Sobreviviendo A La Tentación...

Od DannyBaladon

5.1K 1K 1.4K

Una ayuda caída del cielo lo hará comprender que el amor es también soltar y dejar ir al otro. Hasta que cono... Viac

Prólogo💀| ¡No todos caerán!
Capítulo 1| Tus heridas
Capítulo 2| Una estrella en tu cama
Capítulo 3| Extraño mi hogar
Capítulo 4| Explicaciones
Capítulo 5| Es Zay Sallow
Capítulo 6| Cuentos para dormir
Capítulo 7| Pierdes la cabeza
Capítulo 8| Insomnio
Capítulo 9| La técnica Miyagi
Capítulo 10| Borracha, pero feliz
Capítulo 11| La tierra nuca deja de girar
Capítulo 12| Los recuerdos
Capítulo 13| Pedir perdón
Capítulo 14| La cita
Capítulo 15| Bebé llorón
Capítulo 16| Entregaría mi corazón
Capítulo 17| Manos y pantalones
Capítulo 18| Fuerza de gravedad
Capítulo 19| Las consecuencias
Capítulo 20| La cabaña en el lago
Capítulo 22| General Argent
Capítulo 23| Las estrellas caigan
Capítulo 24| Sr. Vainilla
Capítulo 25| El baile
Capítulo 26| Olor a vodka
Capítulo 27| Un peligro latente
Capítulo 28| Destino marcado
Capítulo 29| Amante del té
Capítulo 30| Si madre
Capítulo 31| Hermanas
Capítulo 32| Quiero que te vayas

Capítulo 21| Baño helado

133 32 33
Od DannyBaladon

A N K E R
💀🔮💀

Nos dividimos las tareas para que todos podamos disfrutar del fin de semana y ayudar a Mel, que acomodando un poco la casa logramos que ella se pueda mover cómodamente en la planta baja y ahora se encuentra en la sala con vistas del bosque por los grandes ventanales. Por sacar papelitos de un sombrero terminé siendo el compañero de Azul para preparar el almuerzo, como la estrella no sabe cocinar me ayudara mientras le voy dando las indicaciones. Con lo que se compró al ir por comestibles me decidí por hacer macarrones con queso, algo sencillo y que me salía muy bien cuando cocino para Nina.

—¿Qué tengo que hacer? —pregunta la estrella posicionándose a mi lado atando su delantal hacia atrás y lavando sus manos junto conmigo.

—Pon agua en la olla, llénala hasta por encima de la mitad, agrega sal y déjala en el fuego —ordenó tomando una sartén y agregando harina, la leche para diluir y los diferentes ingredientes antes de pasarla al fuego, sin dejar de mezclar le pido a Azul que le agregue la mantequilla que falta y una vez está disuelta apagó el fuego agregar el queso que con el calor de la misma salsa se derrite.

—Solo debemos esperar un poco más por la pasta y la podemos mandar al horno, ¿lo encendiste como te pedí? —pregunto a la rubia que asiente con una sonrisa, desde hace casi dos semanas que no habíamos mantenido una charla larga y sentía su falta. La extraño sí, pero no puedo sacarme de la cabeza lo que le paso, su retraso para volver a su hogar se pudo evitar si yo hubiera abierto mi boca y nos largamos de allí sin preguntar. Azul no se habría enfrentado a Avril y no estaríamos en esta encrucijada de incertidumbres de saber si nos atacara de nuevo o esperara a que estemos vulnerables para darnos el golpe de gracia.

—Lo lamento mucho, me dejé llevar por mi rabia —quiebra el silencio ella, su voz es tan suave que casi no se podría escuchar, pero yo si pude. Estaba de más preguntar a qué se refería cuando claramente se a donde quiere llegar y en verdad me apena que piense que estoy enojado con ella cuando es todo lo contrario.

