De persecuciones y hermanos c...

De MariaRose95

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⌈YoonGi sólo quiere acercarse al lindo omega que acaba de llegar al instituto sin morir en el intento a manos... Mais

¡Bienvenidos!
¡Intro!
¡Uno!: distracciones bonitas y entrenamientos fallidos.
¡Dos!: vergüenzas constantes y clubes escolares.
¡Tres!: chicos no tan emos y castigos injustos.
¡Cuatro!: padres no tan cariñosos y encuentros que revolotean corazones.
¡Cinco!: omegas presionados y alfas encantadores.
¡Seis!: posibles parejas predestinadas y alfas no tan empalagosos.
¡Siete!: pequeñas señales y personas inseguras.
¡Ocho!: omegas escurridizos y pequeños momentos de sonrisas y sonrojos.
¡Nueve!: amigos preocupados y típicos fines de semana.
¡Diez!: pequeños escondites y malhumores repentinos.
¡Once!: vistazo a una vida conflictiva y más preocupaciones a la lista.
¡Doce!: situaciones incómodas y omegas sacados de quicio
¡Trece!: brownies de chocolate y números telefónicos.
¡Catorce!: pensamientos de enamorados y traumas de hermanos.
¡Quince!: padres molestos y malentendidos dolorosos
¡Dieciséis!: alfas lastimados y sentimientos de tristeza.
¡Diecisiete!: celos repentinos y alfas enloquecidos.
¡Dieciocho!: alfas enojados y madres comprensivas
¡Diecinueve!: peleas insensatas y nuevas amistades.
¡Veinte!: sensaciones complicadas y conciertos de hip-hop (pt.1)
¡Veintiuno!: sensaciones complicadas y conciertos de hip-hop (pt.2)
¡Veintidós!: citas fallidas y madres salvavidas.
¡Veintitrés!: emociones conflictivas y fiestas de adolescentes.
¡Veinticuatro!: amigos desaparecidos y omegas enfermos.
¡Veinticinco!: peleas entre amigos y sospechas entre alfas.
¡Veintiséis!: omegas incómodos y besos amorosos.
¡Veintisiete!: partidos de basket y problemas familiares.
¡Veintiocho!: aventones a casa y alfas misteriosos.
¡Veintinueve!: cenas familiares y lobos heridos.
¡Treinta!: regalos sorpresivos y alfas consolados.
¡Treinta y dos!: visiones diferentes y mariposas en el estómago.
¡Treinta y tres!: hermanos desesperados y amistades casi románticas.
¡Treinta y cuatro!: betas algo egoístas y alfas competitivos.
¡Treinta y cinco!: "alfas" hipócritas y exámenes finales.
¡Treinta y seis!: confesiones a medias y disculpas necesarias.
¡Treinta y siete!: un omega resignado y un omega enamorado.
¡Treinta y ocho!: vidas aparentemente secretas y finales culminados.
¡Treinta y nueve!: hermanos "egoístas" y citas "complicadas".
¡Cuarenta!: más padres insensibles y preparativos para eventos importantes.
¡Cuarenta y uno!: adolescentes celosos y charlas desagradables.
¡Cuarenta y dos!: desahogos emocionales y hermanos enojados.
¡Cuarenta y tres!: reconciliaciones torpes y conflictos amorosos secretos.
¡Cuarenta y cuatro!: competencias de karate y betas rebeldes.
¡Cuarenta y cinco!: eventos de verano y confesiones traumáticas
¡Cuarenta y seis!: concursos de belleza y alfas atrapados en el baño

¡Treinta y uno!: conversaciones vergonzosas y omegas con olor a rosas.

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De MariaRose95

TaeHyung le había hecho un resumen de los recientes acontecimientos, desde la cena a la que había sido invitado YoonGi después de que dejaron a JiMin en casa hasta el partido que jugaron y lamentablemente perdieron, un par de cosas más fueron agregadas por HoSeok que tenían que ver con exámenes y tareas, pero esperaba que fuera todo.

El almuerzo fue tranquilo y fue cargado con conversaciones sencillas sobre cualquier cosa, todo fluía con naturalidad y NamJoon se sentía como en una especie de burbuja ahora, después de todo no había necesidad en el momento de ponerse melancólico y aunque estuvieron curiosos por saber lo que él había hecho hasta ese momento, no le preguntaron y eso lo agradeció. Así mismo, trató de mantener a su lobo tranquilo, por el momento seguía en una especie de estado adormilado pero atento, sus instintos estaban ahí y podría haber cualquier cosa que los activara, así que esa sensación extraña seguía burbujeando dentro de él.

