—Buen día, Hyunjin Hyung—El pelinegro volteó a verle extrañado.—¿Cómo despertaste?
—¿Quién...?—Se sentó en la cama inseguro.
—Soy Jisung—Se presentó amablemente. A pasos lentos y calmados se acercó a la cama.
—No te conozco...No sé que haces en mi casa...Vete por favor—Pidió asustado.
—Lo siento Hyung, no quiero incomodarlo, de verdad...Pero vine para cuidarle por hoy—Se disculpó apenado.
—No te conozco, vete...—Volvió a pedir. Pero cuando el chico suspiró y se acercó para acariciar su cabello, Hyunjin comenzó a gritar.—¡Changbin! ¡Changbin!
—Hyung...Changbin no se encuentra aquí, me pidió que cuide de usted—Comenzó a dejar caricias en su cabello. Hyunjin le miró temeroso.—Confía en mi, por favor...No le haré nada
—¿Có-Cómo se si no lo harás...?—Murmuró. Jisung sonrió.
Se alejó lo suficiente y sacó su móvil de su bolsillo, para luego desbloquearlo y buscar algo en la galería. Todo bajo la atenta mirada del mayor.
Cuando encontró el video que buscaba, no dudo en mostrárselo a Hyunjin.
Eran ellos dos, jugando y sonriendo, mientras Felix les grababa. Era el cumpleaños de Changbin, así que estaban en la misma casa en la que ahora se encontraban. Cuando Hyunjin se lanzó sobre Han para darle un bonito abrazo, seguido de Changbin celoso queriendo separarlos, Jisung notó a su amigo comenzar a llorar.
—¿Por qué no te recuerdo...?—Volteó a verle con una mirada que hizo al menor doler su coranzoncito.
—Tuvo un accidente, Hyung...Se golpeó muy fuerte la cabeza y estuvo semanas en la cama sin despertar...Creímos que no abriría nunca más lo ojos, pero lo hizo...—Suspiró.—Pero olvidó todo...Bueno, casi todo...A Changbin no...Es al único que recuerdas todo el tiempo...—Hyunjin se mantuvo varios minutos en silencio.
—Lo siento...—Murmuró con voz temblorosa.
—No es su culpa, Hyung—Sonrió dulcemente. Hyunjin hizo una mueca.—Mejor nos concentramos en otra cosa...¿Quiere desayunar?
—No...—Observó el bulto de sus pies en la cama.
—¿No? Pensaba prepararle algo delicioso, quizás algo dulce...
—No me gusta lo dulce...—Han agrandó sus ojos totalmente shokeado.
—Pe-Pero amas lo dulce, Hyung...
—¿De verdad?—Volteó a verle sorprendido.
—¡Si! En su cumpleaños le di de obsequio que era una caja de chocolates y dulces, y no duraron más de una semana—Rió al recordar ese día.
—Oh...Bueno, ahora no me gusten—Se cruzó de brazos.
—Bien, le haré algo salado entonces—Asintió.—Baje cuando esté listo—Se dio la vuelta y salió de allí.
Hyunjin se quedó en la cama unos minutos.
"Jisung...Jisung"
Frunció el ceño confundido.
"Me suena familiar, pero no recuerdo nada más que ese video que me mostró..."
Soltó un bufido y cubrió su rostro.
"Han Jisung"
Levantó la mirada asustado creyendo que le habían hablado, pero fue su propia mente.
—¿Quién....?—Buscó por todo el cuarto.
"Han Jisung...Han...Jisung"
Su boca se abrió.
—¡Recuerdo su apellido!—Chilló sorprendido.
Con entusiasmo, se levantó y buscó ropa para cambiarse.
"¡Recuerdo algo!"
Sonrió hermosamente y caminó al baño para vestirse allí.
Al salir, luego de unos cinco, quizás siete minutos, se dirigió al primer piso, encontrando al chico en el sillón esperando pacientemente.
—Jisung—El nombrado volteó a verle sorprendido de inmediato.
—Oh...Hola Hyung—Se sentó firmemente. Hwang caminó a él rodeando el sofá para luego sentarse a su lado y verle sonriente.—¿Qué sucede...?