—No tienes que disculparte, fue mi culpa no actuar rápido —la detengo antes de que diga algo más. Azul cierra la boca y no dice nada viendo la olla con la pasta que está casi al dente. Ella no se gira a verme, tan solo pasa su brazo por mi espalda baja y el otro me envuelve por el torso encerrándome en un incómodo y apretado abrazo.

—Anker estaba tu tía en peligro es normal que no sepas qué hacer en ese momento de miedo extremo, no siempre tienes que ser el héroe y se sintió bien darle una cucharada de su propia medicina a esa asesina —comentó ella levantando su cabeza para verme desde abajo, liberando mis brazos termine rodeándola con la misma fuerza que ella al principio utilizó conmigo.

—Lo sé, gracias por salvarnos a los tres. Mi heroína —le respondo besando su frente, ella intensifica el abrazo y parece que todo entre nosotros vuelve a ser normal. Pero la intensidad de su calor, su cercanía estaban haciendo que no quiera terminar ese abrazo, era como si tenerla lejos me causara una sensación de vacío. Y eso me dio miedo.

💀🔮💀

Pasamos la tarde hablando entre todos, viendo películas y nadando en el lago mientras cuidamos que Mel no se metiera al agua sobornándola con comida y cervezas. A la hora de la cena cocinaron Lila y Mar, por lo que mis amigos estando aburridos se les ocurrió que después de cenar podíamos jugar a un juego de mesa que trajo Kevin, el tablero tiene tres colores y dependiendo de los números que te salgan con los dados debes moverte con tu ficha y cumplir lo que la casilla dicta. La casilla roja consiste en decir una verdad, la casilla azul en beber un trago y la casilla violeta se debe cumplir un reto que se le imponga.

Fue así como luego de cenar nos sentamos todos en ronda en la sala jugando al dichoso juego con Mel recostada en uno de los sillones con su pierna en alto sobre un cojín. La primera en tirar fue ella, al mover su ficha en el tablero terminó cayendo en un casillero rojo, por lo que Lila sacó una carta del mazo y leyó la pregunta.

—¿Qué es la cosa más loca que has buscado en Internet? —pregunta la castaña dejando la tarjeta debajo del mazo y centrando sus ojos verdes en mi tía que se puso a pensar.

—Cuando tenía doce años vi una película donde a la protagonista le preguntaron qué es lo más loco que había hecho y ella contestó que estar en una orgía. Con mi edad ya había oído esa palabra, pero no entendía su significado y al ver que todos los amigos de la protagonista se reían y le hacían más preguntas al respecto quise saber a qué se refieren. Y termine buscando en Internet que significaba la palabra orgía —comenta ella arrugando su rostro en señal de desagrado —El Internet está yendo de personas raras, pero lo que encontré me hizo entender porque todos estaban tan asombrados con la respuesta de la protagonista —finaliza Mel dejando que Colín sea el siguiente en jugar su turno.

A Colín le tocó el casillero azul por lo que tuvo que tomar un trago de cerveza, Mar tuvo que tomar una cucharada de salsa picante, Calí grabó un video de ella cantando en el baño, Red grito por la ventana algo vergonzoso, Sam se tuvo que meter al lago. Y cuando le tocó el turno a Azul ella cayó en un casillero rojo, Oliver tomó una carta del mazo y formuló la pregunta.

—¿Te acostarías con alguien de esta habitación? —el dios dejó la carta de nuevo en el mazo, todas las miradas estaban sobre Azul, que tenía las mejillas algo rojas y un brillo la recorría como un aura débil.

—Si —confiesa en voz baja, todos nos quedamos atónitos ante su respuesta y ella queriendo dejar de ser el centro de atención me entrega los dados —Te toca tirar Anker —obedeciendo tiro los dados y caigo en una casilla violeta. Solo espero que el reto no sea nada que me deje en ridículo.