Por otro lado, él no podía dejar de mirar su nuevo brazalete y tampoco terminaba de procesar que efectivamente todos se habían preocupado por comprarle algo de bienvenida para cuando regresara al instituto, realmente estaban preocupados por él y aquello quizás era la parte más sorprendente; dentro de su mundo no había ninguna razón para preocuparse por él y la sensación que se formaba en su pecho era realmente confusa.

Finalmente, sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de la campana y en un abrir y cerrar de ojos todos debían regresar a clases, así que tuvieron que levantarse de sus puestos y recoger sus cosas.

—Creo que JiMin y YoonGi no aparecerán pronto —comentó JungKook.

—Bueno, en el peor de los casos, YoonGi se escapó —argumentó HoSeok—. Espero que no haya ocurrido algo muy malo para que se comporte así —ladeó su boca en una mueca algo disconforme, parecía ser que salían de un problema para entrar a otro.

—El drama nos persigue —soltó NamJoon, los demás parecían estar de acuerdo con el comentario ya que soltaron un par de risas—. Por otro lado, lo siento por no poder comerme el pastel... —murmuró mientras recogía el empaque y lo guardaba en su mochila con cuidado, ya trataría de comerlo después.

—Tranquilo Nam, sé que igual te gustó —tranquilizó HoSeok dándole un par de palmaditas en la espalda.

—Sí, pero aún así...

—No se preocupe, después de todo no era el regalo principal, debimos suponer que no podría tener la facilidad de comer algunas cosas después de todo —dijo TaeHyung en modo amistoso y NamJoon asintió, tratando de no pensar mucho en eso—. De por sí espero que el almuerzo no le haya caído mal.

—No, los protectores gástricos que me recetaron están haciendo su trabajo —le sonrió ladino, pero era una sonrisa no tan animada.

—Bueno, nosotros iremos a botar las cosas que quedaron en la bandeja —anunció JungKook, colocando su mochila sobre su hombro y tomando un par de bandejas—. Pueden irse adelantando —les sonrió.

HoSeok pareció perdido un segundo y, después de una mirada de Jeon, dio un pequeño brinco y tomó las bandejas que quedaban igualmente.

—S-Sí, nosotros nos encargamos —les sonrió nerviosamente.

NamJoon enarcó una ceja y vio como ambos se alejaban hacia un basurero cercano. Quiso preguntarle a TaeHyung si sabía algo sobre ellos dos, pero ciertamente no estaba seguro de que fuera buena idea, después podría hablar con HoSeok directamente y para no hacer más grande el asunto, le hizo una seña al alfa para que lo siguiera a la salida de la cafetería.

Seguía siendo raro haber vuelto al instituto, mucho más raro era el hecho de tener a su lobo despierto y las miradas de las demás personas seguían siendo molestas. Trató de concentrarse en tener una conversación con TaeHyung y le fue curioso que no pudiera captar más que un simple aroma a coco sobre él, uno tan sutil que lo comparó a los restos de un jabón aromático. Fue entonces que recordó el día de la fiesta y se sintió ligeramente culpable.

—TaeHyung —comenzó y el alfa lo miró con curiosidad—, quería disculparme.

El peli-gris ladeó la cabeza con curiosidad.

—Ya le dije que no debe preocuparse por el pastel —enarcó una ceja.

—No es eso —negó con la cabeza—. No estuvo bien lo que dije en la fiesta sobre tu olor —dijo rápidamente y el alfa pareció entender al instante—, a veces puedo ser muy...

—¿Ácido? —adivinó.

—Sí... —desvió la mirada—. Creo que realmente no tengo derecho a hablar sobre eso, no nos conocemos tanto y...

—Bueno, lo merecía —admitió, colocando sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón—. Lo que dije también fue muy fuera de lugar, mi curiosidad suele ser mi peor cualidad y preguntar cosas como las que pregunté de forma tan repentina podían caerle mal a alguien fácilmente —explicó, mirándolo con calma y una suave sonrisa en su rostro. Lucía imperturbable, como si un problema no fuera más que tonterías y eso hizo sentir un poco más extraño a NamJoon.

¿Qué había detrás de esa aparentemente calmada sonrisa? TaeHyung lucía misterioso pese a su actitud sencilla. Incluso entonces, cuando comentó aquello sobre su aroma, la mueca imperturbable pareció vacilar por un par de segundos, como si una pequeña grieta se abriera, pero fue rápidamente reemplazada por una expresión nueva, una mucho más calmada, quizás más seria.

Aun así, con esa información, seguía siendo un misterio.

—Igual creo que debería disculparme —insistió y el alfa pareció suspirar.