—Han Jisung—Apretó sus puños nervioso.
"¿Y si me he confundido y no es su apellido?"
El menor agrandó sus ojos y su boca se dejó caer en sorpresa.
—¿Qué...?—Pestañeo varias veces.
—Han Jisung...Tu apellido es Han ¿Verdad?—Mordió su labio inferior.
—Si...—Su corazón se sintió cálido.
"¡Si!"
Hyunjin sonrió en grande y le abrazó con dulzura. Han reaccionó luego de unos segundos.
—¿Me está abrazando...?
—Eres muy cómodo...—Cerró sus ojos y se apoyó en su hombro.
Jisung respiró hondo y comenzó a dar caricias en su espalda. Con el pasar de los minutos, se extrañaba cada vez más de la muestra de cariño.
Llevaba tres meses luchando por que su Hyung le recordara, y ahora no podía creérselo para nada.
—Hyung...
—Me duele la cabeza...—Murmuró con el ceño fruncido.
—Oh—Alejó al mayor para verle, y apoyó su mano en su frente, sintiendo algo de calor.—Le traeré una pastilla ¿Si? Quédese aquí—Se levantó y se fue rápido a la cocina.
Hyunjin hizo un puchero y volteó a ver el desayuno.
"Se debe haber enfriado"
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—Buenas noches, Sung—Le saludó el mayor. El nombrado sonrió y tomó su mochila.
—Buenas noches, Bin
—¿Cómo estuvo hoy? ¿Volvió a correr por la casa?
—No, esta vez no creyó que era un asesino—Rió.—Esta vez al parecer me recordó...
—¿¡Cómo!? ¿¡Te recordó!?—Tiró su bolso y le tomó de los hombros.—¿¡De verdad!?
—Si, Binnie—Ambos voltearon a ver al alto que bajaba las escaleras.
—Jinnie...—Sus ojos brillaron.
Llevaba su remera favorita, una gris, y un pantalón de jean negro.
—Buenas noches, Hyung—Sonrió levemente.
—¿Cómo estás?—Soltó a su amigo.
—Bien...Bueno, aún me duele un poco la cabeza y me siento mareado, pero Jisung me dio una pastilla en la mañana y me ha ayudado mucho—Se acercó a ellos.
—Que bueno...—Sonrió aliviado.
—Hyungs, debo irme—Avisó el menor de todos.—Mañana debo trabajar, nos vemos—Sonrió y se fue de inmediato. Ya que la puerta había quedado abierta.
Changbin se dedicó a ver a su novio por varios segundos, parecieron eternos.
—¿Cuánto llevamos juntos, Jinnie?—El pelinegro levantó una ceja.
—¿Un año...?
—Cuatro—Sonrió. Los ojos del menor se abrieron sorprendido.
—¿Tanto...?—Asintió.—Vaya...
—Traje la cena ¿Quieres ayudarme a prepararla?
—Claro
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—Buenas noches, Binnie...—Murmuró abrazándose a su fornida espalda.
—Buenas noches, Jinnie...Descansa ¿Si? Mañana te levantaré para ir a un museo a las nueve...Espero sea de tu agrado—Acarició su mano.
—¿Museo de qué?—Preguntó adormilado.
—De Artes—Suspiró.
—Claro...Me gustaría ir, podríamos ver los nuevos cuartos...Y tomarnos fotos...Besarnos...—Su voz se volvía cada vez más relajada.
Luego de unos segundos, los ojos de Hyunjin se entreabrieron cuando Changbin se dio la vuelta.
—Hm...—Fue tomado por la espalda y atraído hacia su novio.—¿Qué sucede, Hyung...?—Sus ojos volvieron a cerrarse.
Hyunjin despertó un poco cuando sintió un par de labios besar los suyos. Encantado, correspondió de forma perezosa.
—Hyung...—Murmuró en el beso.
—Te amo, Cariño...—Acarició su mejilla y le observó.
Al no recibir respuesta palmeó el rostro del menor, recibiendo un balbuceo.
—Te quedaste dormido...—Rió bajo y negó.—Duerme bien, pequeño—Lo acomodó en su lugar y le abrazó para dormir junto a él.
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