A Z U L
🌟🌟🌟

—Guarda silencio Azul o nos van a descubrir —se ríe Mel tomando otro trago a su bebida. Cuando todos se fueron a dormir nos quedamos con Melione en la sala viendo una serie, pero como estabas un poco ebrias y con ánimos de seguir bebiendo nos fuimos juntas al muelle donde nos sentamos en dos sillas plegables.

—Nadie nos escuchará, si todos están durmiendo ya —comentó también riendo por mis propias palabras. La princesa estira su pierna y vuelve a mirar hacia el lago donde no puede meterse por estar herida todavía, me da pena que no pueda meterse, pero hasta que no esté mejor no quiero que se arriesgue. —¿Quieres verme nadar? —pregunto para intentar animarla nuevamente, no me gusta ver a las personas tristes.

—Si —exclama animada levantando sus manos celebrando mi osadía, pero enseguida guarda silencio al recordar que los demás están en la cabaña.

Levantándome de mi silla procedo a quitarme la ropa quedando con mis bragas, el sostén aún no lo podía usar porque mis heridas siguen estando abiertas y en parte me agrada estar sin esa tortura. Me lanzo al agua sintiendo el frío del lago, ese contacto con mi piel me hace estremecerme y trago un poco de agua por el shock. Dando patadas nado a la superficie viendo primero el cielo, esta noche solo están mis hermanas y con una opresión en el pecho estiré mi mano queriendo alcanzarlas pero es imposible. Ellas me miran desde el cielo y yo me quedé atrapada por más tiempo en la tierra, es muy injusto.

—¿Azul está todo bien? —pregunta desde el muelle la princesa, me giró a verla asintiendo con la cabeza. No quiero decirle lo que me pasa, el que mi estadía en la tierra se viera prolongada se debe a que me enfrente a Avril para rescatarla y no me arrepiento de ello porque sé que si la situación fuera al revés Melione hubiera actuado igual que yo.

Vuelvo a moverme con elegancia por el agua, sintiendo cada vez menos frío y escuchando las quejas de Melione por no poder estar nadando conmigo. Cerrando los ojos me dejo flotar en el lago, el frío del agua me recuerda al espacio, el silencioso ruido amortiguado por el agua y los murmullos de la princesa me recuerdan a mi hogar. Me gustaría permanecer así toda mi estadía en la tierra, sumergida en este lago que me recuerda tanto a mi hogar y con la noche perpetua acogiéndome como solía hacerlo. Y ya no cargar con esta opresión en el centro de mi pecho cada que recuerdo a mis hermanas o a mi hogar.

—¡Azul sal del agua ahora! —un grito masculino desde el muelle hace que me hunda por la sorpresa y cuando salgo a flote de nuevo veo a Anker de espaldas rezongando con Melione. —¿En qué estaban pensando? Se pudieron haber ahogado ambas, están ebrias por todos los dioses —manifiesta el pelinegro a medida que me voy acercando al muelle, Mel no sabe qué decir, está pálida y su pierna sana intenta tirar las botellas de cervezas para argumentar que no tomamos tanto.

—No te enfades sobrino, Azul solo se dio un baño helado porque yo no puedo hacerlo —replica Melione señalándome, Anker se gira viéndome a la orilla del muelle con las manos sobre la madera y mi mentón apoyado en esta. Desde que vivía con Melione había aprendido ciertas cosas de la privacidad y lo que es la vergüenza o el pudor y sé que estar casi desnuda no es la manera en que quiero que me vea Anker.

—El frío del agua me recuerda al espacio —alegó mirando hacia arriba un instante y al volver a bajar la mirada veo a ambos descendientes del inframundo viendo al cielo. En ese momento me di cuenta que no debí decir eso porque Melione aplano los labios y Anker se tensó, ambos siguen culpando por algo que ambos no tienen nada que ver. Fueron mis decisiones, no las suyas. —Es mejor que volvamos a la cabaña —susurro. Me impulso con las manos para salir del agua, sentada en el muelle me pongo mi camiseta y el pantalón de dormir.