—Disculpa aceptada —asintió—, espero que acepte las mías —así que NamJoon asintió para que supiera que así era—Bueno, creo que estamos bien ahora, ¿no? —preguntó con una ceja alzada.

—Creo que si no lo estuviéramos no habrías abonado para el regalo —sonrió nervioso, mirando de nuevo el hermoso dije—. Siento que fue demasiado... —otra vez estaba sintiendo sus mejillas sonrojarse y lo odió un poco.

—Para nada... —hizo un ademán con su mano—. Sus amigos lo quieren mucho y sentí que debía ayudar también, después de todo estoy comenzando a ser parte del "grupo de los raros slash ignorados", ¿cierto? —rió.

Entonces, suavemente, NamJoon se rió.

—Sí, eso es cierto.

Por otro lado, HoSeok y JungKook estaban en la pequeña fila que se había formado para lanzar las sobras a la basura. El beta notó que tanto NamJoon como TaeHyung parecían estar concentrándose en tener una conversación amena mientras salían de la cafetería y sonrió para sus adentros por ese detalle; después de todo NamJoon no solía ser muy sociable y TaeHyung era alguien amistoso.

Entonces miró a JungKook, el alfa lucía tranquilo y calmado a su lado, una mirada suave en rostro y con cautela se permitió mirar de más. Observó los brazaletes de color negro con algunos dijes de diferentes estilos que tenía en las muñecas, las mangas de su uniforme estaban recogidas hasta sus codos y notó que llevaba un collar con una cruz invertida, eso le pareció gracioso ya que la esencia completa de JungKook era muy adorable como para llevar ese tipo de accesorios.

Fue entonces que subió la mirada hasta sus ojos para ver el delineador negro que se colocaba y pegó un pequeño brinco cuando fue atrapado, JungKook le sonrió y él se sintió sonrojar hasta las orejas.

—¿Todo bien, Hyung? —preguntó el alfa con aquella voz dulce que siempre surgía cuando hablaba con el beta.

—S-Sí... —asintió rápido—. Uh... ¿Por qué nos ofreciste para recoger las cosas? —le preguntó con curiosidad, tratando de desviar el tema.

JungKook se encogió de hombros.

—Creo que quería estar a solas con usted —confesó, tornando aún más rojas las mejillas del beta.

—Ah... —soltó mientras bajaba la mirada, sin estar realmente seguro de qué responder.

La situación con JungKook era extraña. Ellos tenían una especie de tensión y relación que no tenía nombre y ninguno de los dos parecía preocuparse por ponerle uno, aún. De hecho, HoSeok no estaba seguro de que fuera una "relación" en todo el sentido de la palabra ya que ellos solo se habían besado un par de veces a escondidas e intercambiaban un aura extraña cuando estaban juntos.

Más temprano, ellos se habían ido juntos a un centro comercial cercano para comprar el brazalete de NamJoon y ocultaron su uniforme lo mejor que pudieron para que nadie pensara que se habían escapado de la escuela. Fue una salida divertida, se rieron mucho y HoSeok se dio cuenta de la necesidad que parecía poseer el alfa de colocar su mano sobre su cintura porque lo atrapó sujetándolo un par de veces.

"Oh, lo siento...", fue lo que le dijo Jeon una de esas veces mientras caminaban al lado de las vitrinas y HoSeok no encontró las palabras correctas para decirle que estaba bien, que realmente no quería que lo soltara.

"Uh... creo... creo que esta tienda tiene lo que buscamos", respondió en cambio, torpe y nervioso como siempre. Jeon asintió y no le dijo nada más, esa aura de calma siempre estaba sobre él y el beta lo agradecía ya que si el alfa le preguntara directamente qué opinaba sobre lo que ambos tenían, él no tendría palabras para expresarse.

El plan no implicaba saltarse la primera clase y aunque corrieron lo más que pudieron para llegar a tiempo al instituto, terminaron llegando cuando las puertas de los salones estaban cerradas, así que esperaron fuera de sus aulas a que el profesor saliera. No ocurrió nada entonces, solo una conversación amena, ambos intercambiando ideas sobre la reacción que esperaban por parte de NamJoon y unas cuantas sonrisas dulces.

Quizás ambos pensaron en algo más, pero ninguno se atrevió a inclinarse hacia el otro.

Al momento en que la campana resonó e indicó el cambio de horario, HoSeok quiso preguntarle algo, pero Jeon se despidió con un beso en la mejilla y lo dejó sin palabras, despeinado por la carrera y rojo hasta las orejas.

—Uh... JungKook —lo llamó cuando se alejaron del basurero, ahora les tocaba ir a sus clases y se separarían de nuevo, pero él quería decírselo esta vez.

