa mirada de color caramelo que se parecian a los de ese niño.
— ¡Déjate de rodeos y al grano Janov ! – exigí.
— Todo fue precipitado los Reyes dieron la orden de traerla de vuelta – él también estaba enojado – Ya que hay sospechas que ese niño ... En cuanto traigan los resultados podrás despejar tus dudas.
— Solo espero que ese niño no sea un Volkov – ese era uno de mis miedos.
—No te aventures a teorías innecesarias y cuida bien tus palabras princesa.
– Ese niño tiene la edad.... – mi voz se entrecorta – es una réplica exacta a Dante ,¿qué más pruebas necesitas ?
—Sé paciente pronto se sabrá la verdad e intenta calmarte, por favor .
— Te lo tienes bien merecido – señale su cara – Se supone que nuestra lealtad es para el Clan y te recuerdo que nosotros somos El Clan pero no parece por la manera en la que actúan tu y Dante – mi tono era molesto – Me piden confianza y no recibo nada a cambio.
— Nadie traicionó tu confianza – dijo él – si en ese caso fueron los Reyes que lo hicieron con nosotros.
Estaba molesta con Dante por no decirme la verdad aun asi lo hubiera acompañado ya que también merecía saberlo de primera mano para atenerme a las consecuencias.
El teléfono de Luka sonó y atendió la llamada.
— Ella está conmigo – respondió él – Será mejor que vengas al despacho principal y te apresures – hubo una pausa – De acuerdo.
El muy cobarde ni siquiera tuvo el detalle de avisarme que había vuelto en cambio le hablo a Janov.
— Dante está con ella , ¿verdad ?
Necesitaba saberlo ya que tenía dudas , no quería que esos dos estuvieran solos ni menos imaginar que podría convertirse en madrastra de un niño. Si ese niño era un Volkov, Jackson lo criaría como uno al igual como lo hizo con Jascha.
— Está en el salón principal – respondió él – con los Reyes y el Consejo nos esperan ahí. Así que tienes un minuto para calmarte ya que ella también estará ahí. Recuerda que eres Irina Lenkov.
Mi paciencia tiene un límite y ahora más que nunca debía controlarme para no cometer una locura.
En el salón todos estaban reunidos desde las familias del Consejo hasta la familia del jefe Vittore incluyendo a Annika, bueno a excepción de mi madre que se encontraba indispuesta. Y prefería que ella no estuviera aquí para escuchar lo que los Reyes tenían que anunciar.
— Sabemos que es tarde pero hay algo que deben saber – anunció Daniel Janov.
— Como todos saben nuestros herederos participaran en una misión para el beneficio de nuestro clan y el de nuestros aliados – el tono de Walenty Krol era normal – Además esta noche un miembro de nuestro clan ha vuelto a casa – él señaló a Hannia quien sonreía de manera gentil.
— Gracias por su afectuosa bienvenida – ella asintió en modo de respeto ante los Reyes.
En ese instante me importó poco que todos me miraran lo que haría a continuación después de todo Dante es mi esposo. Tome mi lugar a su lado y deposite un beso en la comisura de sus labios.
— Hola amor – lo salude fingiendo que no estaba molesta.
El se quedó callado y rodeo con su brazo mi cintura. Mi padre me dio una mirada de reprobación por mi comportamiento.
—El clan Volkov tiene el placer de anunciar la llegada de un nuevo miembro – Jackson nos enseñó un sobre – es gratificante saber que el Clan del Norte tendrá un heredero.
Ellos me miraban a mi y a Dante imaginando que podría ser por nosotros esta reunión pero yo sabía a lo que se refería mi suegro. El jefe Volkov abrió el sobre luego se lo entregó a mi padre para que lo leyera y por último el Daniel Janov. Los miembros del Consejo también lo leyeron y quien sonreía de manera triunfal era Krawiek. El cielo y el infierno sabían que detestaba a Krawiek y a su hija.
— Gracias a Hannia el legado de mi hijo continuará – el jefe Volkov lucía feliz.
Miré a mi padre y él mantenía una mirada neutral, así que no podía descifrar nada. Mark intentaba controlar sus facciones pero la tensión en su mandíbula lo delataba e incluso Rashel intentaba calmarlo.
— ¿Cómo puede ser eso posible? – preguntó el jefe Vittore.
También esperaba la respuesta con ansias porque sentía que en cualquier momento podría fallarme las fuerzas.
— Mi difunto hijo Jascha es el padre de Wadin – anunció Jackson – Así que Hannia y mi nieto vivirán con nosotros.