—Ten, mejor usa mi camiseta, la que llevas puesta es blanca —señala el príncipe sin querer verme, se quita su camiseta negra y me la tiende. Miro la que traía puesta y me percato de que la que llevaba puesta se me mojo pegándose a mi cuerpo y mostrando cosas que no deberían verse. Con las mejillas calientes me quito la que traía y me coloco la de Anker, me va grande, pero es mejor que la blanca.

—Ya te puedes dar la vuelta —comentó ayudando a Melione a ponerse en pie con sus muletas, Anker se acerca a la princesa y la carga en sus brazos. Cerrando las sillas plegables me las llevo junto a las muletas, los tres caminamos de regreso a la cabaña y en la cocina con una bata cubriéndose del frío estaba Lila a punto de abrir la puerta que da al fondo.

—¿Qué estaban haciendo afuera? ¡Azul, por los dioses está muy frío para que estés nadando en el lago! —grita entre susurros la castaña haciéndome pasar de una vez dentro de la cabaña. Mientras Anker fue con Melione hasta el cuarto que compartimos, Lila me llevó a mí al baño para que tomara una ducha de agua caliente antes de irme a la cama. Le aseguré que estaría bien sola y que ayude a Mel a cambiarse por su pijama. Me duche con agua caliente haciendo que mi cuerpo deje de temblar y una vez termine con mi aseo personal me sequé y me envolví en una toalla. Me debía ir a vestir al cuarto, pero en ese momento me di cuenta de que no traía ningún pijama de repuesto, no pensaba que me metería al lago por la noche y la ropa que usaría mañana es un vestido nada cómodo para dormir. Salí en silencio reprochándome el haberme tirado al lago cuando me cruzo con Anker en medio del pasillo, estábamos frente a frente viéndonos sin saber muy bien que decirnos y con las mejillas a punto de explotar por el calor.

—Yo...

—Quisiera tener el poder de que vuelvas a tu hogar pronto —habla Anker callando mis palabras —Sé que lo extrañas mucho y aunque tu partida me destruya sé que es por tu felicidad —tomando mis mejillas entre sus manos hace que incline mi rostro y con sus tibios labios besa mi frente. Mis brazos se mueven por sí solos rodeando su cintura y me acerco más a su cuerpo, sus manos rodean mi torso fundiéndonos en un abrazo. No es una despedida, es una súplica para que no lo abandone y en realidad no quiero hacerlo porque sé que me faltara algo cuando me vaya. Me faltará él.

💀🔮💀
#FelizSábadoDeHechiceros

Hola, llamitas. ¿Qué tal les pareció el capítulo? Ya vamos viendo que tanto Anker como Azul comienzan a sentir cosas y por más ir intenten resistirse algo pasa. Todos lo notan o soy solo yo 👀.

Pokračovať v čítaní

You'll Also Like

21.2K 6.1K 86
⚠️Solo a partir del capítulo 401, primera y segunda parte en mi perfil.⚠️ En un giro del destino, Jun Hao, un despiadado matón callejero conocido por...
21.2K 1.3K 21
-𝘓𝘢 𝘤𝘩𝘪𝘤𝘢 𝘯𝘶𝘦𝘷𝘢 𝘦𝘴 𝘮𝘶𝘺 𝘭𝘪𝘯𝘥𝘢.. 𝘌𝘯𝘵𝘳𝘢 𝘶𝘯𝘢 𝘤𝘩𝘪𝘤𝘢 𝘯𝘶𝘦𝘷𝘢 𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘦𝘴𝘤𝘶𝘦𝘭𝘢 𝘧𝘶𝘯𝘥𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘢𝘭 𝘱𝘢𝘱𝘦...
61.7K 2.5K 51
historia +18
98.7K 12.6K 72
˚→ ˚→ ˚→ Ann Taylor una joven mexicana de 22 años, llena de sueños viaja por primera vez a Italia, en medio de su recorrido en las ruinas antigu...