El alfa lo miró con ojos atentos y aunque HoSeok se sintió muy nervioso, trató de hablar.

—Lo de hoy fue divertido —dijo, sus mejillas calentándose lentamente.

—Sí, lo fue —le sonrió en grande, luciendo como un niño inocente y eso hizo acelerar el corazón del beta.

¿Por qué JungKook tenía ese efecto sobre él? ¿Por qué se sentía tan nervioso cuando lo miraba? ¿Por qué su corazón bombeaba tan fuerte?

Aún no podía sacar a TaeHyung de su cabeza, por lo que las comparaciones eran inevitables, y se encontró a sí mismo preguntándose por qué cuando miraba a TaeHyung sólo podía ver un rostro guapo y atractivo hacerle cosquillas en el estómago, pero cuando miraba a JungKook se sentía que el aire le faltaba.

¿Había sido por sus besos? ¿Si besara a TaeHyung se sentiría igual?

HoSeok simplemente quería saber más y más de este nuevo sentimiento.

—¿Hyung? —ladeó la cabeza.

—Ah... —se dio cuenta de que se había quedado en blanco y JungKook ahora lo veía con duda—. Lo siento... uh... quería preguntarte... —tomó un poco de aire para no hiperventilar—. Quería... quería saber si...

—¡Hey, par de inútiles! —ambos se giraron cuando escucharon la voz de un enojado ChanYeol acercándose cada vez más—. ¿Dónde demonios está JiMin?

HoSeok dio un paso hacia atrás de inmediato y JungKook endureció su expresión, mirando con seriedad al recién llegado.

—No lo sé, dijo que iba a buscar su celular —Jeon se encogió de hombros, haciendo un ademán para darse la vuelta—. Debe estar en clases ahora, así que...

Sin embargo, Yeol se colocó nuevamente frente a él y se impuso con decisión, mirándolo fijamente.

—Pues creo que es más que obvio que no fue a buscar su celular, ¿no es así? —preguntó retóricamente, sonando harto y asustando un poco más a HoSeok quien ahora se había colocado detrás de JungKook—. ¿Está con YoonGi? ¿Dónde está?

JungKook no quiso responder y HoSeok trató de ser un poco más racional.

—De verdad no lo sabemos... —y el gruñido que lanzó el alfa fue suficiente para hacerlo soltar un ruidito de miedo.

—No me mientas, beta inútil —musitó.

De repente, JungKook se plantó frente a HoSeok a modo de protección, un gruñido subiendo desde su pecho y una expresión demasiado enojada en su rostro como para pertenecer a él. ChanYeol enarcó una ceja un segundo y replicó la reacción, inclinándose un poco hacia delante para intimidar al otro. Sin embargo, Jeon no dio ni un solo paso hacia atrás y mantuvo su posición.

—Será mejor que aprendas a respetar a tus mayores, mocoso —le dijo con seriedad, Jeon bufó.

—Creo que quien debería aprender a respetar es otra persona —respondió de la misma manera, sus puños cerrándose tentativamente.

El alfa más alto enarcó ambas cejas cuando escuchó su respuesta y rió sorprendido, su expresión luciendo cada vez más aterradora.

—¿Disculpa? —jadeó—. ¿Acaso crees que me puedes ganar en una pelea? ¿Ah? ¿Mocoso? —gruñó.

JungKook recordó todas las veces en las que sus madres le habían dicho que no era buena idea meterse en peleas, que no debería ganarse un castigo por algo que no valía la pena y que siempre era mejor resolver los problemas con racionalidad, pero estaba enojado ahora y no permitiría que alguien como ChanYeol le pasara por encima, mucho menos a HoSeok.

—Eso debería verse, ¿no? —ladeó un poco la cabeza, sus manos picando por estamparse en su rostro desde hacía ya mucho tiempo y sus pies listos para moverse a toda velocidad.

Los estudiantes ya estaban comenzando a mirar a ambos con ojos curiosos, atentos por si comenzaban a caer puñetazos. Sin embargo, JungKook sintió una mano en la parte trasera de su cuello que lo empujó hacia abajo y fue obligado a hacer una reverencia. Fue tomado por sorpresa, así que no pudo reaccionar a tiempo y de hecho no hizo falta moverse, ya que de inmediato supo que era HoSeok quien lo estaba sujetando.

—¡Él lo siente mucho! —fue la voz del beta—. ¿Ves? Lo siente, no pasa nada —decía nervioso y jaló a Jeon cerca de él para alejarlo de Yeol—. Es un maleducado, de verdad lo siente, ya nos vamos. Si sabemos algo de JiMin te lo diremos, de verdad —concluyó apresurado y se dio media vuelta.