Escuchar eso fue un alivio porque Dante no era el padre de ese niño. Aun así debía vigilar muy bien a Hannia ya que desconfiaba en ella ; tampoco lograba entender cómo ella tuvo algo que ver con Jascha .... Aunque era posible ya que él se encargó de su traslado y protección antes que muriera.
— Mis más sinceras felicitaciones por ello – el jefe Vittore palmeó el hombro de mi suegro.
Annika lloraba de emoción e incluso abrazó a Hannia debido a la noticia,Wadin era su nieto. Por otra parte Talya Janov y Larissa Volkov, mi suegra, no lucían contentas con la noticia aun así guardaron la compostura. No había que ser adivino para saber lo que ellas pensaban, la posición que Jascha no logró ahora lo hacía su hijo. Nunca en la historia del Clan del Norte el hijo de una amante obtenía tal estatus dentro del clan.
No deseaba estar ni un solo segundo más porque ver a Hannia me provocaba rabia. No tenía nada más que hacer allí, me aleje y subí a mi habitación.
Mi bolso de viaje estaba encima de la cama y junto a él un sobre con el distintivo del clan ; así que en ese sobre se encontraba mi destino. Lo abrí sin vacilar, sin la menor idea de lo que encontraría.
« 15.08.2021
Aeródromo de Kazan, 9am destino ruta de Milán. »
Mire el reloj de mi muñeca así que solo tendría unas 5 horas para dormir. Esa ruta estaba en el territorio del clan Vittore,había estado ahí en un par de ocasiones de visita. También podría molestar a Pietro o Enzo para no aburrirme y este tiempo me ayudara a pensar mejor las cosas con respecto a ....
El ruido de la puerta al abrirse me distrajo y vi a Dante entrar a la habitación. Ambos nos miramos por un breve instante, él aún seguía vistiendo su traje con algunos botones de su camisa abiertos. Algo que saltó a la vista fue el sobre que ya estaba abierto. Dante tomó asiento a mi lado y por instinto me aleje ya que estaba molesta con él.
— ¿Qué sucede ? – pregunto.
— Te estoy haciendo espacio – una respuesta poco elaborada.
La cama era lo suficientemente grande para ambos y aun así tenía la necesidad de poner distancia aunque fueran unos centímetros.
— De acuerdo – el entrelazo su mano con la mía – Verte así me da miedo y prefiero que me grites pero no actúes así conmigo.
Guarde silencio así que medite por unos instantes antes de que mis impulsos me tomaran la delantera.
— Este día ha sido extraño para todos – mi tono era neutro – pero no esperaba que me ocultaras el hecho que irías a hacerte una prueba de paternidad – solté su mano – de nos ser por la disputa entre Mark y Luka hasta ahora lo ignoraria e imagino que lo hubieras ocultado.
— Quería protegerte pero no resultó como quería. No podía decirte que mi ex volvió , que mi padre asumió que ese niño era mi hijo – su tono era de frustración – Te prometo que nunca tuve nada con ella y estaba seguro que Wadin no era mi hijo sin necesidad de esa prueba.
— Tuviste la oportunidad de decirme antes de marcharte y también podías haber llamado pero no lo hiciste – hice una pausa – como si yo no significara nada para ti.
— Te falle y se que pedirte perdón miles de veces no será suficiente para que me perdones – él acunó mi rostro en sus manos – No quiero que nuestra última conversación sea de esta manera.
— ¿Y tu crees que yo quería esto? – pregunte – ¿Que me quedaría callada o de brazos cruzados cuando tu padre nombró a ese niño como heredero? Ya te lo dije una vez, no pienso ser tu trofeo ni mucho menos permitir que me ocultes secretos . Te amo pero todo tiene su límite.
Retire sus manos de mi rostro y lo aleje. Ella siempre soñó con tener una posición alta dentro del clan y que nada menos al ser la madre de uno de los herederos. Lo que no consiguió Annika ahora Hannia lo logró.
— ¿Qué estás tratando de decir? – El tono de Dante era serio.
— Recuerda esto,amor, el único heredero del clan Volkov será nuestro hijo o hija – nos señale a ambos – Pienso luchar por lo que me pertenece.
Estaba a punto de levantarme cuando él me sujeto de la muñeca, ambos nos miramos desafiantes.
— Controla tus celos Irina – advirtio – No permitiré que por ellos cometas alguna locura.