Jeon no procesaba que había sido obligado a disculparse y ChanYeol parecía igual de confundido porque frunció sus cejas mientras los veía alejarse a toda prisa. La gente reunida se miró las caras con confusión y aunque muchos se sintieron decepcionados, no les quedó más que continuar hasta llegar a sus aulas mientras hablaban sobre el cobarde alfa que huyó de una pelea.

Finalmente, ambos llegaron a un pasillo desolado y JungKook miró a HoSeok con duda, el beta estaba nervioso y con ojos asustados. Entonces HoSeok le dio un repentino golpe en el pecho que lo hizo sorprenderse más.

—¿Qué...?

—¿Qué crees que haces? —le reclamó—. ChanYeol te iba a partir la cara —continuó quejándose al respecto, desahogando sus nervios y preocupación mientras le daba golpecitos en el pecho—. Además, no había necesidad de ponerse a pelear, sólo teníamos que decirle que no sabíamos nada y nos íbamos.

—Le dijo beta inútil —defendió su comportamiento, pero HoSeok hacía ademanes con sus manos.

—¿Y eso qué? —soltó de manera nerviosa, pasando sus manos sobre su rostro en un acto de ansiedad—. Me lo dicen todo el tiempo, solo...

—Hyung, no deberían decírselo nunca —ahora frunció sus cejas.

—¡No importa! —se quejó, caminando un par de pasos de un lado a otro para tratar de dejar ir sus nervios—. Eres un gran tonto, la violencia nunca es la solución.

—No, pero...

—¡Pero nada! —le reclamó haciendo un mohín y JungKook apretó sus labios para no reír—. ¿Te estás riendo de mi? —preguntó cruzándose de brazos para verse más enojado de lo que realmente estaba.

—Lo siento —ahora estaba sonriendo en grande mientras dejaba salir un par de risas débilmente retenidas—. Luce adorable quejándose...

HoSeok sintió su cara calentarse demasiado rápido y empujó a Jeon un poco más fuerte esta vez, arrepintiéndose en el instante que vio al alfa tambalearse y chocar contra los casilleros. Aunque Jeon estaba riéndose fuerte ahora, Jung rápidamente se disculpó por eso y le pidió al universo que la tierra lo tragara mientras veía si no se había golpeado fuerte.

—Lo siento, de verdad, no fue intencional, yo... —decía el beta con los nervios hasta el cielo mientras JungKook negaba con la cabeza y se acercaba a él, una sonrisa brillante decorando su rostro.

—No pensé que usted pudiera alzar la voz así, tampoco que me empujara tan fuerte —hablaba entre pequeñas risas y HoSeok no podía dejar de sentirse demasiado avergonzado como para existir.

Entonces Jung se cubrió el rostro y lloriqueó, tratando de mantener la calma. JungKook decidió dejar de reír y con una sonrisa tomó ambas manos para alejarlas del rostro del beta.

—Hyung, no tiene nada de qué avergonzarse —dijo suavemente y se inclinó hacia él.

Sus manos estaban apresadas por las de JungKook y el rostro del alfa estaba a centímetros del suyo ahora. HoSeok podía sentir todo su cuerpo ser preso de los nervios y de aquella sensación que cualquiera sentiría en el estómago al estar tan cerca de un beso.

Sin embargo, el beso nunca llegó debido al pánico de HoSeok.

—¡P-Para! —logró liberarse y colocó ambas manos sobre el pecho de JungKook para que no se acercara ni un centímetro más. Aquella posición era más comprometedora y parecía ser que JungKook lo estaba disfrutando porque su sonrisa no se borraba—. D-Debemos volver a clases, en cualquier momento nos van a cerrar las puertas —dijo rápido, alejando sus manos de JungKook y apretándolas alrededor de las correas de su mochila—. Vamos, vamos.

JungKook suspiró al verlo alejarse y caminó junto a él a través de los pasillos en dirección a sus respectivas aulas. Aún habían un par de estudiantes que estaban caminando hacia las suyas, así que no se veían tan fuera de lugar.

—¿No quería decirme algo? —cuestionó Jeon cuando estuvieron a punto de separarse.

—¡Oh! —exclamó, dándose cuenta de que lo había olvidado de nuevo—. Uh... era una tontería, yo... no creo que...

—No creo que sea una tontería —le dijo suave, dedicándole una sonrisa de calma—. Puede decirme lo que quiera, no se preocupe —y ahí estaba de nuevo, su mano sobre la cintura del beta.

HoSeok vio que había cada vez menos gente en los pasillos y se sintió ligeramente presionado en ese momento. Su lengua se enredaba y quizás un poco impulsado por las ganas de que no le cerraran la puerta en la cara, abrió la boca.