— Si ya terminaste. Dejame ir – mire su mano y él soltó su agarre
Tomé la bata que estaba encima del sofá y me la puse con cuidado, quería salir y tomar aire fresco. La palabra celos se quedaba corta para lo que sentía en estos instantes. Esto pondría en peligro mi matrimonio con Dante si continúa así y no estaría dispuesta perderlo una vez más.
Dante miraba atento a cada uno de mis gestos.
— Iré a por helado – le comunique en cuanto abrí la puerta – ¿ quieres algo de la cocina?
— No hace falta, gracias.
Alguien más estaba en la cocina tarareando lo que parecía una canción también el olor a palomitas era notorio provocando que se me hiciera la boca agua. Quien estaba en la cocina era Caeli que bailaba en la cocina al verme me dedico una sonrisa amistosa.
— Hola ¿ qué te trae por aquí? – preguntó ella con curiosidad.
— Vine a buscar un poco de helado – fui al congelador para tomar un poco – Deberías regresar a tu habitación es un poco tarde.
Ella hizo una mueca.
— ¿Te envío Pietro? – ella se comió un puñado de palomitas.
— Para nada – le aseguré – no le diré a nadie que te vi.
Ambas reímos.
— Voy a mi habitación – tome mi cuenco, hasta que ella me detuvo.
— Espera un segundo.
Ella buscaba algo en el armario hasta que lo comprendí ; Caeli depositó un poco de palomitas en un bol.
— Pruebalas con el helado y de paso las compartes con Dante – esto último lo dijo en un susurro – ustedes no deberían estar enojados sino te dolerá el estómago. Ciao bella.
Antes que pudiera decir algo Caeli tomó su bol y salió corriendo escaleras arriba. Me hacía gracia que ella dijera esas cosas. Tome los dos bols y me marché arriba dejando que la cocina estuviera limpia.
Al entrar en la habitación vi que Dante estaba recostado en la cama en cuanto me vio su mirada ya no estaba tan encendida como antes, la fiera se había calmado al igual que yo, le dediqué una sonrisa amable.
— ¿ Te apetece ver una película? – le preguntó mientras ponía los bols en medio de los dos y le entregue una cuchara.
— ¿ Una ofrenda de paz? – le dio una mirada a lo que había traido ,él tomó un poco de las palomitas.
— Traje tu favorito – señale el helado de vainilla – y el otro bol es un regalo de Caeli.
— Las famosas palomitas de caramelo – él río – desde pequeña siempre las come.
Dante se acercó acortando la distancia entre ambos robándome un pequeño beso.
— Sabes que te amo – susurro cerca de mis labios – Esta noche solo seremos tu y yo, los demás no existen para nosotros.
Asentí en cuanto pronunció esas palabras hacían que mi corazón se acelerara de la emoción como la primera vez. Me atrajo hacia él haciendo que me recostara en su pecho, estar así era agradable ambos en silencio disfrutando de nuestro momento.
Comimos lo que había traído entre risa,bromas y besos que me robaban el aliento.
— Deberías dormir y descansar un poco– dijo él depositando un beso en mi hombro.
— No quiero – hice un pequeño puchero – Por cierto ¿ a donde te destinaron?
Tenía curiosidad por saberlo ya que ninguno de los dos había tocado el tema.
— Iré a Inglaterra, la familia Rymer por fin accedió a realizar tratos con nuestro Clan, me iré mañana por la noche– estas eran buenas noticias para el Clan Norte – ¿ a donde iras?
— Nuestro clan está volviendo a ganar poder – bese su mejilla – Me iré a Milán por la mañana. Te voy a extrañar.
Llegó el amanecer y eso suponía mi partida. Hace unos minutos tocaron mi puerta para llevarme al aeródromo.
Delante de la mansión había cinco autos, a Dante y a mí nos escoltaron hasta el segundo auto. Quería irme sin muchas despedidas pero él y mis padres insistieron en acompañarme.
— Aun sigues pálida – él acarició mi mejilla – y eso me preocupa.
Entendía su preocupación pero un simple mareo no era para asustarse.
— Estoy bien – mi tono era seguro – Bueno, creo que si me das un beso estaré mucho mejor ¿ que me dices?
Fue un beso tierno, sin prisas, ni miedos de por miedos ; era un momento para los dos.
En el aeródromo todo estaba preparado para mi partida.
— Aquí está tu pasaporte – entrego mi padre – por seguridad se te asignó una nueva identidad, pronto lo entenderás mi princesa – además de eso me tendió una carpeta – Leela en el camino, Lukyan y Boris cuidaran de ti.