—Pues... lo de hoy m-me pareció muy divertido entonces... pensaba que quizás... podríamos... ¿repetirlo? —desvió la mirada, un poco aterrado por la idea de que JungKook negara la idea.

—¿Salir de compras? —enarcó una ceja.

—Uh... salir a pasear —corrigió, su cara tornándose cada vez más roja—, quizás después de clases o el fin de semana, no lo sé... ¡Pero si no quieres no...!

—Me encantaría Hyung —sonrió en grande.

—¿Sí? —jadeó.

—¡Ustedes dos! —ambos escucharon la voz del profesor Lee y mientras HoSeok saltaba por el susto, JungKook hacía una reverencia como disculpa—. Vayan a sus aulas antes de que les ponga una nota —se cruzó de brazos, esperando que acataran las órdenes.

Se miraron por última vez antes de ir a sus respectivos salones y el beta notó que JungKook se iba casi dando saltitos, provocando que su corazón diera un vuelco y que se sentara en su puesto con las orejas rojas.

Se dio cuenta de inmediato que YoonGi no estaba en su lugar y que NamJoon sí lo estaba. Decidió concentrarse en NamJoon y antes de que el profesor comenzara con la clase de matemáticas, le envió un mensaje a YoonGi preguntándole si todo estaba bien.

La respuesta no demoró: "¿Pueden venir a mi casa después de clases?"

ChanYeol necesitó de muchas sesiones de "contar hasta diez" para no perder la calma. No encontraba su hermano por ningún lado y cuando fue obligado a regresar a su salón de clases se mantuvo raspando su lápiz con sus uñas, traspasando el color amarillo que lo cubría hasta llegar a la madera. Definitivamente no saber si JiMin estaba bien lo ponía nervioso, la idea de que algo malo pudiera ocurrir hacía estragos en la cabeza y se preguntaba por qué sus pensamientos se revolvían de esa manera, todos eran escenarios horribles y la imagen se repetía una y otra vez.

—Bien, guarden sus cuadernos y colóquese en grupos de dos —escuchó a su profesor decir y detuvo su masacre hacia el pobre lápiz.

Bufó bajo y desvió la mirada de la ventana que estaba en la puerta, pensando que JiMin quizás estaría en su salón de clases, esperaba que sí, realmente lo quería, así su cabeza se mantendría callada.

Cuando se dio cuenta de que todos estaban poniéndose en grupos suspiró. Miró al par de amigos que tenía en el aula y ellos se habían puesto en grupos entre ellos mismos, así que se recostó sobre su asiento, resignado a la idea de que reprobaría esa evaluación.

—Parece que tengo que salvarte, ¿uh? —miró al dueño de esa voz y trató de no sorprenderse demasiado cuando vio a BaekHyun sonreírle.

—Ah... —parpadeó un poco sacado de lugar cuando el omega se sentó a su lado—. Pensé que estarías con KyungSoo...

—Está enfermo —explicó corto mientras tomaba la hoja que le había entregado el profesor—. Igual, tampoco lo tomes como que eres mi segunda opción, hace mucho que no hablamos después de todo y quise aprovechar —rió.

—Bueno... no estoy seguro que un examen grupal sea el mejor momento para hablar —dijo un poco dudoso, después de todo no estaba del mejor humor ahora.

Baek enarcó una ceja y apuntó a ChanYeol con la goma de su lápiz, tocando un par de veces su frente.

—¿No? Sería más fácil si quitas esa cara de amargado —el alfa enarcó una ceja, mirando como Baek parecía divertido con su expresión—. Puedo hacer el examen mientras me cuentas lo que te tiene tan malhumorado.

—No necesitas hacer eso —negó—. Sólo dime cómo hacer los ejercicios y te ayudaré. Además, no creo que al profesor le divierta saber que no estoy haciendo nada —le dijo con calma mientras movía su lápiz de una mano a otra. Su humor se estaba apaciguando y no era sorpresa, el omega tenía ese efecto sobre él y quizás lo sabía.

BaekHyun infló una de sus mejillas, pero estuvo de acuerdo. Fueron necesarios un par de ejercicios hechos por él para que ChanYeol pudiera entender lo que debía hacer, así que se encargó de los últimos que faltaban mientras el omega le contaba pequeñas anécdotas sobre su día a día, finalizando cuando ChanYeol terminó de colocar el último resultado. El profesor no demoró en retirar su hoja y se sentó en su escritorio para corregir los exámenes de quienes habían terminado.

Entonces, BaekHyun decidió tener una conversación un poco más seria.

—Te has estado metiendo en problemas, ¿no es así? —preguntó, colocando su mentón sobre la palma de su mano mientras lo miraba con ojos curiosos.