El jet pertenece a la empresa de mi padre bueno a la subsidiaria de la agencia de modelos que gestiona mi tía Ivana. Así que este viaje sería distinto a los demás.
— Es por precaución – fue lo último que dijo mi padre – Cuiden bien de mi hija.
Mi padre se marchó a donde se encontraba mi madre, él le dijo algo y ella por instinto acarició su vientre. Quizás solo lo había imaginado...
— En cinco minutos nos iremos – anunció el piloto.
— No me gustan las despedidas al igual que a ti pero debes marcharte – Dante me abrazo por la espalda – Ten cuidado amor.
Permanecimos así por unos segundos, no quería ver sus ojos caramelos ya que sino no tendría la suficiente fuerza para irme de ahí.
— Te amo con todo mi ser Dante Volkov.
Habían pasado 4 horas de viaje y aún quedaban un par más de horas. Un vuelo agradable ya que pude descansar un poco antes de revisar revisar la carpeta que mi padre me entregó y también debía leer los informes de los últimos 4 meses de la ruta de Milán.
Mi nueva identidad me permitiera moverse por Milán sin levantar sospechas y mientras tanto la gente de mi padre entraría con las armas y la mercancía por otro lugar. Los jefes Lenkov y Vittore lo habían planeado todo.
La ruta de Milán distribuye suministros y transportaba mercancías todo esto se debía a la amplia cartera de clientes que nos generaban grandes beneficios ya que nuestros clientes eran banqueros, políticos, jueces... etc. Diría que todo estaba bien en Milán pero no era así, me habían enviado para trazar un nuevo protocolo de seguridad para los traslados.
En el último intercambio de mercancía los chicos tuvieron una ligera complicación ya que la policía los seguía aún así fue fácil deshacerse de ellos.
Había dos nombres que se repetían constantemente: Rocco Lenzi, sargento de la división de crimen organizado. Llegó a Milán hace tres meses y desde entonces ha metido sus narices donde no debe. Y el otro nombre era uno que ya conocía pero no sabia que era el padrastro de Rocco Lenzi, Carlo Boccassini,un juez que era famoso ya que una vez intentó desmantelar la Cosa Nostra pero no lo consiguió. Con el tiempo se volvió una obsesión y por ende las mafias de segundo rango también estaban en la mira.
Dentro de la policía teníamos a nuestra gente quienes nos ponían sobre aviso cuando Boccassini o Lenzi intentaban ir en nuestra contra y los rumores corrían así que nuestros clientes no parecían contentos.
Tenía exactamente un mes para conseguir resultados y que mejor empezando por deshacerme del problema.
— Princesa, hemos llegado – aviso Lukyan.
— Señores deben guardar la compostura ya que solo somos unos invitados – los escoltas de mi padre asintieron ante mi orden.
Bajamos del jet, estaba arreglando mi cabello cuando de repente varios autos entraron en la pista prácticamente nos rodearon, era la policía italiana. Con paso decidido Rocco Lenzi y dos hombres que lo acompañaban se acercaron hasta nosotros.
— Disculpe mis modales por esta bienvenida, soy el sargento Lenzi – su voz gruesa con un leve toque de autoridad – No deben asustarse ya que el que nada debe nada teme.
— Esta es una área privada – repuse – no estamos haciendo nada malo y es mi primera vez en su país, creo que me equivoque con su hospitalidad.
Él sonreía con arrogancia y se cruzó de brazos.
— ¿Y usted es ?
— Mi nombre es Valentyna Zàitsev – respondí con la misma arrogancia con la que él me miraba – y ellos son mis guardaespaldas. Me gustaría saber la razón por la cual la policía nos está tratando de esta manera.
Jugaría a la niña inocente en ese juego soy la mejor. Y no le mostraría mis verdaderas intenciones.
— Mi deber es proteger a los ciudadanos del peligro y estaba por el vecindario – tratar con él sería algo difícil.
— ¿Y cuál es el motivo de su visita señorita Zàitsev? – preguntó uno de ellos interrumpiendo nuestro duelo de miradas.
— Vacaciones y qué mejor que visitar Milán una de las ciudades de la moda – intente sonar amable.
— Que su estancia sea agradable.
Ellos volvieron a sus autos y se marcharon por donde llegaron.
— Princesa, debemos irnos, nos esperan.
La gente de Lenzi no era tan discreta porque nos seguían desde nuestra salida del aeródromo. Nosotros fuimos más listos y nos despistamos ya que la gente del jefe Vittore nos esperaba en el punto de encuentro. Cambiamos de autos y me sentía con más seguridad al saber que mi gente estaba cerca.