Yeol se encogió de hombros con aparente desinterés mientras se recostaba de nuevo sobre su asiento. Sentía a su lobo producirle la necesidad de acercarse un poco más para olfatearlo mejor y es que el aroma a rosas que emanaba era irresistible, quería hundir su nariz en el cuello ajeno, pero no creía que eso fuera posible por el momento, quizás ni siquiera en esa vida, así que trataba de mantenerse al margen con él.

—Deja de comportarte como un gruñón —hizo un ademán con su mano y su expresión cambió a una menos burla, había un aire de preocupación en ella y ladeó un poco su cabeza mientras miraba al alfa—. Trata de no pelear tanto, ¿si?

ChanYeol suspiró.

—Yo no...

—¿Crees que los rumores no corren? —enarcó una ceja, inclinándose sobre su asiento para mirarlo más de cerca y para poder hablar en voz baja—. Todos en el salón saben que YoonGi te está "dando problemas", además de que nadie puede creerse que en serio esté saliendo con JiMin.

ChanYeol miró a Baek con incredulidad. ¿A quién le importaba lo que sucedía con su hermano y con el tarado de YoonGi?

—Haces un escándalo cada que alguien se acerca a JiMin —explicó al ver su expresión—, no te sorprendas de que todos ahora tengan sus ojos sobre él y sobre el alfa que lo está cortejando —levantó una mano cuando vio a Yeol estar a punto de reclamar al respecto—. Los he visto un par de veces en el almuerzo y definitivamente lo está cortejando, no intentes negarlo.

ChanYeol suspiró rendido y miró con una mirada entrecerrada a Baek, el omega jamás había sufrido de la furia del alfa y es que de hecho antes de toda la situación con su hermano, el enorme e intimidante Park era simplemente arisco, por lo que BaekHyun no terminaba de entender por qué de repente el grandulón calmado que odiaba el contacto físico ahora se empeñaba en golpear a todos los que osaran respirar el mismo aire que su hermano.

—No quieres hablar de eso, supongo —murmuró el omega al ver su cara de frustración.

—En absoluto —murmuró fastidiado.

—Bueno —suspiró al saber que no podría sacarle más información—, espero que a Min no se le ocurra ser un tonto —agregó para finalizar.

ChanYeol chasqueó la lengua.

—No sabe hacer otra cosa —viró los ojos.

BaekHyun hizo una mueca con sus labios.

—¿Ha hecho llorar a JiMin? —cuestionó, mirando a ChanYeol con curiosidad y quizás un poco de preocupación.

—No —respondió de inmediato.

Entonces, Baek lo miró con un poco más de duda. No esperaba esa respuesta, cualquiera pensaría que lo más probable era que haya metido la pata un par de veces mientras trataba de cortejarlo.

—¿Y lo ha dejado plantado? —preguntó más interesado.

—No.

—¿No cumplió alguna de sus promesas? —divagó.

El alfa chasqueó la lengua.

—¿A qué quieres llegar? —inquirió.

—¿Ha hecho algo malo? —ignoró su pregunta, mirándolo con sorpresa y con confusión, ChanYeol no lo entendía y simplemente suspiró con desgano y fastidio—. ¿Qué? ¿No ha hecho nada malo?

—Es un tonto —explicó como si eso fuera una explicación suficiente—. Después de todo tiene detrás de él una fama que te incluye —agregó un poco más molesto ahora.

BaekHyun se quedó sin palabras un segundo, mirando al chico con incredulidad y ojos sorprendidos. Tuvo que sentarse derecho en su puesto y fijar sus ojos en otro lado, pensando en cómo explicaría lo que quería decir. ChanYeol no estaba sorprendido de aquella reacción, ya que Baek solía ser un poco extravagante y expresivo, cada vez que hablaba sus manos se movían para darle fuerza a su discurso y en ese momento parecía estar poniendo sus pensamientos en orden para comenzar con el "espectáculo".

De repente, el omega lo miró fijamente, sus ojos entrecerrados con aires de regaño y sus brazos cruzándose sobre su pecho. ChanYeol estuvo tentado a mirar al cielo, preguntándose por qué le estaba sucediendo aquello.

—Bien, sí, YoonGi fue un tonto, un gran tonto —comenzó—, pero me estás diciendo que no ha hecho absolutamente nada catalogado como "malo" ahora mismo. Nada como lo que me hizo a mi y a sus demás conquistas mientras trataba de "comenzar una relación" —continuó, viendo como Yeol lo miraba con duda y un par de asentimientos lentos mientras él hablaba—. ¿Estás bromeando? —antes de que el alfa respondiera eso, él ya estaba hablando—. Si ese tonto aún no te ha dado razones para partirle la nariz, quizás no deberías reaccionar como un toro furioso cada vez que lo tienes cerca, no lo sé —señaló con tono irónico—. Relájate un poco.

ChanYeol se cruzó de brazos sobre su escritorio, negando con la cabeza.

—No quiero que le haga lo mismo a JiMin —murmuró con algo de resentimiento.

Baek suspiró.

—Ve, JiMin no se morirá por un corazón roto —le dijo—, estas cosas pasan, ellos se ven muy cómodos con el otro y han estado un tiempo en esos términos, más que el tiempo estimado que YoonGi estuvo con sus exs —ahora estaba más relajado, hablando con calma y mirando a Yeol con ojos de consuelo—. Claro, si ves que YoonGi trata de sobrepasarse con JiMin, pues dale una patada que lo mande a américa, pero déjame decirte, ni por más idiota que fuera, él jamás se aprovechó de alguno de sus pretendientes —agregó con convicción.

—¿Lo estás defendiendo?

BaekHyun negó con la cabeza.

—Si él le hace algo a tu hermanito seré el primero en darle una patada en las bolas —rió, luciendo muy lindo para el alfa—. Sin embargo, si decidió ser alguien decente esta vez, pues felicitaciones, quizás se merezca una oportunidad —se encogió de hombros.

—No puedo creer que la misma persona que dijo que quería lanzarlo por una ventana me esté diciendo esto —dijo entre la gracia y la ironía, un poco fastidiado también.

—¿Qué mejor ejemplo de que las personas cambian? —colocó una mano sobre su pecho, presumiendo al respecto—. Además, yo ya tuve mi venganza —el alfa lo miró con una ceja alzada—. Le di una cachetada en la fiesta de ChaeYoung —contó con orgullo, pero su expresión fue rápidamente reemplazada por una un poco más tímida—. Bueno... después me arrepentí un poco de pegarle, pero me sentí mucho mejor después —rió un poco avergonzado.

—Bueno, no puedo negar que me siento orgulloso de eso —se decidió por sonreír y Baek hizo un ademán con su mano.

—Sí me ayudó a descargar el poco enojo que me quedaba, pero en general ya lo tenía superado —se encogió de hombros—. Después de todo siempre nos encontramos con personas que nos lastiman, sólo queda seguir adelante —explicó tranquilamente, levantando un poco su puño en señal de ánimo—. YoonGi no es ese tipo de mala persona, es torpe y un tonto, se aburrió rápido docenas de veces y no supo lidiar con ello, así que supongo que... no lo sé, no hay necesidad de odiarlo a muerte, sólo tener cuidado. Como ya dije, JiMin no morirá de un corazón roto, incluso es algo sano, tiene que experimentar, no lo prives de eso —finalizó, sonriéndole con dulzura y picando la punta de su nariz con su dedo índice.

Aquello había sonado tan honesto que hizo sentir a ChanYeol un poco confundido, después de todo no podía dejar de pensar en el omega decepcionado que fue Baek, llorando y anunciando al cielo que todos los alfas eran unos idiotas porque se había creído las palabras bonitas de un tonto Min YoonGi. ¿Cómo podía defenderlo después de eso? ¿Realmente las personas como él se merecían otra oportunidad?

No estaba seguro de la razón que llevó a YoonGi a tratar de cortejar omegas al azar hasta aburrirse, quizás fue puro instinto o por puro capricho, no estaba seguro. Quería decir que no le importaba, pero no podía negar que quería saber por qué ahora era diferente con JiMin, por qué ahora parecía estar tratando de esforzarse más que nunca.

Se dio cuenta entonces de que las únicas razones que había conseguido para golpearlo y molestarse, eran por cosas que pensaba que YoonGi haría, pero que no habían sido ni siquiera mencionadas por el alfa.

Ahora esto, más la escena que presenció en su casa, estaban revolviendo su cabeza con ideas diferentes.

—Bueno... me alegro que estés mejor ahora —le dijo sinceramente luego de un momento.

—Gracias —hizo una pose linda sobre el asiento, sonriéndole con dulzura—. Ahora me debes una por el examen —guiñó.

—Definitivamente te lo compensaré —ladeó un poco su cabeza mientras lo miraba y sonrió a la par que Baek, sus propias mejillas ligeramente rosadas.

ChanYeol se permitió relajarse sobre su asiento mientras Baek comenzaba con otro tema de conversación y al notar que su profesor seguía concentrado en los exámenes, sacó su celular para enviarle un mensaje a su hermano:

"Espero que hayas encontrado tu celular y que no te esté dando problemas".

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